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Amor y Desconfianza por Hali

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Notas del capitulo:

Ya es común que me tarde en actualizar pero todo sea por darles un buen capítulo, sumando que el trabajo y la escuela respectivamente nos tiene muy ocupadas pero aquí ya esta al fin un nuevo capítulo.

Ren se mostraba distante, incluso angustiado.

-¿Estás bien?- le preguntó preocupado su koi

-Si-

-¿Te duele?- Ren se sonrojó avergonzado y contestó irritado

-Deja de decir tonterías-

-Pero estoy preocupado por ti amor- sus palabras fueron tan sinceras que no dijo nada, pues le gustaba ver que su amor se preocupaba por él.

-Vamos, pronto sonará la campana- Ren no quería preocupar a nadie pero le inquietó saber que su primo no había asistido a la escuela y no fue el único que se sentía así, un rubio profesor extrañaba su presencia en clase.

Ritsuka, por su parte, estaba ansioso por encontrarse con Nisei y tener noticias de su encargo, no veía la hora de salida, caminaba por los pasillos para su siguiente clase cuando se encontró en el rubio profesor.

-Ritsuka-kun que bueno que te veo-

-¿Qué pasa sensei?-

-Terminando las clases, te espero en mi despacho para comenzar la inscripción al concurso-

-¿Eh?- dudó

-¿Pasa algo?-

-… No sensei, ahí lo veo-

-Bien- iba a preguntar por el de cabellos rosados pero prefirió no hacerlo, el menor se sintió frustrado; resignado se dirigió a clase.

Cuando las clases terminaron, cada uno de los primos se dirigió a sus actividades, Ren acompañó a su koi al entrenamiento, pues horas antes Ritsuka le había mandado un mensaje diciéndole que tenía que ver a Yuki-sensei y no sabía cuánto tardaría, Horo se sorprendió gratamente con la compañía de su koi, antes de que Horo se cambiara, Ren lo detuvo.

-No te atrevas a ponerte playera sin mangas- le amenazó, Horo rió divertido y abrazó a su koi por las caderas

-En los partidos no podré utilizar playera con mangas- le besó, Ren correspondió la caricia.

-Ya pensaré en algo- el de cabellos azules sonrió nuevamente, le gustaba ver lo celoso y posesivo que era su novio.

-¿Te quedarás todo el entrenamiento?- preguntó entre besos.

-No… me molestan esas zorras-

-Sabes que no me importan, tú eres al único que amo-

-Pero son tan molestas- habló enojado.

-Lo sé- suspiró cansado –No me dejes amor, no con esas- le pidió

-Debó ir con Ritsuka para que no vaya solo a casa-

-Yo también te necesito amor- le miró suplicante. Ren lo miraba con culpa, su koi lo necesitaba y esperaba tenerlo a su lado, para apoyarlo e incluso defenderlo de esas zorras como las llamaba.

-No te acostumbres- terminó por ceder, Horo sonrió, le besó y estrechó.

-Te amo tanto-

-En cuanto termine la práctica nos vamos- le advirtió

-¿No me permitirás ducharme?-

-Si no quieres que te lleve está bien-

-¿En verdad me acompañarás hasta casa?- Ren simplemente asintió

-Genial, le diré a Fausto que no es necesario que venga por mí, aunque creí que te disgustaba tenerme a tú lado estando sucio-

-No me molesta-

-Pero el otro día hasta me dejaste una nota de que si no me bañaba- Ren se sonrojó y evitó mirar al más alto.

-Eso fue porque ese día era especial- Horo sonrió y abrazó nuevamente a su koi recostándolo en su pecho.

-Voy a cambiarme, mientras más pronto comience la práctica, más pronto podremos irnos- le besó y corrió a los vestidores, Ren caminó resignado a las gradas y se sentó lo más alejado de las “zorras”.

Realizaba sus deberes cuando escuchó un grito ensordecedor del otro lado, las miró hastiado, comprobando que le gritaban a su koi.

