-La fiesta de disfraces es todo un éxito Minato. El hombre a su lado le palmeó el hombro feliz viendo como la gente se divertía. Estaba vestido como pirata un tal Jack Sparrow* un disfraz muy bien elaborado, pantalón café desgastado, camisa que en algún momento fue blanca de manga larga, chaleco café en el que tenía puestas un sinfín de cosas, botas cafés gastadas que le llegaban a la pantorrilla, su larga cabellera toda marañada (enredada XD) simulando rastas, un viejo sombrero café, maquillado de los ojos, con una pequeña espada, una pistola, una brújula y una botella de ron completaban su muy bien caracterizado personaje.
-Me alegro que sea de su agrado Sr.- . Minato no dejaba de ver la pista de baile buscando una cabellera negra y larga por algún lado sin prestarle mucha atención a su “jefe”. Este era rubio, alto, delgado, piel canela, ojos hermosamente azules. Estaba vestido como una estrella de rock, pantalones de cuero negros muy ajustados, camisa blanca sin mangas con estampados raros en rojo, un chaleco negro con cremalleras por todos lados, botas negras, pulseras con estoperoles y calaveritas, un collar pegado a su cuello y bastante maquillaje en los ojos, lucia arrebatadoramente sexy.
-Oh vamos chico llámame Fugaku me haces sentir extremadamente viejo y mira que no lo soy. El tono de voz era amable.
-Está bien Fugaku… Hasta allí dejó la frase al encontrar por fin al dueño de esa cabellera negra. Estaba charlando animadamente, bueno demasiado animadamente con otro joven que vestía al parecer de super man*. Apretó sin darse cuenta con mucha fuerza la copa que tenía en la mano hasta que esta salió disparada debido a la humedad y presión empleada.
-ocurre algo?. Fugaku llamó a uno de los camareros para que limpiara el piso lleno de vidrio y vino.
-lo siento se me ha resbalado la copa. Su vista volvió al punto donde estaban los dos jóvenes y pudo ver como el super man conducía al otro joven fuera del salón. –voy a dar una vuelta por el lugar para ver si todo está en orden antes de que subas al escenario y agradezcas la asistencia a la fiesta. Se disculpó con el mayor y salió disparado a lo que sabía perfectamente eran los hermosamente bien cuidados jardines de la mansión Uchiha.
Salió con muchos contratiempos, le detuvieron dos socios los cuales le felicitaban por la fiesta tan bien organizada, dicha fiesta era para celebrar la reciente adquisición de las empresas Uchiha, haciéndose acreedores de las acciones mayoritarias de la empresa fabricante de autos haciéndose esta la mas importante de Japón, todo un triunfo para Fugaku Uchiha y compañía, Minato su mano derecha es su hombre de mas confianza.
La fiesta le fue encomendada por el mismo Fugaku quien manifestó que sería el indicado para que todo saliera bien y no se había equivocado. Cuando por fin los encontró Minato ya estaba por rendirse pero la voz de un joven le llamó la atención por lo cual se dirigió hasta un pilar bastante alejado en donde el “Super man” tenia aprisionado con su cuerpo y la pared a un muy sexy pero asustado “Drácula”.
-Anda te aseguro que aquí nadie nos verá. Insistía el super héroe que no dejaba de restregarse contra el hombre vampiro.
-no ya te dije que no, suéltame antes de que monte un escándalo. Amenazó el azabache.
-Ya sabias a lo que venias por qué ahora te haces el mojigato?. Arremetió contra el cuello de este mientras que con su pierna trataba de estimular la entrepierna del moreno.
-creo que ya te dijo que lo soltaras. Minato no pudo contenerse más, estaban toqueteando a su moreno aunque este no supiera que era suyo.
-oh lárgate a arreglar tus asuntos. Respondió con fastidio el chico.
-pues si a quien estas molestando es al hijo de mi jefe entonces eso lo hace mi asunto y mas aun cuando es toqueteado de manera descarada sin su consentimiento.
