Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Amado hermano por Science Of Silence

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

todos los personajes son propios de masami kurumada, yo los uso solamente para mi entretenimiento y para que ustedes tengan algo mas o menos decente que leer.

 

 

Notas del capitulo:

hace algun tiempito que no escribo, esta idea la tenia hace tiempo pero recien m anime a hacer el fic y publicarlo, ojala sea de su agrado! 

PD: no me gusta mucho la idea del incesto, creo q eso ya corrompe demasiado mis principios haha pero se dio la ocasion, asi que no es culpa

Me despierto como todas las mañanas, me siento algo vacío por la monotonía que me da esta vida, tanto sacrificio, tantas batallas, todo para que una vez instaurada la paz nuestra vida sea tan inútil. Debemos ser normales, pero eso es imposible porque nunca aprendimos a serlo.

Siempre pienso lo mismo, y ya estoy cansado de no recibir respuesta, me levanto de mi cama y juego un poco con mis cabellos para desperezarme, voy al baño para lavarme el rostro y es ahí cuando me observo fijamente al espejo, contemplando mi reflejo. Soy hermoso, sonrió y me sonrojo un poco; acerco mi mano intentando tocar el rostro de mi reflejo pero no puedo, es como un castigo, solo poder admirarlo.

 

-          Como siempre ha sido – suspiro mientras trato de esbozar una sonrisa, no había nadie, era solo para hacerme sentir mejor.

 

Me despojo de todas mis ropas, es un buen momento para un baño. Ingreso al interior de la ducha y dejo que las gotas me golpeen el cuerpo, cierro mis ojos para pensar un poco o para intentar no pensar y así poder estar en paz. Sea como sea, el agua no estaba funcionando.

Bajo mi cabeza y dirijo mi atención a mi torso, dorado por mi sangre griega y por los arduos días de entrenamiento, paso mis dedos marcando cada uno de mis músculos, perdiendo mi vista y soltando un suspiro. Cierro mis ojos con fuerza, quiero que todo desaparezca y me abrazo, quiero sentir un calor humano pero ya no el mío, quiero sentirte a ti pero nunca estarás, nunca pasara lo que quiero, solo tengo a la soledad, mi imaginación y a esta vida que me recuerda que me toca pagar por mi traición a mi diosa.

Estoy sentado en una esquina de la ducha, aun abrazándome, escuchando esas gotas de agua caer produciendo un sonido al golpear la baldosa del piso. Debo apurarme, creo que llevo más tiempo del debido y no quiero que pienses que algo grave me ha ocurrido, algo que ha hecho que mi salida tarde, no, tú no puedes saberlo, a tus ojos yo estoy bien y soy feliz. Este es uno de esos secretos que por más que me quemen por dentro no los puedo compartir, solo queda fingir.

 

Cierro la llave y el agua deja de correr, cojo una toalla que tenía cerca y me la paso rápidamente por el cabello para escurrirme un poco de agua después me la amarro a la cintura, vuelvo al espejo del tocador, lo limpio porque el vapor lo dejo pañoso y no me permite ver mi bello rostro. Me acerco más a la imagen nítida que logre obtener. Por mi rostro aun resbalan unas cuantas gotas de agua provenientes de unos cabellos húmedos que se amontonan en mi frente, también siento gotas correr por mi espalda hasta llegar a mis piernas. Creo que debería cortarme un poco el cabello, una nueva imagen me ayudaría a despejar mi mente pero no, así todo es perfecto.

Contemplo mis ojos, no puedo evitar perderme en su color, me encanta como mis mechones azules combinan con ese verde esmeralda. El resto de mi rostro tan perfectamente marcado, es como si un dios me hubiera hecho con sus propias manos, todo tan perfecto, no dejo de admirarme con la imagen.

Me alejo un poco, tratando de salir de mí ensimismamiento y siento como en mi garganta se hace un nudo, me miro fijamente a mí, a ti, reflejo mío; y me preparo.

 

-          Te amo – digo casi inaudiblemente, no se porque algo empieza a pasar en mis ojos, siento un líquido, pero no es agua, son lagrimas que empiezan a salir, no logro contenerme más y agacho mi cabeza, siento como mis lágrimas caen cada vez más rápido y vuelvo a repetirlo – te amo… - Mudos minutos silenciosos, se quedaron a mi lado escuchando mis sollozos hasta que me canse, las fuerzas se me agotaron y deje de emitir sonidos.

 

Creo que he enloquecido o mi nivel de concentración ha llegado a niveles asombrosos, pero logro escuchar claramente como mi conciencia empieza a hablarme.

 

-           ¿A quién amas?

-          ¿No es evidente? Al hombre del espejo

-          ¿Te amas a ti mismo Saga?

-          No seas idiota, lo amo a el

-          ¿Y porque lloras?

-          Porque por más que trato de olvidarlo no puedo, el verme a mí mismo hace que lo recuerde, él es tan perfecto…

-          ¿Porque no se lo dices?

-          Es mi hermano, me odiaría, además no tengo el valor de hacerlo. No puedo pensar en el rechazo.

-          ¿Y porque no has pensado en el éxito? No pierdes nada…

 

No supe que responderme, tenía razón, a pesar de ser de carácter utópico  la idea, podía ser verdad, temblaron un poco mis piernas con la nueva esperanza que mi conciencia me dio, y me prepare a reponerme; alce mi rostro y me volví a ver en ese espejo, pero algo andaba mal, no había solo un reflejo sino dos; me limpie un poco los ojos, a lo mejor era producto de las lágrimas, pero seguía ahí. Habían dos yo reflejados, mi respiración empezó a acelerarse, mis ojos se dilataron totalmente al tiempo que se abrían como platos, mi corazón empezó a bombear sangre de una manera poco normal y mis piernas que hace un momento estaba temblando ahora no sé cómo logran mantenerme en pie. Solo me volteo y te encuentro.

-          Kanon – empiezo a pensar que realmente no estaba hablando con mi conciencia hace unos momentos

-          Yo también te amo… - definitivamente no era mi conciencia, te confesé mis sentimientos sin darme cuenta. Me mantengo a la expectativa de que pueda pasar, estoy helado – ¿Acaso no vas a decir nada? – tu frase me apresura a actuar, pero tu declaración me impuso un hechizo, aun ni siquiera analizo lo que has dicho, solo sé que mi vida está por cambiar totalmente.

 

La única respuesta que pude darte fue cerrar mis ojos, no se necesitó mucho tiempo para que entendieras lo que trataba de decirte pues casi de inmediato sentí tus cálidos labios posarse sobre los míos, mis brazos no esperaron más y se posicionaron en tu espalda, uniendo más nuestros cuerpos, haciendo más profundo nuestro beso.

A los pocos minutos nos separamos, tu para respirar y yo para entender que estaba pasando, solo sonreí y te de un beso en la nariz, ahora soy feliz porque además de mi compañero de armas y mi sangre eres mi amante y te juro que no te dejare ir nunca de mis brazos hermano.

 

Fin

Notas finales:

espere un poco mas del final, pero creo que se me agoto la inspiracion haha

igual creo q salio bien

saludos y un buen dia a todos!

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).