-WWWWWWWAAAAAAAHHHHHH HORO-

-AQUÍ, MIRANOS HORO-

-HORO HORO- Ren evitó mirarlas, prefirió mirar a su koi, se sintió contento al ver que ni siquiera se giraba a verlas, se concentraba en las indicaciones que les daba el entrenador y en verlo disimuladamente, Ren no pudo evitar sonrojarse, se percató que el de cabellos azules se quedó conversando con el entrenador cuando todos se alejaron para calentar, la práctica comenzó con un duelo entre miembros del equipo, las tipas, no dejaban de gritarle a Horo y a uno que otro miembro del equipo, sin embargo los gritos a su koi se escuchaban más, cada vez que encestaba los gritos aumentaban, aquello era muy molesto para Ren, quien había decidido irse, estaba por levantarse cuando notó que Horo abandonaba el gimnasio dirigiéndose a los vestidores, aquello intrigó al de china, se preguntaba a dónde iba, decidió esperar cuando su celular vibró, miró que era un mensaje de su koi.

“Te espero en la entrada trasera para irnos juntos” Ren sonrió y salió de ahí, dirigiéndose al lugar indicado, al llegar y no verlo se sintió confundido, miró su celular para ver si tenía otro mensaje, al no ser así se sintió molesto, se giró para irse cuando lo vio correr hacia él, su cabello escurría pues estaba recién bañado, llegó agitado hasta dónde se encontraba y le sonrió.

-Lamento haberte hecho esperar- le habló agitado.

-Tú cabello está mojado, enfermaras- le reprendió, Horo rió

-Tenía prisa por llegar y verte- le abrazó por la cintura acercándolo a su cuerpo, Ren se dejó hacer y recargó su cabeza en el hombro del más alto.

-No has terminado la práctica-

-Le he pedido permiso al entrenador. Ren se separó y le colocó el gorro de la sudadera pues no quería que enfermara, el de cabellos azules le sonrió agradecido, lo pegó al frondoso árbol y lo cubrió con su cuerpo para besarlo con cariño, Ren se dejó llevar y le abrazó pasando sus brazos por su cuello, se besaban con cariño, Ren tuvo que reunir toda su fuerza de voluntad para separarse y hablar.

-Vámonos o en verdad te enfermarás- lo tomó de la mano y caminaron a la salida, ahí ya les esperaba Bason junto al auto, Horo estaba feliz pero inconforme, Ren lo notó.

-¿Qué pasa?-

-Me encanta que vayamos a casa juntos pero hubiera preferido que fuéramos caminando tomados de la mano- Ren se sonrojó pues eso es lo que hacían las parejas.

-La próxima vez lo haremos- concedió avergonzado, el más alto lo miró con cariño y le sonrió agradecido, ambos entraron al vehículo, en la intimidad del lugar, Horo atrajo hacía si a su koi, ambos se acomodaron disfrutando del momento.

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Ritsuka caminaba por los pasillos rumbo al despacho de Yuki, deseaba no tardar para ver a Nisei, después del recreo le envió un mensaje a Ren informándole la situación, cuando llegó al despacho, Yuki ya lo esperaba.

-Hola Ritsuka-

-Hola Yuki-sensei-

-Te explicaré como llenarlos y te los llevarás a casa, púes es algo laborioso y necesita la firma de tus padres- el menor se tensó, el mayor lo notó de inmediato-¿Pasa algo?-

-…- el menor se tomó su tiempo para responder -… Mis… padres murieron hace tiempo- el rubio se sorprendió y se sintió mal por no haber investigado antes –Entonces no podré participar- habló decaído.

-… ¿Tus tutores?- preguntó inseguro, el menor asintió, Yuki se sintió mal por poner en ese estado al menor, haciendo a un lado todo lo abrazó protector.

-Lamento lo de tus padres-

-… Gracias- habló con la voz quebrada, Yuki lo consoló hasta que se encontró más calmado.

-¿Quieres que te explique o nos vemos mañana?-

-Ya estoy aquí, me gustaría que me explique-

-Bien, siéntate- le ofreció un vaso con agua y comenzó con la explicación, cuándo terminaron el rubio lo abrazó nuevamente.

-Puedes venir cuando quieras, si necesitas algo te ayudaré-

-Gracias sensei- le sonrió más animado, salió dirigiéndose a la entrada, se sentía confundido, hablar con una persona ajena a su familia respecto a sus padres le había ayudado, se sentía escuchado y comprendido, cuando llegó a la entrada y vio a Nisei sus pensamientos se concentraron en una sola persona.

-Aoyagi-sama- le saludó, el menor le sonrió como saludo

-¿Tienes algo?- preguntó directamente, la espera lo estaba matando.

