Capítulo 1.
-¡Ya cállate!- decía alterado un joven de cabello oscuro y unos ojos negros como la noche.
-¿Por que nunca me crees?- preguntaba con miles de lágrimas en sus ojos.
-Porque siempre dices las mismas estupideces- hablaba colérico el azabache.
-Pero Sasuke, es la verdad- sollozaba el ojiazul –entre Gaara y yo no hay nada-
-Ja… pues eso no te lo creo- dijo cínicamente.
-Sasuke… por favor… créeme… no todo es como la perra de Sakura dice-
-Cállate, sinceramente ya no creo nada de lo que me digas-
-¿Desde cuando le haces caso a las mentiras de esa?-
-No es solo porque ella lo diga- interrumpió al ojiazul. –yo te vi con Gaara-
-¿De que estás hablando?- preguntaba sin entender.
-Por favor Naruto.- dijo fastidiado. –esa carita de ángel inocente que tienes simplemente ya no me la creo-
-Sasuke, de verdad que no entiendo nada- decía ya mas calmado. –¿que fue lo que hice?- le pregunto acercándose a él.
-…- solo bajó la cabeza.
-Por favor, explícame, no entiendo nada- recostó su cabeza en el pecho del moreno.
-…
-Explícamelo- dijo en un sollozo tratando de contener sus lágrimas.
-Naru…to- lo agarró por los hombros y lo separo de él para poder verlo a la cara. -Naruto- pasó su pulgar por las mejillas de este, y secó las lágrimas que empezaban a correr por estas. –Creo que lo mejor será…- hizo una pausa.
-¿Que pasa Sasuke?- le preguntó dirigiendo su mirada a esos profundos ojos negros, los que eran muy hipnotizantes.
-Creo que lo mejor, no solo para mí, sino para ti, sería que termináramos- dijo con la cabeza gacha.
-Sa…Sasu…ke, ¿por que dices eso?- mientras las lágrimas empezaban a correr libremente por sus mejillas.
-Porque así tú serás feliz con Gaara- dijo molesto. –él es la persona a quien amas-
-¡¿De que diablos se supones que estas hablando Sasuke?!, si tu sabes… tú sabes que la verdadera y única persona a quien yo amo es a ti- abrazó fuertemente al azabache. –yo no quiero que esto acabe así como así-
-Por favor Naruto, no sigas mintiendo, aunque sea ten un poco de dignidad… yo te vi cuando te estabas besando con el mapache sin cejas- gritó separándose bruscamente del rubio. –o me vas a decir que lo que yo vi fue un espejismo ¿ah?-
-No… ¿nos vistes?- dijo mientras su cara se ponía totalmente pálida.
-Pues si, déjame decirte que si los vi, y por lo que vi, tú no tenías la mayor intención de separarte-
-Sasuke, no es lo que tú crees, eso fue un gran malentendido- se explicaba el rubio.
-Si… claro, ¿y quien se supone que te va a creer eso ah?-
-Es la verdad, Gaara solo estaba bromeando, ya que el en realidad—
-Ya veo, así que eso fue solo un juego, y porque era un juego tú te vas a dejar besar por cualquiera ¿no?- decía fúrico.
-¡No!… pero, Gaara y yo no tenemos nada, el es el novio de Sai… él solo estaba bromeando- seguía tratando de explicarse el rubio, pero sin ningún resultado.
-Entonces, ¿por qué rayos si era una broma le tuviste que seguir la corriente?- hablaba muy molesto, pero a la vez se notaba un deje de dolor en sus palabras.
-Sasuke yo—
-Ya que para ti es algo inofensivo besarte con otras personas estando con alguien <<conmigo>> pues no crees que eso se pueda jugar de a dos ¿ah?- habló fríamente.
-¿De que hablas?-
-Pues… mientras tú juegas con el mapache ese y quien sabe con cuantos más, yo puedo jugar lo mismo con Ino o Karin, Ten Ten, o incluso hasta con Sakura, no sería tan mala idea, ¿tú que crees?-
-….-
-¿Tú que crees Naruto?, ¿con cual de ellas cuatro podría jugar?-
-Cállate- habló por lo bajo apretando los puños.
