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Amor y Desconfianza por Hali

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Notas del capitulo:

Si lo sé, soy un desastre, siempre tardo mucho pero todo sea porque sean capítulos bien hecho no?

El moreno se tomó el pecho desesperado por controlar su ritmo cardíaco, Soubi se acerco preocupado.

-¿Estás bien?- lo tomó de los hombros temeroso, no se esperaba eso, verlo frente a él, no sabía que pensar, como reaccionar.

-A…Ayúdame… a sentarme- le pidió, Soubi lo tomó de la cintura y lo llevó hasta donde antes se encontraba sentado, el rubio no podía dejar de mirarlo sorprendido y embelesado.

-Te traeré agua- Ritsuka asintió, respirando profundamente ocultando su rostro con el cabello, el rubio no tardo en regresar y ofrecerle una botella con agua, el menor dio dos tragos pequeños, antes de calmarse -¿Rit- Ritsuka?- ninguno dijo nada, sumidos en un tenso silencio, cuando el ritmo cardíaco del menor se reguló, decidió terminar con aquello, debía apresurarse antes de que sus primos le descubrieran.

-Quiero saber ¿por qué?- el rubio lo miró extrañado, no entendía a lo que se refería.

-Lamento lo de tus padres- habló sin saber que más decir, el menor se tensó –Quise ir pero…-

-¿Por qué no lo hiciste?- preguntó dolido y molesto

-Porque no me permitieron la entrada- el moreno le miró asombrado.

-¿Fuiste…?- el rubio asintió

-¿Por qué anduviste con mi hermano y con Shuichi?- deseaba escucharlo de sus propios labios aunque su primo ya le había dicho algo, se mostró tan decidido que no se iría sin una respuesta, el rubio no se esperaba eso de golpe, dejó caer sus hombros pesadamente y se sentó al lado del menor, evitando mirarlo.

-… Porque soy un tonto que no puede decir no- Ritsuka no entendí a que se refería

-No comprendo- deseaba conocer la versión del rubio, Soubi sonrió tristemente y le miró por primera vez.

-Ambos se me declararon y no pude negarme, aunque mi corazón ya pertenecía a alguien y le sigue perteneciendo- sus ojos brillaban mientras le miraba con afecto, el menor no pudo evitar sonrojarse y girar su rostro avergonzado.

-Lo que dices no tiene sentido-

-Suena estúpido pero así es pero ya no más, he decidido luchar, la única forma de ser feliz es que yo mismo lo busque- habló decidido, mientras no dejaba de mirar al otro.

-Solo tengo una pregunta más-

-¿Solo una?- preguntó desilusionado.

-¿Alguna vez pensaste en mi, en mis sentimientos?- preguntó dolido, conteniendo las lágrimas, Soubi no lo resistió más y abrazó al pequeño pegándolo a su pecho.

-Siempre, no sabes el dolor en mi pecho cuando cedí ante Seimei, en ese momento creí morir por el dolor-

-¿Entonces, por qué?- repitió desesperado, rompiendo el abrazo mirándolo, implorando por una respuesta.

-Porque soy un cobarde-

-Explícate- pidió

-Seimei me hizo ve que solo eras un niño y que estaría imponiéndote mis sentimientos- Ritsuka le miró asombrado, no tenía idea de que Seimei hablara con el rubio sobre él –Además… de que… sería un… pederasta- habló bajito

-¿Qué?- estaba asombrado, se imagino muchas cosas pero no aquello

-Tuve miedo- confesó

-Pero mi hermano-

-Éramos de la misma edad-

-¿Lo amabas?-

-No, nunca llegué a amarlo, a nadie, ya te lo dije mi corazón solo te pertenece a ti-

-¿Entonces por qué andabas con él?, no entiendo-

-Porque así podía estar cerca de ti-

-Eso era cruel para mi hermano-

-Él conocía mis sentimientos por ti y aun así insistió en salir conmigo- Ritsuka estaba asombrado por lo que estaba escuchando, nunca creyó que Seimei estuviera al tanto.

