Kaito lo miro, bajo la cabeza y con un leve sonrojo asintió, el pequeño rubio le hizo espacio en la cama, el mayor se acostó en la cama, mientras que Len, se acurrucaba en su pecho.
-Len…-dijo nervioso el peli azul.
-no te preocupes…-dijo el niño.-yo…, lo entiendo a la perfección, solo déjame abrazarte, por favor.-
El ojiazul, se quedo sin habla y dejo que le abrazara, cuando se aseguro de que el niño estuviera completamente dormido…, lo rodeo con su brazo derecho y lo atrajo mas a él.
-lo siento.-dijo mientras se quedaba dormido.
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Martes 6:00am:
Len despertó, algo confundido, miro el cuarto y se dio cuenta que estaba en casa de Kaito, se sonrojo notoriamente y recordó lo que había pasado el dia anterior.
-has despertado.-dijo la voz de Kaito desde la puerta mirándolo tiernamente, el rubio se sonrojo de nuevo.
-eh…, Kaito, lamento lo de ayer.-dijo bajando la cabeza apenado.
-no te preocupes por eso.-dijo el muchacho azul sentándose en la cama.-ya, quedo más que claro.-
-lo sé, por cierto, gracias por dejarme quedar aquí en tu casa.-dijo sonriendo.
-no es nada.-dijo levantándose.-apresúrate que ya casi nos vamos a la escuela.-
Los días habían pasado, Len, trataba a Kaito de lo más normal o al menos eso aparentaba, no quería, que nadie, mucho menos Kaito, lo viera llorar.
Mientras tanto, todo se veía normal, Rin, siempre pegada a Meiko y Len, siempre solo y hundido en sus pensamientos, no aceptaba que nadie, ni siquiera su hermana, le perturbaran….
-hola Len.-dijo la voz de Kaito, Len se sobresalto y se levanto de la banca donde estaba.
-hola Kaito.-dijo sonriente.- ¿Qué pasa?-
-vamos a otro lugar.-dijo el mayor extendiéndole la mano, el pequeño la tomo y se dirigieron a la enfermería.
-¿Qué pasa Kaito?-pregunto el niño.
-Len…-dijo mientras se sentaba cerca del escritorio, el niño se quedo parado, Kaito lo miro y sonrió.-acércate un poco.-
Así lo hizo el niño se acerco y se sentó en la cama que estaba más cerca de Kaito.
-Len…, no tienes porque aparentar…-comento mirando al niño.-te conozco desde hace mucho, así que…, perdóname.-
Los ojos del Len se humedecieron, bajo la cabeza, cubriendo su rostro con su cabello.
-yo…, no…, yo no aparento nada.-dijo con la voz entre cortada.-yo…-
Ya no pudo decir más, tenía a Kaito abrazándolo de una manera tierna y posesiva, Len solo, abrió los ojos de par en par.
-Len…, no quiero…, que llores por mí…-susurro en su oído.-no quiero que llores, no por mí, no lo merezco…-
-cállate…-dijo el rubio aferrándose a él.-no estoy llorando.-termino entre sollozos.
-perdóname Len…-dijo entre cortadamente el peli azul-perdóname, por no poder corresponderte.-
Las clases terminaron, Len se fue a casa, triste pero más tranquilo…, decidió irse a pie y pasar a comprar algo para Rin antes de llegar a casa. Se detuvo en una plaza y se metió en una tienda de dulces.
-buenas tardes.-saludo el chico que atendía el local un chico de rojos cabellos y ojos de igual color.
-buenas tardes…-dijo notoriamente sorprendido el rubio, pues el parecido del chico con Kaito era más que sorprendente.
-¿en qué puedo ayudarte?-pregunto sonriente el chico.
-una caja de chocolates…-respondió Len sonrojado.
-¿para tu novia?-pregunto mientras se dirigía a él estante con chocolates.
-¿eh?, no para mi hermana.-dijo sonrojado.
-ahhh… ¿Cómo? ¿no tienes novia?-pregunto incrédulo el chico.-vaya que las chicas deben estar ciegas.-
El rubio no pudo ocultar su sonrojo.
-mucho gusto mi nombre es Akaito.-dijo extendiendo su mano.- ¿y el tuyo?-
-soy Len Kagamine.-dijo estrechando su mano.
-¿y bien…? ¿Es el cumpleaños de tu hermana?-pregunto Akaito.
-no, solo quiero darle un detalle.-respondió el chico.
-vaya…, entonces…, creo que este estará perfecto.-dijo mientras tomaba una caja enorme de color amarillo.-aquí tienes.-
-gracias.-dijo sonriente nuestro rubio.- ¿Cuánto es?-
-veamos…, te lo dejare en…2500 yenes*.-respondió con una sonrisa.
-ah, muchas gracias.-dijo el niño con una sonrisa, le entrego el dinero y se despidió.
Llego a casa, Rin no estaba, lo más seguro es que estuviera con Meiko en su casa, tomo la caja y un lápiz y una hoja y escribió algo para Rin, después subió a su habitación.
-Kaito…-susurro antes de tirarse de lleno en la cama.
Se quedo dormido, mientras que unas lagrimas corrían por sus mejillas.
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Miércoles…, todo se tornaba deprimente, el sol no había salido en toda la maña, estaba tan nublado…, comenzaba a chispear.
-apresúrate Rin.-dijo Len mirando al cielo.
-voy, voy.-dijo la chica saliendo de la casa.-por cierto Len…, muchas gracias por los chocolates de ayer.-dijo sonriente y dándole un beso en la mejilla.
-¡Rin!-dijo sonrojado.
-ja, ja, vámonos.-
Llegaron a la escuela, corriendo, pues la lluvia había comenzado ser más fuerte.
Len se dirigió a su salón, era el primer dia de su horario en que todo el dia, no vería a su hermana.
Se dirigió a su lugar y se quito su chaqueta mojada, se desato el cabello y comenzó a revolvérselo, para secarlo.
-buenos días chicos.-saludo Gapuko-sensei, un joven de largos cabellos, morado y recogido por una coleta.-bueno, el es su nuevo compañero…Akaito.-
-es todo un gusto.-dijo el chico, Len lo miro impresionado, era el mismo chico que lo había atendido ayer.
-puedes sentarte donde gustes.-dijo el maestro, el pelirrojo tomo sus cosas y se dirgio al sitio detrás de Len.
-hola.-susurro al oído de Len, que trato de esconder su sonrojo.
-H-Hola…-dijo apenado Len.
-supongo…, que nos llevaremos de maravilla.-dijo sonriente.
“¿de maravilla?”…, pensó Len mientras recargaba su cabeza en sus brazos…”eso espero…”
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