-esto es lo que el quiere si no, no estuviera aquí, asi que ahora lárgate o quieres ver como me lo follo?. Mostró una sonrisa prepotente la cual se borró al sentir un fuerte dolor en la entrepierna, el moreno le había golpeado.
-no vuelvas a tratarme como una ramera y cuando te dije que te detuvieras era mejor que me hicieras caso. El moreno salió de su prisión, se acomodó bien su traje negro, planchó con sus manos la capa negra con fondo rojo y le miró con desprecio antes de soltarle un golpe en el rostro al super héroe. –ese es por tratar asi a Minato. Se dio la vuelta y se marchó del lugar sin mirar a nadie.
-estúpido niñato de mierda. Se quejó el joven limpiándose la sangre de la comisura de los labios.
-me alegro que hayas aprendido tu lección. Le dijo Minato y se retiró lo mas rápido posible para que el moreno no se alejara demasiado. -Itachi!!. Lo vió desviarse hacia la fuente. –Itachi detente. Corrió hasta alcanzarlo. –no creo que deberías de estar solo por aquí.
-como bien pudiste ver puedo cuidarme solo. Una ola de viento hizo ondear la capa y su cabello.
-Sigues molesto por lo de esta tarde?. Itachi no respondió nada y tampoco le miró. –Diablos Itachi ya te dije por qué no podía ser tu pareja, eso no se vería bien, eres el hijo de mi jefe.
-eso a mi no me importa y lo sabes! Hasta cuando te darás cuenta de lo que siento por ti.
-no estoy ciego, pero tampoco puedo darme el lujo de perder mi trabajo, Itachi soy mayor que tu, solo tienes 21 años y yo….
-si y ya se tienes 31 y crees que eso me importa?. Interrumpió el moreno. –No Minato, no me importa.
-pero a mi si, lo siento. Susurró antes de darse la vuelta y marcharse. –no tardes mucho tiempo aquí afuera comienza a hacer frio.
Itachi solo bufó molesto y caminó en la misma dirección que Minato, cuando pasó por un costado de el le empujó con resentimiento. –Imbécil. Murmuró lo suficientemente alto para que alcanzara a escucharlo. El rubio solo meneó la cabeza y siguió caminando.
En el salón, Fugaku había dado un discurso bastante gracioso a sus invitados, cuando Minato se reunió con el, el hombre le reprendió por habérselo perdido. Por su parte Minato seguía atento del moreno buscándolo por todo el lugar hasta que lo encontró en la barra de bebidas. –Fugaku por qué no vamos a la barra y pedimos algo para brindar?
-Muchacho, solo tenemos que pedirles a los camareros algo, la barra es para los jóvenes.
-si pero también podemos hablar allí, hay menos gente que le interesan nuestros temas a tratar. Dio una mirada mas a la barra y el moreno seguía allí empinándose otra copa de quien sabe que. dios se veía tan hermoso, esos labios pintados de rojo para darle mayor contraste a su piel pálida.
-Tienes razón una vez mas muchacho, vamos. Atravesaron el lugar y Fugaku pudo ver a su hijo. –Mira Minato que coincidencia allí está mi hijo, por qué no le invitas una copa y después un baile, no sé cómo no se te ocurrió traerlo contigo como pareja, míralo está tan solito el pobre.
Minato se tensó, claro eso no se lo estuviera diciendo si supiera cuales eran las intenciones de su hijo y los sentimiento de el hacia el chico.
-hijo no deberías beber tanto, vas a emborracharte si sigues asi. Itachi no se había percatado de la presencia de su padre y del rubio por lo que al verlo se tensó pero a la vez se le ocurrió jugar su última carta.
-puessh cre-creo que sshya essh muy tarde papito. Respondió arrastrando las palabras.
-no podrás regresar solo al departamento, pediré que te alisten tu dormitorio.
-shhh ssho sshi puedo irme ssholo a mi cassha. Un pelinegro que estaba no muy lejos de la barra no despegaba la mirada de la escenita padre-hijo. –essh massh ssha me voy. Dejó el vaso que tenía en la mano, se acercó a su padre y le besó la mejilla para ponerse en marcha.
