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UNA CRUDA VERDAD por DRAGIOLA

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Notas del fanfic:

Como siempre Kyo Kara Maou no me pertenece, etc, etc, etc.

Notas del capitulo:

Este es un on-shot que escribi hace un par de dias, porque, ni me acuerdo, solo me latio escribirlo, como aproveche de revisar la ortografia con mi super Word, bueno lo subo, espero que le guste.

 

            UNA CRUDA VERDAD

 

 

 

Los besos, las caricias, las risas, inundaban el cuarto, la felicidad llenaba por completo el ambiente, la lujuria se hacia sentir en el rechinar de la cama junto a los gemidos de placer, mientras un alma herida se oculta en la oscuridad deseando que todo acabe lo mas rápido posible para poder salir de su escondite y poder llorar a sus anchas.

 

Sabia que no era solo su imaginación, ni mucho menos producto de sus celos infundados como muchos siempre le criticaban, que mejor prueba que esa.

 

No podía creer su mala suerte, justo en aquel cuarto en donde escondiera el obsequio de cumpleaños para su amado tenia que ser también el  escogido por el.

 

Apenas escucho su voz, se oculto con su presente en el gigantesco armario del cuarto de invitados, cual fue su sorpresa al escuchar que alguien le acompañaba, cuanto le dolió al oírle decir aquellas palabras que por tanto tiempo deseo escucharle decir a él.

 

Las lagrimas caían sin cesar, la cabeza le dolía, el cuerpo no le respondía y muy a su pesar debía encerrarse en el baños de su habitación negándole a Greta el leer un cuento, apenas la escucho marcharse continuo en lo que estaba.  Sentía su pecho romperse, ya no podía seguir negando lo inevitable, dentro de un par de días seria su cumpleaños, le había dicho que antes de este tenia algo importante que comunicarle, ahora sabia de que se trataba, toda esperanza se hizo añicos en esas horas, esas horribles horas.

 

 

Aquella noche se comporto tiernamente, le extraño que no se presentara a la cena, intento de ignorarlo, se tapo con las sabanas lo mas que pudo, no deseaba que notara los rastros de su reciente llanto, le beso en la cabeza y no pudo evitar soltar un suspiro, “te sientes culpable, verdad enclenque infiel”

 

 

Esa mañana se deslumbraba un día esplendoroso, digno para la celebración que se daría aquella noche, mas para el, ese día era oscuro, esa fiesta era su sentencia, como podía estar feliz si dentro de poco tendría que verle de lejos, como podía disfrutar si ya no seria suyo, pero acaso, ¿alguna vez fue suyo?

 

La vio acercándose por el pasillo, era ella, la misma, no podía equivocarse, antes de estar frente a frente ya le sonreía victoriosa. 

 

Se detuvieron para saludarse como las reglas de etiqueta lo exigían, se sorprendió al ver como le entregaba algo, lo sostuvo extrañada entre sus manos y para cuando se dio cuenta, la daga fue enterrada directo en su corazón.

 

Los gritos recorrieron los largos pasillos del Pacto de Sangre para cuando los guardias llegaron al lugar la vieron cubierta de sangre con la daga en la mano y un cuerpo tirado en medio de un charco rojo, cual fue su sorpresa al darse cuenta que no era otro que su amado príncipe, el prometido real.  La joven aun en shock gritaba ser inocente, pero la ira en aquellos hombres era clara, solo la intervención de otros soldados que no pertenecían al escuadra Bielfield la salvaron de una matanza segura.

 

 

Nadie daba crédito a lo que pasaba, el prometido real había sido atacado, ni por mas ni nada menos, que una noble que descaradamente exigía ver al rey, esto mas que sorprender a los hombres de confianza del monarca, les había molestado, tanto así que le pedían explicaciones a él por lo sucedido, mientras este solo intentaba entrar a ver al rubio que aun era tratado en por la medico de palacio.

 

Creerle lo que pasaba era difícil, pero aun mas lo que ella le decía, ¿Cómo podía existir un ser tan cruel?, jamás se perdonaría el haberle sido infiel, no la amaba, de eso estaba seguro, si estuvo con ella fue por simple curiosidad, deseo, lujuria, era joven y el cuerpo le exigía ciertas cosas que con el rubio, por mas que quisiera, no deseaba hacer, al menos no todavía. 

 

“El me dio la daga, tomo mis manos, el mismo se apuñalo, lo juro mi amor, eso fue lo que paso”

 

Sus palabras eran peor que basura, como podía inventar algo como eso, ahora entendía porque sus hermanos le veían con tal furia, ellos se dieron cuenta de la relación que tenia con la asesina de su hermano, daba gracias al cielo por que su intento hubiese fallado.

 

Intentaron mantenerlo alejado, mas el se las ingenio para entrar a verle, bueno no fue muy difícil contando con que el era el rey, lloro amargamente en su lecho, suplicándole perdón, refregándole una verdad de la cual el ya era conciente, jurándole que nunca volvería a pasar, aunque el mismo sabia que no seria muy probable a que esto fuera cierto.

 

Una semana mas tarde en  su cuarto, respiro profundo, tomo el valor necesario y le pregunto que era la tan importante decisión que debía decirle el día de su cumpleaños.

