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Bésame… Dulce Vampiro por Dulce_Pena_Hime

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Notas del capitulo:

Hola a todas!!

Me diculpo por la demora.... tuve motivos que me impidieron actualizar.

02: CUANDO TU ALMA ESTE CANSADA Y TU CORAZÓN DÉBIL, ESTARÉ A TU LADO... AUN CUANDO NO QUIERAS

 

La lluvia arremetía con fuerza, demostrando que esa era una de las peores tormentas que había caído en la ciudad.

La noche estaba entrada, así que solo lograba verse la oscuridad, de vez en vez el cielo se iluminaba de rojo por los rayos, y eso hacia lucir la escena más escalofriante: una ciudad destruida y desolada bajo una ácida tormenta nocturna. ¡Nada más apegado a su realidad! O eso es lo que pensaba Fye, quien se encontraba en la entrada de aquel edificio, solo y escuchando aquella incesante lluvia.

Quería estar a solas, y no había encontrado un mejor lugar ¿Quién estaría ahí con esa tormenta? Nadie, todos estaban dentro de las instalaciones, lo más alejado de aquel ácido que lloraba el cielo.

Sentado en una de las tantas rocas, suspiro en silencio mientras miraba el suelo bajo sus pies.

Desde que el sello del clon de Shaoran se rompió se creó una gran herida que había afectado a todos los que participaban en ese viaje; las cosas que sucedieron, eran cosas que él sabía que iban a pasar... aunque su conocimiento no era exacto, lo sabía y eso era lo que importaba...... Pero entre las cosas que no sabía estaba el haberse unido a Kurogane de esa manera ¡¡¿Por qué?!! El ya sabía que la vida lo odiaba ¡Pero eso era el colmo!

Otro suspiro escapo de sus labios, demostrando lo desanimado que estaba. Sin pensarlo siquiera se levanto y camino hacia la salida, quedándose parado justo a unos centímetros de donde caía el agua, apenas y resguardándose bajo aquel techo desquebrajado.

Sabía que venían muchas cosas peores; sabía que uno de ellos moriría, sabía que él sería el causante de más desgracias ¡Sabia que él era el traidor del grupo! Y sin embargo ahí seguía...... pero ¿Por qué? Si él no quería lastimarlos... si no deseaba hacerles daño ¿Por qué lo hacía?

 

Por el deseo ¡POR SU DESEO!

 

Era por eso... por su único y verdadero deseo, porque solo esa persona podía concedérselo...... y porque había prometido que no moriría hasta verlo realizado, pero.........

 

¿Valía la pena? ¡Claro que la valía! Tenía que valerla, él lo sabía, todo lo que había hecho hasta ese momento, cada movimiento, cada pensamiento, cada respiro, cada palpitar, cada lágrima verdadera y cada sonrisa fingida estaban enfocados única y exclusivamente a su deseo. Porque su sueño se hiciera real, no le importaría sufrir una larga y agónica muerte, o mancharse las manos con sangre. ¡Claro que no!

 

¿Valía la pena? ¡Todos estaban sufriendo por su culpa! El sabía que esas cosas iban a suceder, pudo haber evitado que Sakura resultara herida, pudo haberles prevenido de que algo malo sucedería diciéndoles que era un "mal presentimiento", pudo haber hecho muchas cosas que no hizo. Pero cuando trato de ayudar, dándole su magia al clon Shaoran las cosas se complicaron más ¡Estúpido! Había ayudado cuando no fue necesario, y cuando lo era no hizo nada......... sus manos, palabras y acciones estaban hicieron a todos, porque que había nacido para herir; porque siempre lastimaba a todas las personas que se le acercaban.

 

¿Valía la pena? Ya no lo sabía......... ya no sabía que era más importante: Su deseo a costa de la felicidad de sus amigos; o la felicidad de sus amigos a costa de su deseo.......... ¿Por qué debía elegir entre las personas que quería y lo querían?

 

  • - Porque yo no debí haber nacido. - Se auto respondió en un murmullo suave, dejando que sus labios se adornaran con una amarga sonrisa. - Todo sería más fácil si no existiera.
  • - De nuevo con esos pensamientos
  • - ¡¡......!! - No pudo evitar sorprenderse.

