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Como Hubiera Sido Si... por LINKAMOON

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Notas del capitulo:

Robándome los títulos de los libros, la noche ha iniciado con la trágica muerte de dos magos y la gloria de la desaparición del mago tenebroso, la consecuencia es un pequeño huérfano y una familia después a abrir las puertas de su casa para él, una amistad nace para vivir por siempre.

 

 

Una terrible tragedia a ocurrido, dos de los magos mas reconocidos en toda Inglaterra han perecido, pero no hay mal que por bien no venga, como causa de su sacrificio ha caído el mago oscuro mas perverso de todas las épocas, dejando huérfano a un pequeño niño de nombre Harry Potter.

 

 

 

Albus Dumbledore había cavilado toda la noche sobre lo que debería ser el futuro del joven mago, tendría mucho que enfrentar en un futuro y sería mejor estar bien preparado, pero quien podría ser lo suficientemente capas para albergar a un pequeño héroe?, quien podría ser el mejor mentor para este mago que sería en un futuro pináculo del mundo que celosamente protegía?.

 

 

 

Hagrid había llevado al pequeño a sus aposentos en el viejo castillo, dormía plácidamente al encontrarse lejos de ese ambiente de muerte y violencia, miro la marca de la terrible maldición a la que nadie mas había salido bien librado, el niño que vivió lo apodaban muchos.

 

 

 

Tomo un trozo del pergamino apenas escribiendo algunas líneas, se lo dio a su viejo fénix que se marcho a cumplir su misión, sabía que ellos serian la mejor elección, era tanto el poder que el chico había adquirido al sobrevivir al Avada quedaba que no había mas como ellos para cuidarlo.

 

 

 

Cerca de las 4 de la madrugada un estruendo se dejo escuchar en el despacho del viejo director, era un mago maduro de platinada cabellera, había servido de doble agente en la guerra que acababa de terminar con la muerte de la serpiente, un mago aristócrata de la mas alta clase en ese mundo, había decidido aparecer solo debido a que su esposa cuidaba a su hijo de tan solo un año.

 

 

 

-Estás seguro de esto?-

 

 

 

-Lucius… amigo mío, se que cuidaran del pequeño Potter como uno mas de ustedes, a pesar de tu apariencia fría tienes toda mi confianza y en ti pongo la esperanza de un mago tan importante, además con tu pequeño podrá entenderse, sé que si-

 

 

 

-Bien… así será, siempre he creído que tus desvaríos no tienen mucha lógica y ahora mas que nunca-

 

 

 

La serpiente tomo en sus brazos al pequeño sin despertarlo para desaparecer de la mima manera, el viejo director estaba seguro que las cosas serian para bien, aunque ciertamente esa familia era hecha a la vieja escuela, traerían buenas cosas para el moreno, le había entregado a una familia de magos, que le enseñarían lo que sería su vida y el poder que poseía, lo girarían por un camino difícil pero que tarde o temprano debía recorrer y tenerlo consciente de que el mal no había desaparecido sino que solo habían logrado dormirlo por poco tiempo.

 

 

 

 

 

********** Malfoy Manior **************

 

 

 

 

 

Narcisa no podía hacer que su pequeño dragón dejara de llorar, era muy común cuando su padre se ausentaba por largas temporadas a causa de esta horrenda guerra, había escuchado rumores sobre la muerte del bastardo pero nada seguro, mientras que el bebe en sus brazos se removía hasta casi zafarse de los brazos de su madre, seria que presentía la muerte de su padre?, no!... no podía pensar algo tan catastrófico, de ser así no solo su corazón se destrozaría en pedazos, sino su pequeño sufriría a tan importante ausencia.

 

 

 

Una llama verde y un sórdido sonido venían de la estancia, un escalofrió recorrió su cuerpo al recordar la ocasión en que varios mortifagos se ocultaron en su mansión, pero al cesar el llanto de su bebé estaba seguro que no podía ser nadie mas, corrió hasta encontrarse con la imponente figura de su marido, su mirada celeste se poso en ese pequeño bebé que el hombre sostenía.

 

 

 

-Qué es esto?-

 

 

 

-Amor… hasta donde tengo entendido es un bebé… Espera!...- un jarrón salió volando contra la cabeza del sangre limpia- no es mío!... es el hijo de los Potter!... Albus ha pedido que cuidemos de el-

 

 

 

-Ah! Por ahí hubieras empezado…-

 

 

 

Le dio a su pequeño dragón que por fin cesaba de llorar en los brazos de su padre y tomo al bebé, tan tierno e inofensivo, además de tan parecido a su apuesto padre, seguramente sería una buena compañía para Draco ya que ella… para su desgracia era incapaz de tener mas hijos y había que agradecer de la buena salud de su pequeño dragón, pero ahora no se sentiría solo.

