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MI AMADO por DRAGIOLA

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Notas del fanfic:

Como siempre, Kyo Kara Mou no me pertenece.

Notas del capitulo:

No se si es por la fiebre o algo mas pero aqui les va una loca historia con graves sintomas de lemon, en serio, creo que esta vez se me le paso la mano.

 

 

 

 

MI AMADO

 

 

El dulce príncipe miraba el horizonte añorando el regreso de su amado.

 

La suave brisa de verano acariciaba su piel tal como deseara que algún día llegara hacer su amado.

 

Unas cuantas lágrimas resbalaban por sus porcelanas mejillas, provocando una sola pregunta en su mente.

 

 

“Cuando mi amor, cuando volverás”

 

 

Regreso a su cuarto con una gran pena en su pecho, el no le amaba, lo sabia, el no lo deseaba, eso le dolía, pero lo que mas temía era no volver a verlo, eso si seria su muerte súbita.

 

 

“Has estado llorando, puedo conocer el motivo”

 

 

Escucho a una voz desde el fondo del cuarto.

 

 

“Quien es, como osa a…”

 

 

Si no termino de hablar fue porque un rostro conocido salio a la luz, reconociéndole enseguida.

 

 

“Bien, me lo dirás”

 

 

“Que te hace pensar eso”

 

 

“Tus ojos están rojos”

 

 

“Eso es porque me ha entrado una mugre”

 

 

 

Respondió el rubio masajeándose las orbes.

 

 

“Mentiroso, porque no me cuentas lo que te pasa”

 

 

 

Contarle lo que le pasaba seria igual a una sentencia de muerte, ya en un par de ocasiones había dejado en claro sus sentimientos y por esto mismo casi había dado por terminado su compromiso, no podía contarle, aun no llegaba al extremo del suicidio, porque eso seria justamente lo que pasaría si lo alejaba de su lado.

 

 

“Vamos no piensas decírmelo”

 

“No hay nada que decir enclenque, no me pasa nada”

 

“Estas seguro”

 

 

Pregunto un molesto joven que le tomaba de la muñeca acercándole bruscamente hacia él.

 

 

“Si”

 

 

Dijo tímidamente el rubio, con un poco de confusión por la expresión que tenia en el rostro el moreno.

 

 

“Quien es”

 

“A”

 

“Me escuchaste bien”

 

 

 

Estaba mas que extrañado, el moreno le pedía explicaciones de algo que ignoraba totalmente.

 

 

“Así que te aburriste de esperarme y decidiste serme infiel”

 

“¡Infiel!, ¡yo jamás te seria!, ¡yo nunca!”

 

“Mentiroso”

 

“¡Yo no miento Yuri!”

 

“Bien, entonces tendremos que comprobarlo”

 

Le tomo con la otra mano por la cintura, sus rostros estaban tan cerca que sentía su aliento embriagándole, sin darse cuenta lo dirigió a la cama, lanzándose sobre él, cayendo ambos sobre esta.  No podía negar que se sentía excitado por aquel contacto, pero también algo atemorizado, no era habitual en su prometido el actuar de esa manera, mucho menos con él.

 

Un calido y brusco beso lo saca de sus pensamientos, no puede evitar dejar escapar un gemido, ve en su rostro satisfacción pero también una notoria molestia.

 

 

 

“Al parecer ya estas habituado a este tipo de menesteres, mejor, así no tendré porque ser delicado como me han aconsejado”

 

 

¿Qué estaba acostumbrado?, ¿Qué le habían aconsejado?, pero de que hablaba, que estaba pasando, ese no podía ser su Yuri, su enclenque, tan anonadado estaba por sus extrañas actitudes que ni se dio cuenta cuando este le sacaba el camisón.

 

 

“Enclenque para, que crees que haces”

 

“Nada de que crees que haces, tu deberías saberlo, ya lo has hecho no”

 

“Hacer que, enclenque si no te detienes te juro”

 

“Nada de enclenque, ahora veras lo que un enclenque es capaz de hacer”

 

“Nooo”

 

 

Decía algo molesto el rubio viéndose imposibilitado de moverse, el moreno sobre el tenia aprisionada sus muñecas sobre sus cabeza, sin siquiera besarle en la boca fue directo al cuello que beso de tal forma que el rubio soltaba unos gemidos de dolor, paso su lengua sobre su pecho para llegar directo a sus pezones, fue ahí cuando sintió su cuerpo temblar, demostrando su oculto temor hasta ese momento, para su desgracia el joven sobre el, lo noto por lo cual en vez de continuar lamiéndolas comenzó a mordisquearlas de forma brusca provocando el primer grito de suplica.

