1.- Perro...
Mello caminó hacia la puerta convencido de que nadie lo seguía. Entró y comenzó su extraña reunión. Aquel día tendría una junta de extrema importancia con algunos mafiosos.
-[Qué aburrido,-pensó mientras bebía un poco de licor-mierda. Se están tardando demasiado, esto ya no es normal…]-disimuladamente salió del cuarto y caminó a un lote baldío. Ahí había aparcado su moto, una Davidson que recién había comprado. Subió y salió a toda prisa de ahí. Por suerte, a esa hora las calles estaban casi vacías. El clima estaba perfecto, según le parecía a él. El cielo estaba nublado, y corría una brisa fresca, lo suficiente para quitar el calor, pero no tanto como para provocarle frío.
Iba tan a prisa que no vio al pobre pelirrojo que iba cruzando la calle, para evitarlo viró rápidamente; de tal suerte que casi choca contra un poste. Cayó de lado con todo y moto.
Se levantó atontado, el pelirrojo corrió hacia él.
-¿Estás bien?, ¡Mihael, responde!
¿Mihael?, ¿porqué aquél chico sabía su nombre?-¿Qué coño te pasa tú so inútil?, ¿qué clase de idiota se atraviesa sin fijarse? Mira lo que le hiciste a mi moto, idiota de mierda…
-n.nu [Entonces parece que sí está bien] ¿Porqué carajos me gritas? ¡El idiota eres tú que ibas a alta velocidad! Y en vez de preocuparte por tu moto mira tú pierna, ¡fíjate cómo te a dejaste! Y… [tú cara…]
-¿Qué? O-O [¿Él me gritó?] ¿Quién demonios te crees pequeña mierda para gritarme así?, ¿acaso quieres morir basura?-siguió rugiendo Mello- ¿y cómo demonios un animal cómo tú sabe mi nombre?
-¡Pues porqué vamos en la misma escuela!
-Ehhhh… ¬¬ Mierda, es cierto… eres el friki de [la clase de] al lado que se pasa la maldita vida encerrado en sus videoporquerías…
-Oye no tienes que ser tan….-comenzó a decir Matt cuando unos tipos salieron de la misma dirección en que Mello había venido. Y al grito de “Ahí está, ¡atrápenlo!” corrieron tras Mello, sin embargo, este no se lo pensó mucho y montó su motocicleta de nuevo dejando a Mail perplejo, aunque este último no tuvo mucho tiempo de sorprenderse por eso ya que Mello sacó un arma y comenzó a dispara contra los sujetos, mientras estos hacían lo propio. Mail apenas tuvo tiempo de correr a ocultarse.
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Al otro día, ya en la escuela, Mail llegó todo llenó de vendas y curitas, se había lastimado mientras huía de ahí, además de que uno de los tipos lo había alcanzado y golpeado.
Mello llegó tarde, por supuesto “Mello” era nombre que usaba fuera. En la escuela era Mihael.
Mail lo vio llegar, vestía el uniforme sin abrochar y la corbata de lado, el rubio cabello revuelto y pasos vacilantes, tenía una venda que le cruzaba parte de la cara tapándole un ojo. Él caminó junto a Mail pero no le dirigió la mirada. Mail sonrió mientras bajaba la mirada. -Mierda… ni siquiera existo…
Las clases pasaron como si nada, a la hora del primer receso Matt se dirigió a la cafetería, ahí comía siempre con algunos amigos de otros grados, Nate del salón de al lado, el mismo salón que Mihael. Mihael… una y otra vez volvía a sus pensamientos. Después de todo, le había gustado desde que lo salvó de unos delincuentes… por supuesto, para Mihael eso no había significado nada. Lo había hecho porque aquellos tipos estaban “en su territorio”. Pero para Mail significaba bastante.
Se sentó en el lugar de siempre, esperando, ya que sus otros amigos, Elle y Light se habían quedado discutiendo sobre “cosas aburridas”, como él llamaba a los deberes de aquellos, ya que eran jefe y subjefe de grupo.