 

 

 

-Sabes… esta noche podrá dormir con mi pequeño y mañana compraremos todo para poder arreglar su cuarto, lo vez Draco ahora tienes un amiguito!-

 

 

 

La mujer se llevo a ambos bebes que disfrutaban de sus mimos, Lucius pensaba que tal vez no había sido tan mala idea y que sería un buen cambio, a pesar de lo que el mundo mágico pensara de ellos, era la oportunidad de redimir lo que la gente decía sobre ser un mortifago.

 

 

 

Era hora de descansar, una vez mas en su mansión, con su amada familia, habían sido meses de larga y dolorosa separación, mas con su pequeño recién nacido, pero las nubes de tormenta se habían marchado y por ahora serian tiempos de calma y prosperidad, esos pequeños tenían la oportunidad de crecer en un mundo de aristocracia lejos de las artes oscuras y la sed de muerte de la pasada guerra.

 

 

 

 

 

******************

 

 

 

 

 

Pero poco le duro la paz al rubio con su esposa haciendo remodelaciones para los pequeños magos, decidida a que Harry no perdiera parte de sus raíces le había arreglado su habitación con los colores de la casa escarlata, en toda la mansión era la única habitación que gozaba de colorido tan alegre, Draco se mostraba un poco huraño con Harry al nunca antes estar con otro bebé, además de que no había visto a alguien con el cabello de ese color así que en las mayoría de las ocasiones el moreno recibía fuertes tirones de parte de su compañerito.

 

 

 

Narcisa le llamaba la atención recibiendo algunos cuantos reclamos de su hijo que eran mas bien palabras al aire y algunas frases que el niño no podía mencionar bien, mientras que Harry solo balbuceaba, era muy perezoso para hablar ye so hacia que Draco se molestara, pero a pesar de que no hablaba con soltura Harry había dado clases al rubio de cómo correr y hacer añicos las esculturas de fina parcela, el dragón se mostraba mas temeroso y apenas intentaba caminar con un poco de soltura, los primeros meses.

 

 

 

Debía admitir que para tener apenas un año y medio ambos eran unos guerrilleros, los elfos huían a su paso por las constantes preguntas que hacían los niños, en lo que llamaba Narcisa ese bello idioma tan incomprensible, los días empezaron a pasar así como los años, los pequeños magos empezaron a crecer en un ambiente que cambiaba conforme crecían, debían pasar de los completos mimos y carisias a uno lleno de apariencias y donde se mostraran como los orgullosos magos que serian, seguramente de la casa de las serpientes.

 

 

 

Harry no era tratado muy distinto a como se le consentía al heredero Malfoy, Lucius y James habían mantenido una amistad que había sido escondida de sus amistades por cuestiones de casas, a pesar que el Potter era menor que el rubio habían logrado tener una conexión favorable, mucho habían añorado que uno de ellos concibiera una hija para que algún día ambas familias se unieran, pero Black estaba decidido a no ceder nada a la serpiente, hacia lo posible por hacerle la vida imposible y ahora se encontraba condenado en Azkaban, quien lo diría, a nada estuvo el viejo director en dejar a su cargo a Harry, nunca se lo hubiera perdonado.

 

 

 

Narcisa era una madre afectuosa, de tener las posibilidades hubiera tenido varios hijos y con todos descargaría su amor de madre, había hecho bien en traer al moreno con ella, procuraba tener todo el cuidado a los dos, sin hacer distinción, a pesar de que Lily nunca había sido santo de su devoción, James era una persona muy querida para ella y cuidar a su pequeño hijo seria un verdadero placer, esperaba que Draco y el pudieran llegar a ser amigos.

 

 

 

Los niños jugaban todo el día en la  enorme mansión, los enormes jardines y los animales que ahí habitaban eran su mayor diversión, sin mencionar los estanques donde acostumbraban hacer un fuerte de lodo y viejas maderas, pasaban el tiempo tratando de aprender uno del otro, eran chicos bastante distintos, no podían negar que uno venia de sangre de león y el otro serpiente.

