El lunes llegó, Suzaku y Leleouch se mostraban felices y muy acaramelados, Shuichi se mostraba cansado pero feliz y Horo y Ren se veían más cercanos, Ritsuka se encontraba tan cansado que no había asistido a clases.
-Te vez bien- Shuichi giro de inmediato al reconocer la voz de su amigo.
-Hiro- lo abrazo provocando un gemido en el pelirrojo –Ah lo siento- se alejo asustado
-También me da gusto verte-
-¿Estás bien?-
-Sí, solo tengo algunos morados-
-Pero faltaste una semana, por unos morados no faltas toda una semana- Hiro suspiro derrotado
-Tengo dos costillas rotas-
-Por mi culpa-
-Shuichi quiero que te quede muy claro que nada de lo ocurrido fue tu culpa, nunca me hubiera perdonado si algo te hubiera ocurrido, lo que hice fuer por decisión propia y me alegra haberlo hecho.
-Pero-
-Nada Shuichi olvídalo, estoy bien y me alegra que tu también-
-Gracias Hiro- sonrió agradecido por el gesto y la preocupación de su amigo.
-No tienes nada que agradecerme- le revolvió sus rosas cabellos
-Hiro ahora que estás conmigo nuevamente, me acompañaras a darle mi presente a Yuki-sensei-
-Claro- le sonrió amablemente
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Ren se dirigió al aula de su pequeño primo, tenía que ir a recoger algo, cuando llegó no se equivoco, en el escritorio de Ritsuka se encontró con una lila, la tomo y salió de ahí, dirigiéndose a su aula, en el camino se encontró con su koi
-Buenos días- escucho la alegre voz de Horo
-Hola-
-¿Eso es para mí?- pregunto con una gran sonrisa
-No, esto le pertenece a Ritsuka-
-Ah, su admirador secreto, hubiera sido un lindo gesto de tu parte- se mostro un poco triste, Ren se aseguro que no había nadie en el pasillo y beso a su koi -¿Por qué fue eso?- pregunto confundido, Ren simplemente se encogió de hombros
-Quería sorprenderte- el de cabellos azules sonrió ampliamente
-Que hermosa sorpresa- le susurro mientras lo abrazaba por la cintura y le besaba nuevamente, se separaron violentamente cuando escucharon unas voces acercarse.
-Uaui- le llamaron las chicas, el mencionado giro a verlas frustrado
-Si-
-Te estaremos apoyando en el partido del viernes-
-Ah… gracias- miro discretamente a Ren
-Deben ganar-
-Si- la campana se escucho en ese momento, lo cual el de hokkaido agradeció, se alejaba cuando le gritaban
-ESTEREMOS CONTIGO- hizo un gesto sin girarse
-¿Iras?- alcanzo a Ren
-no me gustan los lugares con mucha gente y sobre todo con tanto ruido-
-Me encantaría que la persona que me inspira a superarme y a al que le dedico cada jugada asistiera- aquello provoca una sensación cálida en Ren
-… Bien pero no me quedare hasta que termine-
-¿Y con quién festejare el triunfo?- pregunto insinuante
-Alguien esta fanfarroneando- Horo sonrió confiado
-No estoy fanfarroneando, estoy seguro que ganare y quiero estar al lado de mi novio para festejar- se acerco para besarlo, estaba a punto de juntar sus labios cuando Ren giro el rostro.
-No te besare a menos que ganes
-Ohhhh eso me motiva aun más, no hay mejor recompensa-
-¿En serio?, entonces lo que te iba a proponer no tiene importancia- miro mordaz a su koi.