 

Bajo la mirada, estaba nervioso, vio como se dirigía hasta un baúl para sacar algo, se dirigió hasta su lado, se sentó y le pidió que cerrara los ojos, un tanto renuente lo hizo, sintió como tomaba sus manos entre las suyas para entregarle un objeto, abrió los ojos y miro de qué se trataba.  Una pequeña caja azul, eso era, la insto a que la abriera, mientras él, le recordaba que ese era el quien debía darle un presente y no al revés.

 

Sonrío complacido, mientras el habría la cajita mirando extrañado en su interior.

 

“Esto es lo que quería decirte”

 

Le dijo mientras sacaba una sortija de la cajita y se la ponía en su dedo, sorprendido no era la palabra mas obvia que se le ocurría en ese momento, ¿Qué significaba esto?, lastima.

 

Se saco el anillo y lo deposito en su mano, el se extraño.

 

“No lo hagas por culpa”

 

Claro estaba que el rubio en cierta forma tenia razón, pero lo que el no sabia, era que desde antes eso estaba planeado, supuestamente la propuesta seria hecha en plena celebración, también que la fecha seria fijada en los días siguientes, además de que la decisión fue tomada por la presión ejercida por los nobles, pero aun así, no le importaba, quería al rubio, era su amigo y sabia que con el tiempo terminaría aceptando el hecho de tener algo mas que eso, entonces en medio de todo aquello apareció ella, su ultima canita al aire, le había dicho Von Spielberg, aunque en el fondo el sospechaba que lo que realmente deseaba aquel hombre, era que cambiara de parecer, abandonara a su propio sobrino y se casara con la joven que el mismo le hubiese presentado, era obvio por que no aparecía ahora.

 

Después de mucho tiempo, Wolfram finalmente decidió aceptar su propuesta, algo de responsabilidad debía de tener en eso su tío, aunque siempre creyó que no era de su agrado, mucho menos tras lo ocurrido, al igual que el y sus hermanos, sabían perfectamente que la mejoría del rubio se debía única y exclusivamente al moreno.

 

Le insistió tanto que no pudo negarse, le ayudo a levantarse y le acompaño hasta donde el le pidió, le divertía el hecho que le pidiera lo mismo que el hizo al darle su regalo, mas al verle hurgar en ese armario que parecía no tener fin.  Por alguna razón aquel lugar se le hizo conocido, mas no quise prestarle atención, su rubio ya estaba enfrente de el con su presente.

 

 

Aunque hubieron muchos que se molestaron con la sentencia, el no daría pie atrás, hacia mucho tiempo el decidió que al convertirse en el Maou de esa nación, mientras el estuviera a cargo, nadie moriría, mucho menos por su propia mano, así fue como la joven noble que fuera su amante, termino exiliada para nunca volver a tierras mazokus.

 

 

La algarabía era tan grande que nadie podía negar que ese seria el suceso que marcaría por siglos aquella nación, ya ni un solo alfiler entraba en palacio. La ceremonia nupcial estaba a punto de empezar y un nervioso príncipe entraba tomado del brazo de su tío, quien no fingía para nada su satisfacción.  En el altar un igual nervioso moreno le esperaba impaciente.

 

La ceremonia seguía su curso normal, jamás pensó que se tardara tanto, si no estuviera tan nervioso, bostezaría de aburrimiento, pero luego recordaba a su futuro consorte a su lado y como le haría pagar aquello, en cuanto estuvieran a solas.  Dejo entonces volar su mente, recordando varias cosas en ello, cuando llego a ese extraño mundo, sus aventuras, los últimos días de libertad, eso le produjo algo de risa que pudo contener apenas, el lo noto, pero al solo ver una sonrisa, el también se la correspondió.  Se había salvado, no había peor cosa que iniciar su matrimonio con una pelea, matrimonio, eso ya no le molestaba como antes.  Aun no se perdonaba lo que le había hecho, por su culpa casi había muerto, no, no debía pensar en eso, ahora solo debía concentrarse en lo que pasaba en ese momento.  Pero sin quererlo su mente le llevo al ultimo día con ella, se odio por eso, pero tal como le dijera el hermano mayor de su suegra, una canita al aire no debía molestarle, quizás con los recuerdos fuera lo mismo, aunque el no deseaba rememorar eso, le era imposible, así que dejo que su mente siguiera su curso mientras la ceremonia continuaba.  

El cuarto, se dijo para si mismo, su mente dio un giro, ya no deseaba obviar lo que recordaba si no todo lo contrario, ese cuarto lo conocía, ¿acaso no era el mismo en donde Wolfram oculto su obsequio?, ¿acaso no era el mismo en donde estuvieron por ultima vez?, la duda cruzo su mente y una dolorosa pregunta se plantaba en su mente, miro al rubio con temor, estaba radiante, le sonreía, entonces escucho a la sacerdotisa hacerle una pregunta.

 

“Acepta a su excelencia Wolfram Von Bielfield como su fiel consorte, Heika Yuri Shibuya, 27Maou de Shin Makoku”

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Fin

Notas finales:

Siiii, se que algunos quizas digan ¡queeeee!, bueno, si no entendieron, porque siempre me salen algunos con que no entendieron, no duden en preguntar que yo intentare de contestar.

A veces no todo lo vemos es lo que parece y algo asi fue lo que quize mostrar en esta historia.

Se agradece la lectura, ademas de los comentarios, siempre son bien recibidos, dijera Ciel y la misma Phru, los reviw son mi alimento diario, sin ellos no vivo, jajaja, si se, soy dramatica, aunque no estoy segura si eso fue exactamente lo que dijeron, aun ando media, media, con esta estupida gripe que no pasa.


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