 

 

 

Mientras Harry tenía como mascotas dos perros y tres guacamayas que no dejaban de molestar a Lucius respondiéndole y chiflando cada vez que pasaba, Draco tenía dos gatos y tres serpientes, que en mas de una ocasión habían dejado al resto de la familia llenos de rasguños, el moreno disfrutaba de toda golosina acida y el rubio solo las que dejaban ese dulce sabor por su pequeña boca, esas pequeñas diferencias eran lo que mas los acercaba.

 

 

 

 

 

********************

 

 

 

 

 

El tiempo corría como el agua de un rio y pronto cumplirían los 7 años, para Narcisa había sido una verdadera delicia cuidar al amigo de sus antiguos compañeros de la orden, disfrutaba cada etapa que vivía con sus pequeños niños y alentaba cualquier interés que desarrollaran así como los inducia en la educación de un verdadero sangre limpia, con el correr de los años habían desarrollado caracteres muy diferentes.

 

 

 

Harry era el orgullo de Lucius, un pequeño aristócrata que poco sabia de la relevancia de haber sobrevivido esa noche fatal, no se consideraba un héroe, solo un mago que tenía todas las posibilidades de ser uno de los mejores del mundo, tenia aprendido por el padre de familia que poseía un gran futuro, tenía una decisión de hierro a pesar de que prefería demostrar las cosas con sus acciones antes de soltar una sola palabra, ambos habían aprendido a leer perfectamente a los seis años y sus gustos distanciaban ampliamente, el moreno leía sobre la oscura mitología de Bulgaria, a pesar de no comprender todo.

 

 

 

Draco en contraste era un chico que difícilmente se le podía callar, poseía una inocencia admiraba el moreno que poseía una visión un tanto oscura del mundo, además de una elegancia propia de un adulto, pero ese pequeño problema… un alma pura y transparente como el agua, a diferencia del Potter, Draco no era muy consciente de la maldad o de las palabras ofensivas que decían a su familia, a pesar de lo aprendido en los libros no eran suficiente para hacerle ver lo cruel que podía ser la gente, su distracción se basaba mas en cuentos de hadas y elfos, pero cuando no hubo ni uno nuevo su amigo creaba nuevos para él.

 

 

 

Ambos eran tratados por igual respetando los gustos de cada uno, así que el moreno jamás se sintió diferente al dragón si no fuera por la falta de sus padres de quienes sabia gran parte de su vida gracias a Lucius y Narcisa, ellos se habían empeñado en llenar ese vacío y hacían un gran trabajo, pero no podía dejar de pensar en aquellos que habían muerto, algunas noches sentía su corazón estremecer por la soledad, pero como una devota madre, la rubia lo acunaba en sus brazos, protegiéndolo de las pesadillas y el dolor.

 

 

 

Habían conocido a otros niños del elegante vecindario, eran puros pequeños sangre limpia que sin duda pronto se convertían en grandes magos, el mayor de ellos era un chico moreno que tenía un año mas que ellos, hijo de una viuda muy rica, Blaise era todo lo que podían esperar de un hermano mayor, estaba fastidiado de ir al colegio mágico donde para su mala fortuna no enseñaban magia, pero era su educación primaria.

 

 

 

Un castaño de enormes gafas era el siguiente, casi podía ser tan desafortunado con las bromas de los amigos como los elfos, era de carácter tímido, un pequeño ratón que se perdía entre los niños, la ultima era Pansy, pequeña y vanidosa chiquilla que en mas de una ocasión hacia todo lo posible por separar esa entrañable amistad que unía a Harry y a Draco.

 

 

 

La fiesta fue celebrada para ambos, era una elegante celebración de mascaras con la que los chicos jugaban, habían recibido toda clase de obsequios que pudieran desear, no es que necesitaran mas juguetes o algún tipo de mascota, entre ambos podían decir que no existía nada que un niño no pudiera desear.

 

 

 

Habían comido y jugado hasta altas horas de la noche, los rubios se encontraban felices por la forma en que los niños vivían su infancia, en su corazón aun se albergaba el temor de que regresara el mago tenebroso, cuando los invitados se marcharon satisfechos, aun así Harry y Draco habían consumido tanta azúcar que difícilmente podrían conciliar el sueño.

 

 

 

Corrían por los pasillos, mientras Lunari el gato azul corría escondiéndose de Lancelot, un enorme labrador dorado que pertenecía al moreno, atrás Draco gritando que dejara en paz a su mascota y Harry queriendo alcanzar al Malfoy para que no dañara a su perro, los mayores estaban agotados y no serian parte de la persecución, el reloj de la estancia sonó con tres campanadas, sin mas los niños debían dormir mientras que las mascotas entraron a la habitación que se les había designado.