-Sí, tengo toda la información, el sobre se encuentra en el auto-

-Gracias- Ritsuka entró de inmediato, miró el sobre y con manos temblorosas sacó las hojas de su interior, examinó las hojas pasándolas rápidamente, encontrándose con una foto del rubio, la miró estudiando todos los rasgos del mayor, se veía tan guapo, como le recodaba, sin saber porque sus ojos se llenaron de lagrimas, no pudo continuar mirando la foto, guardándola en el sobre, se recostó en el asiento cerrando los ojos, no quería llorar, estaba cansado de ello, guardo la información en su mochila, más tarde la examinaría, en cuanto llegó a casa se encerró en su habitación, habían sido demasiadas emociones por un día.

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Leleouch salía fastidiado de la reunión, el festival deportivo estaba cerca y debían ver el presupuesto y las actividades que se realizarían, la competencia entre los grupos, comenzaba a tener jaqueca, caminaba por los desiertos pasillos cuando escuchó unos pasos presurosos acercándose a él, solo esperaba que no se tratara de Milly o algunas de la chicas del consejo, su rostro se iluminó al ver de quien se trataba.

-Suzaku-

-Lulu lo abrazó por la cintura elevándolo unos centímetros para besarse con cariño.

-¿Qué haces aún en la escuela?, tú práctica terminó hace horas-

-Esperarte por supuesto, no podía irme y dejarte aquí. Le besó nuevamente, Leleouch le sonrió y le abrazó posesivamente.

-Por eso te amo, eres todo un caballero, un príncipe hecho realidad- juntó sus labios.

-Jajaja, me halagas, harás que me ruborice-

-Me encanta verte ruborizado y gimiendo sobre mi- le susurró sugerente, mordisqueando su oreja, Suzaku rió divertido, ladeando más su rostro y atrayendo a su pareja.

-Lulu no comiences algo que no vas a terminar- le advirtió

-¿Quién dice que no voy a terminar?- le empujo pegándolo a la pared, el castaño rió con más fuerza por la acción de su koi

-¿Aquí, en medio del pasillo?- preguntó divertido

-Sí, no hay nadie- besaba el cuello de su koi ansioso, Suzaku rió divertido, tomó al moreno de los hombros y lo giró quedando él pegado a la pared. Leleouch le miró intensamente, se sonrieron y juntaron sus labios con pasión, el castaño coló su mano por la camisa de su koi para tocar su pecho y sus pezones, besaba su cuello para ir descendiendo cuando el celular del moreno se hizo escuchar, ambos se separaron sobresaltados, el castaño le miró interrogante, Leleouch sacó molesto el celular y miró que se trataba de Jeremiah, cabreado contesto.

-¿QUÉ DEMONIOS QUIERES?-

-Le-Leleouch-sama, yo debó llevarlo a casa ya es tarde- se sintió dolido por el tono utilizado por su protegido, Suzaku decidió ayudar al pobre desgraciado, abrazó por la espalda a su koi y le besó el cuello y la oreja, Leleouch de inmediato se relajo y reprimió un gemido recargando su cuerpo en el pecho de su koi.

-Ya… lo sé Jeremiah pero he salido tarde y estoy en el edificio más alejado.- Suzaku continuó con las caricias subiendo la intensidad, comenzando a masturbarlo, el moreno reprimió un nuevo gemido mordiéndose los labios, alejó el celular para jadear.

-¿Leleouch-sama está bien?-

-Si, Jeremiah ven por mí, estoy en el edificio F- habló rápidamente y colgó, dejó caer el celular y se giró para besar con hambre a su koi, desabrochó con desesperación el saco y camisa de su koi, comenzando a acariciarlo y besarlo, Suzaku lo tomó de las manos para detenerlo, el moreno lo miró confuso.

-No tenemos mucho tiempo, ese tipo no tardará en llegar-

-Pero lo mande muy lejos- trató de continuar

-Amor, me encantaría tomarte pero sabes que soy un romántico-

-¿Entonces no te harás responsable de esto?- tomó una de sus manos y la llevo hasta su miembro erecto.

Suzaku rió y se agachó quedando a la altura de su miembro, desabrochó el pantalón sacándolo y besó la punta para comenzar a lamerlo, e introducirlo en su boca, Leleouch se recostó en la pared sujetando los castaños cabellos desordenándolos, Suzaku tomó una de sus piernas y la colocó sobre su hombro para exponer su entrada, continuando succionando y mordiendo el miembro del moreno, sin aviso, metió un dedo estimulándolo, Leleouch no dejaba de gemir y removerse.

