Un nuevo día daba inicio, todos comenzaban a despertar para iniciar con sus actividades. Leleouch despertó temprano para comenzar a arreglarse no quería hacer esperar a su koi, se metió a bañar para estar completamente aseado.
Ren despertaba con una sonrisa en su rostro, miró el reloj y se levantó, aquel día lo pasaría con su novio, se comenzó a apurar.
Leleouch, se esmeró con su vestimenta, quería verse bien para su novio, se colocó unos pantalones de vestir algo ajustados, una camisa blanca, con los primeros botones desabrochados, se perfumó, al terminar se miró al espejo y sonrió, bajó las escaleras justo cuando escuchaba el timbre, sonrió y corrió las escaleras que sobraban.
-¿Lulu?- lo llamó su madre
-Madre- le saludo.
-¿A dónde vas tan arreglado y tan temprano?-
-Joven Leleouch el señor Kururugi a venido a buscarle- informó una de las sirvientas, Marianne miró a su hijo y sonrió.
-Así que es eso, invitalo a pasar, desayunen aquí y después pueden ir a donde deseen-
-Pero madre-
-Nada de peros Lulu, no has estado mucho tiempo en casa-
-ESta bien mamá- fue a la entrada y miró a Suzaku con un puchero en el rostro.
-¿Qué pasa amor?- suzaku se acercó a abrazar a su novio.
-Suzaku que bueno verte- Marianne apareció, el castaño sonrió y la saludó con familiaridad y cordialidad.
-Tanto tiempo-
-Es verdad, anda pasa, desayunemos todos juntos-
-Muchas gracias- dijo con una gran sonrisa, esperaron a que la mujer se alejara un poco y se besaron con cariño.
-No te pongas así amor, son tus padres y mis futuros suegros- Leleouch se sonrojo al escuchar lo último, el castaño sonrió y acarició su rostro con cariño.
-Vamos, no hay que hacerlos esperar- el moreno asintió y se dejó guiar dócilmente.
Ren estaba por terminar, cuando se encontró con Jun
-Hermanito, tienes visita- habló picaramente.
-¿Eh?- Ren le siguió, Jun bajaba divertida las escaleras, al llegar a la sala, Ren se encontró con un confundido Horo.
-Horo- el de hokkaido se alegró al verlo.
-Ah… Ren- le sonrió dulcemente, provocando el sonrojo del de ojos dorados.
-¿Qué pasó?- preguntó preocupado.
-Eh, estaba por llamarte que ya me encontraba afuera… cuando tú hermana...-
-Jun- dijo la chica con una gran sonrisa.
-Ah sí, Jun y otro individuo-
-Lee- volvió a hablar la joven, Horo asintió. -Se acercaron al auto y nos… “invitaron” a pasar-
-Es descortés tener a tus amigos afuera esperando Ren, debes invitarlo a desayunar-
-Sino lo invite fue por un motivo hermana y ese es porque los dos íbamos a desayunar fuera-
-Pero, ¿por qué? mamá y papá estarán felices de conocer a uno de tus amigos, además nunca has traído a nadie antes- Ren comenzaba a molestarse.
-No me molesta quedarme a desayunar- dijo Horo con una gran sonrisa, una que desarmo a Ren.
-Genial, pasa, el desayuno estará en unos momentos- Dijo Jun alegremente, Ren esperó a que su hermana se fuera para acercarse a Horo.
-¿Por qué aceptaste?- preguntó curioso y confundido.
-Porque quiero conocer todo de ti- le di con una dulce sonrisa, Ren se sintió conmovido y abrazo a Horo con cariño.
-Te quiero- dijo bajito.
-Yo, te amo gatito- se separó para depositar un dulce beso en los labios de Ren quien respondió contento la caricia. .
-Ven Horo- escucharon la voz de jun, Ren se separó y ocultó su rostro sonrojado en el pecho del más alto, Jun sonrió
-Ren mamá y papá nos esperan- habló dulcemente, ren asintió, no quería separarse pues sabía que aún estaba sonrojado, a duras penas lo hizo, se giró a ver a su hermana y pudo ver su sonrisa.
-¿Qué?- preguntó malhumorado.
-Nada, solo que… te ves lindo sonrojado- le dijo y se alejo de ahí, Ren se sonrojo aún más, Horo, tomó su mano con cariño-
-Vamos, no quiero hacer esperar a tus padres- besó su mejilla, Ren se aferró a su mano y le guió hasta el comedor.