 

Kurogane estaba atrás de él, parado a menos de  dos metros ¿Cuándo? ¿Cómo? ¿Desde cuándo? ¿Por qué no lo sintió acercarse? Si bien el moreno era un extraordinario ninja; la  percepción de Fye era tan buena que nunca nadie lo había sorprendido ¿Por qué Kurogane si pudo? ¿Tan sigiloso era? No, más bien: él estaba completamente absorto en sus pensamientos, y esa desventaja la utilizo el ninja para acercarse.

 

Un rayo los ilumino levemente, dejando ver a Fye con la cabeza baja y los brazos a sus costados; mientras que Kurogane le observaba fijamente, con los brazos cruzados delante de su pecho.

 

  • - Te dije que quería estar solo.
  • - Y yo te dije que tenías que comer.
  • - Tks... - Chasqueo la lengua y volteo a mirarlo. - ¿Es que no piensas quitar el dedo del renglón?
  • - ... - Kurogane no dijo nada, pero con su mirada le demostraba que en efecto, no iba a desistir.
  • - Jah! - Cerró los ojos y sonrió con prepotencia. - Eres testarudo, Kurogane. - Musito con sorna. - Veamos quien resiste más. - Añadió con desafió, pasando a un lado del ninja.

 

Sin embargo, en cuanto paso a su lado, la vista se le nublo y un mareo le hizo perder el suelo haciendo que se tambaleara.

 

  • - ¡Oye! - Llamo Kurogane dándose media vuelta y sujetándole de los hombros para darle estabilidad, viendo la nuca del rubio. - ¿Estás bien?
  • - ¡¡...!! - Fye notó aquellas fuertes y cálidas sobre sus hombros, haciéndole sentir una corriente eléctrica.

 

Hizo un movimiento rápido y despectivo, alejándose de Kurogane, girando sobre sus pies y mirándolo a la cara de forma molesta.

 

  • - No vuelvas a tocarme. - Lo amenazo con la mirada más fría que podía poner.
  • - Estas muy débil por la falta de sangre.
  • - ¿Y a ti que te importa?
  • - ¡Me importa porque es mi responsabilidad!
  • - ¡Nadie te lo pidió!
  • - ¡Lo hice por mi mismo!
  • - ¡Déjame solo!
  • - ¡Si lo hago causaras más problemas!
  • - ¡Son mis problemas!
  • - ¡Nos conciernen a todos!
  • - ¡Vete al diablo!
  • - ¡Solo después de que comas!
  • - ¡Que no lo.........! - La vista se le volvió a nublar.

 

Sin ser del todo consciente, retrocedió dos pasos hasta quedar pegado a la pared, mientras cubría su rostro con su mano y respiraba de forma agitada.

 

  • - Si te alteras te debilitaras más
  • - ¡Cállate...! - Gruño, sintiendo la falta de aire al final de la palabra.

 

Kurogane no se movió, simplemente lo veía con cara de "Te lo dije" mientras esperaba a que el rubio se sintiera un poco mejor.

 

  • - Deja de... mirarme de esa manera.
  • - Lo hare si bebes
  • - Ya dije que no lo hare.
  • - ¿Tantas ganas tienes de morir?
  • - Jeje... - Se rió de forma débil. - Si me hubieras dejado morir, tendrían menos problemas.
  • - ......
  • - Yo...... soy más útil muerto que vivo.

 

Un fuerte golpe resonó a su lado, provocando que Fye diera un pequeño respigo y quitara la mano de su cara para ver que había ocasionado ese ruido.

Kurogane tenía su puño cerrado a un lado de la cabeza del mago, mientras con su cuerpo lo acorralaba y lo miraba desde arriba de forma severa.

 

  • - No quiero volver a escuchar esas palabras salir de tu boca ¿Quedo claro? - Se escuchaba enojado. Pero Fye no se dejo intimidar y le regreso una fiera mirada.
  • - Si no quieres volver a escucharlas ¡Déjame en paz!
  • - Si quieres que te deje tranquilo... - Levanto su otro brazo, dejando su muñeca a la altura del rostro del rubio. - ...bebe... - Le ordeno.
  • - ¡¡......!! - Fye no pudo evitar sorprenderse.

 

Había una pequeña herida en su muñeca, la cual dejaba fluir aquel líquido vital de forma apenas notoria. No pudo despegar la vista de ese líquido carmín. ¿En qué momento lo había hecho? Quizá mientras él estaba ocupado calmando su mareo.

