Debía escapar. Definitivamente debía escapar. Nada bueno podía salir de eso. Maldita la hora que se dejo “convencer” por Sakura-chan. No era la primera vez que la chica lograba que el hiciera lo que ella deseara, en realidad siempre había sido así desde pequeños. Y no es que odiara a su amiga por obligarlo a vestir semejante cosa, con el transcurso de los años ya se había acostumbrado a sus extrañas aficiones, sino que era precisamente las circunstancias en las que quería que lo usara.
-¡¡¡Naruto!!!- una voz femenina se escucho en el recinto – ¿Por qué te demoras tanto? Ya sal, para ver como te queda.
Se sobresalto al escuchar que lo llamaban, no era bueno hacer esperar a su amiga, así que era mejor que saliera del vestidor. Se miro por ultima vez en le espejo arreglándose sus cabellos rubios con los dedos y tratando que sus ojos -de un color azul intenso- no se fijaran demasiado en la corta falta que llevaba puesta. Su dignidad como hombre no podía ser más pisoteada ¿verdad?
-No sabia que tuvieras ese tipo de hobby, usuratonkachi.- la voz le dejo helado al instante, el destino le estaba jugando una muy mala broma- Aunque debo admitir que se te ve muy bien vestido de chica.
Esto debía ser un sueño, o mejor dicho una pesadilla. Frente a el se encontraba un joven de cabellos azabaches y ojos del mismo color. Ojos que le miraban de una forma que le daba escalofríos.
Naruto Uzumaki siempre había apreciado mucho a su amiga Sakura Haruno - incluso estuvo enamorado de ella en secundaria- y nunca había tenido problema en que le usara como modelo en sus diseños, hasta ahora. En ese momento lo único que deseaba era que la tierra lo tragase o poder hacer que el tiempo retrocediera para así evitar la mayor vergüenza de su vida. No le hubiera importado que hubiese sido Sai el que le hubiera visto así, unos días de continuas bromas podía soportar, o incluso Gaara, su pelirrojo amigo habría mantenido el secreto sin hacer ningún comentario al respecto; pero Sasuke… eso era otra cosa.
-¿Verdad que si? Aunque también influye la ropa que le confeccione.- Sakura se sentía muy orgullosa de la ropa que diseñaba y que a su mejor amigo -y antigua primer amor- Sasuke Uchiha le gustase, era para ella un gran halago .- Sasuke-kun me alegro mucho de que hayas aceptado la invitación a mi fiesta de Hallowen y mi propuesta de hacer tu disfraz. Justo ahora estaba arreglando los últimos detalles del disfraz de Naruto, pero la verdad es que no quiere cooperar y ya no queda mucho tiempo.
-¿De verdad? Me sorprende bastante que no quiera poner de su parte.- dijo lo último con algo de burla. Sasuke cada vez se sentía más feliz de haberle pedido ese favor a Sakura, y es que tener la oportunidad de observar a Naruto con esas ropas no era algo de todos los días.
Naruto prefería mil veces que todo el instituto le viera vestido de esa manera, a que Sasuke tuviera una excusa más para burlarse de él. Eso seria demasiado humillante, y más por que a pesar de que ellos fueran mejores amigos desde pre-kinder cada vez que Sasuke le observaba no podía evitar sonrojarse y que su corazón latiera aceleradamente. Si, se había enamorado de su mejor amigo- y casi hermano, como le encantaba decir su madre- pero no había podido evitarlo, muy a pesar de que siempre se recordaba que era muy probable que el no sintiera lo mismo.
-Ahórrate tus comentarios, teme.- lo mejor era dejar de actuar como un estúpido y lograr salvar un poco su dignidad.- ¿No deberías estar ahora en la reunión del consejo estudiantil? Te necesitan para que los ilumines, oh gran presidente
-Pueden arreglárselas sin mí. Esto es mucho más interesante.- al azabache le encantaba molestar al rubio desde pequeños, podría decirse que era uno de sus pasatiempos preferidos. Sin quitar su mirada del de ojos azules, se dirigió a la otra persona presente en la habitación.- Sakura, dijiste que ya tenías mi disfraz terminado. ¿Puedo verlo?
-Por supuesto Sasuke-kun. Ahora lo traigo.- la muchacha salió del lugar muy entusiasmada.-
Desde pequeña a Sakura siempre le había gustado dibujar ropa, y ahora con 17 años cumplidos ya tenia una cierta fama entre las estudiantes de Konoha High School por sus diseños para el club de teatro. Además de ser la presidenta del club de diseño y costura desde 1er año.
La fiesta de disfraces, el día de Hallowen, seria la perfecta oportunidad de usar sus habilidades artísticas y de celestina para poder unir a sus 2 mejores amigos. Ella sabia de los sentimientos de Sasuke para con el de ojos azules desde que estaban en primaria – los de Naruto los intuía desde hacia poco-, y esa había sido la principal razón de que haya desistido de su amor imposible hacia él. Pero se había prometido a si misma que haría todo lo que estuviera en sus manos para que el par de tontos que tenia por amigos se confesaran. Algo realmente difícil si se contaba con que el rubio era demasiado despistado e ingenuo y el azabache tenía un orgullo descomunal.