-No, dímelo- lo detuvo tomándolo por el brazo
-Pensaba darte una mejor recompensa pero si te conformas con un beso-
-Vamos Ren, lo pego a su cuerpo
-Si ganabas podíamos llegar a más que simples besos y caricias- Horo trago duro
-¿Más… que en el viaje?- Ren asintió –Bien, no hay duda de que ganare-
-No-
-¿No?-
-Te conformas con un beso no-
-No, quiero esa oferta- se apresuro a contestar –Nunca estoy satisfecho cuando se trata de ti-
-Si quieres que eso pase no será tan fácil-
-¿A qué te refieres?-
-No solo debes ganar-
-¿Entonces?-
-Debes hacerlo por una diferencia de treinta puntos- Horo quería reclamar pero no lo hizo por el contrario se acerco a Ren a susurrarle
-Bien, treinta puntos, eres exigente pero lo hare-
-Hasta entonces no puedes tocarme-
-Eres cruel amor-
-¿Aceptas o no?-
-Acepto- se apresuro a contestar
-Bien y ahora que hemos perdido la primera clase ¿qué hacemos?-
-No lo sé tú amor pero yo voy a practicar mis tiros- Ren sonrió ampliamente
-Te acompaño- Horo lo miro sorprendido, por lo regular siempre tenía que insistirle
-Bien- en cuanto llegaron Hoero se cambio los zapatos y comenzó a calentar para comenzar a tirar, podía sentir la mirada de Een sobre él, aquello lo inquietaba por lo cual fallaba
-Me sorprende que continúen ganando si tiras así-
-Eso es porque tú estás aquí- aquello desconcertó a Ren
-Por lo regular siempre estoy en tus partidos-
-Sí pero ahora solo estás tú mirando cada detalle, cada movimiento… me pones nervioso- confeso
-Vaya- hablo sorprendido –No lo sabía pero debes acostumbrarte si quieres que asista a tus partidos-
-Eso quiere decir que asistirás a todos mis partidos-
Ren se encogió de hombros, Horo sonrió y continuo practicando, con cada tiro iba mejorando, Ren estaba atento, le encantaba ver a su koi tan concentrado, sus movimientos eran elegantes y los tiros eran tan precisos
-La campana esta por sonar- le aviso, el de cabellos azules asintió, guardo el baló y alcanzo a su koi
-Vamos-
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-¿Cómo te sientes amor?- preguntaba preocupado Suzaku
-Me duele un poco- el castaño se mostraba culpable –Amor- el moreno se detuvo y tomo el rostro de su koi –Basta estoy bien, deja de poner esa cara, me haces pensar que te arrepientes de lo que paso-
-Nunca- se apresuro a contestar, mientras colocaba sus manos sobre las de Leleouch –Fue maravilloso, te amo- lo beso con cariño, el moreno sonrió enternecido
-Yo también te amo- junto sus frentes
-Tan temprano y ya están de tortolitos- escucharon la voz de Milly, ambos se separaron para mirarla, Suzaku aun no olvidaba que aquella chica se había atrevido a besar a su koi por lo que lo atrajo a su cuerpo estrechándolo por la cintura.
-Presidenta, buenos días-
-Buenos días, siempre tan cariñosos- sonrió
-Es normal cuando nos queremos tanto- hablo Suzaku
-…Cierto, Leleouch en la tarde tenemos junta-
-Sí, lo sé solo espero que terminemos pronto-
-Haremos lo posible- aquello molesto a Leleouch
-No me gustaría como antes que salíamos hasta las siete-
-No puedo prometerte nada sabes que las juntas pueden alargarse-
-Podemos detenerla y continuar al día siguiente-
-No podemos hacer eso y lo sabes, el ritmo se rompería es responsabilidad del consejo encargarse de los asuntos de los estudiantes y la escuela-
-Pues tal vez ya no quiera pertenecer al consejo- Milly se mostro sorprendida
-Amor no te precipites, haces un excelente trabajo como vicepresidente, además si te quedas hasta tarde puedo esperarte-
-En serio ¿harías eso por mí?-
-Eso y más- le sonrió
-Bien, cuando termines tu práctica me mandas un mensaje
-Claro- la campana se escucho en ese momento
-Nos vemos después- se despidió la chica
-Me chocan esas juntas-
-No te preocupes lo harás bien, siempre lo haces ¿por qué ahora te molestas?-
-¿En serio?- Suzaku no pudo evitar reír
-Me siento halagado- le beso nuevamente
-Ahora vamos, no podemos faltar a clases- Suzaku asintió y se dejo guiar por su koi.