-ni hablar, si no quieres quedarte, que Minato sea quien te lleve al departamento, me sentiría más tranquilo.
-por mi no hay ningún inconveniente señor. Minato tomó al “murciélago borracho” por el brazo y le sostuvo con fuerza para evitar que cayera al piso. Itachi sentía quería gritar de felicidad al ver que su plan había funcionado maravillosamente.
-Con cuidado, y si ya no quieres volver te entiendo hijo, haz hecho un excelente trabajo. El hombre sonrió amablemente a Minato mientras este asentía en agradecimiento, sin mucho problema sacó a Itachi del salón y justo en la puerta se encontraba el super héroe pervertido al cual fulminó con la mirada pero al mismo tiempo le regaló una sonrisa que le indicaba que era el quien se iba con el premio, en fin como se iba a imaginar que solo le dejaría en su casa?.
-Fugaku crees que hiciste bien en mandar a tu único hijo con ese niñato que tienes por hombre de confianza?. El pelinegro que los estaba observando se acercó a Fugaku fumando un puro.
-se perfectamente lo que hago primito, acaso tu no te has cansado ya de las miraditas de cordero a medio morir que mi hijo le envía a Minato? Y si no te has fijado también ya me cansaron las miraditas de perrito atropellado que pone Minato cada que está cerca de mi hijo, solo les doy su empujoncito. Apresuró el contenido del vino que estaba bebiendo y le sonrió a su primo.
-sabes Fugaku, creo que te equivocaste de disfraz, debiste haber venido de hada madrina.
-Madara, Madara, mi querido Madara, cuando se trata de la felicidad de mi hijo, no importa el disfraz que use, si no los hilos que maneje para obtener buenos resultados, que no te sorprenda que mañana nuestro querido Itachi entre por esa puerta de la mano del chico.
-me quedaré solo para ver eso. Sonrió el moreno.
-por cierto Madara… por mas que te veo no logro saber de que vienes disfrazado.
-mmm creo que de un Ganster* o algo asi. Se abrió un saco gris y dejó ver dos pistolitas de imitación en los bolsillos.
-jajaja interesante para no saber ni de que vienes vestido.
-*o0o0o*-
Durante el camino en coche Itachi fingió estar dormido para no forzar las cosas, esperaría hasta llegar a casa pero mientras estaban en un alto pudo sentir claramente la mano de Minato acariciarle la mejilla, resistió el deseo de abrir los ojos y lanzarse sobre el rubio.
Llegaron al edificio donde el moreno tenía su departamento y Minato tuvo que prácticamente cargarlo hasta llegar al piso, amablemente le pidió la llave pero Itachi le dijo que la buscara en sus pantalones, con esfuerzo sobrehumano Minato sacó la llave del bolsillo derecho, y se maldijo el haber “acariciado accidentalmente” la pierna del moreno antes de sacar la mano del bolsillo.
Sin soltar a Itachi abrió la puerta y le ayudó a entrar aun con el tomado de la cintura, cerró la puerta con el pié, en el momento en que se distrajo dejando la llave en la mesita del recibidor unos labios se aferraron a los suyos sorprendiéndole la acción del chico.
-Itachi…que..que haces. Alejó el cuerpo del moreno pero este lo abrazó de la cintura y le tomó de la nuca volviendo a besarlo con rudeza. La lengua de Itachi entró en la boca del rubio y este gimió de placer, a los pocos minutos se encontraba devolviéndole el beso con fervor hasta que volvió a ser consciente de sus actos y volvió a separarse del moreno.
-acaso no te das cuenta? Te deseo Minato. El moreno encaró al rubio viéndolo directamente a los ojos, por fin había dejado de actuar. –no solo te deseo, te quiero maldita sea, te quiero mas de lo que debería querer a alguien idiota!.