Kurogane no se movía, simplemente miraba al vampiro. Subaru le había dicho que, con la sed que ya tenía Fye, solo tenía que hacerle oler la sangre y él solo se acercaría para beber... y al parecer no se había equivocado, pues el mago, aunque reacio, empezaba a sucumbir ante sus deseos......... solo un poco más y lo haría comer.

Sus sentidos se agudizaron de forma natural;  podía sentir el palpitar de su corazón y oler el aroma de su sangre. Una sensación extraña se apodero de él, su cuerpo se estremeció y su sed aumentó............ a su mente vino el recuerdo de aquel sabor salino y metálico que tenía la sangre del ninja, un sabor exquisito a su paladar, tanto, que sin quererlo, sus papilas gustativas segregaron un poco más de saliva.

 

  • - Por Dios ¡No! - Se reprendió a sí mismo, conteniendo el aliento aún cuando su vista seguía fija en la sangre.
  • - Bebe. - Le dijo de nuevo el otro, acercando más su mano a aquel rostro, incitándolo.
  • - Ba... basta... - Suplico tratando de controlar sus instintos, o de lo contrario, se abalanzaría sobre el nipón para beber de su sangre.
  • - Hazlo.
  • - ... - Cerró su ojo con fuerza y apretó levemente los dientes, notando que sus caninos se alargaban ligeramente en espera de poder clavarse en aquella piel y succionar la sangre que tan fácilmente se le ofrecía.

 

Sintió una mano sobre su nuca, acariciando sus cabellos levemente y acerándolo a esa muñeca de forma lenta. Fye dejo de resistirse y cedió a sus deseos, manteniendo su ojo suavemente cerrado y entreabriendo la boca, dejando que sus labios se acercaran a aquella herida...

Kurogane no decía nada, simplemente guiaba a ese vampiro hacia su alimento, notando como una de las manos del mago se movía hacia su muñeca y la otra hacia su hombro, para sostenerse de aquel hombre.

Abrió más la boca, mostrando sus colmillos y colocándolos sobre la muñeca del ninja, listos para clavarse en su piel y extraer la sangre...................

............... solo un poco más.........

 

De repente, un rayo ilumino la escena al mismo tiempo que un trueno reventaba en el cielo.

 

Fye abrió su ojo, mostrando su mirada gatuna y amarilla por unos segundos, solo para después regresar a ser de ese color azul hielo que tanto atraía a las personas. Aquel estruendo fue lo único que necesito para regresar en sí... para darse cuenta de que estaba cediendo a su instinto vampírico; entonces notó que estaba a milímetros de beber la sangre que tanto se negaba a probar.

No, No, ¡NO! No podía, ¡No debía! Por el bien del propio ninja  ¡Por su propio bien! ¡¡NO QUERIA LASTIMARLO!!

Jadeo asustado al mismo tiempo que empuja al ninja, haciéndolo retroceder unos pasos.

Kurogane retrocedió desconcertado, notando como el otro se tapaba la boca y bajaba la cabeza, dejando que sus cabellos cubrieran su vista.

 

  • - Oye...
  • - ¡¡Aléjate de mí!! - Le grito con fuerza
  • - ......
  • - No te me acerques ¡No quiero verte!
  • - Maldita sea ¡Tienes que alimentarte!
  • - ¡¡¡NO LO HARÉ!!! - Volvió a gritar.
  • - ... - Kuro no dijo nada, pues noto lo alterado que estaba el mago, sabía que seguir gritando solo acrecentaría el problema.
  • - No lo hare ¿Entiendes? ¡No lo haré!

 

Silencio por algunos momentos, solo se podía escuchar la lluvia que caía afuera.

Kurogane no se movió de su lugar, no pensaba hacerlo hasta que ese terco vampiro se alimentara, aun si tenía que usar la fuerza para hacerlo; aunque todo indicaba que sería así, ya que por las buenas no accedía.

Fye utilizo ese tiempo para calmarse y controlar sus impulsos, aunque le estaba costando trabajo ¿Por qué demonios Kurogane seguía ahí? ¡Que se fuera! Todo sería más sencillo.