 

 

“¡Para por favor, no hagas eso!”

 

 

El moreno le dejo después de un par de segundos de suplica, aquello le agradaba, ver al fuerte mazoku suplicando como nunca lo imaginaria nadie era de su total agrado.

 

Le soltó, pero solo para sacarse la parte superior de su pijama, apenas noto el cambio de postura y la liberación de sus muñecas, el rubio intento de huir pero no contaba con el agarre de ambas piernas alrededor de sus caderas.

 

“No pienses que te libraras de esto, después de todo me perteneces, eres mi prometido, eso es lo que siempre dices verdad”

 

“Yuri”

 

“Por lo tanto estoy en mi pleno derecho a hacer esto ¿o no?”

 

 

 

Claro que tenia razón, pero también era cierto que aquella actitud tan extraña en vez de agradarle provocaba en el todo lo contrario, siempre soñó con su primera vez con su amado, mucho mas con la primera vez que se entregaría, pero ahora solo sentía temor, ¿acaso su madre no había dicho que era el momento mas dichoso en la vida de una persona?, entonces porque no dejaba de temblar de temor si frente suyo estaba su amado.

 

 

“No deberías tocarme”

 

 

Dijo el moreno tomándole la mano y dirigiéndole hasta su miembro para el espanto del mazoku de fuego que no lograba salir de su estupor.

 

Tal actitud tan pulcra provocaba una sonrisa de satisfacción en el moreno, fue hacia el besándole nuevamente pero con mas lujuria, entonces tomo el miembro del rubio comenzando a frotarlo para el asombro de este, sus gemidos no se hicieron esperar pero eran ocultados magistralmente en media de exhaustivos besos.

 

Abrió sus piernas arrancando enseguida esa diminuta tanga que impedía seguir con su tarea, el rubor se hizo presente en el rubio casi por todo su cuerpo al verse expuesto de tal forma.  Yuri noto como sus nervios aumentaban, entonces saco magistralmente la parte inferior de su pijama, enseguida tomo su miembro dirigiéndolo hasta su entrada, pero antes de penetrarlo recordó lo que le dijera Murata de cómo poseer a su rubio, podía entrar en él de golpe pero de seguro eso lo mataría de dolor, entonces porque no hacia nada para impedírselo, ¿acaso el rumor de su infidelidad era falsa?  Sintió la culpa caerle de golpe, claro que eran falsas, porque otra razón actuaba tan ignorante su rubio, porque no gritaba espantado ante tal actuar que le produciría la peor sensación de su vida.

 

 

“Eres Virgen”

 

 

Pregunto a un mas extrañado rubio, que apenas y supo que responder.

 

 

“Pues…que crees…yo solo lo haré con quien amo…yo”

 

Se sentía el peor, no podía creer lo que había llegado a hacer por sus entupidos celos, además que si todo era cierto, no seria más que por su culpa, tal como se lo dijera Murata.

 

 

“Wolfram, tu quieres hacerlo conmigo”

 

 

Dijo un ya calmado moreno que enseguida reconocía su prometido como su adorado enclenque.

 

 

“Pues…si ya…llegamos hasta aquí…yo”

 

 

“Solo si tu quieres”

 

 

 

El rubio le miro expectante, algo en esos minutos había hecho cambiar la actitud de aquel negado prometido suyo, ahora no le temía, todo lo contrario.

 

 

“Si… quiero”

 

 

Dijo tímidamente ante un moreno emocionado que le dio un calido y amoroso beso que no dudo en regresar.

 

El moreno comenzó  a preparar la entrada de su ex amigo, tomando una loción del velador, obsequio de una ex Maou, desde hacia mucho tiempo atrás, lo cual agradeció desde el fondo de su corazón, ya que deseaba que esta ocasión fuese especial e inolvidable tanto para el como sobre todo para su rubio.

 

Ya listo sintió como la punta de su pene estaba a punto de entrar en el, puso sus manos en su pecho como dándole a entender que se detuviera para el espanto del Maou.

 

 

“Que esperas”

 

 

Decía avergonzado ante la demora de su amado, quien caía en cuenta que había mal interpretado el actuar de su ahora próximo amante.

