Ritsuka estuvo 3 días en el hospital, y le dieron el alta, los primos se mostraron contentos y algo tranquilos pero Horo aún se encontraba en el hospital, sumando al hecho de que no sabían nada del sujeto que estaba tras el pequeño.
Charles y En estaban furiosos, los días pasaban y no tenían noticias de Kyo.
-Cálmense, de nada les sirve enojarse, eso no hará que lo encuentre más rápido- les dijo el padre de Shuichi –Además alteran a los niños- dijo calmado, ambos sabían que tenía razón.
-Tienes razón- concedió Charles.
-Pero es tan frustrante- concluyo En
-Lo sé pero debemos confiar en ese amigo de Soubi, es obvio que consiguió al mejor porque ama a nuestro pequeño- ambos adultos lo miraron con una sonrisa.
-Vaya, al fin has madurado, quien lo diría- bromeo En
-Oye- le reclamo, los tres rieron rompiendo la tensión.
-Confiemos en Kyo- dijo En resignado, esperando el mejor resultado.
Leleouch se encontraba más animado después de enterarse de la decisión del comandante, cada tres horas le recordaba al castaño marcarle, Suzaku consideraba eso una exageración de su padre pero lo haría si así tenía a ambos tranquilos, una vez termino la llamada, Leleouch se acercó a abrazarlo.
-¿Todo bien?-
-Sí, algo preocupado pero todo está bien- le dijo con una sonrisa correspondiendo el abrazo
-Me da gusto que estés aquí- Suzaku sonrió acomodando su cabeza en la de Leleouch.
-A mí también, no soportaría separarme nuevamente de ti-
-… Yo tampoco- se movió con suavidad para que Suzaku se incorporara, una vez lo hizo se acercó a besarlo.
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Shuichi se encontraba sumamente nervioso frente a sus padres, Yuki se encontraba a su lado tomando su mano infundiéndole ánimo, el silencio era tenso, Shuichi esperaba a que su padre hablara pero al parecer no se decidía a hacerlo, sus nervios lo estaban matando.
-Padre yo amo a Yuki y sé que él me ama, me ayuda a muchas cosas, me hace mejorar pero sobre todo me hace feliz- habló un fuerza y con un tono un tanto histérico, su padre se masajeo las cienes, Shu estaba a punto del colapso cuando su madre se adelantó golpeando de paso al hombre.
-Querido- les sonrió a ambos –Sabemos que Yuki te ayuda en muchos aspectos y nos hace muy feliz verte tan contento- la mujer miró al rubio –Lamento toda esta situación en la que se ha visto envuelto, han sido días difíciles, mi esposo está bajo mucho estrés lamento…-
-Por favor, no es necesario- la interrumpió Yuki –Puedo imaginarme porque reacciono así, en verdad lo entiendo pero también quero que ustedes comprendan que amo a su hijo- Shuichi se sonrojo y sus ojos brillaron felices –Nunca lo lastimare y estaré a su lado hasta que el me lo permita- escuchar eso le provocaba sentimientos encontrados al menor.
-Nunca te dejare Yuki- contesto rápidamente tomando con más fuerza su mano, el rubio le miró con cariño sonriéndole, la madre de Shuichi sonrió enternecida.
-Yuki me gustaría pedirle que hasta que esta situación termine permanezca al lado de mi hijo en la casa- los tres hombres miraron asombrados a la mujer.
-¿Puede quedarse en mi habitación?- dijo soñador Shuichi
-Eso no pasara Shuichi, para asegurar su seguridad y no dividamos esfuerzos creo que es lo mejor, además como se ha dado cuenta, en esta casa hay muchas habitaciones- Yuki estaba sorprendido, nunca imagino que todo eso ocurriera pero por primera vez en mucho tiempo se sintió vivo.
-No quiero crearles más problemas, ya tienen suficiente con lo que está pasando- Shuichi lo miraba implorante –Por lo que me quedaré hasta que todo se solucione y no causarles más preocupaciones- Shuichi sonrió aliviado acercándose a abrazarlo.
-Nada de dormir en la misma habitación- habló por primera vez el padre de Shuichi.
-No se preocupe, nunca traicionaría su confianza- habló cordial Yuki, Shuichi asintió feliz.
-Debo ir a mi departamento por lo necesario-
-Yo te acompaño- dijo feliz el menor.
-K y Nagisa los acompañaran- habló tajante el hombre
-Sí, ahora volvemos- se levantó Shuichi sin soltar la mano del rubio quien hizo una reverencia y salió junto a él.
