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DULCE VENGANZA por DRAGIOLA

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Notas del fanfic:

Como siempre Kyo Kara Maou no me pertenece.

Notas del capitulo:

Esta historia la tenia hace tiempo en el compu, y como estoy haciendo limpiesa de primavera, jejeje, la subo, ahi les va.

Este era otro on-shot, pero esta muy largo asi que lo dejo en dos partes.

 

DULCE VENGANZA

 

 

 

Todos se encontraban reunidos en la mesa, no era una cena común la que tenían esa noche, lo podían sentir en el ambiente.

 

El Maou se levanto de su silla pidiendo su atención, deseaba comunicarles algo.

 

 

-He decidido casarme-

 

La primera en reaccionar fue una rubia.

 

-Kyaaaaaaaaaa, ya era hora Heika, Wolfy, no estas contento-, le preguntaba emocionada al menor de sus hijos que parecía bastante ido.

 

-Felicidades- dijo un llorón Gunter.

 

-Mas vale que no lo lastime- decía por lo bajo un General.

 

Cuando escucharon al prometido del Maou pronunciarse.

 

-No me feliciten, el no se casa conmigo-

 

Le quedaron viendo sorprendidos, más de alguno pensó que se trataban de los típicos celos del rubio pero entonces agrego.

 

-Yuri Heika dio por finalizado nuestro compromiso esta mañana- termino de decir cabis bajo, no quería darles la cara, pero al escuchar su nombre con pena alzo el rostro, gritando con autosuficiencia.

 

-¡Por Shinoun, ¡Quién querría casarse con un enclenque!-

 

 

Sus palabras no calmaron para nada a su madre, era obvio tanto para ella como para el resto que solo pretendía estar bien. Solo una persona no se percataba de este hecho, como siempre sonreía al creer que todo seguía igual con su amigo.

 

Ante el asombro de todos, recorrió la mesa hasta llegar a un puesto en particular, tras una bofetada confirmaba su nuevo compromiso, se arrodillo, tomo su mano y le pidió matrimonio, ambos sonrieron, acepto alegre sin pensarlo si quiera.

 

Wolfram estaba pálido, podía sentir como las lagrimas resbalaban por sus mejillas, ni siquiera se dio cuenta de cuando había empezado, no pudo retenerlas, se odio a si mismo por no haberlas reprimido como esa mañana.  Sintió muchos ojos sobre el, fue ahí que salio corriendo del comedor, aquel dolor era insoportable, mas no necesitaba que se acrecentara por la lastima ajena, eso si hería su orgullo profundamente.

 

Cherry quiso ir tras el, pero se detuvo al ver a su otro hijo, ya no había nada que hacer,

el rey ya había tomado una decisión, no le quedaba mas que darle sus bendiciones a su segundo hijo.

 

Un fuerte golpe hizo retumbar la mesa, Gwendall los miro molesto, no podía creer lo que acababa de pasar, jamás quiso que el menor de sus hermanos se casara con aquel afuerino venido de otro mundo, pero tampoco se le paso por la mente que seria victima de tal humillación, para colmo con su otro hermano.  Acaso esta era la venganza de Conrad por todos esos años de odio infundado por parte el menor en su contra. No lo sabia, ya no le importaba, se marcho con paso firme en busca del rubio, temía por su seguridad, ya que conociendo su temperamento, se podía esperar cualquier cosa. 

 

La escena era realmente incomoda, ellos estaban en su propio mundo sin siquiera prestar atención al resto que de a poco se fueron retirando sin decir ni pío, estaban completamente anonadados, nunca se les paso por la mente aquel escenario.

 

Una niña igual de perpleja, vio como uno de sus padres, que aun quedaba en el comedor, se le acercaba para saber si tenía su aprobación.

 

 

-Y Wolf… ¿Qué pasa con papá Wolf?- pregunto triste a lo que el moreno no pudo evitar ponerse nervioso.  Entonces un castaño se acerco  a su pareja, toco su hombro en señal de tomar la palabra y con una calida sonrisa se dirigió hacia la pequeña.

