Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Efecto Sean por Arisa

[Reviews - 5]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Dedicado a Fany... creo que eres la única que lle esto, así que consideralo mi regalo de navidad atrasado xD

Finalmente llegó el sábado.

A las seis de la tarde estábamos todos listos para cuando empezara a llegar la gente. Mi primer turno sería en la puerta, junto a la sala donde todos nos encontrábamos, cambiando los productos por los tickets de entrada.

 

Empezó a llegar toda la gente, habían más personas de las que todos imaginamos.

Estuve feliz y calmado en mi puesto por cuarenta minutos, ya que tenía mi mente ocupada en todo momento y no tenía tiempo para pensar en nada más -o alguien más-.

 

Hasta que en la esquina vi doblar a la señora Blanca con su esposo, y no venían solos.

 

Me inquieté por completo. Incluso a más de 20 metros de mí lograba ponerme nervioso ¡y eso que ni siquiera me había mirado!

 

No lo entendía y de verdad sentía miedo de por qué me sucedía todo eso.

 

- Elisa, ¡te cambio!.- Le grité a la chica, que al parecer iba por unas cajas.

- Está bien.- Comentó con una sonrisa.

 

Me dirigí entonces a por las cajas. Cuando entré en el salón de vuelta ya se había corrido la voz y estaban todos amontonados en la pequeña ventana mirando al inusual muchacho.

 

- ¡Es demasiado guapo!.- Casi gritó Catalina, y todas estuvieron de acuerdo.

 

Puse los ojos en blanco y continué en lo mío. Aunque un poco molesto, sólo un poquito.

Los demás chicos dejamos a las muchachas gritar y hablar y continuamos con lo nuestro, aunque varios estaban celosos del nuevo vecino, que se había robado toda la atención.

 

- Mujeres.- Dijo Alexis, en un bufido.

- Sí.- Sólo le sonreí.

- Drew... ¿te molestaría ir al stand de Laura y comprarme una bebida? Estoy muerto de sed.

- ¿Y por qué no vas tú mismo?.- Pregunté, no por mala voluntad, sino por curiosidad.

- Tengo que llevar unas cajas que están listas a la otra sala y tú no tienes fuerza, así que no me puedes cambiar de puesto.

- Gracias.- Simulé molestia, pero era bien cierto.- Está bien. Ya vengo.- Me sonrió.

- ¡No te demores!.- Exigió de lo último, después de pasarme el dinero.

 

Sin tener ninguna ruta alternativa para llegar al puesto de refrescos, pasé por el gimnasio donde toda la gente hablaba antes de empezar el bingo. Y lo distinguí.

 

Era imposible confundir sus cabellos de pálido rubio entre las cabezas de otros colores que le rodeaban. Cabezas de unas chicas, seguramente, preguntando su edad, dónde estudiaba, su número de teléfono, su mail... y seguro él era todo un rompecorazones y estaba más que acostumbrado a lidiar con ello.

 

Ignoré por completo la escena al pasar por el lado. Mi presencia ni siquiera se notó. Seguro nadie me vio, lo que me ahorraba unos cuantos problemas, de cualquier modo.

 

- Lau, dame una Fanta, por fa.- Le pedí a la chica encargada del puesto improvisado.

- ¿Naranja, frutilla, uva o limón?.- Ups, no recordaba cuál le gustaba a Alexis. Sólo faltaba que saliera la Fanta Guayaba-Mango.

- Oh... supongo que de naranja.

- Ok. Vaya, no quedan de ésas. Voy por una.

- Bien.

 

Laura salió corriendo en busca de las que estaban guardadas en el salón contiguo. Al ser el puesto tan pequeño -ése y todos los demás- no podían mantener todo allí mismo.

 

- ¿Y a ti qué te pasa? No tienes por qué esconderte de mí, no tengo la H1N1, ¿sabes?.- Su voz justo al lado de mi oído. Y mi corazón dio un salto y luego comenzó a latir desesperadamente.

 

Demoré 5 segundos en procesar la información y uno más para percibir un mínimo grado de molestia en su voz. Giré mi rostro con cautela y lo miré. Sí, era él.

Me miraba expectante a lo que fuese a decir y yo sólo... no pensaba en nada.

 

- Hola.- Fue todo lo que dije.

- Ah, sí, hola.- Respondió como molesto, ante un claro intento de evasiva del tema.

- Yo... no tengo idea de qué hablas.

- ¿Ah, no?

- No.- Aseguré.

- Cuando estábamos cerca de la puerta, sé que me viste, y lo único que hiciste fue alarmarte y correr despavorido intentando cambiar de puesto con alguien.- Abrí mi boca para decir algo, pero antes de hacerlo me sorprendió el hecho de hubiese notado eso. En verdad se fijó.

- ¿Qué dices? No te vi cuando llegaste.- Me mantuve firme en mi mentirilla.

- ¿Seguro?

- Claro. ¿Por qué mentiría?.- Me miró fijamente y yo sentí un leve calor en las mejillas, causado en 50% por mi mentira, 50% por su cercanía.

- Te creeré esta vez.- Me alivié. No acostumbro a mentir, pero cuando lo hago soy convincente por mis gestos y mi tono de voz.- Pero no me negarás que me viste recién y ni siquiera intentaste saludarme.- Y no intentaría mentirle por segunda vez, seguro.

- Ah, eso sí, pero es que estabas rodeado de chicas. Te di espacio para los coqueteos.- Emití una risa suave bastante bien elaborada de fábrica, pues aunque no se notaba, basta decir que era más que sintética. Mientras, dejé de mirarle.

 

Lo oí suspirar y volteé a verlo una vez más.