 

  • - Si no te alimentas... morirás. - Esperaba que con esas palabras pudiera hacerlo entender. Ese sería su último intento razonable
  • - Jah... como si me importará.
  • - Debería. - Alzo un poco la cabeza. - Si mueres, lastimaras a muchas personas
  • - ... - Se mordió la lengua, si contestaba a esa frase como quería hacerlo, haría las cosas más complicadas
  • - ¿Acaso no te importa?
  • - Ya déjame tranquilo - Trato de irse, pero el ninja le detuvo del brazo.
  • - Ya te lo dije: Te dejare tranquilo hasta que comas.
  • - ... - Fye lo acribillo con la mirada y tras ello jalo su brazo para soltarse del mayor.
  • - Si no lo haces por las buenas, lo hare por las malas. - Amenazo el ninja.
  • - Vete al diablo. - Y tras esas palabras se fue, dejando solo a Kurogane, quien exhalo el aire de sus pulmones con fuerza
  • - Ese idiota es más testarudo que yo. - Gruño por lo bajo.

 

Pero no se daría por vencido tan fácilmente, iba a darle de comer a ese vampiro. Y si por las buenas no había funcionado, ya no le dejaba más alternativa: sería a la fuerza.

 

ººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººº

 

Camino con rapidez por las escaleras, pero no subía hacia donde estaba los demás; por el contrario, bajaba... iba directo al depósito de agua... pues ahora estaba aún más enojado que antes...... y quería estar completamente solo ¿Qué mejor lugar que ese?

Llego hasta el último escalón y camino dos metros; pero de nuevo se sintió mal, su vista se nublo por unos segundos y la habitación de movió, obligando al mago a detenerse, pegar su espalda contra la pared y a tomar grandes bocanadas de aire, sintiendo que este le faltaba. Eso era causado por la falta de alimento, y sabía que los malestares empeorarían con el paso del tiempo, pero no importaba, porque ni así bebería del ninja.

Entonces recordó que minutos atrás había estado a segundos de alimentar.  ¡Maldición! ¡Maldición! ¡Maldición! ¿Cómo pudo dejarse llevar por sus instintos de esa manera? Aunque era posible, después de todo: ¿Cuantos sedientos rechazan el vaso de agua que se les ofrece? Se supone que la respuesta es: ninguno. Pero él era la excepción a la regla.

No podía ni debía hacerlo......... porque aquello acarrearía más problemas y dolores a su ya larga lista de malos sabores.

¿Le temía a sufrir? Si, le temía a seguir herido...... y Kurogane era la persona que más lo podía herir......... porque si algo malo le pasaba por su culpa........................

Levanto la mirada, notando aquel techo oscuro.

 

  • - Entiende, Kurogane. - Dijo al aire. - Si tú mueres, yo muero. - Sonrió con amargura. - Pero si yo muero... tú serás libres.

 

Porque así era, mientras el siguiera con vida, el ninja tendría que alimentarlo...... pero si el dejaba de existir, el ninja no tendría que cargar con esa responsabilidad......

 

  • - Yo......... No quiero vivir así.... - Susurro
  • - ¿Así como?
  • - ¡¡...!! - Jadeo y volteo rápidamente, descubriendo que Kurogane estaba ahí. - ¿Qué haces aquí?
  • - Si ya sabes ¿para qué preguntas?
  • - Te dije que me dejaras solo
  • - Y yo te dije que no hasta que comieras.
  • - ......... - Fye bajo el rostro. - Eres tan necio.
  • - Tanto como tu
  • - ...
  • - ... - Se acerco un poco más a él. - Responde ¿Cómo es que no quieres vivir?
  • - Como un parásito. Alimentándome de los demás.
  • - ......
  • - Es mejor morir
  • - Morir es de cobardes.
  • - Siempre he sido un cobarde
  • - Solo eludes los problemas; deberías enfrentarlos
  • - Tú no tienes idea de mis problemas
  • - Por supuesto que nadie entiende a quien nunca dice nada.
  • - ......
  • - No creas que es noble quedarse en silencio y creer que nadie puede entenderte.
  • - Como si fuera tan fácil hablar. - Dijo en un murmullo. - Si ya tienes una mala imagen de mi ¿Qué me espero si sabes la verdad? - Pensó.
  • - Es molesto tratar de hablar contigo.
  • - Entonces deja de hacerlo.
  • - Dejare de molestarte si bebes algo.
  • - Ya te dije que no voy a beber tu sangre.
  • - Entonces tendrás que soportarme.
  • - No será por mucho tiempo. - Dijo.