-Ritsuka- cuando el moreno escuchó su nombre de aquellos labios que tanto había anhelado, sintió una extraña sensación en su pecho –Voy a luchar por ti, haré que confíes y te enamores de mi-

-Tú eres el de la flores- afirmó, el rubio asintió -¿Hasta cuándo pensabas continuar?- se sentía molesto -¿Alguna vez pensabas presentarte ante mi? ¿Hasta cuándo piensas dejar de jugar conmigo?- las lagrimas aparecieron nuevamente. Soubi lo abrazó de nueva cuenta con fuerza resistiendo los intentos del menor por separarse.

-Me sorprendí mucho al verte hoy aquí, pues tengo preparada una sorpresa para el viernes- el menor dejó de luchar

-¿Por qué hasta el viernes? ¿Qué clase de sorpresa?- su curiosidad iba en aumento, Soubi sonrió enternecido por el interés del pequeño

-Pienso esperar al viernes porque quiero llevarte a un lugar especial y así no irás cansado a la escuela y si te lo digo no será sorpresa-

-Tu… ¿Vas a hacer lo que planeabas?-

-Claro- sonrió encantadoramente –Más ahora que sé que puedo conseguir mi objetivo- el menor se sonrojo y giró el rostro avergonzado.

-Debo irme- se separó levantándose

-Espera, dime ¿te gustaron las flores?- el moreno bajo la mirada y asintió, el mayor sonrió ampliamente –Espera al viernes, te daré una agradable sorpresa- el menor se alejo sonrojado –Te acompaño- corrió a alcanzarlo.

-No es necesario, me están esperando- Soubi de inmediato se puso a la defensiva.

-¿Puedo acompañarlos?- habló fríamente, Ritsuka rió divertido

-Puedes acompañarme hasta el auto- aquello alegró y tranquilizo solo un poco al rubio, caminaban sumidos en un agradable silencio cuando Nisei miró que su joven amo se acercaba y fue a su encuentro.

-Aoyagi-sama-

-Nisei, te presentó a Agatsuma Soubi- el rubio hizo una pequeña reverencia.

-Encantado Agatsuma-san, soy Nisei, el guardaespaldas del joven amo- informó, el rubio se sintió tonto por ponerse celoso pero era tan posesivo con el pequeño –Aoyagi-sama debemos irnos- Ritsuka miró el reloj y se alarmó, el tiempo había volado, si no se daba prisa, le descubrirían.

-Debo irme- besó a Soubi en la mejilla y se perdió en el auto, el rubio no supo cómo reaccionar ante la acción del pequeño, el sonido de su celular lo sobresalto.

-Si-

-…-

-Deja de gritar Kyo, ya voy para allá- colgó con una gran sonrisa.

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Shuichi solo se la pasaba durmiendo, se encontraba tan cansado, sus padres y hermana lo visitaban a diario, les dolía verlo todo el día en cama, sin la energía que lo caracterizaba.

-¿Cuánto tiempo… tengo que estar… aquí?- preguntó soñoliento.

-Hasta que te encuentres mejor- le contesto cabizbaja su madre, Shuichi no supo más pues se quedó dormido, cuando despertó nuevamente ya había oscurecido, miró a su alrededor confundido.

-Aaahhhh, ya recuerdo- se sentó con dificultad intentando tomar un poco de agua pero el vaso cayó de su mano, se encontraba tan cansado, llamó a la enfermera pues no soportaba la sed, ésta no tardo en llegar y alarmarse por encontrar el vaso roto y a Shuichi inconsciente.

El de cabellos rosados despertó por el ruido que había en la habitación.

-A…gua- pidió, el médico le hizo una señal  a la enfermera para que le acercara un vaso con una pajilla

-¿Shindou, cómo te sientes?-

-Tengo… sueño… y… mi cuerpo… lo siento…pesado… no puedo moverlo- habló asustado.

-Tranquilo, cambiaré el medicamento y te sentirás mejor-

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Ritsuka estaba ansioso y eso no era bueno para su salud, el viernes había llegado y Soubi continuo enviándole flores pero aquellos tres días había agregado una nota, la de aquel día tenía escrito unas hermosas palabras, el pequeño las guardaba con cariño, estaba impaciente porque el final de las clases llegaran pues deseaba saber lo que planeaba el mayor pero también tenía miedo, si sus primos lo veían, no sabía cómo reaccionarían, no quería que se armara un espectáculo, tenía que hablar con ellos, ponerlos al tanto, suspiró frustrado pues no sabía qué hacer.