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Cuando Ritswuka despertó miro confundido a su alrededor, le sorprendió ver que el sol ya estaba en lo alto
-¿Qué?- miro su reloj eran las once, se levanto y corrió a cambiarse
-¿Rit-chan?_
-Si-
-¿Puedo pasar?- escucho la voz de Jun
-Si-
-Que bueno que despertaste- le sonrió amablemente
-¿Por qué nadie me despertó? Ya es muy tarde para la escuela-
-Ren nos menciono que te cánsate mucho y que lo mejor era dejarte descansar-
-Pero-
-No te preocupes Ren traerá tus deberes y los apuntes- Ritsuka se mostro decaído, Jun lo notó –Me alegra ver que te gusta ir a la escuela- el menor sonrió
-Es gracias a ellos que me he podido adaptar-
-Pero ellos no han hech los amigos por ti o si-
-No-
-Lo vez, lo has hecho tú solo-
-Si- sonrió contento
-Vamos debes de tener hambre- ambos salieron dirigiéndose al comedor
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El final de las clases llegó y todos se dirigieron a sus respectivos clubes o actividades
-¿Iras al entrenamiento?- pregunto Horo
-No puedo, debo hacer algo-
-Comprendo, entonces te veo mañana, descansa- se despido para dirigirse al club.
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-No olvides mandarme el mensaje-
-No te preocupes- le sonrió, Leleouch se acerco a besarlo
-Te extrañare-
-Piensa en mí-
-Siempre- se dieron un último beso para separarse.
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-Vamos Hiro-
-Si- caminaban lentamente por los pasillos platicando animadamente, cuando el celular de Shuichi comenzó a sonar
-K-
-¿Dónde estás? No te veo en la entrada-
-Aun estoy en la escuela-
-¿Shuichi que…?-
-Hiroshi Nakano te quiero ahora mismo aquí- ambos giraron a ver a la persona que estaba a su lado, Shuichi pudo ver que su amigo también hablaba por celular, por su parte K miraba a una mujer al borde de la histeria.
-Hiroshi te quiero aquí ya- el pelirrojo suspiro cansado
-… Ya voy- colgó y miro a su amigo –Shu yo… el de cabellos rosados le sonrió
-No te preocupes, ve no quiero que te metas en problemas-
-Gracias amigo, esto es muy vergonzoso-
-No te preocupes, entiendo-
-Nos vemos mañana-
-SHUICHI- escucho que lo llamaba K
-Ah K me asustaste-
-¿En dónde estás?-
-No tardare voy a entregar un presente-
-No tardes-
-Si- Shuichi agradeció que K fuera tan comprensivo, camino hasta la oficina de Yuki, no sabía porque pero se encontraba nervioso, cuando escucho el pase abrió con cautela.
-Yuki-sensei-
-Ah Shindou-kun que sorpresa, creí que eras Aoyagi- Shuichi se sintió mal por aquel recibimiento, no solo esperaba a su primo sino lo trataba con mayor familiaridad
-Él no ha venido al colegio-
-Ya veo-
-…-
-¿Y a qué has venido?- pregunto directo, Shu se sintió no querido y se apresuro a contestar
-Cierto, vengo a entregarle esto- le dio un C.D. Yuki lo tomo y miro intrigado –No es mucho pero quería agradecerle por lo del otro día- hablo cabizbajo
-Ah pero no hice nada- Shuichi se encogió de hombros
-Puede tirarlo si lo desea, adiós- estaba por salir cuando el rubio lo llamo
-Espera- Shuichi giro a verle -¿Puedes entregarle esto a Aoyagi? Ya hice las correcciones- Shuichi lo tomo
-Se lo entregare, adiós- salió sin mirar atrás, cuando se encontró solo se detuvo para limpiar sus lagrimas “Solo soy un estúpido que se ilusiona por nada” guardo el escrito y fue a encontrarse con K.
-¿Estás bien?- Shuichi asintió mientras entraba en la camioneta, miraba por la ventana limpiando sus lagrimas tratando de no ser tan obvio, sin embargo K lo miraba preocupado temía que hubiera sido atacado nuevamente.
-¿Shuichi?-
-Llévale esto a Ritsuka, dile que se lo envía Yuki-sensei- bajo de la camioneta sin mirar atrás, K estaba preocupado más tarde averiguaría lo que le pasaba a su protegido.
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Yuki miro el cd que le había entregado el menor pero no sabía cuál era su contenido.
Pudo ver el cambio en el menor, había llegado tan radiante y contento y él había sido tan frio, el chico le había hecho un regalo, bueno muchos de sus estudiantes le hacían regalos aunque nade le había regalo un cd, con curiosidad lo coloco en la computadora, incluso le había dicho que podía tirarlo si lo deseaba, se preguntaba el porqué de ese comentario.