 

-¿Quieres mucho a Wolfram verdad?- la castaña asintió enseguida.

 

-Nada tiene que cambiar, el seguirá siendo tu padre, no pretendo quitarle ese espacio de tu corazón-

 

 

Greta se sintió confundida, cuando le vio al rubio alejarse del comedor, quiso ir junto a el, pero la confusión del momento la tenia igual de aturdida que al resto de los presentes.

 

 

-Que dices Greta, aun te agrado, verdad- preguntaba el capitán tomando sus manos.

 

-Aun somos amigos-, la niña no odiaba al hombre frente a ella, al contrario, sin pensarlo mucho respondió. –Hai-, sonriéndoles a ambos.

 

 

 

La noticia pronto seria conocida en cada rincón del reino, como no, si el propio Heika había decidido contraer nupcias antes de acabado el mes, lo cual llamo mucho la atención de todos, ya que su anterior compromiso duro tres años.  Eso les llego a hacer pensar en que podían haber motivos ocultos por parte de la pareja, tanta prisa daba que hablar, pero entonces recordaron que era imposible, ya que ambos eran medio mazokus.

 

Este fue el motivo que impulso al demonio de fuego a marcharse apenas salio el sol al día siguiente, no deseaba ser visto con lastima, ni mucho menos ser el centro de burlas y chismes.  Se refugio en las tierras de su tío que apenas se entero de lo ocurrido comprendió en seguida la actitud osca y ermitaña de su sobrino desde su llegada hacia tres días.   Quiso hablar del tema con el pero si no le había hablado, ni abierto aquella puerta desde que se encerró en esta, menos lo haría ahora.  

 

Con la creciente ira en su pecho por el estado en el que se encontraba su amado sobrino, tomo un caballo cabalgando a toda prisa al Pacto de Sangre, dejando relegados muy atrás de si a su escolta personal.

 

Por primera vez desde la ruptura y nuevo compromiso del Maou, se producía un escándalo, es que Lord Walterona Von Bielfield, no permitiría ver como su sobrino era pisoteado, todo por un capricho del rey, para colmo lo cambiaba por un sucio mestizo. 

 

Todos los presentes, incluidos los familiares cercanos eran unos traidores, en especial la ex – Maou.  Llego hasta el punto de amenazar con separarse del reino, de reunir un consejo de guerra junto a los demás nobles si era necesario, pero nada de eso ocurrió, todos sospecharon que al estar con la cabeza fría tomo conciencia, recapacitando de cada palabra dicha, que en fin de cuentas nunca hubiesen podido ser, ya que gracias al Heika vivían momentos de paz que nadie iba a cambiar por un lío de pantalones.

 

 

El día de la boda llego sin darse cuenta, debía presentarse, después de todo se trataba del matrimonio de su Heika y del traidor de su hermano, aunque no deseaba asistir, pero como iba a permitir seguir siendo humillado, todos debían ver que no le importaba, el era un mazoku, no un mestizo, debía ser gala de su linaje, de su orgullo.

 

Debía presentar sus respetos antes de la boda, lo sabia. Muy a su pesar se encontró con el castaño causante de su agonía.  Se miraron por largo tiempo hasta que el mayor se atrevió hablar.

 

 

 –Hace mucho que no te veía, como has estado hermanito- 

 

 

Sintió pena, al escucharle, rabia, sentía como su pecho ardía de rencor, todo se le vino encima, como pudo hacerle eso, a él, acaso no le había prometido ayudarle a conquistar el corazón de Yuri, que tonto fue, como no se dio cuenta.

 

-¡Tú no eres mi hermano!-

 

Contesto con la mirada llena de odio, empuñando su espada sin sacarla de su funda.  Al ver la reacción del rubio no le quedo otra cosa que ponerse en guardia, pero tampoco desenfundo.   Su mirada era seria, decidida, si le atacaba el haría lo mismo, el joven demonio sabia bien que tenia todas las de perder contra el legendario León de Ruttenburg, mas no le importaba.  En ese momento se escucho una voz detrás suyo, lo saludaba con amabilidad, reafirmando su amistad, entonces soltó el agarre de su espada para darle la cara, como pudo le sonrío, ahí estaba, el culpable de conocer el dolor de un amor no correspondido, aun así, jamás podría lastimarlo.  Se despidió pidiéndole a su pareja que le acompañara, mas este se negó con el pretexto de querer hablar con el menor, así quedaron nuevamente solos.

