Dicen que el verdadero amor esta ligado a nuestro destino y que siempre lo encontraremos en alguna parte de nuestra vida. Pero… ¿Puedo realmente creer en esas palabras?
ANTES DE QUE ENTRARAS A MI VIDA
Mis labios besaban los suyos con una locura hambrienta, mientras la pasión que había entre ambos iba creciendo con cada beso profundo.
Sentía su respiración cada vez más agitada al subir el nivel de contacto entre nosotros cuando comencé a deslizar mis manos para explorar y recorrer todo su cuerpo.
La temperatura entre nosotros se hacia cada vez más alta, haciendo que nuestros corazones latieran desbocados y la sensación de nuestra lujuria se volvía evidente al notar nuestras erecciones.
Recorrí con mi lengua la extensión de su piel, probando cada centímetro de su bella figura, mientras sus gemidos eran música cuando tocaba sus áreas sensitivas.
Sus pezones rosados me rogaban ser lamidos mientras con su voz me incitaba a que continuara con mi tarea. Sus lindos botones reaccionaban al contacto de mi lengua haciéndose cada vez más duros y dulces al paso de mis caricias.
Me entregaba su cuerpo con una incondicionalidad absoluta en donde podía disfrutar de cada parte de él. Bajé hasta su entrepierna en donde una deseosa y rígida erección reclamaba mi atención. Comencé a deslizar mi lengua a lo largo de esa extensión solo para sacar gemidos y jadeos llenos de placer. Lo introduje por completo dentro de mi boca disfrutando del sabor que me entregaba su intimidad y en una explosión de satisfacción me dio sus residuos que tragué como si fuera la más dulce miel.
Mi deseo por querer cada vez más estar en su interior ardía como una llama que se extendía en mi interior y me envolvía. Abrí sus piernas posicionándome entre ellas y levante sus caderas a la altura de mi rostro. Lamí con rapidez la entrada que tenía hacia su cuerpo mientras el apetito se apoderaba de mí como una bestia insaciable.
Ayudaba con mis dedos a extender su entrada hasta que su dolor desapareció dando paso al placer.
Al notar que se encontraba en condiciones de aceptarme me introduje en su interior de una sola vez, provocando que unas lágrimas resbalaran por su delicado rostro.
Mis movimientos fueron leves y lo más despacio posible en un principio, para luego ser cada vez más fuertes y rápidos a medida que iba envistiendo en su interior. La sensación de placer estaba llegando a su límite mientras nuestros gemidos eran mutuos al experimentar una sensación tan agradable que finalmente explotó en delicioso orgasmo que me hizo tocar el cielo.
Quedamos exhaustos sobre la cama con la respiración entrecortada y nuestros cuerpos complacidos. Miré a la persona que me había hecho sentir en un grado de bienestar que nadie antes lo había hecho.
Por primera vez me sentía pleno, y que tanto mi cuerpo como mi corazón se complacían por hacer el amor con él.
Un hermoso joven descansaba junto a mí con sus ojos cerrados. Dueño de unas facciones delicadas y un extravagante cabello rosado.
La persona más hermosa que había visto en mi vida…
Desperté de golpe a la mañana siguiente y de mal humor al saber que todo lo sucedido había sido solo un sueño. Borré literalmente el sueño que había tenido la noche anterior, me dí una ducha y comencé mi día normalmente.
Trabajé durante todo el día terminado una de mis novelas que debía entrega a mi editora esa misma tarde y en la noche fui a dar una vuelta después de mi larga jornada.
Caminaba con un cigarrillo en mis labios por el parque cuando una hoja de cuaderno llegó volando hasta mí, la recogí para leerla y solo para encontrar la letra y el contenido más horrible que había visto.
Levanté la vista con la mirada neutra y pude ver a un joven de facciones delicadas y cabello rosado que me miraba impresionado. Me acerqué lentamente con la hoja en alto hasta él y le pregunte:
“Tu escribiste esto”…
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