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Un rumor se extendió como la pólvora por toda la escuela, cabreando a Ren.

-Horo, ya dinos, ¿quién es la afortunada?-

-Sí, llevamos toda la semana preguntándote y no nos has querido decir- Horo comenzaba a cansarse de aquello.

-Ya se los he dicho, es mi vida privada- habló molesto, alejándose por el pasillo con el ceño fruncido, Ren se sentía culpable con todo aquello.

FLASH BACK

-Horo, ¿es cierto lo que dicen?- lo detuvieron unas chicas en el pasillo, mientras se dirigían a clase

-¿Qué es lo que dicen?- se mostró curioso

-Que el día de ayer te vieron besándote con alguien, ¿es cierto?- ambos chicos se tensaron

-¿Q… Qu… Qué?-

-Si, por todo el instituto corre el rumor de que tienes novia- Horo miraba nervioso a Ren, quien evitaba mirarlo a toda costa -¿Es verdad?- insistió la chica.

-¡Eh!... tengo a alguien que me gusta- confesó

-Entonces, es verdad- aseguró la chica, Horo no agregó nada más, aquella situación los tomó por sorpresa, ninguno se esperaba eso, habían sido tan cuidadosos.

END FLASH BACK

Ambos llegaron sumidos en un silencio con los primos, lo cual los extraño.

-¿Todo bien?- preguntó Leleouch, Horo bufó molesto como respuesta, mientras Ren se mostraba cabizbajo, aquello los desconcertó aun más, Horo nunca se había mostrado enojado, hasta ese momento.

-Ren- le habló el menor bajito

-Ese estúpido rumor-

-Es solo un rumor- habló Suzaku

-Por ese rumor, no han dejado de molestarme, preguntando quien es- habló fastidiado Horo, Leleouch entendió todo.

-Ren ¿me acompañas a comprar jugos para todos?- el de ojos dorados asintió y siguió a su primo, mientras caminaban, Leleouch habló.

-¿Hasta cuándo vas a permitir esto?-

-¿Eh?-

-Puedes fingir con los demás pero no conmigo-

-No sé de que hablas- se hizo el desentendido.

-De Horo y tú, yo se que tú eres la persona con la que se estaba besando- Ren lo miró sorprendido.

-¿Cómo?-

-Sabes, desde que estas con él, eres más expresivo, además, él molesto y tú cabizbajo, eso no es normal y solo puede haber una razón para ello- Ren suspiró derrotado, no podía fingir con su primo y estaba cansado de ello.

-Hace unas semanas que andamos- el moreno asintió

-¿Y por qué no lo han hecho público?, se evitarían todo esto- Ren se mostraba inseguro y eso era toda una novedad.

-Yo… tengo… miedo- confesó, el mayor estaba sorprendido, Ren nunca admitiría nada así, Horo sin duda lo había cambiado.

-¿Vas a dejar a Horo solo con esa carga?- preguntó

-Yo…- suspiró pesadamente -¿Cómo hacen Suzaku y tú?-

-¿El qué?-

-Para lidiar con toda la presión, ¿Tú padre no te dijo nada?- Leleouch comprendió todo

-Mientras sea feliz con Suzaku, no me importa lo que piensen de mí y mis padres están contentos por mí, porque me ven feliz- Ren dudó -¿Ren desde cuándo te importa lo que la gente opine de ti?- aquello sacudió al de ojos dorado y le molestó.

-Nunca- habló cabreado.

-¿Entonces hasta cuando vas a dejar a Horo lidiar con todo esto él solo?- Ren apretó los puños furioso, Leleouch tenía razón ¿Cuándo se había convertido en un cobarde?

-Vamos a ir por los jugos o qué- se alejó, el mayor sonrió de lado, su primo había reaccionado, cuando ambos regresaron, todos le miraban interrogantes

-Había mucha gente- sonrió Leleouch y se sentó a un lado de su koi dándole un beso en la mejilla, Ren miró la acción y su enojo fue en aumento, mientras Horo le miraba preocupado, Ritsuka no se atrevió a decir nada de Soubi pues el ambiente estaba tenso.