 

 –Aun lo amas-

 

La poca paz que había conseguido al verle desapareció, le paso de largo sin dar respuesta alguna, ignorándolo cuando este le llamaba, pero no pudo seguir así cuando este le agarro y lo metió a un cuarto.   

 

Lo miro con rabia, que demonios le pasaba, acaso no entendía que no deseaba estar cerca suyo. 

 

 

–Aun lo amas- le preguntaba nuevamente con esa calma que detestaba.

 

-¡Eso a ti no te incumbe!-, quiso irse pero apenas llego a la puerta fue agarrado y lanzado lejos.

 

-¡Te pregunte si aun lo amas!- le gritaba su hermano que se encontraba sobre el agarrándole de las muñecas, mientras este forcejeaba sin éxito.

 

-¡Claro que no, todo esto solo fue un simple capricho del pequeño Lord Mocoso!, no es así-  terminaba de agregar el castaño.

 

 

Como se atrevía a poner sus sentimientos como un capricho, que sabia el como se sentía, ahora si lo odiaba y se lo demostraría como mejor sabia hacerlo.

 

 

-¡SI, LO AMO, LO AMO COMO TU NUNCA SERAS CAPAZ DE HACERLO!-

 

-Así y eso porque si se puede saber-

 

-¡PORQUE YO NO VEO REFLEJADO EN EL A UN FANTASMA!, ¡PORQUE YO NO LO AMO POR SU PODER O SIMPLEMENTE POR SU AMABILIDAD!- decía casi ahogado en su llanto, lo cual sorprendió tanto a Conrad como a el mismo, porque le dolía decirle eso aquel sujeto que arruino su vida.

 

-¡Yo amo a ese enclenque!, lo amo, lo amo, ¡contento!, ahora suéltame- le pidió rendido. 

 

 

Se alejo del menor, se veía tan pequeño, era notoria su baja de peso desde la última vez que le había visto, estaba derrumbado.

 

 

 –Acaso no piensas hacer nada-, con eso solo consiguió ser visto con rabia.    

 

–Dices que lo amas pero lo dejas conmigo-

 

 

-El te escogió, te ama, aunque me duela, debo aceptarlo-, se asombro de escuchar hablar así al mocoso de su hermano.

 

-Que dirías, si te digo que no lo amo, que solo estoy con el por venganza- , el rubio no podía creer lo que escuchaba, se levanto como pudo, debía saber lo que tramaba aquel sujeto que ya ni sabia quien era. 

 

-¿Por qué?- 

 

 

El castaño le dedico una de sus sonrisas patentadas, lo cual molesto al muchacho, este lo noto. 

 

 

-Quizás acabe con su vida la misma noche de bodas, que te parece-

 

 

No podía creerlo, el mundo se había vuelto loco, como su coni-chan podía decir eso, el que prometió defender al rey desde antes de ser coronado como tal, pero entonces recordó  las promesas que este mismo le había hecho y como las había roto sin remordimientos.

 

 

-No te atrevas a tocar a mi Yuri-

 

-Perdón, tengo que recordarte que es “mi YURI”- le decía con autosuficiencia.

 

-Juro que no me importara que llevemos la misma sangre, si le haces daño ¡soy capaz de matarte!- 

 

 

El capitán se dirigió hacia la puerta, mientras el demonio seguía increpándole.

 

-Ya escuchaste todo, pasa-

 

 

 

 

 

Continuara........................

Notas finales:

¿Quien estaba tras la puerta?

¿Que habra alcanzado a escuchar?

¿Que sucedera con Wolfram?

¿A caso Conrad se saldra con la suya?

 

Esto y mucho mas en el proximo episodio, jejeje, me salio como serie de tv.


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