 

 

 

-Paro Papá!-

 

 

 

Lloriqueaban los dos niños tratando de convencerlo, pero no funciono, tomo a cada chico en un brazo y paso a dejar al moreno a su habitación, Narcisa lo acompañaba para poder arroparlo, pero Draco se escondió entre las cobijas para poder quedarse un rato mas con su amigo.

 

 

 

-Por favor mamá!, solo un rato y después yo lo llevo a su cuarto-

 

 

 

-Nunca lo llevas Harry… está bien… pero no quiero que salgan en la madrugada a los salones ya que se pierden y no dejan de llorar… mas por Draco-

 

 

 

-No es verdad!- se escuchaba la voz amortiguada por las gruesas cobijas.

 

 

 

-Bien mis niños, es hora de dormir… descansen y una vez mas feliz cumpleaños!-

 

 

 

Los adultos se marcharon después de que ella beso sus mejillas y Lucius les diera una caricia en la cabeza, Draco salió de las cobijas para ponerse a saltar provocando que el moreno también lo imitara, por fin se dejaron caer en la cama cuando con una picara mirada el rubio se sentó en el estomago del moreno, este cerró los ojos como si durmiera profundamente, ignoraba los llamados de su amigo hasta que sintió que se bajo de la cama, escucho algunos ruidos y como se esforzaba por hacer algo.

 

 

 

-Harry!- Draco se lanzo del librero directo a su cama, el moreno casi cae del otro lado a causa de la fuerza con la este se aventó- cuéntame una historia!-

 

 

 

-Draco!... por favor no estoy de humor… pensaba en que… bueno…-

 

 

 

-En tus padres otra vez?, ellos fueron grandes héroes, personas importantes y… dieron la vida por ti-

 

 

 

-Lo sé pero… no importa, tus padres son mucho mejor que ellos…-

 

 

 

-Por qué?-

 

 

 

-Ellos siguen contigo… olvídalo mi amigo… te contare una historia solo cuando vayas a dormir-

 

 

 

-Harry… ellos también son tus padres!-

 

 

 

Ver la tristeza reflejado en las pálidas orbes de Draco causo que su corazón se estremeciera, no podía ver a ese pequeño y dulce niño sentirse tan afligido, sabía bien que era su culpa, no podía evitar sentir que ellos habían decidido dejarlo solo, que no había nadie que pudiera entender su dolor y por el contrario causaba dolor en el corazón de su querido amigo, aquel que había compartido todo, que lloraba como si así mismo le hubieran arrebatado parte de su familia.

 

 

 

-Bien… te daré tu historia… hacía mucho tiempo que vivía un joven mago, este se mostraba divertido ante las ocurrencia de los muggles y trataba de conocer mas a estos seres no mágicos, con el tenia una criatura única, un pequeño dragón de perladas escamas, había permanecido pequeño creciendo a la par del mago-

 

 

 

El pequeño rubio lo miraba con atención, era esa actitud que cautivaba a Harry, era como decía Lucius, un ángel que merecía ser cuidado, además de que era la única persona que podía sacarle mas de 5 palabras de corrido, desde que habían aprendido a hablar le contaba cuentos que inventaba, su mente era demasiado activa y eso causaba una sonrisa en el Malfoy.

 

 

 

-Procurando tener mucho cuidado y jamás interferir con este en los asuntos muggles. se fueron adentrando en un mundo frio y carente de magia, una verdadera sorpresa para ellos, sus mentes divagaban en cosas materiales y sin vida, carecían de la esencia propia de los poderosos aprendices de Morgana, cerca del nacimiento del dragón conocieron a una pequeña muggle de poderosa voluntad, era de una familia poderosa pero muy solitaria, a pesar de desconocer la verdad del origen del mago lo considero su amigo-

 

 

 

-Como se llamaba?- se acomodo con las almohadas del moreno para seguir escuchando mientras el cansancio invadía el pequeño cuerpo.