-… Suzu…- era lo único que podía decir, sumergido en el placer, el castaño aumentó el ritmo y el número de dígitos, el moreno no aguantó más llenando la cálida cavidad con su simiente gritando el nombre de su koi, cansado, se dejó caer pesadamente pero su koi no dejó que su cuerpo tocara el piso, Leleouch se aferró a su cuello.

-Te amo tanto- habló tratando de recuperar el aliento.

-Yo también te amo Lulu- el moreno comenzó a mover sus caderas frotando ambos miembros.

-Oh, Suzaku, quiero ser tuyo-

-Eres mío Lulu… solo mío-

-… Tómame- suplicó, Suzaku le besó mientras masturbaba ambos miembros, al separarse el moreno le miró interrogante.

-… Hemos demorado demasiado- el moreno iba a reclamar cuando su celular comenzó a sonar, se sintió frustrado al saber que no sentiría a su koi en su interior, resignado, se dejó llevar por las sensaciones que provocaba su koi en él, ambos llegaron al clímax con la incesante melodía, ninguno se separó, continuando abrazándose, cuando regularon sus respiraciones, el castaño habló.

-Debemos irnos- Leleouch asintió sin querer separarse, su koi le arregló su ropa y la propia, para tomar su mano y comenzar a caminar, fastidiado, el moreno contestó de mala gana.

-¿Qué quieres?-

-Señor, no lo…-

-Te esperó en el auto, no tardes- ordenó y colgó, Jeremiah no entendía nada pero decidió obedecer, corrió para no hacer esperar a su protegido, cuando llegó, vio a ambos chicos muy acaramelados.

Suzaku acompañó a su koi hasta su auto, el moreno no le quería dejar ir.

-¿Por qué no vienes a mi casa y dormimos juntos?- el castaño sonrió

-Sabes que no dormiríamos-

-Pero quiero- hizo un puchero

-Yo también pero no me siento cómodo haciéndolo en casa de tus padres-

-¿Entonces?- preguntó cabizbajo, Suzaku sonrió y le tomó de la barbilla levantando su rostro.

-El viernes nos iremos de fin de semana tú y yo solos-

-¿En serio?- su rostro se iluminó.

-Si-

-Oh Suzaku- suspiró embelesado, para después besarlo, Jeremiah se aclaró la garganta para hacer notar su presencia, el moreno se separó de mala gana y le miró

-Supongo que debes irte-

-Recuerda, lo que prometiste-

-Lo recuerdo y lo cumpliré- el moreno sonrió encantado y le volvió a besar para entrar al auto, Suzaku se dirigió donde ya lo esperaba Lloyd con una gran sonrisa.

-Tu rostro refleja que has pasado un gran rato con tú novio- Suzaku contestó divertido.

-Cállate y llévame a casa- y subió al auto.

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Ahora que se encontraba más tranquilo decidió leer toda la información que le entregó Nisei, leyó sin descansó, cuando terminó, se dejó caer pesadamente en la cama, cerró los ojos meditando lo que haría, suspiró cansado teniendo su respuesta, miró el reloj, sorprendiéndose de la hora, suspiró nuevamente y se recostó pensando en lo que haría el día de mañana.

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Ren se encontraba en su habitación recordando tan memorable tarde junto a su koi pues este le invitó a comer, el de ojos dorados no pudo rechazar tan entusiasta invitación.

FLASH BACK

-Amor vayamos juntos a comer—le pidió con una gran sonrisa –Nunca lo hemos hecho y me encantaría pasar más tiempo contigo- bajó el rostro, pues se encontraba avergonzado y sonrojado, Ren se enterneció por la acción de su koi, lo tomó de sus mejillas levantándole el rostro.

-Me encantaría pasar más tiempo contigo, vamos a comer- le besó dulcemente, Horo le sonrió y juntó nuevamente sus labios, el de cabellos azules le indicó la dirección a Bason, cuando llegaron Horo le indicó que esperara para abrirle la puerta, Ren se sonrojó.

-No soy una mujer-

-Lo sé, pero me encanta ser atento contigo- le besó en la mejilla, Ren no pudo evitar sonreír y dejarse guiar, se sorprendió al ver ahí a Fausto.

-Los están esperando-

-Gracias Fausto- Horo le guió hasta un discreto rincón dónde podían ver todo el lugar.