Miro con sorpresa que se trataba de un cd de audio, Yuki se sorprendió al notar que estaba disfrutando de aquella música, la voz de Shuichi era tan suave y dulce, termino de escucharlo cuando pensó “tal vez fui un poco duro, tal vez lo que hice no fue mucho pero para él… mañana le agradeceré por el detalle”
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Ren miro con sorpresa como Shuichi entraba a la camioneta y K tras él, su primo se veía triste, creía que el viaje le había ayudado, se preguntaba que había pasado, miro la camioneta alejarse, no dejaba de preguntarse qué había pasado cuando se percato que alguien lo miraba con insistencia, ahí se encontraba la persona con la que quería hablar, se acerco decidido.
-Comienzo a cansarme de tu juego-
-No quiero presionarlo- contesto un rubio
-Más bien creo que eres un cobarde-
-Lo enfrentare cuando lo considere el momento no cuando tú me digas- Ren sonrió de lado
-El tiempo corre- se alejo de él
-¿Y Ritsuka?- pregunto antes de que se alejara, Ren giro a verlo
-Si lo enfrentaras, lo sabrías por él mismo- ahora si se alejo, Soubi sonrió aquel sujeto lo estaba presionando y llevando a su uego.
Al siguiente día Ritsuka agradeció a Shuichi por enviarle el escrito, el de cabellos rosados le resto importancia, Shuichi no quería preocupar a sus primos y amigo por lo que trataba de mostrarse contento pero nada escapaba a Ren quien aprovecho la hora del almuerzo para preguntarle.
-¿Qué es lo que pasa? Hiro no esta molesto por lo que paso-
-Eh ah no ya hable con él y no pasa nada- le sonrió
-Ayer vi cuando te fuiste, te notabas cabizbajo- Shuichi rio nervioso
-No paso nada, me afecto saber que Hiro tiene dos costillas rotas por mi culpa- Ren no le creía
-Sabes quiero ayudarte pero si tú no quieres- Shuichi se sintió culpable, siempre se quejaba que sus primos no se preocupaban por él, ahora Ren lo hacía y él lo despreciaba.
-Ren espera- hablo cabizbajo, el mencionado miro a su primo, se mostraba tan vulnerable.
-¿Shuichi?- sus ojos amatistas se llenaron de lagrimas, Ren se preocupo y lo llevo a un lugar alejado, cuando se encontraron solos el de china se atrevió a preguntar -¿Qué pasa?- Shuichi negó y no aguanto más comenzando a llorar, aquello desconcentro a Ren, no era muy afectivo pero dio pequeñas palmadas en su espalda para infundirle animo, el menor lo abrazo y lloro desconsolado, Ren se tenso pro el gesto pero termino por ceder y lo abrazo.
-Shuichi me estas preocupando ¿qué pasa?-
-… Lo siento- se separo –Se que no te gusta que te abracen-
-No te preocupes-
-… Soy un estúpido- sorprendió a Ren, no le gustaba que hablara así y menos de él mismo.
-No digas eso-
-Pero es la verdad- sollozo
-BASTA, Shuichi no digas eso, no es verdad, dime ¿por qué dices eso?- el menor se tomo su tiempo para responder
-… Porque me he enamorado-
-Eso no tiene nada de malo- trato de animarlo
-Soy el único que se enamoraría por nada- Ren no entendía de que hablaba
-Shu cuéntame qué pasó-
-…El día que me atacaron- Ren asintió –Hiro no fue el único que me defendió- Shu bajo la voz y la cabeza –Yuki-sensei también trato de protegerme- Ren abrió los ojos sorprendido
-…Te… enamoraste de… Yuki-sensei-
-Soy un estúpido- sollozo mirando resignado a Ren, el de ojos dorados se repuso de la sorpresa
-Te lo dije deja de decir eso, no tiene nada de malo- le sonrió para animarlo.
-Pero él es un maestro-
-Shu- tomo su hombro –No puedes mandar en tus sentimientos-
-Soy un tonto, me he enamorado por nada-
-¿Qué haya tratado de protegerte no es nada?, es obvio que se preocupa por ti- Shu negó
-Solo lo hizo por obligación-
-¿Por qué lo dices?, un profesor no se arriesgaría como él lo hizo por un alumno-
-Cuando fui a darle las gracias se mostro tan frio e indiferente- hablo dolido, aquello preocupo y enterneció al de china, su primo estaba tan enamorado.