 

Quería estar solo, pero al parecer no podía, el ninja lo seguiría a todos lados sin dejar de meter el dedo en la herida. Así que se decidió a ir con las demás que se refugiaban en el edificio. Si bien no estaría solo, por lo menos el ninja lo dejaría de molestar con el tema, pues no sería bueno ocasionar un disturbio en ese lugar, ni que las personas que se refugiaban vieran a un vampiro alimentarse.

 

Kurogane lo sintió pasar a su lado, no dijo nada, solo apretó los puños y se mordió el labio con fuerza.

Aquella frase fue la gota que derramo el vaso, porque su significado era más que obvio: "No será por mucho tiempo, ya que moriré pronto si no me alimento"

Esa era la oración completa.

El ninja se movió con rapidez, girando sobre sus pies y tomando al mago de la muñeca con fuerza.

 

  • - Suelta......¡¡......!!

 

Todo había sido demasiado rápido, tanto que su mente no terminaba de asimilarlo...

Kurogane lo había tomado desprevenido, sujetándolo de la muñeca para voltearlo, colocando su otra mano sobre sus cabellos para que no escapara y halándolo hacia él......... ahora lo estaba............ besando...

Podía sentir los cálidos labios del ninja sobre los suyos, notando aquel beso asperezo y brusco. Se miraban fijamente a los ojos, el rubio con sorpresa y el moreno con rabia y determinación, quedándose así por unos segundos.

Fye pudo salir de su estupor, cambiando su mirada a una llena de enojo, empujando al ninja hacia atrás

 

  • - Imbécil ¡Suéltame! - Comenzaron a forcejar, uno tratando de liberarse y él otro agarrándolo como podía, apretando los labios con fuerza y sin dejar de mirarlo. - ¡Que me dejes! ¡¡Kurogane!!

 

El ninja entrecerró los ojos, molesto por escuchar su nombre en aquel tono de voz, y aprovechándose de su excesiva fuerza empujo al mago hacia atrás, haciendo que su espalda se golpeara contra la pared.

Fye emitió un quejido de dolor, abriendo la boca y cerrando su ojo por el dolor que sintió; aquel movimiento fue aprovechado por el ninja, quien se acerco rápidamente y de nuevo beso al mago, esta vez introdujo su lengua en la boca de aquel rubio.

Entonces el mago abrió su ojo por la sorpresa al sentir un sabor salino y metálico en aquel beso. Su ojo se volvió dorado y sus sentidos se activaron.

Podía escuchar cada palpitar del corazón del ninja, podía notar que su respiración estaba pausada en esos momentos, podía inhalar el aroma a bosque de aquel hombre, podía saborear el sabor de su sangre.........

Su mirada se suavizo y entrecerró su ojo, comenzando a mover su lengua de forma suave, acariciando la del ninja, la cual tenía impregnada el sabor de su sangre, limpiándola de aquel líquido, solo para después buscar la fuente de ese agradable sabor, una pequeña herida en su labio inferior, la cual se hizo intencionalmente para hacerlo beber. No pudo evitar cerrar su ojo y llevar las manos a los hombros del más alto.

El ninja simplemente se dejaba hacer, notando como los labios del rubio se movían con los suyos y como su lengua se atrevía a hurgar en su boca.

A pesar de haberlo forzado a ese beso, ahora el rubio lo estaba aceptando gustoso.  Sabía que Fye estaba respondiendo por su instinto vampírico al probar su sangre; sin embargo, Kurogane no podía evitar sentir su corazón latir con fuerza,  mientras que sus brazos envolvían aquel esbelto cuerpo entre sus brazos, llevando una mano a su espalda y la otra a sus cabellos, enredándolos entre sus dedos.

Le resultaba irónico que él, un poderoso y orgulloso guerrero hubiera sucumbido ante aquel mago mentiroso y molesto. ¿Era eso amor?......... Si, lo era.

Pero ¿Cómo? ¿Por qué? Si ese joven tenía TODOS los defectos que odiaba de una persona. No, no  sabía cómo, ni cuándo y ni porque; pero tampoco le importaba; solo sabía que en algún momento del viaje termino enamorándose de ese rubio que tantas cosas ocultaba; lo supo en cuanto lo vio moribundo en las manos de ese clon, pues sintió una corriente helada correr por su espina dorsal cuando se dio cuenta de que podía perderlo para siempre.