-estabas fingiéndote borracho?. Se decidió a preguntar lo que era evidente para obviar su confesión. De repente se sentía utilizado.
-si y? vas a golpearme? A gritarme como lo hace todo mundo?
-te mereces unas buenas nalgadas por caprichoso, que pases una buena noche. Se dio la vuelta para irse pero fue detenido por Itachi.
-por qué eres un cobarde ah?, por qué no aceptas que también me quieres pude darme cuenta en el coche. Los ojos azules de Minato se agrandaron ante el comentario. –oh si querido, no estaba dormido y sentí como acariciaste mi mejilla.
-yo… Itachi entiéndeme esto no es fácil, yo soy un simple empleado…
-se perfectamente quien eres gracias, por dios Minato mi padre no es un troll para que le temas tanto. Itachi se desprendió de la pesada capa y la arrojó al piso, el saco tuvo el mismo destino que la capa, desabotonó los primeros tres botones de la camisa y deshizo el nudo de la corbata dejándola aun puesta.
-no es so…solo eso. Demonios!!! Que pensaba Itachi que estaba haciendo desprendiéndose de la ropa con tanta naturalidad frente a el. –Es solo que…
-no soy lo suficiente bueno para ti, no soy lo que tu necesitas en tu vida. Es eso lo se.
-deja de poner en mi boca palabras que no he dicho quieres?
-pues entonces habla de una maldita vez y se claro. Itachi se fue acercando lentamente al rubio. –di algo que no suene a que solo tienes miedo de entregarte. Juntó sus caras hasta que sus labios casi se rozaron. –de aceptar que me quieres como yo a ti.
Todo lo que Itachi le decía era solo la verdad, tenía miedo de enfrentarse a lo que sentía, tenía miedo de entregarse y que después todos le dijeran que estaba mal, sentía miedo de perderlo todo, pero… y si no se arriesgaba que ganaba?, seguridad del trabajo? Si, seguir siendo respetado? Si, y estaba dispuesto a perder al amor de su vida por sus tontos miedos?, quedarse solo y perderse la oportunidad de ser feliz?.... tal vez… no.
Mandando al demonio todos esos fantasmas tomó a Itachi de la nuca y le besó, le besó con intensidad, con pasión, con deseo e Itachi le correspondió.
Itachi posó sus brazos en el cuello de Minato y lo pegó mas a su cuerpo, se besaron por unos minutos, muchos minutos hasta que ambos se separaron solo un poco para tomar aire, sus miradas se conectaron y de inmediato se unieron en un nuevo beso tan apasionado como el anterior. Itachi era consciente de que aun estaban en el recibidor del departamento pero el deseaba que Minato lo hiciera suyo en ese momento, ya no podía esperar y mucho menos llegar hasta el dormitorio asi que no lo detuvo por el contrario caminó hacia atrás llevándoselo con el hasta que sintió su cuerpo chocar contra la mesita donde colocaba las llaves y otras cosas mas.
Minato levantó un poco el cuerpo de Itachi para sentarlo sobre la mesita sin dejar de besarle, tanto tiempo deseándolo que ahora le era imposible dejar de hacerlo, pero tuvo que dejar de besarle los labios para dirigirse al cuello lamiendo y mordiendo animado por los sexis jadeos del moreno, sus manos abrieron la camisa de Itachi botón por botón mientras que las del moreno se paseaban por el pecho y espalda de este. Itachi bajó sus manos hasta el trasero respingón del rubio que se le notaba a la perfección gracias al entallado pantalón que este portaba, apretó un poco las nalgas, abrió sus piernas y empujó al rubio hasta tenerlo entre ellas moviendo sus caderas hasta que sus semi-erecciones se dieron al encuentro.
Gimieron mas alto cuando frotaron sus entrepiernas y retomaron sus besos apasionados. El chaleco del rubio desapareció el algún momento, estaban tan excitados y tan necesitados del cuerpo del otro que no les importó estar prácticamente en la puerta a punto de hacer el amor.
