Ya no recuerdo el momento en el que nos conocimos.
Es curioso porque al mismo tiempo no recuerdo nada excepto a el y mi pecho duele cada día mas fuerte.
-China…- con voz tranquila alguien detrás de el lo nombra.
-Rusia?- se gira para verlo mejor.
-Te estaba llamando pero no me hacías caso-
-Estaba pensando en algunas cosas-
-uhm…- suspira el chico -quieres venir a comer conmigo?-
-No - se niega el menor.
-porque no?- pregunta.
-tu casa es muy fría, no me gusta el frio- cruza sus brazos -lo odio- el peli plateado sonríe melancólicamente. Ante la mirada triste de aquel chico Yao accede.
-entiendo- dice mientras observa su rostro.
-podemos ir a la mía- el chico de cabello largo y de color café extiende su mano. El peli plateado se sorprende por un momento y luego enlaza su mano con la de el.
-si- camina alegremente al lado de China tarareando una canción.
No lo amo, pero…
No puedo estar lejos de el.
-Pediste permiso a tus jefes para venir aquí?- pregunta China en el camino.
-les mande un mensaje, los celulares son útiles hoy en día- comenta Rusia.
-uhm…- susurra el chino mirando el cielo.
-China también tienes uno?- El peli plateado parece interesado en saber.
-no me gustan, no los entiendo-
-pero puedes ponerles muchas cosas, como canciones o imágenes-
-Kitty…- susurra.
-si, también eso- le dice el peli plateado.
-cuando compre uno- murmura haciendo una pequeña mueca.
-te ayudare- sonríe Rusia.
Siempre que lo veo esta sonriendo, no puedo evitar pensar que sonríe para engañarse a si mismo.
Pero para mí, su sonrisa, siempre es sincera.
-No quiero ir a casa- se queja el peli plateado luego de terminar su cena.
-Tienes que hacerlo- lo reprende China.
-no quiero- abraza al menor por atrás, lo aprieta contra su cuerpo y recarga su cabeza en su espalda.
-pesas…- murmura el chico de cabellos cafés.
-No quiero irme- lo abraza mas fuerte.
-tsk… si no quieres no lo hagas- se queja Yao.
-siiiii- sonríe el peli plateado como un pequeño niño que acaba de recibir un regalo.
-toma- China saca algunas ropas de su cuarto –son las que dejaste la última vez que viniste- las coloca en sus manos- vete a bañar-
-si- corre al baño.
Esto que siento esta mal, me digo a mi mismo que no lo amo, pero en realidad el estar pensándolo solo comprueba mis sospechas.
-Que duermas bien Rusia- Yao besa la mejilla del peli plateado.
-Hasta mañana China- El mayor lo abraza.
-“no puedo dormir así”- piensa para si mismo intentando zafarse del abrazo -no me abrases tan fuer…te- algunas pequeñas gotas de agua caen sobre sus manos el menor se gira para mirarlo -“Esta llorando”- estira sus brazos para colocar su cabeza sobre su pecho y lo acaricia –todo esta bien Iván- susurra en su oído –yo estoy aquí-
Siempre que duerme sus ojos lloran, me abraza fuertemente hasta el punto de ahogarme.
-Te quiero Yao- murmura en sus sueños –te quiero mucho- suspira hasta quedarse dormido.
China acaricia su cabeza y besa su frente –yo también te quiero… Iván - susurra. Entonces una sonrisa se dibuja en sus labios y sus lágrimas se detienen.
Me sigo diciendo a mi mismo que esto no es amor.
Es curioso, pero con todos los cambios en el mundo, no recuerdo nada excepto a el.