No volver a ver su sonrisa, escuchar su voz, ver sus ojos azules, respirar su fragancia a vainilla............ No volver a verlo ¡Perderlo!

 

"Lo muertos no regresan"

"Si Fye muere, nunca más regresará"

 

No podía soportar eso ¡No lo iba a permitir! Y por eso tomo la decisión de mantenerlo con vida, aun cuando tuviera que ser de esa manera tan cruel: dependiendo de él.

 

Por su parte, Fye estaba completamente perdido en aquel sabor, segando su mente, haciendo que solo pudiera pensar en esa sangre que embargaba sus sentidos...... que seducía sus deseos.

La herida que tenía el labio del moreno ya no emanaba sangre, y aquello comenzaba a frustrar al vampiro, quien seguía sediento y deseaba, más que otra cosa en ese momento, seguir probando aquel elixir.

Por simple y puro instinto, se separo un poco de aquellos labios, manteniendo su respiración levemente agitada sobre ellos y notando que el otro tenía la respiración igual. Lentamente fue descendiendo hasta llegar a su cuello, notando como el otro levantaba el rostro para darle mayor espacio. Dio un pequeño beso en aquella zona para después lamerla con su lengua, sintiendo la circulación con cada palpitar, invitándolo......... abrió la boca y mostro sus colmillos, acercándolos a esa piel bronceada y cálida, pero se quedó ahí, incapaz de acercarse más, una mínima parte racional de él le decía que "no debía hacerlo".

La mano de Kurogane acaricio aquellos finos cabellos de forma suave y musito un simple: "hazlo", eso fue lo que rompió todo lo racional que quedaba en Fye, quien abrió un poco más su boca y enterró sus colmillos en su cuello.

Su cuerpo se tensó y ahogo un gemido al sentir un pinchazo molesto en su cuello, dolía ¡Vaya que dolía! Sin embargo no se iba a quejar, porque ese vampiro tenía que comer. Era un dolor extraño, algo que hacía arder su cuerpo desde sus entrañas... y se intensificaba en la parte de la mordedura.

Podía sentir claramente como el vampiro movía sus labios en su piel, y también sentía como su sangre era succionada.

Sus corazones latían al mismo ritmo y sus cuerpos estaban pegados. Los brazos de Fye envolvían a Kurogane por la espalda mientras se aferraba con fuerza a su camisa. Kurogane, por su parte, mantenía una mano en la cintura del mago y la otra en sus cabellos.

Kurogane miraba el techo, sin dejar de acariciar las rubias hebras y moviendo su otra mano por la espalda del más bajo de arriba hacia abajo.

Lo escucho gemir y lo sintió abrazarlo con más fuerza, pegando su cuerpo por completo, como si deseará que se fundieran más......

No supieron cuanto tiempo llevaban así, segundos, minutos, horas...... años...... ¡qué más daba! Solo sabían que no deseaban separarse y ansiaban quedarse así por siempre.

Pero Fye sació su sed y lentamente saco sus colmillos de la piel del moreno y siguiendo sus instintos, lamió el cuello de Kurogane una y otra vez hasta que dejo de salir sangre de la herida.

Fye no se movió de su lugar, respirando de forma agitada sobre el cuello del moreno, dejando que este sintiera su cálido aliento sobre aquella zona, provocando en el ninja extrañas pero agradables sensaciones.

 

  • - ¿Satisfecho? - Pregunto el ninja con algo de cautela, ya que no quería romper ese momento tan... intimo.

 

Fye seguía respondiendo a sus instintos, estaba total y completamente entregado a lo que sentía... y dejándose guiar por ello respondió.

 

  • - ...no, aún no... - Dijo en un suave murmullo.

 

Lentamente se fue enderezando, sin separarse mucho del ninja y subiendo de nuevo, parándose en la punta de sus pies para alcanzarlo y así poder llegar hasta llegar a sus labios, en donde deposito un suave, sutil y largo beso.

Kurogane se sorprendió ante aquel acto tan osado; sintiendo esos finos labios sobre los suyos, apenas tocándolo, pero sin intensiones de moverse.

 

CONTINUARÁ

Notas finales:

Actualizare lo mas pronto que pueda... y espero no me quieran matar por dejarlo donde lo deje XD jeje

Ojala no las haya decepcionado este capitulo... espero sus comentarios.

Nos vemos, kuidense y besos

Matta nee!


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