 

Un sonoro grito se escucho en toda la habitación, se arrepintió en el acto de haberle penetrado, pero no por eso saldría de tan calida y confortable lugar, ya que se sentía en el cielo.  Comenzó a besarle con delicadeza el rostro, diciéndole un sin fin de palabras amorosas, ambos se miraron a los ojos y entonces supo que debía comenzar a moverse, ya no aguantaba mas.

 

Los vaivenes eran suaves en un principio, su prometido se quejaba haciéndole sentir culpa, pero apenas escucho que cambiaban por gemidos de placer se dio el coraje para moverse con más fuerza.

 

 

“Wolf, mi Wolf, aaaaaaaaaaaaaa, aaaaaaaaa, Wolf”

 

“ahaaa, ahaaaaaaaa, Yu…ri…Yuri….aaaaaaaa”

 

“Wof…ram…mi ángel, aaaaaaa, haaa, mi …”

 

“aaa, Yuri…que…aaa…te…amo…”

 

“Eres mío…verdad…solo mío…aaa..mío”

 

 

Decía entre besos esquivos tanto en su boca como en su pecho el moreno a un expuesto y extasiado rubio.

 

 

 

“Siem…pre”

 

“ahaaaaaaa, te…amo…te…amo..aaaaaaaaaaaaa”

 

 

Gritaba un moreno llenando de su esperma el interior de un apasionado mazoku que aun seguía gimiendo, fue cuando se dio cuenta, él aun no se venia, no podía dejarlo así, por lo cual comenzó a masturbarle con mas fuerza, pero al verle mejor en toda su plenitud, con esas eróticas expresiones que tanto su rostro como su cuerpo le exhibían no pudo evitar volver a calentarse, lo cual noto enseguida su prometido al sentir como algo duro volvía a apretarle su cavidad inferior.

 

Nuevamente comenzó a moverse como perro en celo sobre el, eso hasta que se retiro, para extrañeza del rubio, ya que sabia que aun la tenia dura, pero luego lo entendió todo, lo volteo sobre la cama y le volvió a penetrar, lo cual provoco que un nuevo grito de dolor saliera de su  boca.

 

 

“Lo siento, perdón, pero no puedo frenarme, perdón”

 

“Bien…ya…bien”

 

 

Decía entre gemidos el rubio que nuevamente comenzaba a sentirse mejor con las penetraciones de su amado que extrañamente se sentían mucho mejor que antes.

 

Le tomo de las caderas tirandolo hacia si, las penetraciones no eran suficientes, se había vuelto completamente loco por aquel cuerpo y los gemidos de quien se encontraba bajo el no ayudaba a minorarlo.  Recordó el porque había vuelto a tomarle y decidió ayudarlo con su mal estar, agarro su miembro comenzando a masturbarle mientras continuaba con el vaivén.

 

 

“Mmmmmmmmmmm, Yu…ri…aaaaaaaaaaaa, ¡ahí!, ¡aaaaaaaaa!, ¡Yu…riiiii!”

 

 

Fuera lo que hubiese hecho, al parecer había hecho muy feliz a su amado, por lo cual siguió en eso con bastante lujuria, si eso podía llegar a mas.

 

Lamió su espalda, beso su cuello, mordió juguetonamente su hombro, dijo en su oído te amo y su rubio se vino con premura en su mano.

 

Estaba a punto de dejarse caer en la cama, lo sabia su cuerpo estaba exhausto luego de correrse, por lo cual lo tomo con mas fuerza, no deseaba venirse aun, pero algo le decía que su rubio no resistirá mas tiempo en esa pose antes de caer exhausto sobre la cama.

 

 

“¡Aaaaaaaaaaaaa, Wolframmmmmmmmmm, te amoooooooooo. Aaaaaaaaaaaaa!”

 

 

Fue lo último que dijo antes de venirse nuevamente en su interior.

 

Salio de el con el máximo de delicadeza que le permitiera su actual estado, el rubio se desplomo en el lecho, tal como se lo había pensado, en una pose que definitivamente era mas que sugestiva pero que intento de ignorar desde plano, ya que sabia bien que para el rubio seria muy difícil sobrellevar el dolor de su cuerpo, mucho mas que el mismo,  a la mañana siguiente.  Con algo de reticencia, se tiro a su lado, pasando su brazo por su espalda llamándole calidamente por su nombre, a lo cual este le dejo ver su bello rostro para propinarle un beso y un sonoro.

