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La nieve es... por AkiraHilar

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Notas del capitulo:

Camus debe partir, pero eso no significa que dejara a Milo sin su regalo de cumpleaños...

 

Caminaban desganados por la costa del mar Egeo, aquella tarde ya cerca del anochecer que habían decidido compartir juntos. Sabía lo que estaba por ocurrir; Camus tendría que partir a Siberia, el patriarca le había dado la orden de entrenar al futuro Santo de Cisne en aquel lugar apartado y helado. Milo le gustaría acompañarlo... pensó que como amigo era ese su deber, además de esa opresión en el pecho que quería evitar.

Poco más de catorce años, dos adolescentes, el mar a su diestra, el cielo sobre su cabeza, la arena debajo de sus pies... una despedida.

-No estarás en mi cumpleaños-comentó el escorpión pateando una concha de la arena hasta las aguas, con fastidio. El francés lo miró con ese rostro inflexible que ya era su marca.

Demasiado tiempo juntos, demasiado cosas juntos. Milo se sentía de alguna forma afligido ante la idea no de que no estuviera en su cumpleaños, sino por tanto tiempo. De subir a su templo y hallarlo vacio, pensar que ya no tendría a alguien que escucharan atentamente sus pensamientos, sus ideas, que no le interrumpieran, le hicieran sentir comprendido...  que...

Desvió su mirada hacía el cabello aguamarina del galo a su lado, con la vista fija en el horizonte donde el cielo con el mar se unían y besaban amigablemente. Las nubes tomaban colores de fuego a lo lejos, el sol se iba escondiendo y la brisa fría de aquel momento se le hizo fúnebre.

-No importa...-balbuceó intentando no verse afectado-. Somos Santos de Oros, un cumpleaños no es importante. Solo debemos estar preparado para defender a nuestra diosa y acudir al llamado del patriarca y...

-Milo...

-No me hará falta celebrar cumpleaños. Shaka no los celebra, ¡ni siquiera sabemos cuándo cumple!

-¿Quieres que te de un regalo por adelantado?

El aludido volteó para mirarlo de reojo, observar el rostro serio de Camus que jamás se inmutaba, muy pocas veces lograba cambiar ese semblante, más sabía que sólo él tenía la llave para hacerlo. Que era único, que Camus sólo mostraba calidez a su lado. Sonrío de lado, pensando en que quizás era infantil, pero que no podía comprender desde cuando aquello que brotaba en su pecho sólo le sabía y le pronunciaba ese nombre.

-Que me darás, ¿un helado?-se jugó, con una sonrisa melancólica.

Lo que él realmente quería era que no partiera...

-¿Te acuerdas que hace años alguien te llevó a un lugar frío?

Y Milo no pudo evitar ensanchar la sonrisa al recordarlo, evocar el momento en que Saga lo había sacado de su habitación para llevarlo con su técnica hasta algún lugar cubierto de nieve. Tanta fue su euforia que no preguntó dónde estaba y sí, había pasado todo el resto de los días siguientes contando la anécdota, orgulloso, mientras que Aioria decía no creerle y Afrodita se burlaba.

-Ese día, me puse celoso-admitió Camus, sacando a Milo de su cavilaciones para enfocar de nuevo la vista en su perfil, en la forma que el cielo y las luces dibujaban contornos en su figura dorada y en su piel de nácar-. No sabía que te gustaba tanto la nieve, de haberlo sabido...

-¿Me hubieras lanzado un polvo de diamantes?-interrumpió el heleno con una sonrisa cómplice, emocionada...

Enamorada, aunque esa palabra aún no era capaz de confesarla.

Camus le miró, una leve curva levantó sus labios por la comisura derecha, con el brillo de esos ojos gélidos, brillo que sólo él poseía...

Y de repente, el milagro...

Copos de nieves empezaron a caer a su alrededor, cristales blandos revolotearon con la brisa, con el atardecer... Debajo del sol de Grecia empezó a nevar. Una lluvia de pequeños blancos y helados cayó sobre su cabello, resbalaron por su armadura dorada como una lánguida lágrima, al tiempo que se iban descongelando por la temperatura del lugar... el cual poco a poco, descendía.

Y allí estaba él, con una mano extendida, con el cabello aguamarina danzando en el viento, con los copos blancos y fríos que asemejando a su piel engalanaba la figura.

Un mago del hielo...

-Te hubiera traído la nieve hasta aquí-dijo con autosuficiencia, complacido con el rostro de sorpresa y regocijo de Milo-. ¿No es mejor?-y la sonrisa de Milo se convirtió en una hermosa carcajada, con los ojos turquesas brillando de lágrimas contenidas.

-¡Eres el mejor!-exclamó extendiendo los brazos de la emoción-. ¡Sin duda el mago del hielo!

Apenas una corta risa por parte del galo, una que le supo a lo mejor de la coral. El griego entonces sólo se detuvo a grabar ese momento en su alma, sentir el oleaje del mar Egeo en verano, con la nieve que no dejaba de caer y cubrir las costas de aquel lugar. Un paraíso blanco y frío solo para él, nada más para él.

Lo miró en ese instante por un momento, supo entonces que eso era lo que Camus representaba para sí mismo: el paraíso helado y frio donde refrescaba a su alma; cálido, donde apoyarse...

Amigo, hermano, compañeros... ¿podían ser algo más?

Cerró sus ojos, levantó su semblante para que los copos de nieve cayeran en su rostro y le besaran con su helada textura, le enviaran cosquillas o ese hormigueo excitante debajo de su piel. Concentrado, tan concentrado que no se dio cuenta de los pasos con los que Camus apartó la distancia, le abrazó arropando su cabeza contra su cabello enroscado, susurrándole en el oído...

Con su aliento frió, su olor a menta...

- Joyeux anniversaire...

Sonrío, abrazó...

-Es el mejor de todos...-afirmó...

Pasaron el resto de la noche hablando de todo, en aquella costa, mientras la nieve se derretía entre sus dedos que sin saber porque habían decidido mantener enlazados, con el frió que sentía sobre la piel... con el calor debajo de sus pechos. Rieron juntos, recordaron juntos, a veces Milo le echaba un poco de nieve en la cara de Camus, o era el francés quien la volvía a congelar a pedido de Milo. Compartieron, se unieron en un lazo que aún desconocía cuál era su profundidad...

Al final, Milo había comprendido... la nieve era blanca... la nieve también era fría... con Camus, ese frío era lo más delicioso en la vida.

Notas finales:

Ahora termina con el Milo x Shaka ^^


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