-Shuichi- lo llamó su madre
-Si mamá-
-Necesito hablar contigo- miró al rubio, asintió se soltó y entro nuevamente.
-¿Qué pasa?- preguntó preocupado.
-Te conozco bien cariño, tú padre ha sido claro no debes dormir en la misma habitación no le crees problemas a tu novio, deben esperar- Shuichi se mostró sorprendido al ver que su madre sabía que pensaba colarse a la habitación de Yuki y regresar a la suya antes de que todos despertaran –Cariño- le llamó con tono de advertencia.
-Si mamá, lo prometo más porque no quiero ocasionarle problemas a Yuki- su madre asintió feliz.
-Bien, ve con él te debe estar esperando-
-Sí, gracias mamá los quiero- besó las mejillas de ambos y salió para encontrar a Yuki esperándolo en la puerta, quien en cuanto vio a Shuichi le ofreció su mano, el menor gustoso la tomó para salir rumbo a departamento del rubio.
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Soubi miraba embelesado a Ritsuka mientras dormía ya en su habitación, a petición de los tíos de Ritsuka se quedaba en la casa por su seguridad y para ayudar al menor a mantenerse tranquilo, acaricio sus azabaches y besó su frente.
-Ahora vuelvo- le susurró y salió rumbo a la cocina, ahí se encontró con dos sirvientas le sonrió y habló amablemente.
-¿Podrían darme un poco más de agua y algunos bocadillos?-
-Con gusto en unos momentos se los llevamos-
-Gracias- se giró para regresar a la habitación, al entrar noto que Ritsuka le llamaba.
-Soubi, Soubi-
-Aquí estoy amor- se acercó rápidamente tomando su mano, el menor se calmó, con ojos aún adormilados le miró con una sonrisa.
-Me gusta que estés a mi lado-
-A mí me encanta- le contesto con una gran sonrisa
-Me gustaría ir a ver a Ren- Soubi asintió un tanto pensativo, después de lo ocurrido, no se encontraba muy bien cada vez estaba más decaído, no comía ni dormía, su salud había desmejorado todos estaban preocupados por el de ojos dorados, en el caso de Soubi entendía perfectamente a Ren, preocupado por el ser amado temiendo por él, suspiro en ese momento tocaron a la puerta. Soubi besó la frente del menor y fue a abrir, ahí se encontraba una sirvienta con lo solicitado, el rubio agradeció, tomo la charola para dejarla a un lado de la cama del menor.
-¿Tienes hambre?-
-Sí, gracias- mientras comían Ritsuka se perdió en sus pensamientos, algo peligroso pues era fácil que se deprimiera. Soubi besó su mejilla para llamar su atención, el menor le miró con una sonrisa.
-¿Terminamos y vamos al hospital?- Ritsuka sintió
-Le preguntare a mis primos si quieren ir-
-Sabes que sí, todos se cuidan y están preocupados por Ren- le dijo convencido, Ritsuka asintió se quedó embelesado mirando a Soubi con delicadez acarició su rostro.
-¿Qué pasa?- preguntó curioso, Ritsuka sonrió
-Solo es para asegurarme de que esto no es un sueño- Soubi tomó su mano, la besó y la colocó en su mejilla.
-No lo es, aquí estoy contigo- Ritsuka se sonrojo
-Eres tan guapo- escapo de sus labios, Soubi le miró sorprendido, Ritsuka bajo la cabeza avergonzado al darse cuenta lo que acababa de decir, Soubi sonrió enternecido, acarició los azabaches de Ritsuka y se acercó a susurrarle.
-Gracias, tú también eres muy guapo- el rojo llegó hasta las orejas del menor.
-Voy a cambiarme- fue todo lo que se le ocurrió para salir de esa situación, Soubi asintió con una sonrisa salió de la habitación, en cuanto Ritsuka se quedó solo se escondió debajo de las sábanas completamente avergonzado, no sabía cómo vería a Soubi después de eso, suspiro y se levantó para comenzar a cambiarse, al salir busco a su novio, lo encontró subiendo las escaleras.
-Vamos, nos están esperando- Ritsuka se sonrojo asintió caminando hasta Soubi, se tomaron de las manos para bajar.
-Vamos- dijo con una suave sonrisa Leleouch.