-Yo creo que la mejor opción sería con Sakura, con tal, al final sería lo mis—
-¡¡¡Cállate!!!- dijo lleno de ira propiciándole una cachetada con todas sus fuerzas, en verdad le dolía lo que Sasuke estaba diciendo, y mucho. –Ya cállate- trató de contener las lágrimas con la voz temblorosa.
-¿Qué paso ah?, pensé que eso era un simple juego- se burlaba el azabache con una mano en la mejilla por la cachetada que había recibido.
-¡Idiota!- gritó. –¡yo nunca dije que eso era un juego!… lo que yo dije es que eso había sido un gran malentendido- decía mientras que una que otra traviesa lágrima salían de esas orbes azulinas.
-Naruto yo…- trato de hablar el azabache.
-¡Tú nada Sasuke!, aunque yo te ame ya veo que eso no es lo que tu sientes por mí- se pasaba las manos por lo ojos en un intento de parar la lágrimas, pero fue en vano ya que estas seguían cayendo.
-Naruto, de verdad creo que lo mejor para lo dos sería terminar- habló bajo con un tono de resignación.
-Sasuke… entonces… entonces tu… ¿de verdad tu nunca me amaste?- las lágrimas fluían sin ningún tipo de control.
-No es eso Naru…to, es que…- y se calló sin terminar la frase.
-¡Eres un Idiota Sasuke Uchiha!- y salió corriendo. -¡eres simplemente un imbécil!- tras eso se oyó un gran azote en la puerta, dejando a su salida un gran silencio en toda la casa.
-Creo que no debí decir eso… jaja… realmente soy un idiota- se hablaba a si mismo. - nunca lo había visto llorar tanto desde hace tiempo- se dijo tristemente sentándose en uno de los sillones. –creo que esta vez si— de repente escucho una bocina sonar, un frenazo, un fuerte impacto contra algo, unos gritos y luego todo quedó en silencio. –¿qué habrá pasado?- se levantó del sillón y se dirigió a la puerta para ver que era toda esa conmoción. Al salir, ve un montón de gente rodeando algo en medio de la calle, en las casa cercanas todos se encontraban ya fuese fuera de sus casas o asomados por las ventanas. –¡Naruto!- fue lo primero que se le vino a la mente, lo empezó a buscar con la mirada para ver si habían indicios de él por algún lado. Al no encontrar nada se quedó helado pensando en lo peor. Se acercó dudoso al bullicio de gente debido a que desde donde el se encontraba no podía distinguir nada.
-Pobre chico, no creo que tenga más de unos 20 años-
-Si, estaba muy distraído, ¿qué le habrá pasado para no percatarse de que venía ese auto?- comentaban unas personas en la acera.
- Sintiendo un gran nudo en la garganta y un gran dolor en su pecho al escuchar esos comentarios, se fue arrimando cada vez más a la multitud. -<<No, no puede ser él>>- pensaba tratando de abrirse paso entre la gente. -<<Por favor Kami-sama, por lo que mas quieras, que no sea él>>- pensó ya estando en frente del cuerpo que yacía frente a él en el frío asfalto, tenía sus ojos cerrados los que fue abriendo lentamente, encontrándose así con algo que le destrozó el corazón. Ahí, en frente de él se encontraba el cuerpo de su rubio amor, inconciente, prácticamente sin vida, su cabeza sangraba y no podía saber mas, pero de seguro, el estado en el que estaba no era muy favorable. Con los nervios que tenía buscaba su teléfono en su pantalón, pero para su mala suerte lo había dejado en la casa, lo que hizo que se pusiera más nervioso e histérico. –Naruto por favor, resiste- se acercó hasta el rubio y trato de palpar su pulso, aunque podía sentirlo, este iba disminuyendo muy rápidamente. –dejen de estar parados todos ahí como unos idiotas y aléjense, el necesita espacio- su voz estaba a punto de romperse, y sus ojos ya estaban más que dispuestos a romper en llanto.
-Por favor joven, cálmese, ya la ambulancia debe estar por llegar- dijo uno de los que se encontraban entre la multitud.
