La mañana comenzaba igual que siempre, con los cálidos rallos del sol despertándolo y el ruido de los pájaros picoteando su ventana, pero había algo que lo perturbaba mientras habría sus ojos, un suave aroma llego a su nariz y sintió un bulto cálido sobre el.
-IZAYA!!!- grito fuertemente y tumbo al pelinegro de la cama –YA TE HE DICHO QUE NO TE ME PEGUES AL DORMIR, DUERMETE EN EL SOFA- se quejo el chico.
-perdón…- dijo en un tono de melancolía el chico.
-no, este…- el rubio trato de excusarse –vete a lavar la cara- apunto el baño.
-si- asintió el pelinegro y sonrió. Shizuo recordó lo que Shinra le había dicho el día anterior.
-uhm…- toco la frente del pelinegro –tiene algo de fiebre-
-y?- dijo el rubio.
-uhm…- el chico de cabellos castaños sonrió –es todo tuyo Shizuo-
-que quieres decir con eso- pidió explicaciones el rubio.
-lo que dije, Izaya perdió la memoria, parece que su odio por ti lo llevo a sentir una atracción fuerte y ahora el cree que esta enamorado de ti- el medico lo miro divertido.
-que!!!- el rubio empezó a caminar de un lado a otro –se supone que eso deba alegrarme, no puedo evitar odiarlo y ahora no solo tengo que vivir con el si no que no puedo golpearlo-
-así es, si lo golpeas más, harás que pierda su memoria definitivamente y se quedara así para siempre, así que nada de lastimarlo- y eso fue lo ultimo que escucho de la boca de Shinra.
-Shizu-chan, Shizu-chan- el pelinegro agitaba sus manos frente a los ojos del rubio.
-waaaaaaaa!!!- grito el chico sentado sobre la cama al sentir la mirada del otro.
-Shizu-chan te sientes mal?- pregunto el pelinegro algo preocupado.
-estoy bien- dijo el rubio llevando una de sus manos a su rostro –vamos a comprar comida-
-si- asintió el pelinegro –Shizu-chan?-
-que pasa?-
-tu… ropa- el pelinegro corrió al closet y saco uno de los muchos trajes de camarero que tenia –toma- se las dio al rubio.
-gracias- dijo Shizuo y corrió al baño a cambiarse, ambos eran hombres pero por alguna extraña razón le molestaba que Izaya lo mirara cambiarse.
-Shizu-chan- dijo con ternura el pelinegro al llamarlo.
-que sucede? Te sientes mal?- pregunto el rubio al salir del baño y toco su frente.
-no- negó con su cabeza y llevo sus manos al rostro del rubio –Shizu-chan- dijo nuevamente Heiwajima sintió calor en sus mejillas.
-que?- pregunto ruborizado. El pelinegro se paro de puntitas y acerco sus labios a los del rubio –solo uno- murmuro Shizuo, Izaya asintió y acto seguido unieron sus labios en un beso profundo.
Había pasado mas de una semana y el comportamiento de Izaya seguía igual, el lo llamaba cariñosamente “Shizu-chan, Shizu-chan”, el lo abrazaba fuertemente todas las noches al dormir y le decía “te quiero” una y otra vez hasta cansarse Heiwajima Shizuo pensó por un momento lo lindo que seria si Izaya permaneciera así por siempre.
Pero el sabia que el verdadero Orihara Izaya nunca haría algo como eso y se maldijo mil veces por no tener el valor de negarse a rechazar sus besos.