 

- La próxima vez que me veas en una situación así, POR FAVOR, salúdame y llámame como si tuvieses que decirme algo. Aliviarías mi vida como no te imaginas.- Le sonreí antes de preguntar.

- ¿Acaso no te gusta llamar la atención?

- Para nada, recién me las quité de encima, casi-casi literalmente, cuando te vi y les dije que tenía que decirte algo.

- Una elección difícil, en todo caso.- Comenté.- Debiste haber salido con ojos de un color más común. Eres demasiado guapo como para no llamar la atención.- Me arrepentí al mismísimo instante de lo dicho, intenté arreglarlo buscando desesperadamente una excusa en mi cabeza.- Bueno, todas las chicas dicen eso. Mis amigas dicen "oh, pero que lindo, le hablaré" y todo eso.

 

Guardé silencio, esperando que entendiese lo último, sin mirarle, por supuesto. Ya estaba lo suficientemente ruborizado como para verle a la cara.

Entonces llegó Laura con las bebidas y casi se tropezó cuando quedó como embobada viendo a Sean.

 

- Efecto Sean.- Murmuré. Y luego me reí, esta vez de verdad le encontré gracia.

 

Eché una miradita rápida a mi lado, él me observaba fijamente, aunque no parecía muy contento.

 

- No fue gracioso.- Murmuró al mismo tono que yo. Conque lo había oído.

- Aquí tienes, Drew.- Me la pasó mientras recibía el dinero, y en todo momento sin despegar la vista del rubio.- ¿Te puedo ayudar en algo? ¿Quieres algún refresco?.- Su voz sonó tan suave que creí que lo había dicho alguien más.

- No, gracias, sólo lo acompañaba a él.- Me señaló con un dedo y se giró a sonreírme.- ¿Vamos?

- Eh, claro...- Respondí con una ceja alzada.

 

Caminamos lejos de los stands, ya volviendo a las salas de atrás, aunque caminando lentamente con él a mi lado.

 

- Oye,- Le llamé.- el día de hoy terminaré muerto, y será tu culpa. Deberías mantenerte a distancia de mí.

 

Me miró sorprendido, sin encubrir el desconcierto en sus ojos y el como era casi visible el torrente de ideas que pasaban por su mente para explicar por qué le estaba diciendo eso. Decidí aclararle antes de que malentendiera mi comentario.

 

- Bueno, podrás suponer que no soy muy popular en las listas negras de los alumnos de este colegio, porque pocos me conocen, pero desde que me hablaste cada chica me ha asesinado de manera dolorosa y cruel con la mirada, ¿sabes? Supongo que creen que les robo el tiempo contigo.- Sonreí en cuanto él puso los ojos en blanco encontrándole sentido al comentario.

- Si las mantienes alejadas, entonces me pegaré a ti como lapa, en serio.

- No te debería molestar.- Seguí hablando, con media sonrisa en la cara. Y a pesar de que no me gustasen mis propios pensamientos, creía en ellos de verdad.- Es decir, no puede ser malo que les gustes o que te tengan en cuenta.

- Es lo que más odio.

- ¿En serio?

- Sí, ya casi es insoportable.

- No te creo, tienes cara de ser aprovechado.- Me reí un segundo.

- ¿Qué? ¿Yo?

- Sí. Seguro has ligado con muchas, todo un rompecorazones.- Lo miré a los ojos un poco y luego volví mi vista al frente, sin quitar mi pequeña sonrisa en ningún momento.

- Tal vez antes... pero hace mucho que no.- Aseguró.

- Claro, era de esperarse.- Respondí sarcásticamente.

 

Ya íbamos llegando a las salas, así que subí un escalón para quedar a su altura y despedirme. ¡No pensaba llevarlo dentro donde todas le saltarían encima! Aunque... es decir, no debía importarme, pero... era conveniente para ambos.

Sin embargo, me sacó de contexto con su siguiente comentario.

 

- En serio, tal vez antes pensaba de manera más superficial, pero mis gustos han cambiado, y mucho.- No fue buena idea lo de subir un escalón, pues su voz se fue apagando, y para que yo lo escuchara, se fue acercando a mi oído, por lo que quedó demasiado cerca, para mi gusto.

 

Sé que fui la mejor imitación de un tomate en ese preciso instante. Cuando se alejó para mirarme fijamente a los ojos lo observé sonreír con su inquietante-maldita-malvada-perfecta sonrisa. Iba a despedirme lo más rápido posible y desaparecer de su vista cuando la puerta detrás de mí se abrió, casi golpeándome, y de ella asomó la cabeza de Marión.

 

- Drew, preséntanos a tu amigo.- Me dijo con una sonrisa, sin percatarse que había estado a punto de golpearme y dejarme tirado en knock-out al abrir la puerta.

- Ah...-No respondí. No sabía que decir.

- ¡A ver! Denme espacio.- Salió Alexis de entre las muchachas asomadas, apartándolas.- ¿Qué entiendes tú por "me muero de sed"? ¡Te demoraste demasiado!.- Y me jaló sin más hacia adentro.

 

Y desde ese momento simplemente Sean se me perdió de vista.

 

- ¿Pero qué haces?.- Le pregunté enojado a Alexis.

- Primero, reclamarte mi refresco, segundo, salvarte de la tropa de "huequis"* acosadoras que te iban a atropellar. Estaban todas desesperadas por hablar con él.

- Pero... pero...- Pero yo quería seguir hablando con él un poco más, pensé.

- Agradécemelo.- Me dijo, creyéndose mi salvador, o algo así.

*de "huecas", chicas con "mucho estilo" y poco cerebro.

 

Lamentablemente no lo pude volver a ver, creo que se fue antes de que yo pudiese salir del salón de nuevo.

Notas finales:

Me demoraré un poco, pero prometo continuarlo :)


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).