Shuichi despertaba un poco tarde, no pudo dormir recordando cómo le miraba su primo y Soubi, definitivamente no había sido una buena idea ir en esos momentos a hablar con ellos, lo mejor hubiera sido esperar, suspiró, no tenía caso pensar más en ello, ya estaba hecho, sin embargo no podía dejar de pensar en eso, suspiró nuevamente y se levantó, terminaba de cambiarse cuando su celular se hizo escuchar.
-¿Shuichi?-
-Si-
-Ah, hola, soy Eiri-
-¿Eiri-sensei?- preguntó asombrado.
-Si-
-¿Cómo consiguió mi número?- escuchó cómo reía nervioso.
-Bueno, yo, jejeje, lo saque de tu expediente- Shuichi no supo porqué pero se sintió feliz, sintió algo cálido en su pecho y como una sonrisa se formaba en su boca.
-¿El número que ha quedado registrado es el de tu celular?- preguntó animado.
-Si-
-Lo guardaré-
-Oye ¿Qué vas a hacer hoy?-
-No mucho, solo los deberes-
-Entonces tengamos una cita- Shuichi se sonrojo violentamente
-S-Si, me encantaría, ¿Dónde te veo?-
-Dame tu direccion y yo paso por ti-
-Creí que la sabía al ver mi expediente- Yuki no contesto, Shuichi temía que se hubiera enojado.
-Yuki, yo lo siento, si te enojaste-
-No quería verme tan obvio ni ansioso- esta vez el sonrojo de Shuichi llegó hasta sus orejas.
-Yo... - no sabía que decir.
-Paso por ti a las doce-
-Si-
-Te llamaré en cuanto esté al frente-
-Si, te estaré esperando-
-Hasta el rato-
-Hasta el rato- en cuanto colgó comenzó a revolver su armario, viendo que iba a ponerse.
Ritsuka despertaba por el sonido de su celular “Aún es muy temprano” pensó y contestó adormilado.
-¿Hola?-
-Buenos días Rit-chan- lo saludo una hermosa voz al otro lado “Soubi, pues que hora es” miró su reloj, eran las 11:30 se había quedado dormido.
-Soubi-
-Estoy en la esquina de la calle pero no se en que casa recogerte, si en la de Leleouch o la de Ren-
-Dame diez minutos y ya salgo- colgó sin darle tiempo a Soubi de agregar nada más, el rubio sonrió para sí pensando enternecido “se quedó dormido”
-Suzaku ¿Cómo está tu padre?-
-Bien señor, algo ocupado con su investigación-
-Dile que me gustaría hablar con él, hace tanto que no nos vemos-
-Claro, le diré que venga-
-Porque no hacemos una cena ese día- habló Marianne entusiasmada -Así no tiene que verse tan apurado-
-Creo que es una buena idea, se lo mencionaré- contestó radiante.
-Suzaku ¿Puedo preguntarte algo?- habló serio Charles
-Padre- lo llamó Leleouch
-De todas formas hablaré con él, Leleouch-
-Pero es incómodo, además esta Nunally-
-Tu hermana también tiene derecho a saberlo- el castaño miraba a uno y a otro sin entender nada.
-Disculpa Suzaku- habló un apenado Leleouch, quien bajó el rostro realmente avergonzado, el de esmeraldas preocupado tomó su mano con cariño, Charles sonrió y decidió ir al grano.
-Suzaku, Lekeouch nos ha mencionado que son pareja- el castaño asintió y contestó.
-Es correcto señor- habló decidido.
-¿Es esto solo una etapa?- Suzaku se sintió ofendido por la pregunta.
-No- habló firme -Amo a Leleouch, tanto que se que quiero vivir el resto de mi vida a su lado- todos le miraron sorprendidos. -Si él así también lo desea, me casaré con él- Charles le miraba algo preocupado pero su semblante cambió al ver el rostro de su hijo, suspiro.
-Si haces feliz a mi hijo no veo porque no pero él aún no te ha dado una respuesta- Suzaku miró confundido a Charles y luego a Leleouch quien lloraba.
-Leleouch- dijo preocupado -Lo siento, yo lamento si- el moreno colocó ambas manos en los labios de su koi quien se mostraba desconsolado.
