“¿Por qué a mí?” Se preguntaba un chico de cabellos rubios mal teñidos mientras caminaba resignado hacia la sala de ensayos donde se encontraban sus compañeros de banda. Iba a paso lento y en su rostro podía notarse que estaba molesto “que fastidio, no quiero trabajar durante medio año con esos tipos… no es que no me caigan bien, es solo que… ¡apenas son unos novatos!” doblo en un pasillo y siguió con su trayecto “¡ja! Pobres chicos, les será difícil adaptarse a nuestro ritmo, solo espero que no se retracten a la mera hora” en su rostro se dibujo una sonrisa burlesca “viéndolo bien, tal vez pueda divertirme un rato con ellos… mh no suena mal…” se paro frente una puerta y suspiro “bien, será mañana… mañana… demonios, ¿Por qué siempre soy el último en enterarse?” abrió la puerta que estaba frente a él y entro a la sala de ensayos.
-oh, Reita, ¿Qué paso, porque la cara larga? – pregunto un chico de cabello castaño claro
-¡ya se! Seguro te regañaron de nuevo
-no Kai, no me regañaron – contesto de mala gana el bajista – es solo que…
-¿qué? – pregunto curioso el vocal
-nada… - dio un gran suspiro – mejor pongámonos a ensayar
-¿ya tan pronto? Oh vamos iguana, no seas aguafiestas, apenas nos estábamos poniendo cómodos – se quejo el mayor de la banda, un chico de cabellos negros y largos, con un piercing en el labio inferior
-no me digas iguana, y entre más se tarden en empezar mas tardaremos en salir de aquí
-se nota que estas ansioso por conocer a nuestros nuevos compañeros ¿verdad? – comenzó a molestarlo Kai
-ja, ja, que gracioso - dijo con sarcasmo - pues no, es todo lo contrario, no puedo creer que nos pusieran a ese grupo de niñatos como compañeros por medio año, ¿qué creen que somos? ¿Niñeras?
-ya, ya, tranquilo Reita, no es tampoco para que te pongas así – trato de calmarlo el guitarrista menor – además, ni siquiera los conoces, no exageres las cosas
-¡bah! Patrañas, mejor ensayemos, no quiero seguir hablando de esto – todos suspiraron y se pusieron en sus lugares para comenzar con el ensayo de ese día, el cual, terminaría temprano ya que esa noche viajarían a Tokio para ir con sus nuevos compañeros de gira.
El ensayo pasó de lo más normal, tocaron varias canciones antiguas y unas más del nuevo álbum que habían sacado recientemente. Todos estaban animados y a veces se hacían unas cuantas bromas, todos menos el bajista, quien solo ponía una cara de fastidio. Todos notaron esto, pero prefirieron no darle mucha importancia ya que seguro era uno de sus clásicos berrinches. Después de tres horas el ensayo acabo, todos se encontraban guardando sus pertenencias y charlando entre ellos.
-hey, Ruki –le llamo Aoi
-¿Qué pasa?
-¿conoces a los chicos con los que trabajaremos los próximos meses?
-pues… no realmente, solo eh oído hablar mucho de ellos últimamente, y pues… creo que solo eso, nunca eh hablado con ninguno de ellos, pero se ve que son buenas personas
-¿eso crees?
-supongo
-yo digo que no lo sabremos hasta que convivamos con ellos – comento Uruha – además ¿no creen que será divertido aprender de otros estilos de música? – dijo mientras guardaba su guitarra en su estuche
-¡sí! Además, puede que haiga alguien en ese grupo que cocine, ¡así podríamos compartir recetas! – comento feliz el baterista mientras se ponía su chaqueta negra
-por favor, ¿en serio quieren trabajar con esos tipos? – Dijo algo fastidiado el bajista – ¿qué tiene de interesante convivir con una manada de fresas consentidos?
-ya deja de estar de amargado, además, quieras o no vas a tener que ir – le recalco Ruki
-eso es lo peor, que quiera o no tendré que ir… -suspiro- bueno, yo me voy, ¿a qué horas debemos estar en la estación para tomar el tren? –Preguntó de mala gana-
-a las seis y media
-está bien, nos vemos – tomo su bolso y su bajo para luego salir de aquella sala.