-Estoy seguro que te encantara- el restaurante  no era tan elegante pero si acogedor, en cuanto se sentaron les entregaron las cartas.

-Puedes pedir lo que quieras, yo invitó- Ren sonrió de lado.

-No iba a reprimirme- Horo rió divertido, comieron entre risas, roces y besos, ambos disfrutaron del momento, Ren no deseaba que terminara aquel momento pero ambos sabían que no podían alargarlo más, suspiró pesadamente recostándose en el pecho de su koi.

-Debo irme- confesó en voz baja.

-Lo sé- le abrazó con cariño –Me gustaría acompañarte a tú casa pero Fausto no lo permitirá-

-¿Por qué?- preguntó mirándolo confundido

-Mi padre le ha dado órdenes que cuando no se encuentre no debo llegar tarde a casa-

-Creí que ya había vuelto-

-Tuvo que alargar su estadía, los inversionistas están muy interesados en su investigación. Estaba tan cómodo, no deseaba separarse de su koi pero Fausto llegó.

-Horo- llamó a su protegido, el de cabellos azules asintió.

-Lo sé, dame 5 minutos nos estamos despidiendo- el rubio asintió y se alejó dejándolos solos nuevamente.

-¿Cuándo regresa tú padre?-

-No lo sé, la semana pasada me dijo que dentro de quince días pero no estoy seguro-

-En cuanto vuelva salgamos los dos juntos- Horo le miró sorprendido

-¿Quieres que salgamos los dos solos?-

-Sí, ¿Tú no?-

-Claro que quiero- le abrazó contento depositando besos en todo su rostro –Cuando mi padre llame, le pediré que regrese pronto, ¿A dónde te gustaría ir?- Ren rió divertido.

-Eso lo veremos después, no quiero que te reprendan- le besó –Repitamos la salida-

-Claro- ambos se pusieron de pie

-Pero la próxima yo invitó- habló con suficiencia, Horo sonrió y le abrazó por la espalda besando su mejilla, le acompaño hasta el auto dónde se encontraban ambos guardias hablando.

Fausto regresó con una enorme sonrisa y se acercó a Bason.

-Gracias-

-¿Por qué me agradece?-

-Gracias a su protegido Horo sonríe como antes, hacia tanto tiempo que no lo veía tan feliz-

-En ese caso también debo agradecerle, nunca había visto tan relajado al señorito-

-Estar juntos les hace bien- ambos asintieron

-Entonces ¿Por qué les separas si se encuentran bien?-

-Eso es porque tengo órdenes de su padre-

-Tengo entendido que el joven está en una situación difícil-

-Su padre se preocupa mucho por él y no desea que nada le pase- comentaban eso, cuando ambos jóvenes se acercaron, Horo acompañó hasta el auto a Ren, le besó despidiéndose de él.

-Descansa- Bason entró para arrancar de inmediato, Horo entró a su auto dejándose llevar por Fausto.

-La pasaste bien-

-Si… Fausto, ¿sabes cuándo regresa mi padre?-

-Tengo entendido que dentro de quince días ¿Por qué?-

-Curiosidad- se acomodó y miró por la ventana.

END FLASH BACK

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La alarma se escuchó por toda la habitación, Ritsuka se levantó, como impulsado por un resorte, aquel día enfrentaría a Soubi y obtendría respuestas, estaba tan concentrado que no prestó atención a las clases, durante el almuerzo, Ren notó su mutismo.

-¿Ritsuka, estas bien?-

-Sí, sólo estoy un poco cansado-

-Sí te sentías cansado, debiste quedarte en la casa- habló Leleouch.

-Estoy bien- sonrió para calmar a su preocupado primo

-Si te sientes cansado llamare a Nisei para que venga por ti- Ritsuka lo pensó.

-Puedes llamarlo para que venga por mi- Ren asintió e hizo la llamada, a Ritsuka no le gustaba mentir pero necesitaba verlo, necesitaba saber, se sobresalto cuando Ren tocó su hombro.

-Seguro que estas bien, ¿Quieres qué te acompañe?-

-Estoy bien- sonrió –No me gustaría que perdieras una clase por mi causa-

-Puedes esperarlo en la sala del consejo para que descanses un poco- habló Leleouch, el menor asintió agradecido.

-Gracias, eso haré-

-Vamos, te acompaño- se levantó, Suzaku lo segundo y ambos acompañaron al menor, dejando a los otros dos solos, Ren se mostraba preocupado.