-Si, cálmate, con ponerte así no vas a lograr nada- decía otro.
-¡Ustedes cállense!- gritó mientras que una lagrima resbalaba por su mejilla.
-Disculpa, pero creo que el causante de esto fui yo, pero el se apareció de repente y no pude esquivarlo- hablaba muy calmado un señor de unos cabellos largos de color negro y unos ojos vidriosos de un color amarillento.
-Tú…- volteó a ver a aquel que decía esas palabras como si fuera del tiempo de lo que estuviera hablando, lo que causo que el moreno se levantara de un lado de Naruto y se acercara a él ojiamarillo con mucha ira, justo cuando estaba a punto de propiciarle un buen golpe y dejarlo inconsciente llegaron los paramédicos, lo cuales, lo mas rápido posible empezaron a estabilizar a Naruto y lo subieron a la camilla.
-Por favor muévanse- hablaba uno de los paramédicos llevando la camilla a la ambulancia.
-Por favor déjeme ir- pidió Sasuke al paramédico –tengo que estar con él- mientras su voz su rompía. –por favor, tengo que estar con él- al paramédico verlo tan alterado lo dejo subir. Después de eso pasaron unos minutos y ya se encontraban en el Hospital Central de Konoha, rápidamente llevaron a Naruto al quirófano para una intervención de emergencia.
-No puede pasar señor, quédese aquí por favor- le decía la enfermera a Sasuke quien estaba desesperado por entrar al quirófano junto a Naruto.
-¡¿Por qué no?!- le reclamaba histérico a la enfermera.
-Por favor aguarde aquí, esta terminantemente prohibido el paso al personal no autorizado. No se preocupe, los doctores harán todo lo posible para que todo salga bien- trataba de tranquilizar al moreno.
-…-
-Por favor, siéntese aquí y cálmese- lo llevo hasta los asientos. –cualquier noticia las dará el doctor así que trate de calmarse- le seguía diciendo al azabache quien ya se encontraba sentado con la cabeza gacha y la mirada al piso.
-…-
-Por cierto, ¿que hay de los familiares del paciente?, ¿es acaso usted algo de él?-
-Soy su no— se calló rápidamente recordando que entre él y Naruto ya no había nada, ya que él había terminado con el rubiecito.
-¿Disculpe?- le inquirió.
-Soy un amigo-
-…- le miró con un poco de pena al verlo en ese estado tan deplorable.
-Pero… si conozco a los padres, solo que dejé mi teléfono- le levantó a ver.
-Si desea llamarles, al final del pasillo a la izquierda están los teléfonos, desde ahí podrá comunicarse con ellos-
-…-
-No se preocupe por el joven, todo va a salir bien, tenga fe- le dijo con una sonrisa muy tierna tratando de levantarle el animo.
-Si- le respondió con una sonrisa forzada. –eso será lo mejor-
-Esa es la actitud- le puso una mano en el hombro como señal de solidaridad.
- Parándose de la silla. –¿Donde me dijo que estaban los teléfonos?-
-Por ese pasillo de allá, al fondo cruza a la izquierda y ahí están- le dijo cortésmente.
-Arigatou- se encaminó en la dirección que le habían indicado. Ya en los teléfonos descolgó uno y empezó a marcar un número.
-Hai… mochi, mochi.-
-Hola- hablo con voz triste.
-¡Oh! ¿Ototo, que pasa?- sonó preocupado.
-Necesito que me hagas un favor-
-Sí, claro-
-¿Dónde está ahora?-
-Pues vengo llegando a la casa, pero en el frente hubo un accidente o no se que y está la policía de trancito en plena calle y mucha gente averiguando lo ocurrido-
-¿Todavía?-murmuró.
-¿Ah? ¿Que dijiste?-
-No nada-
-¿Por cierto ototo, donde estás? tú carro sigue aquí. ¿No me digas que saliste a pie?- se le escuchó algo burlón
-Estoy en el Hospital Central- dijo sin ningún ánimo de enfurecerse por el sinuoso y molesto comentario de su hermano.
