- Ne, nee , kai chan…
El sonriente guitarrista de cabello negro, detenía el paso de su también sonriente líder, por los pasillos de PSC.
- ¿Por qué llevas tanta prisa? , ¿A dónde vas?
Kai sonrió, desde hace poco mas de cinco meses, que en su tiempo libre no se dirigía a otro lado que no fuera, la sala de ensayos, de Alice nine. Aquella pregunta con respuesta mas que obvia, solo tenía como fin hacer algo de plática, o molestar un poco a kai… depende de cómo se quiera ver…
- Aoi chan… ¿realmente no sabes a donde voy? – lanzo una mirada cansada al insistente guitarrista - yo creo que ya sabes… ¿realmente quieres que te lo diga otra vez?
Ante la visión de la futura ira de su líder, el guitarrista decidió echarse a reír, y así desistir de molestar a kai.
- Ok, esta bien, pero, Ruki quiere saber si esta noche contamos contigo.
- Pues… - pensó un poco – no lo se…
- ¡kai!! Estas todo el tiempo con Nao … solo te pedimos un rato con nosotros, solo los cinco, ¿recuerdas?, como en los viejos tiempos.
Kai sonrió y movió la cabeza, ante la divertida terquedad de su amigo.
- Aoi chan , - kai hablo con el mismo tono paciente con el cual se le habla a un niño pequeño, - también me gustaría reunirme así con ustedes pero , …- hizo silencio tratando de escoger bien sus palabras, y no ofender al presente – seamos sinceros Aoi chan., siempre que nos reunimos los cinco , a las dos horas Reita y Ruki se encierran en el cuarto mas cercano, y a los veinte minutos después , yo tengo que salir disparado , porque tu te quieres follar a uruha en cualquier lado del departamento, sin pudor alguno.
- ¿envidia?, - dijo jugando-
- Claro que no.
Sin darse cuanta, ya habían llegado a la sala de ensayos, a la cual kai originalmente se dirigía . Una chica de staff lo detuvo antes de que entrara. Aoi guardo su distancia, y observo a su líder intercambiar algunas palabras con dicha chica, después camino nuevamente a su lado.
- Parece que están ocupados.
Aoi suspiro metiendo sus manos a sus bolsillos traseros.
- ¿y ahora? - pregunto con su usual poca paciencia-
- Te invito algo de tomar en la cafetería., ¿quieres?
Aoi, asintió, una invitación nunca se rechazaba.
Una vez en la cafetería se pusieron cómodos, pues estaban seguros que esperarían a nao, por lo menos una hora.
- ¿conocías a nao desde antes de que nos conocieras a nosotros verdad kai chi? – pregunto el guitarrista sonriente, preguntaba esto, con el único propósito de hacer platica, pues el silencio nunca le había gustado mucho, - ¿Por qué nunca nos has platicado acerca de eso?, me sorprendí mucho aquella vez que nos presentaron a alce nine, y tu corriste a verlo, como si fuera tu gran amigo de antaño.
Kai miro a su amigo, de forma algo sentida, dio un sorbo a su café, y luego hablo serio.
- Ustedes nunca me cuentan mucho , acerca de cómo eran antes de gazette.
- Kai chií, gomenne - Aoi hablaba con una enorme sonrisa, y en broma, pero por dentro sabia que eso era en parte cierto, aun así se defendió - al principio tu no querías compartir cuarto con nadie, te perdiste de muchas cosas kai nii. – dijo entre orgulloso y divertido.-
Kai se encogió de hombros aceptando aquella parte de culpa.
- Siempre he necesitado mi espacio. – y por fin kai dejo ver esa hermosa sonrisa que lo caracterizaba-
Por unos largos segundos no se dijeron nada, hasta que el tierno corazón del baterista cedió, ¿Por qué no contar esa parte de su vida a estos compañeros que últimamente eran como sus hermanos?
- Conocí a nao hace varios años atrás, - hablo con la mirada perdida en su café, mientras que Aoi no se podía creer que kai le fuera a contar, - mi familia se mudaba mucho, y me costaba hacer amigos, cada vez que volvíamos a mudarnos, me daban ganas de quedarme debajo de mi cama, y no salir, pues de todas formas, nos mudaríamos de nuevo.