-Estará bien- lo tranquilizó Horo

-No, algo no está bien-

-¿A qué te refieres?

-Las cosas están cambiando- habló más para sí pero Horo le escuchó.

-¿Eso es malo?- Ren le miró extrañado, sin comprender la pregunta, por lo que Horo agregó –Que las cosas cambien- Ren meditó su respuesta para después sonreír ampliamente, como a Horo le gustaba.

-No, no es nada malo- le tomó de la mano y la acarició con cariño, Horo correspondió la caricia.

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Llegaron a la sala del consejo y Ritsuka se sorprendió de ver lo grande y lujosa que era.

-La presidenta es muy extravagante- le restó importancia –Ven, puedes descansar aquí- le mostró un amplio sillón, Ritsuka le agradeció y se acomodó, pues no era mentira que tenía sueno, no tardó en quedarse dormido, Leleouch le miró embelesado.

-Todos lo quieren mucho-

-No le gusta preocuparnos pero todos lo hacemos porque lo queremos y deseamos lo mejor para él- Suzaku se acerco a abrazarló por la espalda y susurrarle

-Me encanta tu expresión de hermano mayor- el moreno sonrió y se giró para besar a su pareja, ambos decidieron quedarse con el pequeño y velar su sueño, el moreno se sobresaltó cuando su celular vibró, avisándole de un nuevo mensaje, después de leerlo, informó.

-Nisei ha llegado- ambos miraron el rostro durmiente del menor y no se atrevieron a despertarlo.

-¿Puedes llevarlo?- le preguntó el moreno a su koi, el castaño asintió contento de que su pareja confiara tanto en él, se acercó al menor y lo tomó con cuidado, Ritsuka se removió pero no se despertó, cuando llegaron al auto, Nisei los esperaba con la puerta abierta.

-No me gusta dejarlo así- confesó Leleouch, Ritsuka al no sentir el cálido cuerpo de Suzaku despertó confundido.

-¿Dónde estoy?-

-Suzaku te trajó hasta el auto para que vayas a casa- Ritsuka se sintió avergonzado, entonces lo habían cargado hasta el auto, miró a Suzaku y le agradeció sonrojado.

-Gracias- el castaño simplemente asintió con una gran sonrisa, el menor se veía tan lindo sonrojado.

-Ve a casa y descansa- habló Leleouch, el menor asintió y partió

-Nisei, no iremos a casa antes iremos a otro lado.

-Aoyagi-sama- le habló sorprendido

-Vamos a la universidad de las artes-

-Pero Aoyagi-sama-

-No me hagas repetirlo Nisei-

-Discúlpeme Aoyagi-sama, como ordene- Ritsuka comenzaba a ponerse nervioso y ansioso, se mordía las uñas, ese mal hábito solo lo hacía cuando estaba realmente nervioso y eso era malo, debía calmarse o sufriría un ataque, respiró varias veces profundamente para calmarse, lo estaba logrando cuando el mayor informó.

-Hemos llegado Aoyagi-sama- el menor sintió como su corazón se aceleraba y se tomó el pecho asustado, Nisei lo miraba preocupado

-Lo llevare a casa, esto no es una buena idea-

-NO- le miró decidido –Vine por respuestas y no me iré sin ellas-

-Pero- Ritsuka respiró nuevamente para calmarse.

-Necesito que vayas a buscar a la persona que investigaste-

-¿Qué?-

-Quiero que lo busques y lo traigas… necesito hablar con él-

-Aoyagi-sama- le miró con duda.

-Ve, no tendré otra oportunidad como esta… y necesito saber- le miró implorante, Nisei no pudo decir que no a aquel rostro.

-Como ordene- salió y fue a cumplir la orden, Ritsuka se recostó e intentó calmarse.

-Aoyagi-sama- el moreno se tensó

-¿Dónde está?-

-Le espera en una de las bancas- Ritsuka asintió

-Gracias, Nisei espérame aquí y esta demás decir que no debes decirle a nadie de esto- el mayor hizo una reverencia y ayudó a salir a su pequeño amo, le indicó el camino hasta donde dejó al rubio quien se mostraba molesto, el menor suspiró y dio el primer paso acercándose al rubio, cuando estuvo a dos pasos, habló con voz temblorosa.

-… Ho-Hola- el rubio se giró y su rostro se llenó de asombro

-Rit… Ritsuka-

Notas finales:

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