Minato jugueteó con los pezones del moreno arrancándole gemido tras gemido, este solo cerraba los ojos y disfrutaba de tan increíbles caricias y eso que aun estaban vestidos, Itachi tenia la camisa desabotonada por completo pero aun la tenia puesta junto con la corbata, Minato estaba completamente vestido.
El rubio después de besos, roces de entrepiernas, caricias y una que otra mordida, tomó de las caderas al moreno y lo bajó de la mesita, lo giró dejándolo de espaldas a el, muy lentamente le comenzó a desabotonar el pantalón y bajar el cierre al mismo tiempo que le mordía el cuello y el lóbulo de la oreja.
Itachi suspiró rogando por que el rubio hiciera las cosas mas rápido, pero sus caricias eran tan excitantes y deliciosas que mejor no se quejaba. El lindo morenito cerró sus ojos y dejó mas espacio para el rubio pero una mordida especialmente excitante le hizo arquear la espalada y soltar un grito de placer.
-oh Itachi necesito hacerte el amor y no puedo esperar tanto. Susurró el rubio en su oído al tiempo que bajaba los pantalones junto con la ropa interior.
-mmm yo también quiero que me hagas el amor y tampoco puedo esperar tanto… es mas te ORDENO que me lo hagas AHORA!. Movió sus caderas hacia atrás frotando su ya desnudo trasero con una muy vestida pelvis mientras su boca lamia la mano del rubio, específicamente sus dedos.
-dios se me olvidaba cuan mandón eres. Con un movimiento rápido dejó caer los pantalones y bóxers de Itachi hasta los tobillos, pasó la mano que éste lamía por sus nalgas apretujándolas un poco para luego meter un dedo entre la abertura de ellas, su boca no se quedaba tranquila repartiendo besos húmedos por el hombro, cuello y oído susurrándole palabras obscenas sobre lo que le haría, lo cual no hacia mas que excitar a Itachi.
-cielos Minato date prisa estoy que ardo. Un dedo fue introducido en su entrada haciéndolo gemir de placer.
-eres muy hermoso Itachi… hermoso, sexy y caliente… muy caliente. Las caderas de Itachi se movían conforme las palabras de Minato en búsqueda sentir mas placer otorgado por ese dedo pero no le era suficiente quería mas, giró un poco su rostro y fue recibido con un torpe y tosco beso al cual correspondió dándole la bienvenida con su lengua. La mano experta de Minato le penetraba ya con un segundo dedo.
-por favor Mina entra ya en mi te necesito. La mano de Itachi serpenteó hasta llegar al hinchado y palpitante miembro del rubio frotándolo por sobre la tela de los ajustados pantalones apretándolo un poco a manera de estimulo.
-mmm-ita para ya, aun falta un tercer dedo, no quiero que después me taches de salvaje. Sentía su palpitante erección reventar debajo de esos pantalones los cuales no había retirado solo para no tomar a Itachi y entrar en él, hacerle suplicar por mas hasta dejarlo al borde de la inconsciencia muy a pesar de su propio deseo, lo que menos quería era hacerle daño, lo amaba demasiado como para no ir con mas calma. Un tercer dedo entró e Itachi se removió un poco incomodo por la falta de lubricante pero no le impidió al rubio continuar con su estimulación.
-estas listo?. Un beso en su cuello y un pene rosándole la entrada le hicieron soltar un nuevo gemido.
-s-siempre Minahh.
Minato entró lentamente en el, besándole en los labios para distraerlo un poco mientras que su mano masajeaba el miembro de Itachi.
Ahh. Una pequeña protesta de dolor hizo al rubio detenerse.
-estas bien?
-si, solo entra de una puta vez que esto duele a madres para que lo hagas tan lentamente.
-pero va a dolerte.
-igual me está doliendo idiota, vamos deja de tratarme como muñequita de porcelana porque no lo soy.
-con una mano le hizo levantar una pierna y con la otra le inclinó un poco mas en la mesita para entrar en el de una sola estocada. Itachi se arqueó maravillosamente al tiempo que un grito mezclado entre dolor y placer escapó de su boca.