Poco a poco el baterista se fue apoyando en la mesa, buscando una posición cómoda, mientras recordaba con la mirada perdida en algún sitio. Aoi también se acomodo en la silla mientras se sentía feliz, pues parecía que kai le contaria una parte importante de su vida.
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- Uke chan, ¿no me vas a ayudar a desempacar? - regañaba la joven madre de kai, al ver a su pequeño de diez años a punto de escapar por la puerta de su nuevo hogar , la madre ya había encontrado la manera de cómo hablarle kai, siempre fuerte y claro, sin titubear, pues de otra forma , el pequeño seguro se salía con la suya, - almenos solo ayúdame a desempacar tus cosas. – ordeno -
- ¿puedo hacerlo mas tarde? - pregunto el pequeño con pucheros, odiaba la parte de desempacar, esa parte para el, siempre era la peor, - quiero ir a ver que hay…
- Solo hay casas – dijo enojada – desempaca , y luego sales, además – agrego, girándose hacia una de las muchas cajas que se encontraban a sus pies – no me gusta que andes por ahí tu solo, no conocemos a nadie, si quieres salir , lleva a tu hermano.
Para cuando alzo la mirada para ver a su pequeño hijo, se dio cuanta que desde hace unos cuantos segundos le hablaba al aire, pues al parecer kai había logrado escapar.
El pequeño niño corrió lo mas que pudo, sintiendo tras de si el grito de su madre llamándolo, seguro cuando volviera a casa ella estaría molesta, pero eso ahora no importaba. Se detuvo en una calle, la gente parecía agradable, pero el no se sentía feliz, el no había querido mudarse… un sentimiento de nostalgia le invadia el pecho.
Ahora solo caminaba, observando los establecimientos que se encontraban a su alrededor, miro tiendas y observo rostros… esto no se parecía en nada a su antigua ciudad…
- Definitivamente este lugar no me va a gustar.
Kai había hablado para si, pero, una voz haciéndole eco a sus espaldas, se encargo de mostrarle que alguien lo había escuchado.
- ¿Por qué no te gusta?
Tras la pequeña y suave voz , Kai se giro, sorprendiéndose al ver a un niño casi de su edad. No le respondió, simplemente , lo miro con desconfianza, sin dejar de mirarlo, retrocedió dos pasos, dando media vuelta casi al instante, después camino rápido, y se interno en una pequeña plaza. Le tomo dos segundos darse cuenta que El otro niño lo seguía de cerca, así que kai caminaba cada vez mas rápido, para así poder perderlo, sin tener que correr de el, pero el otro niño persistente no se daba por vencido, y también apretaba el paso.
- ¿Qué quieres? – por fin hablo el pequeño kai sin detenerse - ¿Por qué me estas siguiendo?- kai no podia mentir , sentía algo de miedo debido a la insistencia del otro -
- Yo vivo aquí, - dijo eso como si no fuera obvio - ¿quieres que te enseñe donde esta todo?
- No, - dijo seco y tajante –
- ¿Eres el niño que se acaba de mudar verdad? – no obtuvo respuesta – vi todas tus cosas en tu patio, y también el camión de mudanzas, - una vez mas sin respuesta, - yo vivo al lado de tu nueva casa.
Esto si le intereso al pequeño kai, entonces se detuvo, se giro y miro detenidamente al niño, un poco mas bajito que el, su cabello negro y corto, unos shorts de color azul cubrían sus pies hasta poco mas debajo de las rodillas, y una playera negra, se encargaba de cubrir el resto..
- ¿vives al lado de mi casa?
- Si, te vi cuando llegaste, tu casa es bonita, siempre estuve esperando que alguien llegara a vivir ahí.
- ¿si? … ¿Por qué?
- Porque creo que seria divertido tener vecinos.
- Pero tienes más vecinos.
- Si, pero yo quería que alguien viviera frente a mi ventana, siempre que me asomo, veo esa casa vacía, supongo que ahora eso cambiara.
Kai asintió, aun algo desconfiado, siguieron caminando, esta vez despacio, y lado a lado.
- Me llamo naoyuki., ¿y tu?
- Yutaka Uke.
Nao sonrió, y luego pregunto:
- ¿y porque no te gusta vivir aquí?
