Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Remind Story por shikisaikaorichan

[Reviews - 5]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

La "carta" que se presenta ahora, más que una presentación la quise hacer a método de una introducción para que entiendan que es lo que pasa en la vida de Taka ¿ok?

-Primera Carta: Presentación.

 

Ésta es la primera vez en que mis sentimientos son tan fuertes cómo para desear expresarme a ti. Yo sé que tú jamás sabrás de mi existencia, pues tu tienes quien te quiere, o eso parece, y tu le quieres, ¿no?, por cierto, hacen una hermosa pareja... Yo me resigno con tan sólo poder quedarme con éste sobre sellado, con tu nombre y el mío impresos afuera, con un gran corazón de por medio, y acercarlo a mi pecho, cómo siempre intentando aguantar las lágrimas, las cuales aún no descubro si son por melancolía o alegría, debería decidirlo ¿cierto?

La lluvia está cayendo realmente fuerte, tanto así que el sonido invade mis oídos de tal manera que se me hace difícil recordar tu voz, esa que oí por casualidad un día que choqué contigo, fue entonces cuando empecé a volverme loco por ti. Hoy, ya ha pasado poco más de un año de ello, por eso es que tomo tan a pecho ésta estación, por que aquí te descubrí. Yo también quiero que recuerdes una estación, pero no soy importante para ti, y sinceramente no tengo esperanzas cómo para ilusionarme con que alguien cómo yo logre ganarse tu corazón.

De todas maneras, tengo miedo de que descubras quien soy, el dolor que siento, y mis sentimientos hacia ti. Tengo miedo de cómo tomarás todo ésto si algún día llegas a enterarte, perdón ¿si?

Primero que nada Akira, yo me llamo Takanori Matsumoto, si alguna vez nuestra amistad llegase a nacer deberás decirme "Taka-chan", "Ruki" o "Ruu", me encantaría oír eso de tus labios. Tengo 15 años y voy en la clase A, en tanto tú estás  un curso más arriba que yo, en la clase B del tercer nivel. Tu y yo, somos los únicos chicos de cabello rubio en la escuela, pero a ti parece no importarte que haya alguien con tus mismos gustos. Me gusta mucho la música, y por lo que sé a ti también. Nací un 1 de febrero, por favor no olvides esa fecha, por que me heriría no recibir una palabra por parte tuya. Mi color favorito es el rojo junto al negro... ¿Tú crees que podríamos llevarnos bien?

No importa si con esa pregunta todas mis ilusiones y sueños se van por la borda, por que realmente deseo que ese lado secreto en ti, que yo sé que existe y sabe que alguien muere por ti, me diga con toda sinceridad que es lo que está pasando en tu cabeza, y en tu corazón, por quien sonríes, con quien sueles hablar por móvil todo el tiempo en cada receso, y si alguna vez me miraste con otras intenciones que no fuese simple curiosidad.

En todo éste tiempo la lluvia no ha parado, y el clima definitivamente terminó por contagiarme ese ánimo un poco desagradable, lamento decírtelo así, pero últimamente  no puedo dejar de llorar cuando pienso en ti. Es por que mi corazón está demasiado apretado entre dudas y horribles acertijos, seguramente es que la otra parte de mi aún quiere ver esas pequeñas posibilidades de estar contigo.

¿Es tonto de mi parte?

Yo lo creo así Akira... Por que entonces cuando tus ojos brillan de esa manera tan hermosa, tus ojos se fijarían en mi, pero eso no pasa, y se vuelve aún más doloroso que antes... ¿Me perdonas por ser tan tonto?

No quiero seguir con éste dolor que me invade, pero por más que luche, yo tampoco quiero ser capaz de proponerme olvidarte, por que tu mismo así cómo me debilitas, me reconfortas, y alegras mis días, me das razones para sonreír, aun que sea algo fugaz... Sólo un poco basta para enamorarme un poco más de tí.

Y dime realmente:  ¿Que es lo que podría hacer para convencerme de odiarte, Akira?

Por que al parecer no hay razones convincentes cómo para acabar con éste sentimiento. Ahora mismo, aun que esté llorando, puedo ver a través del mojado cristal de mi ventana que mis labios se están guardando una carcajada en burla a mi mismo, sé que suena cómo si lo dijera de mala manera, pero realmente no es así. ¿Que tal si comenzamos a tomarle humor a todas esas cosas que realmente no interesan mucho?, por eso es que me río de mi mismo, esa pregunta fue una proposición a considerar, y ahora mismo eso estoy haciendo.

¿Sabes que más estoy haciendo?