-mm ves te dije que dolería. Minato estaba haciendo un esfuerzo sobre humano para no moverse. El interior del moreno estaba tan apretado y caliente que sentía que si se movía se correría humillantemente pronto.
-no es algo que no pueda aguantar.
-pero..
-ya cállate y bésame. Minato le obedeció y pronto las caderas del moreno comenzaron a moverse, continuaron con los besos torpes mientras iniciaban un ritmo lento para acoplarse. Una mano de Minato estaba apoyada en la cadera de Itachi y la otra le ayudaba a sostener la pierna, su boca dejó la de su amante y repartió besos por la blanca espalda del joven.
-ahh Minato esto es increíble, muévete mas. Una estocada le impulsó al frente alcanzando a poner su mano enfrente donde había un espejo, ese espejo que había mandado colocar allí para echarse un ultimo vistazo antes de salir a la calle y el cual en esos momentos le reflejaba la imagen mas erótica de su vida. El mismo con la camisa desabotonada, la corbata mal puesta, la frente sudorosa, labios hinchados y rojos por los besos de Minato y a este tras el sonrojado por la actividad, sus ojos azules empañados por la excitación penetrándole a un ritmo mas acelerado.
-te-te gusta lo que ves. Preguntó Minato viéndolo a través del espejo.
-por kami, si….. me gusta… mucho…ahh Minato muéveme mas rápido. Recargó su cabeza en el pecho de Minato sin dejar de gemir.
-ahhh a mi también me gusta.
-de-demonios! Necesito tocarme Minato. La mano que estaba sobre la mesita apuñó su erección para masajearla al ritmo de las embestidas pero le fue retirada por la de Minato. –que… Mina lo necesito.
-no… vas a correrte solo con mis embestidas, no vas a tocarte.
-pero….
-sshhh…. Míranos en el espejo, mírate, te ves tan sexy, tan perfecto. Los mechones de cabello que se le salieron de la coleta se le pegaron al rostro e Itachi no pudo contenerse mas, se sentía desfallecer, mirarse asi haciendo el amor con Minato era tan excitante. Los dientes del rubio le mordieron el cuello y lamieron viéndolo fijamente a los ojos sobre el reflejo del espejo, las estocadas se hicieron mas rápidas y mas profundas e Itachi no pudo mas.
-ahhhh Minato!!!. Se corrió con un gran grito de placer derramándose en la mesita y parte del piso. Minato no duró mucho, su pene fue duramente aprisionado cuando el orgasmo del moreno llegó que se corrió al instante dentro de su amado.
-Ahhh Itachi. Dejó caer su frente en la espalda del moreno para retomar el aliento. Su mano soltó la pierna levantada de Itachi y le abrazó por la cintura para que éste no cayera.
-si después de esto aun sigues negando lo que sientes por mi, es porque en verdad eres un idiota. Itachi se sostuvo de la mesita sin mirar a Minato.
-he sido un completo idiota todo este tiempo por negarme lo que siento por ti, y si por aceptar mis sentimientos voy a perder mi trabajo y muy probablemente te deje viudo antes de la luna de miel, pues adelante. Giró al moreno el cual tuvo problemas con sus pantalones que aun estaban enredados en uno de sus tobillos. –discúlpame Itachi, esto no ha sido un polvo para mi, acepto que te amo como un estúpido desde que te conocí y….
-por qué de pronto has decidido ponerte a hablar tanto en lugar de estarme follando de nuevo?. Posó sus brazos en el cuello de Minato acercándose a besarlo. –porque déjeme decirle Sr. Namikaze que lo acusaré con mi padre por hacerme esperar. Susurró en sus labios antes de unirse en nuevo beso.
-mmm, en lo dicho, eres un jodido mandón hijo de papi.
-oh cállate y compláceme. Volvió a besarle con pasión hasta que fue interrumpido por el rubio.