-¿¡QUEEEEEE!? ¿Qué paso? No me digas que fuiste tú… ¿como estas?¿Te vas a salvar?-
-Cállate, yo estoy bien, yo no fui el del accidente-
-Fiuu- suspiró aliviado.
-Fue a Naruto al que atropellaron- dijo con voz quebradiza.
-¿¿¡¡QUE… QUEEEEE!!?? ¿Que le pasó? ¿Como está él?-
-Ya cállate-alzó un poco la voz. –por eso necesito que me hagas un favor-dijo acallando sus sollozos para sí para que su hermano no se diera cuenta.
-Ha… hai-
-En la mesita de té de la sala debe estar mi teléfono y mi cartera, quiero que me los traigas-
-Ok… enseguida salgo para allá… por cierto…
-¿Que?-
-¿Tú estás bien?-
-…-
-En un momento estoy allá- y colgó la llamada.
- Se quedó pensativo un momento y luego opto por marcar otro número.
-¿Si, diga?- sonó una voz femenina.
-…- se quedó en silencio pensando en como darle la noticia.
-Ne, ¿hay alguien ahí?-
-…-
-Voy a colgar- le advirtió.
-Tsu… Tsunade-sama-
-¡Oh! Sasuke Uchiha… ¿tú?, ¿llamándome?, es un milagro. ¿A que debo tan grande honor?- se burlaba la mujer.
-Tsunade-sama, este no es el momento de sus bromas-
-¡¿Ah si?!-
-Yo… Tsunade-sama…- se quebró su voz y trató de respirar para poder calmarse.
-¿Sasuke-kun?, ¿qué pasa?- preguntó desconcertada.
-Yo… bueno…- respiró hondo. –Na… Naru…-
-Naru, ¿qué le pasó a mi niño?- se preocupó un poco.
-Naruto, el… <<¿cómo le digo sin asustarla demasiado?>>-
-¿Qué le pasó a mi niño Sasuke?-
-Bueno, lo que sucede es que Naruto tuvo un accidente y en estos momentos estamos en el Hospital Central de Konoha-dijo al fin.
-Que mi niño tuvo un accidente- dijo casi sin voz. –Yo… yo estaré allá de inmediato-
-Ok-
-Por cierto, ¿ya le avisaste a Kushina y a Minato?-
-No, apenas hace unos minutos que acabamos de llegar al hospital, y de todas formas… no se como hacerlo-su voz se estaba quebrando nuevamente.
-No… no te preocupes Sasuke-kun, yo les aviso, tu cálmate y yo me encargo de lo demás- dijo tratando de calmar al nervioso Sasuke.
-Ok… nos vemos- dijo con un hilo de voz y colgó la llamada. Se fue nuevamente a sentar a la sala de espera hasta que le diesen algunanoticia de Naruto. Unos 15 minutos más tarde.
******
-Sasuke- llamó un moreno muy parecido al nombrado, solo que este tenía el cabello más largo. –Sasuke, toma- se sentó a un lado de él y le dio un café.
-Arigatou- cogió el café y lo sostuvo entre sus manos observándolo por un rato antes de tomar un sorbo.
-No te preocupes Sasuke, todo va a salir bien- posó su mano en el hombro de su hermano como apoyo.
-Todo es mi culpa… si tan solo no hubiera peleado con él esto no estaría pasando- decía con cierta ira y al mismo tiempo con mucha tristeza.
-¿Y que fue lo que paso exactamente?- preguntó el mayor.
-Exactamente… no se que paso al momento del choque ya que yo estaba en la casa, pero antes de eso… él y yo…-
-¡Sasuke!- llamó una mujer rubia de ojos amarillos.
-Hola Tsunade-sama- saludó el mayor de los Uchihas.
-¡Mi niño!, ¡¿cómo está mi niño?!- preguntó histérica.
-Tsunade, por favor cálmate un poco- decía un señor de largo cabello blanco.
-¡No me calmo nada Jiraya!- lo agarró por la camisa y lo empezó a zarandear de un lado a otro.
-Tsunade-sama- se levantó de la silla. -¿Donde están los padres de Naruto?- preguntó serio.