-Si quiero casarme contigo- dijo con una gran sonrisa, las esmeraldas de Suzaku brillaron intensamente, abrazo a Leleouch y junto sus frentes.
-Te amo- Marianne miraba la escena conmovida y con lágrimas en los ojos.
-Charles, tenemos que anunciar el compromiso- habló entusiasmada.
-Primero Kururugi debe ser enterado-
-No sé preocupen por eso, ya había hablado con mi padre de…- dudó, miró a Leleouch, quien asintió estrechando sus manos -Mudarnos juntos- terminó la frase, ambos se mostraron sorprendidos.
-Vaya- dijo Marianne
-Hoy íbamos a juntarnos para pensar en cómo darles la noticia-
-Aún son menores de edad- habló serio Charles.
-Si, ambos acordamos esperar hasta ser mayores de edad padre- Charles suspiró
-¿Cómo puedo decirles que no cuando todo lo planearon bien?- ambos sonrieron ampliamente -El compromiso también se anunciará, hasta que cumplan la mayoría de edad- ambos asintieron contentos.
-Si señor-
-Así será padre- contestó con una radiante sonrisa Leleouch.
-Bien, Leleouch no quiero que tus notas bajen por esto-
-No padre-
-Felicidades nii-chan- dijo una alegre Nunally, quien fue a abrazar a su hermano -¿Tú también serás mi nii-chan?-
-Si- contesto con una dulce sonrisa Suzaku, lo que provocó que la pequeña se sonrojara, Leleouch miró esto, abrazó a su koi y le dijo a Nunally.
-Él es mío, así que no te enamores de él, por favor- Suzaku le miró sorprendido y se sonrojo, ambos adultos rieron divertidos por la actitud tan infantil de su hijo.
-Ren ve a ver a tu primo, ya es tarde- el de ojos dorados no quería dejar a merced de su familia a su novio pero no tenía opción.
-No tardo- se levantó renuente, se dirigió a la escalera cuando vio bajar a un presuroso Ritsuka.
-Voy a salir con Soubi, ya me voy-
-Espera un momento- habló serio Ren, el menor se detuvo de golpe -La familia esta reunida-
-Pero-
-Vamos- le tomó de la mano y lo llevó al comedor, llegó en el justo momento en que Jun le decía a sus padres que Horo era su novio.
-JUN-
-Ren es eso cierto-
-¿Qué?- pregunto a la defensiva.
-¿Que tú y Horokeau son pareja?- preguntó su padre, Ren miró a Horo quien miraba a todos sin comprender nada, pudo ver su duda e incertidumbre.
-Si ¿Algún problema? nos vamos- tomó la mano de Horo y salió de ahí rápidamente, no hizo caso a los llamados de sus padres.
Fausto en cuanto los vio encendió el auto, Horo entró y de inmediato abrazó a ren, quien se refugió en su pecho, Ritsuka no entendía nada.
-Voy a salir con un amigo- aprovechó la confusión y salió de ahí con una sonrisa, corrió a la entrada y se sorprendió al ver ahí a Soubi.
-Hola-
-Hola- le sonrió y abrió la puerta para que entrara al auto.
-¿Estas listo?-
-Si, ¿A dónde iremos?-
-Ya lo verás- dijo con una sonrisa.
Después de estar toda la mañana viendo que ponerse y crear un campo de batalla en su habitación, eligió un atuendo de pantalón negro pegado, una playera azul y un chaleco, sonrió satisfecho y su celular sonó.
-yuki- saludo entusiasmado.
-Estoy abajo-
-Ya voy- colgo y corrió a la entrada, salió y miró a yuki
-Hola-
-Hola- le dijo con una sonrisa -Sabes me gustaría que me saludaras como se debe- Shuichi e miró sin prender, el rubio señaló sus labios, el menor se sonrojo y se acercó a besarlo.
-Hola-
-Hola- acarició sus sedosos cabellos -¿Estas listo?-
-Si- dijo entusiasmado, Yuki encendió el auto y partieron juntos de ahí.
Ambos chicos se mostraban serios en el auto, Leleouch se orillo y se giró a mirar a Suzaku quien le dijo.
-No puedo creer que todo haya salido bien-
-Cierto, mis padres nos la pusieron muy fácil- Suzaku acarició el rostro de su koi.
-¿Y eso es malo?-
-No- dijo con una sonrisa y se acercó a besarlo-Aunque creo que es malo, ahora estoy ansioso- Suzaku sonrió.