El sonido del despertador y la luz colarse por la ventana me hizo pensar que ya es hora de despertar. No escuchaba que mi hermano estuviera en la habitación, ya que compartimos la habitación por mi grave problema.
-¿Wataru?, ¿Dónde estas?-
No escuche ninguna respuesta, ¿acaso me quieren olvidar? ¿Por qué no puedo escuchar la voz de mi madre? No soporte mas y mis lagrimas comentaron a salir, en mi mente pasaban imágenes absurdas, imágenes en las que yo moriría solo, sin ningún acompañante, ¿Acaso ese es mi futuro?
-¡No! ¡¡No me dejen solo, NO!!-
-Creo que se despertó tu hermano Wataru, podrías ir a tranquilizarlo?-
Mis ojos comenzaron a arder con tantas lágrimas escapando silenciosamente por mi rostro, mientras que yo estaba a un lado de mi cama, sujetando mis piernas y tapando mi cara con ellas. No quería estar solo, nadie me ama en este mundo, ¿Por qué?
-Ya tranquilo enano, estoy aquí- Dijo Wataru, acercándose hacia mi, enseguida me lancé sobre él abrazándolo, acurrucándome en su pecho.
Aunque el sea el insoportable hermano mayor que siempre me molesta, es el único consuelo de las mañanas. Yo quiero mucho a mi hermano aunque él no tanto como a mi.
-Gracias hermano, pensé que me quedaría solo hasta que muriera-
-No hay de que, ya vístete y vamos a desayunar-
-¿Te vas a ir y me dejaras solo de nuevo?-
No dijo nada, solo apoyo su cuerpo en el marco de la puerta mientras yo me vestía para un día más en la prepa.
Como no puedo caminar solo, mi hermano lo cambiaron de escuela, haci ambos no tengo que estar solo en el camino a clases.
-¿A ti te molesta que yo sea así como soy?- Dije en casi un susurro, partiendo el silencio de la tranquila mañana.
-…- No dijo nada, solo me miro y me sonrió de lado.
-Si tanto te molesto, ¿te vas a ir de la casa?-
-¿Por que esas preguntas?- Dijo casi en un berrinche, creo que ahora si lo ice enfadar.
-Solo pregunto, no quiero serte una molestia-
-Como digas-
El camino a clases siempre es silencioso, con Wataru no nos hablamos mucho en las mañanas, ya que yo siempre me despierto asustado y él se despierta enfadado.
Al llegar a clases me encontré con los abusones del salón.
-Pero miren quien es, es el perro asustado- Dijo el mayor de los tres, un rubio alto de piel muy pálida, vestido de ropas negras.
-Ya déjenme- Me defendí al sentir que uno de ellos me tomaba del brazo fuertemente.
-¿Quieres llorar de nuevo?- Ahora le tocaba hablar a el segundo, un pelinegro vestido con el uniforme algo desgastado y roto, de estatura algo baja.
-Parece mujer, ¿que te vamos a hacer hoy?- Ahora el jefe del grupo era el que le tocaba la amenaza. Un chico de pelo castaño con un mechón rojo y con ropas de colores negro y verde.
El rubio que me tomaba del brazo me empujo hacia el suelo, haciendo que mi rostro se golpeara en las frías baldosas. Mientras el castaño me golpeaba en el abdomen y el pelinegro me pateaba en la cabeza. Poco a poco fui quedando inconsciente.
Lo savia, así seria mi destino, siempre me pasa algo malo en mi vida, solo siempre solo. Intente despertar y cuando pude ver algo, pude ver unos pies junto a mi rostro.
-¿Estas bien? Esos tres, siempre en lo suyo, ven que te ayudo- Me tomo des brazo y coloco mi brazo en su hombro haciendo que me levantara. Cuando vi el suelo pude ver gotas de sangre cayendo de mi boca.
-Te llevare a la enfermería, una pregunta ¿Tienes idea donde queda? xD Es que soy nuevo y no se donde ni siquiera donde queda mi salón- Pude notar que ese chico castaño estaba algo avergonzado.
-Cl-aro es por a-allí- Dije con la voz algo cortada por el dolor, señalando los pasillos.
-Me llamo Takashima, me dicen Shima o Uruha, ¿y tu?-
-Me llamo Tak-anori p-pero m-e d-icen T-Taka o Ruki- Intente sonreí pero mis heridas me lo negaban.
-Bueno es un placer Takanori-san-
Llegamos a la enfermería, solo tenia golpes, nada serio. No quería decirle a la directora sobre esos tres maleantes, por que sabría que ellos luego me agarrarían a la salida.
-¿Como puedo darte las gracias Shima-san?-
-Jeje, dime donde queda mi salón, por que creo que ya me perdí n///n-
-Claro, ¿que salón es?-
-El salón 24-
-Es el que estoy yo, ven vamos, que falta poco para que termine la primera hora-
Por mas que sea un completo extraño, Shima-san que callo muy bien, es un gran amigo, aunque me da miedo que algo valla a pasar hoy en el receso con los tres que me golpearon, pero Shima-san me dijo que no tuviera miedo que el me defendería.
-Moshi moshi- Conteste desde mi celular la llamada de mi hermano.
-Taka, algo paso, necesito que vengas rápido a mi salón-
-¿Por qué? ¿Qué ocurrió?-
-Llamaron del hospital, ocurrió algo con mamá-