- Soltando a Jiraya. –Ellos dijeron que venían en camino junto con Deidara-
-Ya veo- se tomó un sorbo de café muy tranquilamente.
-Y dime, ¿como está mi niño?- se acercó a Sasuke.
-No se, hace 30 minutos que entró al quirófano y todavía no a salido nadie a avisar que pasa-
-¿Y que fue lo que pasó?- preguntó el peliblanco.
-Lo mejor será esperar a que Kushina, Minato y Deidara lleguen- explicó el menor de los Uchiha sentándose nuevamente mientras los demás lo imitaban. Unos minutos más tarde llega una desesperada Kushina seguida por Minato y Deidara.
-Sasuke, por favor, ¿dime que pasó con mi pequeño Naru?- preguntó una mujer de pelo rojo, con miles de lágrimas saliendo de sus ojos.
-Bueno Sasuke, habla, ya llegaron Kushina y Minato- dijo Tsunade parándose de la silla y colocándose al frente del moreno. –estamos esperando una respuesta.
- Apretándose las manos sin dirigirle la mirada a los presentes. –Naruto y yo estábamos discutiendo y dijimos algunas cosas sin sentido, admito que me excedí en lo que le dije y… él salió corriendo, yo me quedé dentro de la casa y por eso, no se como ocurrió el choque- hizo una pausa antes de continuar ya que sentía su voz a punto de quebrarse nuevamente bajo la mirada atenta de los ahí presentes. –de repente, sentí una gran conmoción en la calle y salí a ver que pasaba, y fue cuando…. vi a Naruto tirado en mitad de la calle… hamp- apretó mas los puños mientras su cuerpo se tensaba.
-¡Tú!- el rubio mayor se acercó a Sasuke y lo agarró por el cuello de la camisa y lo atrajo hacia él.
-¡Minato!… por favor… suéltalo- suplicó la pelirroja
-¡Si a mi hijo le pasa algo todo va a ser por tu culpa!- decía empezando a alzar a Sasuke por la camisa.
-Jaja- rió para sus adentros mientras su cuerpo se estremecía.
-¡Minato!, ¡bájalo!, este no es el momento y mucho menos el lugar, no vayas a formar ningún espectáculo en este hospital- hablaba Tsunade.
-Si papá, bájalo, lo más importante en este momento es que Naruto salga bien de la operación, lo demás puede esperar- dijo Deidara tratando de apaciguarlo.
-Señor Minato, concuerdo con Deidara, ahora lo más importante es Naruto.- dijo el mayor de lo Uchihas.
-Ja.- se le escapó una risa al menor de los morenos.
-¿Y todavía tienes ganas de reírte imbécil?- le reprochó al mayor de los rubios a Sasuke sin soltarlo. –¡si a mi hijo le llega a pasar algo te juro que te mato!-
-¿De verdad le parece que me estoy riendo?- y levantó la vista, algo que no había hecho desde que ellos llegaron, haciendo que todos los presentes se dieran cuenta de las pequeñas lágrimas que fluían sin control por el rostro de Sasuke. –Esta bien… no se preocupe… usted podrá desahogarse todo lo que quiera, puede pegarme y patearme hasta dejarme inconsciente, o hasta matarme no me importa- decía seguro de sus palabras mientras las lágrimas no dejaban de fluir de sus oscuros ojos. -pero lo más importante en estos momentos es la vida de ese dobe, la que en este preciso momento se está debatiendo entre la vida y la muerte en ese quirófano- y mientras más hablaba las lágrimas seguían fluyendo, dejando a todos muy sorprendidos ya que Sasuke no había llorado por nadie delante de otra persona, y mucho menos de esa manera tan descontrolada, lo que causo que Minato quien todavía lo tenía agarrado por el cuello de la camisa lo soltara. –Ya se que soy el culpable de todo lo que esta pasando, no tiene que repetírmelo, eso lo tengo muy claro, pero una cosa si le digo, ni usted, ni NADIE- aseveró. -me va a impedir que yo este junto a ese dobe que está allá adentro hasta que despierte y él mismo me saque.- aseveró con mucha seguridad y todos quedaron callados.