Mientras caminaban por los pasillos, Horo noto el malestar de su koi por lo que decidió actuar, lo tomó de la muñeca y lo metió al primer salón vació que encontró.

-¿Qué demonios te pasa?- preguntó molesto

-Eso, es lo que yo debo preguntarte, ¿qué pasa? Desde que hablaste con Leleouch estas molesto, ¿pelearon?- preguntó sumamente preocupado, Ren miró su semblante y sin saber porque se molesto más.

-No te importa- lo hizo a un lado y salió, prácticamente corrió al aula, la campana sonó y todos entraron en tropel, Ren se preocupó cuando no vio a su koi, comenzaba la clase y el de cabellos azules aun no llegaba, hasta que el profesor terminó de recibir la tarea que dejó fue cuando el de Hokkaido apareció.

-Joven Usui, hace rato que sonó la campana-

-Discúlpame, me encontraba en las canchas- mintió, Ren se sintió culpable al ver su semblante triste y confundido, se recriminó por haber reaccionado así con él, cuando no tenía la culpa de nada, el único culpable era él, sus temores y esas tipas que no dejaban de acosar a su koi, lo miró con culpa, este último trataba de prestar atención a la clase, de nueva cuenta se sintió furioso.

En cuanto acabaran las clases arreglaría todo con su pareja e irían juntos a casa, tomados de la mano, justo como el de cabellos azules soñaba, con ese pensamiento en mente las clases fueron más llevaderas para el de ojos claros, exceptuando la última que le pareció una eternidad, el final de la clase por fin llegó y Ren corrió al encuentro de su koi.

-Espera- le tomó de la mano disimuladamente y con ojos culpables habló –Discúlpame por lo de esta tarde.

-… No hay problema- le sonrió pero su sonrisa era dolida

-Claro que hay problema, debemos hablar-

-Tengo que ir a la práctica-

-Por un día que faltes no hay problema- Horo suspiró derrotado.

-Bien- concedió, Ren lo guió hasta la biblioteca, sabía que después de clases casi nadie iba por ahí, lo condujo en medio de los estantes hasta el lugar más apartado.

-En verdad lamento- Ren le miró con ojos suplicantes.

-Claro que lo hay, te lastime- le tomó de las manso y las estrechó con cariño –En verdad lo siento, todo eso del rumor y esas tipas-

-Tranquilo- Horo soltó una de sus manos y le acarició la mejilla con cariño, el de ojos dorados disfrutó la caricia e inclinó su cabeza buscando más contacto, Horo sonrió ante el acto, Ren tomó de nueva cuenta su mano sin romper la caricia y se acercó a besarlo, ambos necesitaba aquello, cuando se separaron ambos sonreían y se mostraban más tranquilos.

-Vamos, aun puedo llegar a la práctica-

-No vayas- le pidió

-¿Eh?-

-Vamos a comer, yo invitó- Horo sonrió como le gustaba a Ren

-Vamos- concedió, se besaron nuevamente y salieron de ahí, caminaban por los pasillos, cuando se encontraron con el club de fans del de cabellos azules.

-HORO- gritaron a coro, para molestia del de China

-…Sí-  se mostraba tenso y fastidiado.

-La práctica ha comenzado, el entrenador pregunta por ti-

.Sí, decidimos ir a buscarte- agregó otra chica

-Vamos- habló una tercera, trataron de tomarlo del brazo pero el más alto retrocedió

-Hoy no voy a ir, ¿podrían avisarle al entrenador?-

-Pero, no puedes…- comentó una de ellas, aquello cabreó a Horo

-Es  mi vida, puedo hacer lo que quiera, además que les importa a ustedes-

-Pero solo queríamos- hablaron dolidas

-Eso lo hubieran pensado antes de inmiscuirse en mi vida, e intentar decirme que hacer- todos estaban sorprendidos, nunca habían visto tan molesto al de Hokkaido.

-Lo- Lo sentimos, nunca quisimos- se mostraron verdaderamente arrepentidas.