Kai bajo la mirada, sosteniendo la misma cara de un niño berrinchudo, no podía decirle a este niño que ya no quería acostumbrarse a ningún lugar debido a sus constantes mudanzas, “si te digo que este lugar no será un lugar fijo para vivir, ¿aun así querrías ser mi amigo?, apuesto a que no…”
- Es aburrido, me gustaba más mi otra ciudad.
Nao sonrió y miro hacia la serenidad del cielo sin nubes.
- Algún día me mudare a Tokio
- ¿Por qué quieres vivir allá?
- Pues porque creo que allá podría ser mas divertido que aquí.
Ambos niños por fin rieron juntos, después de un rato cuando empezaba a hacer frio y el sol comenzaba a perderse, kai se dio cuenta que no tenia idea de cómo volver a su nueva casa.
- Yo te llevo – se ofreció gustoso nao-
Kai acepto, pero incluso para su corta edad este incidente, le dio vergüenza, cuando había salido corriendo de su casa, no había puesto cuidado hacia que dirección había corrido…
Una vez frente a la casa de kai, nao señalo su casa, que efectivamente , estaba justamente al lado.
- Esa es mi casa,- señalo arriba - y esa es mi ventana. ¿Cuál es tu cuarto?
- No tengo idea. – eso era verdad -
- ¿Por qué no escoges la ventana que esta frente a la mía?
- ¿y para que?
- Pues… podríamos hacernos señas por las noches, o algo así.
Kai hizo puchero, no entendiendo… este niño era un poco extraño.
- Nos vemos mañana.
- ¿quieres que mañana te muestre otros sitios?
- ¿otros?
- Si, es que hoy solo vimos los comunes, si te enseño lugares mas interesantes, tal ves vivir aquí te guste mas.
- Bueno, pero no lo creo… nunca me gustara vivir aquí.
Como todo niño grosero kai entro a su muy desordenada casa, sin siquiera despedirse del pequeño nao.
Al siguiente día, kai no pudo salir hasta después de la hora de comer, su madre lo había regañado por salirse el día anterior prácticamente a la fuerza.
- ¿entonces tuviste que desempacar?
pregunto el pequeño nao, mientras dirigía a kai hacia algún lado.
- Deje muchas cosas en las cajas, solo las metí debajo de la cama.
- Tu mama se dará cuenta – dijo nao mas que convencido -
- ¿Cómo sabes?
- Mi mama siempre revisa debajo de mi cama, para asegurarse que no tenga basura por ahí escondida,… todas las mamas son iguales.
Kai se quedo en silencio, mientras seguía de cerca a nao, no tenia idea de a donde se dirigían, pero el paisaje comenzaba a mostrarse interesante.
- Uke chií!, llegamos.
- ¿Cómo me llamaste?
Kai estaba molesto por el reciente sobrenombre puesto a su persona, pero entonces noto el azul… el azul inmenso y tranquilo del mar. Abrió los ojos grandes, y sonrió.
- Wooo… - dijo sorprendido – no sabia que el mar quedaba tan cerca.
- ¿te gusta? - pregunto el otro con ojos brillantes-
- Si, es la primera vez que vivo cerca del mar.
- ¿entonces si te gusta vivir aquí?
- Creo que, podría acostumbrarme. – dijo aun cautivado por la impresionante vista del solitario mar-
- ¡que bien! - sin pensarlo abrazo de sorpresa a kai, haciéndolo transbilar, - como ya te gusta vivir aquí ¡entonces seremos amigos!.
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- Valla – dijo Aoi mirando feliz al baterista - sabia que habías conocido a nao antes, pero, nunca me imagine que tanto.
- Si, - sonrió - me alegro que en aquel entonces me haya hablado.
Ambos bebieron un poco su café.
- ¡oigan ustedes dos!
Aquella voz fuerte, obviamente rompió el silencio, y llamo la atención, se trataba de Ruki en compañía de Reita.
- ¡los hemos estado buscando!, recorrí casi todas las salas de ensayo.
- Gomen ruu chan, - se disculpo Aoi - ¿Qué pasa?
- ¿Qué pasa? – ambos músicos recién llegados tomaron asiento, Reita parecía divertirse con el enojo del pequeño, y solo guardaba silencio, limitándose a observarlo,- ¿vienes hoy a mi casa verdad kai?