Nate también estaba tardando.
-¡HEY TÚ!- Escuchó Mail a sus espaldas y volteó algo asustado.
-Por fin te encuentro, pequeña rata…-saludó Mihael.
Oh, no. Mihael no parecía de buen humor hoy…
-Este… Yo… Mihael verás yo…
-Mi moto… ¿sabes cuánto me costó arreglarla?
-O-oye yo… No…
-Cállate, no te he dado permiso de hablar… ¿Ha dicho algo?
-¿?
-Qué si le contaste a alguien lo que pasó ayer…
-Ahhhh… eso… no… No, para nada… [Me está asustando...]
-Qué bien… oye, huiste bien…-Dijo Mihael y Mail lo miró extrañado.-Quiero decir, estas completo, no te atraparon, ¿no?
-Eh… De hecho sí, uno me golpeó…
-Ya veo…-Sonrió con malicia.-¿Qué dices, eh? Vayamos por ellos. Intentaron estafarme, ¿sabes?
-Eh… Este… quieres decir…
-Qué seas mi perro… Necesito a alguien, no es fácil cuidarse las espaldas solo… Qué te parece, además le devolverás los golpes a ese bastardo… Y podrás tener todo el tabaco que quieras… te gusta eso, ¿no?-la cara de Mihael no daba lugar a réplicas.
-Yo… Entiendo pero…
Mihael lo miró fijamente, -¿Pero?
-Quiero decir, este, ¡me encantaría! [Después de todo, podré estar junto a él, ¿no?]
-Bien… entonces te veré a la salida eh… Iré por ti… [No sea que te arrepientas.]-finalizó la conversación, sacó una de sus muchas barras de chocolate y comenzó a comerlo mientras se alejaba.
-Mail… ¿estás bien?
-¿Eh?-Mail volteó extrañado- ¿a qué hora llegaste Nate?
-Hace poco, te vi hablar con Mihael… ¿Pasó algo entre ustedes? No sabía que se conocieran…-Miró las múltiples vendas de Mail.-Ya veo… por eso… No deberías juntarte con él, ¿sabes? Hay rumores de que es un mafioso… un yakuza…
-¿Qué? [Aunque eso explica que lo persiguieran así]
-Cómo sea… ¿no vas a contarme?-repitió Nate, pero fue interrumpido por Elle y Light.
-Hola chicos…-saludó Light.
-…
-¿Pasó algo?-dijo Elle.
-Mihael estuvo aquí…-contestó Nate.
-Ya veo…-dijo Elle-Mail, no creo que debas hablarle mucho.
-Ni yo.-lo apoyó Light- No es que lo odie o algo, pero corren muchos rumores de él, y ninguno muy bueno…
-Eso es cierto… yo también los he oído pero…-Mail vaciló un instante.-Va ir por mí a la salida…
-¿Por ti?-Exclamaron sorprendidos,-¿Qué le hiciste?
-Probablemente nada…-interrumpió Nate-Así es él, se inventa enemigos por todas partes… No te preocupes Mail. No te hará nada…
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A la hora de la salida, Mail recogió sus cosas lentamente, pensaba en cómo iba Nate a detener a Mihael, ya que, por lo que ellos le habían contado, él no era la clase de persona que pudiera ser fácilmente detenida.
Caminó a la puerta, estaba a punto de abrir, cuando se abrió, dando paso a Mihael.
-Vaya… ¿No te dije que vendría por ti?, dime pequeña rata, ¿intentaste huir?
-No…-dijo con seguridad-Es sólo que creí que sería más cómodo esperar afuera.
Mihael sonrió.-Bien… Sígueme… ¿?
-¿Qué?…
-Un nombre, un perro mío necesita un buen nombre…
-Me llamo Mail…
-No es la gran cosa… Eres Matt ahora, ¿me oíste?
-Pero…-comenzó a replicar Mail pero la mirada de Mihael lo detuvo.
-Y soy Mello, ¿entendiste? “Matt”
-Sí, Mello…- dijo resignado y siguió a Mihael.
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