El ambiente se torno tenso en la habitación. Era hora de poner las cartas sobre la mesa.
-Bien teme, supongo que ahora si me vas a decir la verdadera razón de que estés aquí.- Naruto no le creía que todo fuera solo coincidencia, pero entonces callo en cuenta de que justo ese día era 23 de octubre. Ya no lo culpaba por no querer aparecer por el instituto, esas chicas podían dar mucho miedo.- ¿El club de Yaoi otra vez?
-Para que preguntas si ya lo sabes, dobe.- contesto fastidiado el de mirada onice.
Habia muchas cosas que Sasuke odiaba, como por ejemplo: su club de fans, la lluvia, el club de fans de Naruto, los dulces, el color rosado- aun no entendía por que Sakura se había teñido el cabello de ese color- , su hermano- aunque ya no tanto- , y la lista seguía. Pero con el club de Yaoi de la escuela era muy diferente, realmente no sabía si odiarlas o agradecerles sus locuras. Por que declarar el 23 de oct. el día oficial del Sasunaru –que resulta de unir su nombre y el del dobe- superaba con creces todas sus rarezas pasadas, incluso la vez que repartieron volantes por todo el instituto con fotos ampliadas del beso “accidental” de Sai y Gaara.-aunque ver como el pelirrojo casi mata a golpes a Sai por darles la foto había sido muy entretenido-. Lo extraño era que a pesar de que odiara que sus fans le tomaran fotos- lo cual sucedia muy seguido-, no le molestaba que las fujoshis* lo hicieran por la sencilla razón de que ellas le tomaba fotos en compañía del rubio. Fotos que luego conseguía gracias a ciertos contactos. Y había que admitir que tenían mucho talento.
-Etto, Sasuke…-y el de ojos azules no pudo seguir por que justo en ese momento regreso Sakura con la ropa de azabache.- Ahh! Sakura-chan ¿le trajiste el disfraz de flores o el de sirvienta? No importa que uses, igual le vas a encantar a tus fans, teme.- no pudo aguantar la risa al imaginarse al Uchiha con traje de sirvienta. Aunque debía que admitir que en su mente lucia perfecto.
Fue la risa del Uzumaki lo que hizo que la ojiverde se percatara que su amigo aun seguía vestido de esa forma.
-¡Naruto! ¿Que crees que estas haciendo vestido aun así? Cámbiate rápido que ahora sí voy a empezar con tu disfraz.- la pelirosa lo empujo para que volviera a entrar al vestidor sin hacer caso a las quejas de su amigo.-
-¿Como que ahora sí? ¡¡¡Entonces para que me hiciste vestir esto!!! ¡Sakura-chan!- el rubio estaba más que furioso, su amiga de nuevo lo había engañado. Por lo menos no tendría que vestir eso en la fiesta, pero eso no quitaba el hecho de que Sasuke lo haya visto con semejante prenda.
-Vamos Naruto, ¿acaso no puedes soportar una broma? Lo que te probaste solo era un pedido especial de cierta persona.-miro de soslayo a Sasuke y luego prosiguió.- y Sasuke- kun ¿que te parece?
-Esta bien, Sakura. Las dos cosas.-solo miro por encima el paquete que le entrego su amiga y devolvió su vista a la puerta por la que había salido el rubio para cambiarse.- Bueno, entonces me retiro. ¡Hasta luego, dobe! Y Sakura, gracias.- lo último lo dijo en voz tan baja que la chica fue la única que pudo escucharlo.
Sakura se sorprendió de que el azabache le agradeciera, pero no dejo que lo notara. En cambio le dedico una sonrisa mientras le acompañaba a la salida.
-No tienes que agradecerme nada, tonto. Somos amigos ¿verdad? Los amigos se ayudan. Pero si no aprovechas la oportunidad que te estoy dando, te golpeare.- y Sakura no bromeaba.-
-Lo sé.- y con esas últimas palabras subió al carro que lo esperaba para llevarlo a su casa.
Sakura regreso a la habitación que utilizaba como estudio de diseño y encontró a Naruto esperándole sentado en el sillón. Después de haber hecho su buena obra del día debía pagar las consecuencias.
-Bien, acepto la responsabilidad por lo que paso con Sasuke-kun.-la joven solo esperaba que el rubio estuviera muy molesto.-Si tomas venganza no me molestare.
-No te preocupes Sakura-chan. Ya no estoy molesto. Solo quiero que me respondas una pregunta.- el de ojos azules la observo tan fijamente, que por un segundo Sakura pensó que se había dado cuenta de su plan. Pensamiento que se borro un segundo después.- ¿Que disfraz le diste al teme?
Sakura no pudo evitar reír ante la pregunta. Naruto era demasiado despistado. Pero ya le agradecería todo lo que estaba haciendo por él muy pronto. Ella no podía aguantar las ganas de que ya fuera 31 de octubre. Definitivamente ese día seria muy interesante y divertido.
Pero ahora que se ponía a pensar en las consecuencias de que Sasuke y Naruto comenzaran a salir… Realmente temía por la seguridad del rubio. El club de fans del azabache podía llegar a ser muy peligroso.