-Bueno no sabes si le paso algo para que tuviera esa actitud-
-¿Algo?- pregunto ladeando su cabeza, aquella actitud ingenua de su primo le encantaba
-Que tal que tuvo un problema o mucho trabajo- Shuichi reflexiono
-Tenía muchos exámenes que calificar-
-Lo vez-
-Gracias Ren- se mostro contento y lo abrazo.
Aunque se sentía más tranquilo aun no estaba listo para ver al rubio por lo que lo estuvo evitando.
Por fin el viernes llego, dos personas lo esperaban con gran anhelo, Ren se encontraba tan frustrado pues con la tonta consigna que le había hecho a su koi llevaba cuatro días sin poder besarlo ni tocarlo, para la próxima pensaría en algo mejor, por su parte Horo se encontraba ansioso ansiaba lo que ocurriría después del partido, antes de ir a cambiarse se acerco a su koi
-No olvides tú promesa- Ren sonrió de lado mientras su cuerpo se estremecía al tener tan cerca a Horo
Ritsuka le había pedido permiso a Yuki para asistir y apoyar a su amigo, el rubio se lo concedió pero solo después de explicarle las correcciones
-Te felicito, has mejorado mucho, has hecho caso a las anotaciones y consejos que te he dado, esta es la última corrección, después haremos todos los trámites para meter tu cuento al concurso- Ritsuka sonrió contento
-Muchas gracias sensei, ¿para cuándo quiere que le entregue el último escrito?-
-Para el próximo viernes-
-Bien ¿puedo retirarme?- Yuki asintió, el moreno estaba por salir cuando el rubio lo llamo –Aoyagi-
-Si, sensei-
-¿Cómo está tu primo Shindou-kun?-
-Estaba un poco triste, su amigo salió lastimado por protegerlo pero nos fuimos de viaje y ahora está mejor-
-Ya veo, que bueno que está bien, te veo el viernes- el moreno asintió y salió de ahí dirigiéndose al gimnasio, cuando llego los gritos eran ensordecedores, todos vitoreaban al equipo pues iban ganando por seis puntos pero los gritos que sobresalían eran los de las fanáticas de Horo.
-¿Cómo te fue?- pregunto Leleouch
-Bien…- no pudo continuar pues en ese momento Horo encestaba otra canasta elevando los gritos, el de cabellos azules miraba cada vez que anotaba a cierta persona de ojos dorados, Ren estaba feliz y molesto al mismo tiempo, le gustaba que su koi le dedicara cada una de sus canastas pero le molestaba que todas esas tipas le gritaran, se sobresalto al escuchar la voz de su primo en su oído
-Alguien está molesto-
-¿De qué hablas?-
-No creas que no me he dado cuenta de las miradas que te manda Horo, además durante el viaje estuvieron muy juntos-
-Somos amigos eso no tiene nada de malo-
-Yo diría que son más que amigos- el mayor pudo ver la perturbación en su primo –No entiendo porque te empeñas en mantenerlo en secreto, si lo hicieras publico ninguna de esas se atrevería gritarle mucho menos acercársele- Ren lo miro rápidamente para centrarse nuevamente en la figura de su koi “Leleouch tenía razón si esas supieran que Horo es suyo no se atreverían a acercarse y se evitaría muchos disgustos”
Ren sonrió como solo él sabía hacerlo, Horo se estremeció al ver tan sexy a su pareja.
El timbre sonó anunciando el final del partido todos los del equipo corrieron a abrazar y elevar a Horo, gracias a él habían ganado por una diferencia de 35 puntos, el de cabellos azules no podía dejar de sonreír no solo por el triunfo sino lo que este conllevaba, miraba a su alrededor buscando a alguien en especial pero Ren no se encontraba por ningún lado Horo se sintió desilusionado una vez que sus compañeros se calmaron se acerco a Lelouch.
-¿Y Ren?-
-Él ya se ha ido pero te ha dejado esto- le entrego una nota Horo la leyó ansioso
“Más vale que no tardes y que llegues bañado, te estaré esperando en… Basón te traerá” una enorme sonrisa ilumino su rostro
-Gracias- se alejo corriendo esquivando a todos, no quería perder más tiempo, aquel día por fin podría tener a su adorado Ren.