- De eso justamente le hablaba a Aoi … lo que pasa es que …
- ¿no quieres venir?
Ruki se puso visiblemente triste.
- Kai chan me contaba – Aoi intervino para así salvar el momento - algunos pasajes de su vida – aunque estaba serio Aoi tenia el don de provocar risa-
Reita se sonrió y luego por fin hablo.
- ¿pasajes de tu vida? ¿Cuáles?
Kai se sonrojo.
- Aoi quería saber porque nunca les cuento de nao.
- Porque por lo regular no me interesa la vida porno de los demás.
Este comentario digno de uruha, anuncio por si solo la llegada de este, todos sonrieron, a excepción del baterista.
Uruha se abrió paso, y consiguió recorrer un lugar a ruki, para asi quedar sentado al lado de Aoi, de lo mas normal, lo tomo de la nuca, besándolo rápido, pero profundamente después de eso retomo la platica.
- no habras estado contando nuestras intimidades, ¿verdad Aoi shii?
- Esta vez no -sonrió malignamente Aoi-
Kai estaba algo molesto por la resiente interrupción a su relato, así que decidió contraatacar.
- Bien, soy todo oídos.
Todos los presentes lo miraron sin comprender. El baterista prosiguió.
- Dime Aoi, cuéntame, ¿ como conociste a uru? ¿como era antes de que yo llegara?
- Kaaaaaii ¨¨ - Aoi se puso nervioso,- ¡esto es trampa!, tu historia con nao es tan inocente ¨¨, porque se conocieron a los diez años… pero la mía con uru es…
- Lo viole en un bar. – interrumpió uruha de lo mas tranquilo, mientras buscaba algo de dinero en sus bolsillos, seguramente para ir a comprarse una bebida. –
- Si, si – hablo tranquilo Aoi hacia kai – eso justamente paso.
Todos veían divertidos a esos dos que juntos eran entre extraños, y divertidos.
- Justamente pensaba eso en la mañana.
El silencioso bajista por fin había hablado, haciendo que todos lo miraran. Esto también logro que uruha y Aoi guardaran silencio.
- ¿en que pensabas?
Ruki torció la cabeza para mirar al bajista a su lado, lanzándole una mirada complaciente al igual que una sonrisa.
El otro sin moverse le contesto mirándolo con esos hermosos y cautivantes ojos.
- Estaba recordando en como comenzó todo ruu chan...
Ruki en vez de avergonzarse, solo amplio su sonrisa, y sus ojos parecieron resplandecer, mientras seguía mirando a Reita.
- ¿ como rei chan?.. – pregunto curioso kai –
- Si, aki chan… cuéntanos. – dijo aoi , en un tono mas bien, burlesco , sin pensárselo, reita había salvado a aoi de tener que contar su historia.-
Reita , descubrió que por si solo se había metido en la boca del lobo, estuvo a punto de arrepentirse, pero la mirada curiosa de sus amigos , lo hicieron continuar.
- Yo acababa de cumplir diecisiete años, Ruki estaba en mi clase, al igual que uru ... - Reita comenzó resignado , dirigiéndose mas hacia kai, el relato obviamente iba para todos , pero kai era el único que no sabia, asi que el bajista parecía dispuesto a contarle - desde el primer momento en que vi a Ruki, supe que llegaría a rozar sus labios, aunque fuera solo una vez, me parecía interesante, y una vez que nos hicimos amigos ese sentimiento había crecido silencioso en mi interior…
¨¨¨ ¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨ ¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨
- Sr. Suzuki.
Hablo determinante la profesora encargada del curso, frente a toda la clase, encañonando con su mirada fulminante a un Reita, que lucia el labio roto, y la camisa tironeada.
- Si no me dice quien le hizo esto, tendré que dejarlo castigado, no solo hoy, si no por el resto de la semana.
Todos a su alrededor miraban a Reita, sorprendidos de que no quisiera delatar a su agresor. Mientras, Reita bastante firme, y sin sucumbir ante ninguna amenaza, parecía tranquilo.
- Bien… con que eso quiere… - al parecer la maestra había llegado al limite de su paciencia, eso se le podía notar en el tono de su voz – a partir de hoy se quedara después de clases para limpiar el salón. Sr. Suzuki quiero ver este salón impecable mañana por la mañana. – advirtió .-
Cuando aquella bruja salió, los primeros en correr al lado de Reita fueron Ruki, y uruha.