“tranquilo Akira… no puede ser tan malo, míralo por el lado positivo, conocerás a más gente, y otro tipo de género musical, además, puedes aprovecharte de la situación y divertirte un rato con alguno de ellos… “presiono el botón para llamar al elevador y espero un momento a que las puertas se abrieran, al hacerlo entro y presiono el botón para ir al estacionamiento “tal vez pueda pasar algo interesante… o al menos eso espero… me pregunto si llegare a aprender algo de todo esto… “el elevador llego al estacionamiento y el bajista bajo de este para ir a buscar su auto “de algo estoy seguro… va a ser totalmente bizarro… demonios, ¿Quién sugirió esto? Y más importante… ¡¿Por qué nosotros?! Habiendo tantas bandas de visual kei…” tomo las llaves de su auto y abrió la puerta de este. Primero dejo su bajo y su bolso en el asiento trasero y por último el se sentó en el asiento del conductor. Recargo sus brazos cruzados sobre el volante y apoyo su frente en ellos, se sentía estresado, tenía que descansar un poco y relajarse antes de viajar.
-esto es horrible… necesito urgentemente unas vacaciones o si no me volveré loco, no soportare tanto estrés… es oficial, después de la famosa gira pediré vacaciones y me iré solo a una playa paradisiaca… o tal vez a un lago… si un lago, eso suena bien, rentare una cabaña y me iré unos días para relajarme… - decía para sí mismo con los ojos cerrados imaginándose sus posibles vacaciones – tranquilo Reita, todo saldrá bien, solo es medio año, el tiempo pasara volando y cuando menos te des cuenta la gira habrá acabado y estarás tomándote unas bien merecidas vacaciones … -suspiro profundamente y abrió los ojos incorporándose en su asiento – debo dejar de quejarme y tomarme las cosas a la ligera… se positivo… po-si-ti-vo – encendió el vehículo y lo puso en marcha. Iba manejando despreocupadamente por las calles de la cuidad de Kanagawa, no tenia apuro en llegar a su hogar, además de que estaba muy cerca del lugar en el que ensayaba con sus compañeros.
En menos de quince minutos llego al edificio de departamentos en el cual vivía. El portero abrió la gran reja del estacionamiento dejándolo pasar. Estaciono su auto en el lugar que le correspondía y bajo de él, llevándose consigo sus pertenencias. Subió por las escaleras hasta el quinto piso “demonios, odio que el elevador no funcione, y yo que me traje todo ¡demonios, demonios, demonios!” refunfuñaba desde sus adentros subiendo los escalones con dificultad.
Por fin al llegar al quinto piso se paro frente a la puerta del apartamento 502, busco las llaves en el bolsillo de su pantalón y la abrió. Al entrar y cerrar la puerta tras de sí, dejo todas las cosas desplomadas en el piso y se tiro en el sofá, boca abajo y con los ojos cerrados
-tengo que ducharme, hacer mis maletas, arreglar el departamento, limpiar todo, lavar la ropa sucia y preparar algo de comer… y todo a la ultima hora… será mejor que me apresure… ¿por qué demonios tuve que desvelarme ayer?, bueno, seguro que cuando me duche el sueño se irá… - con dificultad se levanto del sillón y fue arrastrando los pies hasta su habitación.
Al entrar pudo ver todo hecho un desastre. Había ropa tirada por todos lados, platos de comida que incluso llevaban semanas ahí, bazos con agua o refresco ya sin gas, tazas de café frio, papeles con partituras escritas regados por todo el suelo y la cama sin hacer. En fin, casi ni se podía caminar por ahí. Suspiro profundamente y se dirigió como pudo al armario para tomar sus cosas y tomar una ducha.
Se metió al baño y puso a llenar la tina con agua tibia, mientras esta comenzaba a llenarse el se quito sus prendas. Luego se metió a la tina relajándose completamente con el agua.
Trataba de asimilar todo lo que estaba por pasar, aunque muy en el fondo estaba ansioso por llegar a Tokio con sus nuevos compañeros, no iba a admitirlo abiertamente con los demás.
Comenzó a lavar todo su cuerpo con paciencia, no había prisas ya que, según él, era aun temprano para hacer todos los deberes que aun tenía pendientes.
Tardo en ducharse casi cuarenta minutos, al salir de la ducha -que estaba en la misma habitación- comenzó a buscar las prendas que usaría. Tardo diez minutos en encontrar lo que quería, ya que todo estaba desordenado y no podía encontrar nada.
Después de arreglarse se dispuso a ordenar su habitación y a poner todo en su lugar, tardo mucho más de lo que habría imaginado, el tiempo se le había ido volando y para cuando se dio cuenta, eran ya las tres y cuarto de la tarde, a esa hora apenas le daría tiempo de arreglar sus maletas y de ordenar un poco el resto de su hogar.