-… No hay problema, solo no me acosen ne- les sonrió como solo él sabía hacerlo, todas las chicas le miraron embelesadas y sonrojadas, asintieron.

-Horo, no queremos que te molestes de nuevo pero ¿En verdad no tenemos ninguna oportunidad contigo?- preguntó tímidamente una de las chicas, Horo iba a contestar cuando Ren se adelanto.

-No tienen ninguna oportunidad-

-¿Qué?-

-Porque Horo es mío- para sorpresa de todos le besó demandantemente, el de cabellos azules se sorprendió tanto que en un inicio no reacciono para después abrazar a su koi por sus caderas y pegarlo a su cuerpo, disfrutando la caricia.

Ren giró haciendo que Horo les diera la espalda a todas ellas y él quedara de frente y las miró “diciendo”

-¿Qué esperan para irse?, él es solo mío- cuando se separaron, Horo unió sus labios nuevamente, se encontraba tan contento, cuando de nueva cuenta se separaron ambos se miraban con cariño, Horo no podía dejar de sonreír.

-¿Nos vamos?- Ren simplemente asintió y tomó la mano que le ofrecía su koi.

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Ritsuka guardo rápidamente todas sus cosas, su ansiedad era visible para sus amigos.

-¿Ritsuka, qué pasa?- preguntó la chica de cabellos rosados

-Eh… nada ¿Por qué?-

-Te ves muy ansioso-

-Ah, voy a ver a un “amigo” que hace mucho tiempo no veía-

-Oh, eso es genial, diviértete mucho Ritsuka-kun- le habló contenta, mientras lo despedía, el menos agradeció con una pequeña reverencia, caminaba por los pasillo nervioso de que sus primos vieran al rubio, por lo cual decidió encontrarse con él antes de que éstos lo vieran, giró en una esquina y se encontró con Yuki

-Aoyagi-kun que bueno que te veo-

-¿Eh?-

-Necesito revisar los papeles para la inscripción del concurso, ¿Si los traes?- el moreno se golpeó mentalmente, había olvidado por completo que debía entregárselos.

-Sí, están en mi mochila-

-Bien, vamos a mi oficina, ahí hay menos ruido- el moreno asintió rogando que no tardaran tanto, se sentó e intento calmarse, entregando los documentos, Yuki los examinó con sumo cuidado, mientras una pregunta no dejaba de atormentarlo.

-¿Y tú primo Shindou?- soltó por fin, el menor se percató que desde hacía días no lo veía y eso le hizo sentir culpable, pues no sabía nada de él.

-No lo sé- admitió tristemente, aquello sorprendió a Yuki, creía que los primos eran muy unidos.

-Ya veo, cuando lo veas dile que necesitará un justificante medico o estará en problemas- el moreno asintió.

-Sí-

-Bien, todo está en orden, ahora solo debes enfocarte en tú escrito-

-Así lo haré sensei

-Bien, dentro de quince días quiero que me traigas lo que tengas y así podremos comenzar a corregirlo-

-Si, sensei-

-Bien, disfruta tu fin de semana-

-Gracias, igualmente- cuando el rubio se encontró solo su rostro reflejo su preocupación “Ni siquiera Ritsuka sabe lo que le pasa a Shuichi” pensó preocupado, no deseaba admitirlo pero había extrañado al menor.

Ritsuka prácticamente corrió a la entrada, su rostro se iluminó con una sonrisa cuando vio a Soubi con un enorme ramo de rosas blancas y lilis, vestido formalmente, se acercó a él, el rubio le sonrió ampliamente y le entregó el ramo.

-Me alegra ver que has corrido para llegar aquí pero no es bueno para tú salud- habló preocupado.

-He corrido para ganarle a mis primos-

-¿Ganarles?-

-Si para que no te vieran- admitió cabizbajo.

-No te preocupes comprendo pero ¿acaso no pertenecen a algún club?- el moreno parpadeó varias veces y entonces rió divertido.

-Es verdad y desde hace unos días que  Ren acompaña a Horo a su práctica, jajajaja me preocupe por nada jejejeje…-

-Ritsuka- lo llamó Ren


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