 

 

“Te amo mi enclenque”

 

“Yo aun mas mi príncipe caprichoso”

 

 

 

 

 

 

 

Quería quemar aquel libro que sostenía en sus manos, ¡no!, quería quemar vivo a quien escribiera aquello.

 

El llorando, el esperando por su prometido, el añorando sus besos, lo peor era que en aquel libro era mostrado como un ser frágil, inútil, endeble, idiota, un verdadero enclenque.  Lo peor de todo es que era él y no el idiota del recién llegado Maou quien recibía, eso si era imperdonable, no es que estuviera en contra de ello, si amaba a alguien lo haría con gusto, pero en su caso era completamente diferente, porque aborrecía al moreno desde el fondo de su corazón, como no hacerlo si luego de proponerle matrimonio, no dudo en  humillarle por segunda vez negando aquel hecho.

 

Si que tenia coraje el desgraciado y como si fuera poco desaparecía el día de su coronación.  Enamorarse de alguien así, si claro, quien fura que haya escrito aquel manuscrito no conocía ni un ápice de su persona, eso era evidente, porque el, Wolfram Von Bielfield, hijo de la ex Maou, heredero de la noble casa Bielfield, jamás pondría sus ojos en un ser tan inferior como el, mucho menos enamorarse de un mestizo, sin importar el cargo que se le otorgara gracias al designio erróneo de un dios que por desgracia no seria la primera vez que se equivocara. 

 

Lanzo una flama hacia la chimenea, la miro hipnotizado para luego arrojar en ella aquel libro en sus manos, no había mejor lugar para el que ese lugar, era lo único que merecía tal blasfemia.

 

 

 

Una rubia entro nuevamente al cuarto de su hijo sin previo permiso, pero esta vez a diferencia de otras nadie le increpo por su osadía, era obvio que no se encontraba, su vista se vio atraída hacia la chimenea al ver algo rostizado que aun conservaba su forma original.

 

 

“Ohoo Wofy, con el trabajo que le costo a tu madre escribir tan bella historia”

 

 

Apenas y toco el carbonizado libro, este se convirtió en polvo, lo lamentaba, pero luego recordó que muy pronto él llegaría, eso había sido al menos lo que escucho del mayor de sus hijos.       

 

 

“Ohoo el primer amor, es tan bello, tan romántico, ojala que no te des cuenta tarde mi pequeño, porque de seguro lo perderás si te empeñas en esa actitud tuya”

 

Decía la ex Maou, mientras pensaba que con seguridad su hijo terminaría perdidamente enamorado del recién llegado moreno, al igual de cómo este ya lo estaba de su pequeño hijo y como no estarlo, si del reino el era el mas deseado.  Y que mejor prueba de eso que el repentino compromiso propuesto por un reciente nombrado Maou apenas le viera. Si, muy pronto habría boda en palacio y por fin vería sus sueños de ser abuela hechos realidad, ya que con sus hijos mayores sus tretas no habían salido bien pero ahora el destino le daba la oportunidad con el menor de ellos y no pensaba echarse para atrás.

 

Con estos pensamientos una rubia curvilínea salio al pasillo tarareando una canción, mientras escuchaba a lo lejos a Gunter gritando a vivo pulmón que el Maou había regresado.

 

 

 

 

 

 

FIN

Notas finales:

 

 

 

CONCLUSIONES:

 

El porque Wolfram se muestra indignado al leer esto, es simple, si leen bien la ultima parte se darán cuenta que la historia transcurre en el periodo en donde apenas Yuri llega a Shin Makoku, si recuerdan bien el rubio no lo amaba, si no todo lo contrario, lo gracioso es que hasta hoy nos preguntamos como fue que se enamoro de él.  Bueno eso si lo sabemos, el amor es ciego y aunque no me guste admitirlo, el idiota es buena persona pero aun así es un idiota.

 

Porque Cherry ve a su adorado Honey como el huke, es simple, el moreno por su condición de medio mazoku no puede engendrar a diferencia del rubio.

 

Porque menciono a Murata si en ese tiempo aun no era conocido por los miembros de palacio, bueno ese es mi error, del cual me di cuenta al terminar la historia, pensé en dejarlo simplemente como amigo, luego pensé en Conrad, pero seamos sinceros, por muy buenos amigos, padrino o protector que sea  de su majestad, no va andar dándoles consejos de cómo robarle la inocencia a su adorado hermano menor.

 Como siempre gracias por leer mi historia y por los posibles comentarios.

 

 


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