- ¡idiota! – el primero en hablar fue un muy molesto uruha - ¿ porque no le dijiste quien te masacro allá afuera?
- Nunca delatare a nadie - dijo Reita bastante seguro – no importa que tan idiotas sean.
- Pero te golpearon entre tres… - ruki bajo la mirada – devi llegar antes para ayudarte - el pequeño se sentía bastante culpable , por no haber podido ayudar a Reita –
- No hay problema, ya me las pagaran, pero por supuesto que no mandare a una cuarentona a que me vengue, eso pienso hacerlo yo.
Por la tarde uruha y Ruki se despidieron de Reita… dejándolo solo en el salón, pues no importa cuanto quisieran evadirlo, castigo, era castigo… y debía cumplirlo. El bajista quedo solo, solo en ese enorme salón, que estando vacio se daba cuenta por fin, de lo inmenso que era.
Se quejo débilmente, y se toco el labio… palpitaba…, el regaño de todos los profesores que desfilaron a darle clase alrededor del día, lo dejaron derrotado, pero ninguno le permitió atenderse la lesión.
Suspiro… tenia toda la tarde para arreglar el salón, pero ahora otra cosa le preocupaba… si su madre se enteraba , de que se había vuelto a meter en problemas , le iría muy mal, y todavía no tenia ni idea de cómo ocultar su rostro maltratado, para que su madre no lo notara., derrotado , harto, y adolorido, se acomodo en su banca, ocultando su rostro entre sus brazos, tratando de relajarse un rato ,cerro los ojos por un momento… entonces , sin planearlo, se quedo dormido.
Para cuando despertó, por las ventanas ya se colaban los rayos rojos del sol poniéndose.
- ¡mierda!!
Se levanto sobresaltado, se le había hecho inmensamente tarde, y todavía ni siquiera comenzaba a limpiar el salón.
- Despertaste.
Aquella voz llamo su atención inmediatamente, ahí, frente al pizarrón estaba Ruki, terminando de sacudir los borradores. Aunque Reita estaba sorprendido, no fue capaz de hablar rápido.
- Ya termine, - dijo el pequeño sonriente – esto es lo ultimo.
Todavía sin poder carburar por completo Reita miro a su alrededor, efectivamente, todo el salón estaba limpio.
- ruu chan … hiciste todo esto tu solo… gracias , pero , ¿Por qué regresaste?
- Sabia que te dormirías . – Ruki se puso serio enfatizando por unos segundos su broma , pero después volvió a sonreír – bueno, tambien regrese por esto.
Ruki dejo a un lado los borradores ya limpios , y tomo una bolsa que había dejado sobre el escritorio. Camino hacia el bajista colocándose frente a el, después de la bolsa extrajo algodón, y un frasco que contenía algo extraño.
- ¿Qué es eso?
- No puedes llegar así a tu casa.
Ruki acerco el algodón empapado al costado del labio dañado de Reita, este se quejo y trato de girar la cabeza, pero la otra mano de Ruki no se lo permitió,
- ¡ ni que fuera para tanto! – regaño – si eres tan rudo, deberías poder soportar esto – aunque Ruki estaba serio, por dentro se la estaba pasando bastante divertido. –
Con algo de dolor Reita se dejo curar por el pequeño.
- Gracias ruu chan – dijo una vez que termino-
Ruki suspiro mientras movía un poco su mano, haciendo a un lado un mechón de cabello del otro, encontrando otra lesión, muy cerca de la cien.
- Rei… - movió el algodón hasta llegar a la lesión recién encontrada – esos bastardos me las pagaran.
Reita hacia rato que había dejado de escuchar, pues el rostro del otro no le permitía activar sus sentidos… lo tenía mágicamente cautivado… solo miraba su rostro, su cabello, sus ojos, sus labios… su manera de ser lo tenía con el corazón en la mano.
- Ya esta.
Aquel acercamiento duro bastante, pero para Reita no fue suficiente., cuando Ruki se separo, no pudo evitar sentirse decepcionado consigo mismo, por no haber aprovechado esa oportunidad.
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