-Itachi, no crees que esta vez por lo menos deberíamos quitarnos la ropa? Y si no te importa también llegar a la cama mi trasero está helado por tenerlo al aire tanto tiempo.
-hace un rato no te estabas quejando. Besó el cuello de éste mientras le ayudaba a quitarse los pantalones, zapatos, calcetines y la camisa y el hacía lo mismo con la suya.
-no es una queja, solo una sugerencia. Sonrió complacido al ver el magnífico cuerpo de su azabache.
-entonces que esperas, una invitación por correo?. Itachi no esperó respuesta y corrió a su dormitorio seguido por Minato.
Hicieron el amor lentamente disfrutando de sus cuerpos, besos y caricias hasta que culminaron gritando uno el nombre del otro.
-te amo. Susurró Itachi abrazándose al rubio.
-también te amo. Le besó en la frente.
-*o0o0o*-
Minato caminaba de un lugar a otro en su oficina, parecía león enjaulado y los nervios le estaban matando, cuando llegó esa mañana Seika, asistente de Fugaku le había dicho que quería verlo a las 10:00 a.m y solo quedaban 5 min. Estaba preocupado de su repentina cita…
Decidido salió de su oficina para entrar a la de su jefe cuando las puertas de su oficina se abrieron dejando ver a un muy sonriente Fugaku quien era acompañado de otro muy sonriente peli-negro que le miró de manera muy lujuriosa para su gusto.
-Minato querido, que bueno que estas aquí.
-yo Sr. Me dijeron que quería ver-verme. Tenia un nudo en la garganta y la mirada del moreno le ponía aun mas nervioso. Era hora de afrontar la realidad, era hombre muerto.
-oh que va. Hizo un gesto con la mano restándole importancia al asunto. –del asunto que quería tratar contigo ya lo hice con mi hijo.
-co-con su hijo?.
-si, ya me contó lo de ustedes y le dije que ya era hora, que si no te decidías te despediría por inepto.
-yo, sr. Yo amo a su hi…. Perdón?. Se interrumpió a el mismo al comprender lo dicho por su jefe.
-eso, que ya estaba cansado de sus miraditas, suspiros y todas esas cosas de enamorados, por eso te mandé ayer a casa a llevar a mi hijo, tu última oportunidad chico, si no te decidías estabas fuera a ver si asi te animabas.
-no, no entiendo… usted lo sabia todo? Intercaló miradas entre su jefe y su novio el cual miraba sus uñas como si fueran la cosa mas interesante en la vida y nuevamente fijando su atención a su jefe.
-claro que lo sabia todo, Itachi no se esmeraba en ocultarlo y muchas veces me lo insinuó y tu. Puso una mano en el hombro del rubio que se sentía desfallecer. –tu eres demasiado transparente.
-Ay ya basta de tanta palabrería si, tu. Dijo señalando a su padre. –solo dile que le das la bienvenida a la familia aahh si y dile que lo asesinaras ni tiraras su cuerpo a una alcantarilla antes de que se desmaye del susto y tu. Señalando al pálido Minato. –ven y dale un beso a tu novio.
-itachi! Tu padre!
-anden por mi no se detengan, a si y ya nada de sr. O jefe, desde ahora soy Fugaku o… suegro. Sonriendo y tarareando una canción se dio la vuelta y volvió a su oficina.
-ves te dije que no era un Troll. Canturreó Itachi abrazándose de Minato.
-gracias. Correspondió el abrazo de su sexy novio.
-te gustaría ir a revolver un poco tu escritorio?. Susurró el azabache en el oído del rubio.
-no creo poder llegar hasta las sabanas de mi cama.
-Entonces démonos prisa que tenemos reunión en menos de 1 hora.
-lo dicho, eres un mandón-concedido-hijo-de-papi-insaciable. Entró con el su oficina cerrando con seguro.
-Y tu un miedecito quejumbroso. Sin perder tiempo le arrastró hasta el escritorio.
-Pero asi me amas. Lo sentó sobre el escritorio.
-Pero asi te amo. Le confesó antes de besarle con mucha pasión.