 

 

 

-Pues… como te gustaría?-

 

 

 

-Pansy!-

 

 

 

-Si ella te escucha te va a dar un golpe que ni un solo elfo podrá disimularlo, bien pues esta chica… Pansy estaba decidida a conocer el mundo prohibido del mago, pero el dragón advertía una y otra vez el mal que hacia al dejar que ella conociera algo así, sin hacer caso él la llevo a un oscuro lugar de Londres, en el se encontraba la entrada a una enorme mansión, ni el callejón Diagon poseía tantos locales, estos eran principalmente de magia arcana-

 

 

 

-Pero eso es muy peligroso!-

 

 

 

-La pequeña criatura platinada mantenía vigilado al mago que había decidido romper las reglas, pedía al dios dragón que nunca permitirá que este fuera descubierto, así durante semanas, el le enseñaba mas y mas, hasta que llego el día en que debía marcharse al pueblo de Hogsmeade, ese fue el inicio de su caída-

 

 

 

Draco salto en la cama al escuchar el drástico cambio que tenia la historia, gateo por la cama hasta acurrucarse ene l pecho de su amigo, no quería perder detalle de cada palabra, Harry sonrió al sentir el cálido cuerpo de su amigo.

 

 

 

-Un mago de sangre limpia, persona respetada por toda la comunidad mágica se encontró con su oscuro secreto, el había violado la única ley mágica que merecía un castigo, el joven mago fue recluido a Azkaban, donde no podía volver a tener contacto con su amiga muggle, pasaba las noches pensando en que ahora ella no sabría quien era él, que habían arreglado su memoria y que no existía nada que lo regresara a ese mundo-

 

 

 

-Quedo solo… no debió hacerlo…-

 

 

 

-En las noches de fría soledad, una criatura platinada se movía por las oscuras, el dragón fiel amigo como siempre había sido, regresaba a su lado después de meses de ausencia por parte del mago, su mirada pálida le mostraba que no existía rencor en su corazón, pego su frente con la de el mago tomando forma de un ser humano, su pálida piel se cubría con la larga cabellera platinada, beso la frente de su amigo y lo convirtió en un dragón de escarlatas escamas, “Márchate… prométeme que nunca mas volverás y que siempre me recordaras… quiero que vivas” y lanzándolo por la ventana se marcho-

 

 

 

-Porque!?... lo dejo para ser libre!-

 

 

 

-El amaba a su amigo, quería protegerlo, así que tomo su lugar, transformado con la apariencia del mago, el dragón permaneció en las frías celdas, como juramento, el jamás volvió a usar la magia, el mismo día que había perdido a su amigo, ese día murió toda conexión con el mundo mágico, vivió entre muggles honrando la promesa que le había hecho, los años transcurrieron y el joven mago cambio olvidando todo lo que había sido su pasado, construyo su vida lejos de la magia-

 

 

 

-Todo lo que conllevaba a su pesado fue enterrado en la memoria del mago, tuvo hijos y nietos y su sendero llegaba poco a poco a su fin, en el ultimo invierno de su vida una visita inesperada, alta y espigada, con una paz que irradiaba a su paso, se acerco a su lecho de muerte, era un ser pálido casi como la porcelana, de cabellera color patinada, ojos pálidos llenos de cansancio… era su dragón-

 

 

 

El pequeño Malfoy se encontraba acurrucado contra su cuerpo, pero sabía que volvería a despertar si no terminaba la historia, siempre pasaba lo mismo, cada cuento se volvía un pensamiento de cómo pensaba que sería su futuro, siempre era un simple mago y el dragón, un ser tan puro que no podía evitar sentir miedo por perderlo.

 

 

 

-“Te han perdonado”, la voz no había perdido su dulzura, cargaba los años que había pasado en Azkaban, pero el cariño en los ojos del dragón no había perdido un solo sentimiento de los que había expresado años atrás, tomo la mano del mago dejando que descansara por fin después de tantos años, regreso a su forma original y velo el cuerpo de su amigo y derramando sus lagrimas también pereció, acompañando a su fiel amigo al valle de la muerte-

 

 

 

Draco se había quedado dormido, no podía entender como sus historias podían hacerlo dormir tranquilamente, no podía evitar que su personalidad un tanto melancólica y oscura se reflejara en él a cada instante, por eso prefería mantenerse callado, pero siempre y cuando tuviera a su amigo, sabía que podría dormir sin sentir que lo había perdido todo.

 

 

 

***********************

Notas finales:

Bien que aquí el primer capítulo!

 

Espero me puedan regalar un comentario, es una idea que me envolvió y me dieron ganas de escribirla, a pesar de que es algo ñoño el inicio pronto evolucionara a mis perversas y rudas historias, grax por leer y el que mande mensaje se gana los juguetes rotos de este par de niños traviesos!.


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