Me desperté, era todavía temprano, ¿qué pasó? Todo fue un sueño, pero se sintió tan real, aquella chica, con esa mirada profunda y esos labios carnosos dándome su amor, sintiendo su calor pero, ¿por qué una chica? ¿Por qué fue tan placentero, por qué quise seguir sintiendo su piel sobre mí, sus manos acariciándome el cuerpo, sus labios en los míos?. No entiendo y trato de volver a dormir, pero al no conseguirlo prefiero darme una ducha sin que mi madre se de cuenta, y me pongo a escribir. Pero el recuerdo de ese sueño me persigue
*/*/*/*
Veo su rostro, es hermosa, piel blanca de ojos profundos rojizos y cabello largo cobrizo, labios carnosos y una fina nariz, curiosamente cuando ríe logro percibir un ligero hoyito del lado izquierdo. Tiene una tierna mirada, me pide amor, comprensión y por una extraña razón la abrazo fuerte contra mi cuerpo y ella levanta la mirada, me dice algo y no la entiendo muy bien pero al acercar su rostro al mío solo accedo cerrando mis ojos y separando ligeramente los labios, sus labios calidos se unen a los míos y siento un cálido estremecimiento recorrer mi cuerpo. Mis manos le acarician la espalda llegando al trasero, le empiezo a tocar suavemente mientras siento su lengua abrirse paso a mi boca, le sigo y comienzo a probar su boca mientras su lengua juega coquetamente dentro del mío. Mis manos van avanzando poco a poco por debajo de su polo color azul hasta quitársela completamente, contemplo unos hermosos senos, serían de un tamaño 34 y ella, también me saca la camisa que llevaba puesta y deja al descubierto mis pechos; la empiezo a besar el cuello y voy bajando a sus pechos y la beso con un poco mas de fuerza, mientras escucho sus gemidos de placer. Por alguna razón lo disfrutaba; paso mis manos por su espalda y se estremece, no se si por las caricias o por lo frío de mis manos, pero le voy desabrochando el brassier. Ella se separa repentinamente, me mira a los ojos y otra ves más, no logro entender lo que pronuncia, se abrocha el brassier, se pone el polo y se aleja en el vacío... me quedo estática sin saber que hacer y lo único que hago es ver como se aleja esa persona que siento conocer, sin embargo, es la primera ves que veo su rostro.
*/*/*/*
Veo el reloj y vuelvo a echarme boca arriba viendo el cielo raso de mi habitación, no entiendo a que se debe este sentimiento, puedo sentir todavía sus labios sobre los míos pero, ¿por qué una chica? Nunca en mis 17 años había tenido este tipo de sentimientos hacia una chica, siempre me gustaron los chicos pero, pensándolo bien, siempre preferí tener amigas que amigos… no entiendo ya nada y, entre mi confusión me vuelvo a quedar dormida, pero esta ves no sueño nada, solo miro al vacío, un vacío negro, profundo y melancólico.
-¡DESPIERTA SPENCER!-dice mi mamá tocando la puerta de mi cuarto como una loca. Me levanto y, al ya estar duchada me pongo lo primero que veo, sin tener en cuenta la gran sorpresa que me llevaría en mi academia.
Al salir de mi casa me encuentro con la sorpresa de Roze, compañera desde la infancia. Me saluda riente y agitada, ya que al igual que yo estamos tarde.
-¿otra vez tarde Vale?
-see…me desperté por un sueño y no pude dormir, y ya me conoces me quedo dormida y me levanto tarde-es una buena chica sabe asimilar casi todo que le he dicho
-y esta vez que soñaste, ¿con personas sin cara otra ves?-últimamente he tenido sueños que, al igual que este ultimo, me han dejado sin sueño…no se si decirle exactamente de que trata mi sueño
-fue algo un poco más peculiar…muy raro pero creo que ya pasó-
-¿de verdad? Creo que deberías hablar con alguien, cada vez te vienen esos sueños más seguidos u.u
-Um..... Es que tu sabes como son las personas, pero ya fue después hablamos de eso porque sino no llegamos
-tienes razón n.n en el receso hablamos ¿vale?-accedo moviendo la cabeza, siempre a sido de muy buena ayuda, sabe todo de mi.
Llegamos a la academia y por muy buena suerte nuestra algún travieso retrocedió la hora del reloj y llegamos “justo a tiempo”. Ella tenia que buscar a un profesor para pedirle permiso para un examen adicional ya que no estaba durante el examen y se fue al segundo edificio, yo por mi parte me dirigí al mismo salón de siempre en el primer edificio al tercer piso. Todo estaba callado, lo que me parecía muy raro. Me acerco a mi aula y es aun más silencioso.