-¿Y Shuichi?-
-Tuvo que salir con Yuki, nos alcanzaran en el hospital- Ritsuka asintió terminando de bajar las escaleras para encontrarse con su primo y su novio, les sonrió al salir de la casa de inmediato se vieron rodeados por varios custodios; Soubi abrazó protector a su pequeño sabía que su niño se sentía incómodo con todo eso, Ritsuka salía lo indispensable y siempre que lo hacía un fuerte dispositivo de seguridad se llevaba a cabo, el camino siempre era tenso aunque todos trataban de hacer el trayecto más relajado era difícil con todos esos hombres ahí, todos se sintieron más tranquilos cuando llegaron al hospital.
Los cuatro fueron a buscar a su primo, con todo lo ocurrido Ren había tenido que ser internado cuando entraron a la habitación se asustaron al no verlo. Soubi abrazó y alejo a Ritsuka.
-Tal vez fue a ver a Horo-
-Cierto, es lo más seguro- habló más calmado Leleouch.
-Vamos a buscarlo- le dijo Soubi con una sonrisa, estaba tenso, temía que Ren no estuviera entonces Ritsuka se alteraría, al llegar a la sala de urgencias encontraron a su primo abrazando a su madre, Ritsuka pensó lo peor.
-… Ren- llamó temeroso a su primo, el de china se giró a su primo y corrió a abrazarlo con una gran sonrisa.
-Horo ha despertado- dijo eufórico
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Ren acababa de despertar de su duerme vela, desde que Horo estaba en el hospital no podía dormir, evitaba mirarse al espejo porque se veía muy desmejorado, sus padres estaban preocupados incluso le habían dejado en el hospital para que le colocaran suero después del último desmayo, suspiro se sentía cansado pero debía ver a Horo, salió encontrándose con Bason quien le saludo y le ayudo a llegar a la habitación de Horo.
-Gracias- dijo en un susurro, el padre de Horo lo miró preocupado.
-Debes ir a casa a descansar, a Horo no le gustaría verte así- Ren suspiro
-…Si, creo que sí, solo me quedare aquí un momento- el hombre asintió más convencido.
-Voy a comer algo, se ve mejor estoy seguro que pronto despertara- Ren asintió más animado, se sentó a un lado de Horo, tomo su mano con cario sonrió al notar que ya no estaba tan frío.
-Sabes, estoy ansioso por ver tus ojos pero sobre todo tú hermosa sonrisa- suspiró nuevamente –Te amo- se acercó a besar su mejilla, como le encantaría besar sus labios pero aquel tubo se lo impedía, miró con cariño y tristeza el rostro de su amor, con nerviosismo miró como sus parpados comenzaban a moverse su mano apretaba levemente la suya –Ho…- no pudo continuar sus ojos se llenaron de lágrimas, cuando el de cabellos azules apenas abrió un poco sus ojos, comenzaba a ser más consciente de lugar donde se encontraba, comenzó a removerse.
-Tranquilo amor, tranquilo- Horo lo miró, se calmó un poco y dejo de intentar hablar, se “aferro” lo más fuerte que pudo a la mano de Ren mirándolo preocupado, con infinita tristeza, juntando todas sus fuerzas acercó su mano al rostro del menor, Ren le ayudo tomando su mano pegándola a su mejilla.
-Lo sé, estaba muy preocupado por ti… me descuide- Horo lo miraba dolido, Ren por su parte evitaba mirarlo, un suave movimiento de la mano de Horo le hizo mirarlo, Horo le regalo una cálida mirada –Te amo tanto- Horo intento sonreír pero se lastimo –Tonto no lo hagas, te estas lastimando- Horo le miró culpable, Ren suspiro –Discúlpame, eh estado muy estresado- Horo apretó un poco la mano de su amor, Ren le miró –Ritsuka está bien, todos han venido a verte, también están preocupados- Horo se mostró culpable, Ren negó apretando la mano de su novio –Deja de culparte, gracias a ti Ritsuka está bien, no le paso nada eres muy valiente- Ren se sonrojo –Eres mi héroe- el corazón de Horo se aceleró emocionado –Amor, por favor- Horo acaricio la mano de Ren también sonrojado –Voy por tu padre, se pondrá feliz de verte despierto- Horo se movió levemente, Ren ya iba en la puerta cuando regreso y besó la mejilla de Horo –Estoy tan feliz- salió encontrándose con sus padres y el de Horo con una gran sonrisa dijo –Horo esta despierto- todos se mostraron felices, el padre de Horo corrió a ver a su hijo, Ran abrazo feliz a su hijo, Ren no aguanto más y se soltó a llorar abrazando a su madre, En acariciaba los cabellos de su pequeño con cariño cuando sus primos llegaron.