Saco sus maletas y comenzó a guardar todo lo que era esencial para él, como ropa, accesorios, calzado, unas cuantas cosas personales y por su puesto sus inseparables banditas que cubrían su nariz.
-bien, ya estoy casi listo, contratare a alguien para que venga a hacer el aseo, creo que voy a tiempo… mhhh son apenas las cinco en punto… la estación no queda lejos así que aun me da tiempo de descansar un rato – se tiro en la cama relajando su espalda que ya estaba dolorida. Mantuvo su vista en el techo, perdido en un punto exacto de este “me siento extraño… de cierta forma no sé si estoy molesto o no con todo esto… tal vez actué muy precipitadamente con los chicos.” Cerro sus ojos tratando de descansar un momento “ya no se qué pensar… pff mejor me designare y ya, de todos modos ya no hay marcha atrás” comenzaba a relajarse de sobremanera, tanto que no se dio cuenta de cuando se había quedado profundamente dormido.
5:30… 6:05… 6:20 y aun no despertaba. Ni siquiera la insistente alarma del despertador podía sacarlo de sus profundos sueños. Dieron las seis treinta y cinco y su celular comenzó a sonar como loco, desde lo más profundo de sus sueños lo oía a lo lejos, pero no le prestó mucha atención hasta que aquel sonido se hizo tan molesto que lo obligo a abrir pesadamente sus ojos, mirando con molestia aquel aparato que insistentemente sonaba y sonaba. Estiro su brazo hasta llegar al buro en el cual estaba su celular y lo tomo para después contestar a la llamada.
-¿hola? –dijo con la voz ronca
- ¡Maldita Iguana! ¿¡Donde carajos estas!? ¡Te estamos esperando desde hace madia hora y no te apareces! – tuvo que alejar el auricular de su oído, ya que los gritos con los que Aoi le regañaba podían escucharse claramente a metros de distancia
-tranquilo, no es para que te enojes, estaba arreglando mis cosas y me quede dormido, además, no exageres, aun es temprano – contesto con cierto aire de tranquilidad que hizo molestar mas al pelinegro
-¡¿temprano?! ¡Son las seis treinta y siete iguana de pacotilla! – de nuevo el grito
-¡¿Qué?! ¡Carajo! ¡Me quede dormido más de la cuenta! Voy para allá, no tardo.
-te esperamos en los asientos que están frente al cartel de las salidas, ¡no tardes iguana fea!
-no, no tardo, adiós – y sin antes esperar una respuesta corto la llamada.
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Todos lo miraban reprobatoriamente, y es que los tenia preocupados, habían intentado llamarlo desde hacia media hora y no contestaba.
-¿Qué tienes que decir a tu defensa Aki-chan? – Pregunto Ruki parado frente a Reita que estaba sentado en una banca jadeante por la carrera que tuvo que hacer de su casa a la estación.
-Que me quede dormido, y como no si ayer apenas y dormí tres horas – se excuso en voz baja como niño regañado
-Pues quien te manda a desvelarte tonto Akira – Le cuestiono Uruha sentado junto a el
-Ya, de todos modos ya estoy aquí, ¿de qué se cejan? Aun vamos a tiempo ¿no?
-No cambies de tema Suzuki Akira, ¿Sabes lo preocupados que nos pusimos? ¡Pensamos unas fans te habían secuestrado! ¡Baka! – Le regaño el más pequeño de todos con un pequeño puchero en su rostro, y aquel evidente tono que usaba cuando estaba preocupado por algo – Por lo menos no te paso nada…
-No veo por qué hagan tanto drama, además ¿Qué no es ya la hora de tomar el tren? –pregunto viendo el enorme cartel electrónico frente a ellos que anunciaba los arribos y las salidas.
-¡cierto! ¡Ya tomen sus cosas! Vamos para la plataforma – indico el batero tomando sus maletas, los demás hicieron lo mismo y tomaron sus cosas
Todos comenzaron a ir para la plataforma, antes de entrar a esta les revisaron sus boletos a cada uno, al terminar aquello los dejaron pasar hacia donde estaba el tren.
Sus maletas irían en una zona especial así que las dejaron con los que las acomodaban y se dispusieron a subir al tren que los llevaría a su próximo destino… el mismo destino que cambiaria la vida de más de uno.
“… No tengo que ponerme negativo, ademas… ¿Qué podría salir mal?