Después de ese incidente el ambiente quedó muy tenso. Pasaron como 2 horas y todo seguía igual, nadie salía a informar nada mientras que en la sala de espera sentados en las sillas se encontraba la familia de Naruto, y en la pared de en frente se encontraban los hermanos Uchihas. Para este tiempo ya habían llegado los amigos de Naruto. Hinata se encontraba junto a Kushina, mientras que Kiba, Shikamaru, Chouji, Neji y Lee estaban desperdigados por toda la sala de espera.
Ya eran las 4:00 PM; habían pasado exactamente 5 horas y 35 minutos desde que Naruto entró al quirófano cuando por fin sale un doctor, quien estaba llamando a los familiares de Naruto Uzumaki. Todos se acercaron y se reunieron cerca del doctor, exceptuando a uno.
-¿Como está mi hijo?- preguntó nerviosa Kushina.
-Por ahora esta bien, logramos estabilizarlo por el momento, la operación duró más de lo esperado ya que tenía 4 costillas rotas, una de las cuales laceró su hígado, pero por suerte no era muy grave, otra cosa es que tenía varios huesos rotos y una hemorragia interna, pero lo que más nos llevó tiempo fue la herida en la cabeza, debido a que era muy grande y por ello se produjeron varios hematomas cerebrales, lo que nos hace suponer que el golpe recibido era prácticamente mortífero- explicaba el doctor.
-Así que… por lo que acaba de decir, su estado es muy delicado y lo más probable es que no pueda reaccionar y caiga en coma ¿no?- continuó Tsunade maldiciéndose en esos mismos momentos por tener esos conocimientos en medicina que le hacían saber la gravedad del asunto.
-Así es, pero por ahora lo que nos preocupa es que salga de la zona de riesgo. Veremos como pasa lo que queda de tarde y como pasa la noche a ver si logra reaccionar.-
-…- todos se quedaron mudos.
-Por el estado en el que se encuentra Naruto, les pido que sean fuertes. No estamos muy seguros de que sobreviva a la noche, aunque es lo que aspiramos- al doctor terminar de decir esto, se escuchó un golpe muy fuerte en la pared, lo que causó que todos voltearan a ver a Sasuke que era de donde provino ese sonido. Todos quedaron muy sorprendidos al ver el puño de Sasuke contra la pared por la que corría un hilo de sangre que provenía del puño del moreno.
-Sa… Sa… Sasuke- dijo el mayor de los Uchihas.
-…Voy al baño- dijo secamente el menor Uchiha, para encaminarse en dirección al baño desapareciéndose entre los pasillos.
-Itachi- dijo Kushina suavemente.
-Ya lo se, voy ver que este bien- y salió rumbo al baño tras su hermano.
-Di… Disculpe por la reacción de mi amigo- se disculpaba Hinata con el doctor.
-No se preocupe, ya estoy acostumbrado a todo tipo de reacciones, pero esta es la que más me a sorprendido.- decía el doctor. – bueno, cuando el joven Sasuke regrese dígale que pase por mi consultorio. ¿De acuerdo?-
-Ha… hai- dijo la ojiperla.
-Cualquier cosa que pase les aviso- le dijo a todos los presentes y luego se retiro.
-¿Qué querrá hablar el doctor con ese imbécil?- decía Minato enojado.
-Por favor mi amor, cálmate, en lo que tenemos que pensar ahorita es en nuestro hijo- decía la pelirroja.
-Si, tienes razón- abrazó a la pelirroja y le dio un beso en la cabeza.
-Señores Uzumaki, yo me tengo que ir- decía un joven de cabellos castaño hasta la cintura y unos ojos color perla.
-No te preocupes Neji, cualquier cosa te avisamos- dijo Tsunade.
-Ok. Muchas gracias. Hina, ¿bienes conmigo?-
-No… no te preocupes por mi Neji, yo me voy a quedar un rato más aquí-
-Entonces vengo por ti más tarde, nos vemos luego- se despidió de todos y se marcho.
