Debilidades
Había ido feliz al primer entrenamiento del equipo siete y si bien, era cierto, había llegado tarde. Tardísimo. Toda la mañana se había dedicado a hacer el deporte que más practicaba desde hacía ya mucho tiempo, dos años para ser exactos. El deporte favorito era acosar senseis desprevenidos…Iruka sensei era tan despistado que concluyó arrogantemente que esa era la causa principal por la que solamente fuera chunnin.
Bien trío de inútiles. Solo tenían que hacerlo reír un rato, es decir, intentar quitarle los cascabeles…todas las generaciones pupilo-sensei de la que provenía lo habían hecho y todos, sin excepción, habían logrado tomar los cascabeles. Todos. Todos menos estos tres estúpidos que se habían empeñado (con mucho esfuerzo) en dejar mal parado a la perfección en persona: Iruka sensei y sus sabias, que de seguro habían sido, enseñanzas. Además, por si fuera poco, amenazaban con romper la tradición de ninjas talentosos que había surgido de dicha línea sucesoria.
Era decisivo, ellos tenían que morir. Eran unos inútiles... Desde los tiempos de la fundación de Konoha no se había roto la línea sucesoria. Se suponía que él debía entrenar al futuro hokage: El primero hokage había enseñado al segundo y a su vez, éste, al tercero. El tercero incluso había educado a los legendarios sanin, de los cuales Jiraya había educado al cuarto hokage (héroe de la aldea) que lo había educado a él. No señor esos mocosos no se atreverían a romper esa larga línea. Tenían que morir, era lo mejor. El mismo los mataría waaaaaaaa (suspiro) si eso no fuera a significar que Umino Iruka se fuera a poner triste, si tan solo tuviera un poco de esperanza con ellos…
Sakura solo pensaba en Sasuke y no mostraba ni declaraba algún interés mínimo por la aldea, lo que era una lástima, porque aparte de ser la única con esperanza de adquirir mas conocimientos y sobrevivir en el mundo ninja a pesar de sus pocas habilidades desarrolladas, no presentaba traumas de infancia como sus acomplejados compañeros de equipo. Sasuke sólo pensaba en “negro”: venganza, golpearlo, venganza, golpear a Naruto, venganza, golpear a Sakura, venganza y sorpresivamente (más bien promiscuamente) el pequeño bastardo pensaba en procrear. Habría que tener cuidado con él en el futuro porque con la escusa de revivir su clan y su creciente popularidad bien podía dejar embarazada a media Konoha…y finalmente estaba Naruto ¿pensaba? Era un misterio para la humanidad, de hecho todas las personas que lo conocían sospechaban que cuando Naruto se concentraba en silencio era para tratar de pensar y no para pensar en sí. Pero él había descubierto que Naruto efectivamente si pensaba, el problema era en qué y cómo lo hacía, porque Naruto pensaba rápido y mal, sin sentido común y era por eso mismo que sus decisiones siempre sorprendían a todos, incluidos él y Sasuke. Si señor, se había sorprendido cuando el rubiecín declaró con tanta enjundia que seria el próximo hokage…sin duda se debía a la positiva influencia de Iruka-chan.
Y así, con ese triste panorama miraba la caja obento frente a él. No lo podía creer, sus alumnos eran unos negados. ¡Por dios! El ni siquiera había usado el sharingan y todo el rato se había dedicado a leer. Era demasiado pedir por unos alumnos conscientes y dispuestos a dejarse golpear por él…no, mejor no, y ¿si Iruka se enteraba que los maltrataba? Ha (suspiro) Iruka era incapaz de odiar o al menos eso creía.
Durante el entrenamiento había estudiado las habilidades de cada uno. Sakura y Sasuke sabían esconderse muy bien y ¿eso era bueno o malo? Quiso creer que era bueno porque Naruto ni siquiera tenía idea de la necesidad de hacerlo. Naruto y Sasuke, como buenos varones presumidos y competitivos, preferían el ataque cuerpo a cuerpo que Sakura no, se podía quebrar las uñas y las uñas quebradas no impresionaban a Sasuke ¿o si? (el cabroncito no dejaba de verle las manos al rubio). Pero a cambio era la única con conocimientos en habilidades ilusorias (genjutsu), Sasuke era demasiado prepotente como para intentar utilizarlo (de haber sabido hacerlo) y Naruto ni siquiera conocía la existencia de tal habilidad. Ninguno de los tres tenia sentido para crear trampas y mucho menos para esquivarlas…aunque le había sorprendido que Naruto usara el kage bunshin ya que era una técnica de alto nivel…ha (suspiro) de seguro Umino Iruka se lo había enseñado…también le había sorprendido el descaro de Naruto, mira que tratar de comerse el almuerzo de todos ¡claro que no! y como castigo adicional le había confiscado el suyo, ese que tenia una nota con corazoncitos que decía
¡¡¡Esfuérzate!!!
Con amor, Iruka sensei.
Aun recordaba el delicioso sabor ha (suspiro) pero casi lo arruina. Había decidido castigarlos hasta la noche pero le enterneció que Sasuke se ofreciera a alimentar a Naruto y ¡en la boca!, después de todo estaba amarrado, y ¿ese sonrojo que? ¡Je! ya lo tenia y ¿ese gruñido? A si, Sakura intentando alimentarlo a él. –¡waaaaaaaa! ¡no me dejen sin comer 'tebayo!, ¡prometo portarme bien! ¡Le diré a Iruka sensei que se están portando bien y...!-y si Naruto se quejaba con Iruka sensei y este se enojaba con él por maltratar a su pupilo predilecto y terminaba la hermosa relación amorosa que aun no mostraba señales de comenzar…
-muy bien estáis aprobados, es bueno trabajar en equipo, nos vemos aquí mañana- siiiiiiiii había salvado la situación por un pelo de rana calva. Como recompensa tenia el brillo de admiración de Naruto (eso significaban buenas recomendaciones para Iruka sensei)….oh si, que buen maestro era, ya sentía los besos de su adoración por haber cuidado muy bien de su protegido…y comenzó a disolverse en una nube de humo feliz de la vida
-estoy molido y hambriento, iré con Iruka sensei…le diré que Kakashi sensei se robó mi almuerzo…
Y se quedo clavado en el suelo mientras los escuincles del demonio se iban tranquilamente.
Mal-di-ta-se-a…