Viendo las probabilidades en mi cabeza, sacando cuentas entre números y palabras que jamás pronunciarás hacia mi persona, imaginando todo lo que podría pasar si doy un paso en falso, o si doy uno que me impulse hacia ti.

¿No te parece extraño que entre todos en éste mundo yo sea el elegido para sufrir por ti?, yo, y seguramente otro montón de personas que con el paso de los días olvidarán que algún día fueron quemados por tus labios, pero yo no he sido herido por ti, solamente ese bebé con corazones flotantes a su lado se encargó de hacerme ésto, clavarme una flecha en el corazón, dando por seguro que no tardaría más de 30 días en enamorarme de ti, 30 días en los que realmente yo no dejaba de sonreír en ningún instante, aún creyendo que algo podría pasar, pero con el pasar de los meses, dejé de refugiarme en las fantasías ya ilógicas que mi mente sugería para tratar de sacarme una sonrisa.

Akira, mi casa es un lío, mis sentimientos son un lío, mi familia es un lío, tu eres un lío, y ahora mismo me siento demasiado presionado incluso por mi respiración. Estoy seguro de que en algún momento mis pulmones querrán descansar de todo ésto, por que con el sollozo continuo ellos no han dejado de tragar y tragar aire como una aspiradora tragando basura. Aire, basura inútil.

Un precioso Diciembre que me hizo soñar con estar a tu lado, pero así fue pasando el tiempo, con el correr de las horas, a cada segundo sin saber que clase de cosas me estaba ganando. Tu no sabes lo doloroso que es vivir en mi lugar, y aún así te apareces en mi vida para enamorarme y complicar aún más lo que estoy viviendo.

30 días en que te observaba riendo, 30 días juntando restos de pensamientos divagadores, 30 días en que no pude quitarme la idea de la cabeza de ser tu amigo, 30 días en que soñé con que me dijeras "te quiero".

30 días: La misma MIERDA de condena que le dieron a mi padre en la cárcel por violarme. Fue lo único por lo que pudieron culparlo, y aún con insuficientes pruebas, por que el juez casi pedía que quedara con su semen entre mis nalgas para tomar una muestra luego de que el me golpeara mientras me cogía. El asesinato de mi madre y mi hermana menor, para ellos simplemente fue culpa del "Asesino de la corte negra", ya sabes quien es... es un tipo un tanto raro a mi parecer, pero ya se hizo famoso de manera que las chicas temen salir solas.

No quiero causarte lástima Akira, pero aprovecho esta instancia para liberar todos mis sentimientos en contra de todo lo que odio, por que no tengo más oportunidad de hacerlo, yo no puedo correr lejos a un campo por temor a perderte. Yo... prometí ser sincero para que puedas quererme cómo yo quiero que hagas, también para alejarme de todo lo malo que me está rodeando.

 

Te deseo buenas noches, y los mejores deseos que puedo expresarte Akira.

 

 

 

Un 15 de enero Takanori Matsumoto decidió comenzar a tomar a pecho todos sus pensamientos y juntarlos para algún día poder enseñárselos a esa persona que él amaba.

 

La mañana siguiente la rutina diaria no lograba aburrirlo, por que sabía que al llegar a ese instituto de alguna manera tan odiada, terminaría sonriendo al ver a Akira. El agua caliente de la ducha lo empapaba mientras sus lágrimas se juntaban con ella y recorrían su cuerpo, más abajo y más abajo, llegando hasta sus pies donde el camino acababa y los sentimientos odiados por él se iban por el drenaje finalmente. No podía decidir que hacer con su cabello ésta mañana, pero no mucho le importó, por que mantenía presente que Akira no se fijaba si él tenía una imagen agradable. Arregló su rostro con un poco de maquillaje, y se sonrió a si mismo intentando convencerse de que el día de hoy todo terminaría bien, o al menos no habría un caos antes de las cuatro la tarde. 

Posicionó unas gafas color negro sobre el puente de su nariz, oscureciendo sus ojos, su cabello peinado sin parecer realmente que lo estuviera, lo hacía verse atractivo frente el espejo, pero Takanori nunca lograba convencerse que ese era el look indicado para éste día. Dejó de revolotear en su cuarto, tomando su bolso ya arreglado, con libros y cuadernos acomodados dentro de él.

