Ahora, bajo la lluvia y en medio de esta mezcla de ruidos que distorsiona y hace que mi cabeza me duela más de lo acostumbrado, me pregunto:
¡Porqué?
Sé que puedo ser algo absorbente, que parezco tu espectro deambulando tras tuyo, no puedo ser tu sombra porque no formo parte de ti.
Es verdad, tal vez me duela admitirlo, pero, por sobretodo, sigue pesándome el no ser para ti más que tu guardiana, más de la persona que cuida de ti, más que nada.
Solo soy aquella chica que, en la encarnación anterior, hizo un pacto de hermanas contigo y juró que estaría contigo para siempre, a pesar de saber que yo moriría por ti. Por tu causa.
Yo ahora diría que sigo muerta, es decir, no haces más que rechazarme, me obvias y, aunque no lo quieras demostrar, sé que me tienes miedo y tal vez me repudies.
¡Hice algo malo para que me trates así?
Me detengo a pensar y no encuentro nada, solo puedo recordar la ultima vez que me dijiste "me gustas Kan-san", solo para recordar que también nombraste a Sonsaku, a Shiyo, a Hyufu... a todas las quieres, pero lo que tú no entiendes es que yo...
Maldita sea, ni siquiera puedo decírmelo a mí misma, es frustrante, sé lo que siento pero, tal vez, la gran Kanu Unchou también puede haber llegado a ser cobarde.
Vaya, si sigo así la gente pensará que el dragón de Moutoku me a poseído.
Rio, por lo menos mis estupideces me refrescan en algo.
Pero, después de recordar esas palabras felices, también recuerdo el dolor que me causó el que me apartaras, el que me ordenaras literalmente que me largara, que te daba miedo y, aunque quise sostener tu mirada, lo único que encontré fue esa mirada de miedo o}infantil que en días soleados me harian enamorarme más de ti, mas que a ninguna criatura del universo, solo de ti, pero ahora...
Más lágrimas, pensé que no sufriría tanto y que, pese a mi fastidio, seguiría con la misma mirada perdida y distante que es mi escudo increíble de todo mal, de todo lo que la gente no sabe y solo la torpe líder de Nanyou se dio cuenta pero, en secreta confidencia, me dijo que no temiera y que, por la razón que sea, algún dia debía quitarme el dolor del pecho.
Si eso fuera tan fácil...
Seguro iría un día, te diría, Gentoku, tu me mirarías, te besaría, luego te diría todo lo que siento, tú me responderías un sí, yo también, y viviríamos felices para siempre, queriéndonos mutuamente para la eternidad y de ahí la siguiente y siguiente vida.
Ja, a veces puedo ser increíblemente sarcástica conmigo misma.
Y, si me lo propongo, ceo que me mataría antes de faltarte al respeto como mi imaginación piensa, ya que, por mucho que quiera, no dejaría que algo te hiciera llorar, y seguro que, si te hiciera eso, me apartarías para siempre.
Eso nunca, prefiero seguir así.
En ocasiones me pregunto si esto que hago es lo que llaman "masoquismo".
Vaya, si no fuera eso entonces no sé que es realmente.
Desearía también que no fueras tan despistada, que pudieras captar que, aunque soy tu Toushi, por el resto de mi vida, mis sentimientos son incluso más fuertes que lo que corresponde a mi fidelidad hacia el líder de nuestra escuela, o sea, a ti.
¡Si te sigo, te cuido, evito que algo siquiera mancille tu nívea piel, no crees que es por algo?
¡No crees que, aunque no lo diga, lo expreso con todos mis detalles y sonrojos cuando te veo y me quedo hipnotizada por esos ojos tan hermosos, tan ingenuos, ese abrazo que a veces me transporta a fantasías que nadie mas que yo conoce?
Si yo siento celos al verte con alguien más, como, con Sonsaku o la reencarnación del monje, ¡no crees que eso no es protección y es acaso otro sentimiento?
Tal vez no debería quedarme aplastada mientras te veo salir y salir con el club de la biblioteca, con los lideres de otras escuelas, con aquellas personas que, aunque sé que verán por tu bien, no me parece adecuado que te tomen con tanto libertad de la mano...
Perdón, otra vez he sido irrespetuosa con mi líder, pero...
Realmente no creo que sea justo que sufra tanto, siempre he querido que tu lo seas todo para mí y viceversa, sabía que algún día te encontraría y que, irremediablemente, volvería a morir.
Pero estos tiempos son distintos y, aunque tú no me mates físicamente, mi alma ya anda destrozada por culpa tuya, solo tuya sí, por no pensar en mí de la manera en la que yo pienso en ti y no comprender lo incomprensible entre una chica y otra chica, entre la líder del colegio cuya bondad y dulzura sobrepasa limites y su guardiana fiel y leal, aunque sea redundante.
Morir, preferiría a tener que seguir viéndote con una y otra, porque ellas si pueden y yo no, porque son abiertas y mi corazón se mantiene oculto entre las sombras esperando a que las señas de mi cuerpo te hagan saber lo mucho que te quiero, lo mucho que te amo y respeto, y que sería la mayor de mis alegrías, la felicidad real tenerte con la misma intensidad con la que otras chicas se tienen.
Quiero esconderme, quiero morirme, quiero desaparecer para saber si así te sentirías triste al no verme, añorarías los días que transcurran sin mí y, finalmente, recordarías que tan pendiente estuve de ti y un peso en la conciencia te hiciera soltar las lagrimas que solo me pertenecerían a mí.
Lo sé, no merezco nada que no me haya ganado y, aunque lo refunda en mi alma, tampoco creo que lo obtendría.
Me gustaría saber que piensas hacer ahora, sin mí, ya que fuiste tú misma la que me botaste y dijiste que te deje sola, que ya no eras una niña y que podías cuidarte, y que, aunque alcé mi amno para tocar tui mejilla sonrojada de enojo, apartaste como si fuera el enemigo cuando en realidad nunca te haría daño.
Voy a repasar el libro que me diste, a pesar que mi cuerpo está mojado por toda la noche que aguanté la lluvia para esperar que volvieras y me recogieras como un pequeño cachorro abandonado, no llegaste y, sin darme cuenta, el calor de mi corazón se heló con el frio del ambiente y el dolor de mi pecho que, en estos momentos, no podría dejar de correr si es que no me pesaran los brazos y las piernas se me volvieran flojas.
He llorado, lo sé, mi fuerza se acabó y el mayor e invencible enemigo que tuve que vencer me derrote: acabas de rechazarme aunque ni tú misma lo comprendas ni lo sepas con exactitud si es que no te lo digo con todas sus letras.
Mas, mañana será un nuevo día pienso, un día triste con soles que me expliquen que todo lo que brilla no tienen mis labios en tu boca ni mi respiración en tu espalda o tus manos apoyándose en las mías, un sol falso que es tan real para los demás como para mí las tinieblas que me invaden.
Camino, es algo motor y que me enseñaron para alcanzarte, pero, aunque el futuro no me parezca muy comprometido con mi actual estado de animo, sé que no diré nada y me cambiaré de escuela a menos que necesites mi protección y otra vez en silencio, sin decir nada, me queje de mi impotencia y las desesperanzadoras imágenes que me dijeron que nunca serás mía y ni que imagine tonterías irrealizables.
Lo sé, pero todo esto, aunque me remuerda la conciencia, nunca lo sabrás.