-Nosotros también tenemos que irnos- dijo Shikamaru. –cualquier cosa nos avisan.-
-Claro, váyanse con cuidado- decía Kushina.
-Entonces estamos en contacto- dijo Chouji.
-Nee, Kiba, ¿no vienes con nosotros?- pregunto Lee.
-No, yo también me pienso quedar un poco más-
-Bueno, chao- dijo Shikamaru sin mucho interés.
Ya quedaban pocos en la sala de espera. Kushina, Minato, Tsunade y Jiraya estaban todos juntos, Kiba abrazaba a Hinata para tranquilizarla, Deidara había ido por unos cafés y los hermanos Uchihas todavía no volvían del baño. De pronto se acercaron dos personas hasta Kushina y Minato, uno era un pelirrojo de piel blanca y unos ojos de color aguamarina, y el otro era muy parecido a Sasuke, lo único es que este tenía el pelo más corto y la piel mucho más pálida.
-Konnishiwa Kushina-sama- saludó el pelirrojo.
-Konnishiwa Gaara-kun- saludó tristemente.
-Perdón por no haber venido antes, estábamos un poco ocupados-
-No se preocupen, lo que cuenta es que están aquí- comentó la mujer.
-¿Y como está Naruto?- preguntó el pelinegro.
-Él se encuentra en un estado muy delicado- respondió Tsunade.
-¿Pero que fue lo que paso?- preguntó el pelirrojo.
-No te sabríamos decir con seguridad, ya que ninguno de nosotros estábamos ahí, el único que estaba cerca era Sasuke-kun, pero el tampoco sabe que fue lo que ocurrió exactamente-
-Que raro- suspiró el pelinegro. –tenía que ser el Uchiha-bastardo.-
-Lo único que sabemos es que él y Naruto estaban peleando, entonces Naruto salió corriendo de la casa y después de eso, no se sabe exactamente que pasó- explicaba el peliblanco.
-¿Y por qué estaban peleando?- preguntó el pelirrojo muy intrigado.
-Eso tampoco lo sabemos- dijo Minato. –el Uchiha ese no nos quiso decir el por que- dijo molesto.
-Minato, por favor, déjalo en sana paz, por lo menos por ahora.- dijo Kushina.
-Está bien-
-Por cierto, ¿Dónde se encuentra el Uchiha-bastardo?- preguntó el pelinegro.
-Él y su hermano Itachi están en el baño- le respondió Kiba.
-Ok-
_Pasaron unas horas más. Se hicieron las 6:00 PM._
-Okaa-san, voy a ir a buscar a Sasuke e Itachi, ya se han tardado mucho.- dijo Deidara.
-Si, no vaya a ser que a Sasuke-kun le halla pasado algo malo- dijo Kushina dejando un poco desconcertado al pelirrojo.
-No… no creo que sea necesario… ellos ya están aquí- dijo Hinata señalando el par de morenos que se venían acercando por el pasillo.
-Sasuke, ¿Estas bien?- le preguntó Kushina un poco preocupada.
-Si, la enfermara dijo que solo fue un golpe leve- explico Sasuke. –aunque igual me vendaron- comentó con fastidio mostrando la venda en su mano dejando aún más desconcertados al pelirrojo y su acompañante.
-Si, mi ototo es muy debilucho y no tiene la fuerza necesaria para romperse la mano el mismo- alegó Itachi.
-Aniki, ya cállate- dijo sin ánimos de pelear.
-¿Y que han sabido de Naruto?- preguntó Itachi.
-No hemos sabido nada desde que salieron de la operación- dijo Tsunade.
-Ya veo- el menor de los Uchihas solo bajo la cabeza y apretó los puños.
-Por… por cierto Sasuke-kun… el… el doctor pidió que en cuanto regresaras pasaras por su consultorio- le dijo Hinata.
-Ok, ya voy-
-Oe tú, más te vale que a mí Naruto no le pase nada-
-¿¡Ah!?- se volteó a ver quien era el que había dicho esa sarta de estupidez de que Naruto era suyo, y fue cuando cayó en cuenta, que tanto Sai como Gaara se encontraban ahí.