Avanzó por las escaleras, cómo siempre teniendo cuidado de no despertar a su padre, no tenía idea de cómo ese hombre podía seguir viviendo allí con el apoyo del juez, definitivamente detestaba a esos dos hombres estúpidos. Una vez en la cocina limpió una manzana y la guardo en su bolso envuelta en servilletas de papel para que no se ensuciara entre tanto basural que llevaba dentro de su bolso. Tomó su celular, conectando los audífonos a él al mismo tiempo, para luego acomodarlos en sus oídos y comenzar con el desagradable viaje a la escuela. En invierno a las 07:10 de la mañana el clima no era agradable, ni mucho menos tibio cómo para que él lograra sentirse cómodo esperando en la parada de buses más de 15 minutos cómo era lo habitual.  

Era otro día más de incertidumbre posándose sobre sus hombros haciéndole peso, casi provocándole un miedo que calaba su cuerpo hasta los huesos.  Cómo siempre casi al llegar al instituto podía ver a Akira cruzando la calle en la parada donde el bajaba, pasaba a su lado, siempre tratando de bajar la velocidad para recibir su tibia respiración sobre su cuello, pero eran pocas veces las que realmente lo conseguía. El rubio jamás notaba que Takanori estaba pendiente de cada uno de sus movimientos, y tampoco era cómo si nada le importara, pero parecía encerrado en una burbuja invisible y tan fuerte que ni sus amigos podían romperla. Las clases comenzaron, torturando a Takanori cómo siempre, por suerte Yutaka, el chico que se sentaba a su lado, a veces era un poco sociable y no le temía al "niño huérfano" que los otros detestaban. No era una novedad que Takanori fuese diferente, por que tampoco le importaba lo que llegaran a pensar los demás de él, solamente le importaba la opinión de Akira, que él llegara a considerarlo alguna vez en su vida, entre tanto a él sólo le quedaba esperar la llegada de ese momento mordiéndose la lengua cómo un niño para no delatarse. 

Yutaka siempre terminaba hablando sólo, por que Takanori tenía la idea metida en la cabeza de que: todo el mundo le tenía lástima. Pero realmente no era así, al menos para Yutaka ese no era el caso, por que realmente le simpatizaba el chico poco sociable a su lado, a él no le importaba su familia, ni sus problemas, ¿acaso eso importa cuando quieres ser amigo de alguien?... Yutaka con su sonrisa sólo pretendía prestarle un momento de risas, pero solía no tener un buen resultado por que Takanori no hacía más que sentirse menospreciado por Akira, y recordar lo frustrado que se sentía.

No era para menos cuando se había enterado de que estaba con alguien más, pero aún nada era seguro, por que probablemente Akira no era capaz de hacerle eso ¿cierto?

Pero su corazón le decía que recordara que Akira no era malo, sólo quería ser feliz según su corazón.

En el primer receso, salió casi corriendo a sentarse al árbol más alejado del patio, uno casi en una esquina, que resguardaba sombra y un buen lugar en sus ramas donde poder sentarse a hacer lo que a uno se le antojara. Trepó con ayuda de sus brazos y piernas, ejerciendo una fuerza que nadie sabía de donde ese pequeño era capaz de sacar. Akira por coincidencia había llegado a parar bajo la sombra de ese árbol, ocultándose del molesto sol invernal, ese que solamente gustaba de hace acto de presencia en el cielo.

Si escuchaba unos segundos más, si esperaba un poco más averiguaría con quien hablaba Akira, pero cuando tocaron el timbre de reingreso Akira siguió sentado plácidamente ahí. El corazón de Takanori no tardó en acelerarse cuando Akira dirigió su mirada hacia arriba para observar un poco el panorama que ofrecía ese árbol, después de todo le parecía intrigante que estuviera tan alejado de todo.

Takanori lentamente se escabulló, o eso intentó, por entre las ramas, sentándose con las piernas colgando hacia abajo balanceándolas de adelante hacia atrás una y otra vez, mientras Akira se preguntaba quien era el chico que compartía el gusto de peligrar al igual que él. Aún no lograba ver su rostro, ya que se encontraba a contra luz, pero el aire de dulzura que llegaba a él lo hacía sentir realmente familiar.

 

¡Oye!

 

Su corazón volvió a acelerarse de una manera increíble y aún más fuerte y rápido, queriendo reventar su carne y librarse de lo que lo mantenía unido a  ese cuerpo.

 

¿Mh?

 

Notas finales:

Ok, sé que soy irresponsable cuando de escribir se trata, denme la oportunidad. Y no voy a mentir, me demoraré cuanto mi mente poco desarrollada requiera para hacer algo decente.

La idea es que el estilo de cada capítulo sea así: Carta+narración o narración+Carta. Por que mi intención es meterme en los sentimientos de Takanori sin llegar a desviarme totalmente de la historia con relleno ya sea muy mamón, o corta venas por parte de Taka.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).