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West Lake por Hisue

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Notas del capitulo:

Hola, lo siento por tardarme tanto, han sido unas semanas muy ocupadas -.- y ademas me enferme. Gracias a las personas que siguen leyendo esto y nada mas.

 

Episodio 20


Wade asomó la cabeza por la ventana, mirando al pequeño grupo de estudiantes que hablaba en el patio, seguramente comentando la última noticia en el mundo del instituto. La prueba de valor de los de tercero había terminado cuando un grito, agudo y angustiado, de mujer se escuchó incluso, aunque débilmente, en los dormitorios más cercanos a la capilla. Wade imaginó que aquello sería suficiente para despertar el temor a la capilla y generar rumores, cada cual más descabellado, sobre lo que había pasado dentro de la capilla. Para esa hora, las 7:00 de la mañana, ya se decía que uno de los de tercero había visto a la chica perdida allí, tal y como era en vida y que el grito había reventado una ventana. Wade esbozó una sonrisa satisfecha, mientras se volvía al escuchar ruidos en el aula. Aún era muy temprano para las clases, pero casi todo el curso entraba en tropel, hablando en susurros.


-Es obvio que es una broma- la voz de Kristy se dejó escuchar por encima de las otras. Ella se adelantó, descolgó la mochila de su hombro y la dejó en su silla- Los de tercero deben haberlo hecho para asustarnos.


-¿Y qué tal si no?- dijo Wade, bajando de la mesa en donde estaba sentado- Puede que los de tercero hayan planeado todo, pero ¿Qué tal si no? ¿Qué pasaría entonces?


Kristy le dirigió una mirada enojada, que Wade correspondió con una sonrisa condescendiente. Una nueva ola de murmullos se extendió y Ericka se abrió paso, para llegar a la altura de Kristy.


-Estoy de acuerdo con Kris- dijo- Es más lógico pensar que fue una broma. Y si siguen siendo tan alarmistas, sólo estarán cayendo como tontos.


Mientras ella hablaba, Gabriel se acomodó en su silla, limitándose a intentar escuchar todas las conversaciones a la vez.


-¿Ves?- le dijo Kristy a Wade. Su tono indicaba que el apoyo de Ericka era prueba más que suficiente para demostrar que tenía razón.


-¿Qué necesitan para creer? ¿Muertos? Y antes de que lo digas, Ericka, no  vas a entrar allí. Prometiste que entrarías si no pasaba nada. Y algo obviamente pasó.


Gabriel se levantó, suspirando. Ericka y Wade volvía a discutir y aunque en un principio le había parecido hasta divertido verlos, ahora sólo le cansaban. Caminó hasta la puerta decidiendo esperar la media hora que faltaba para las clases en algún otro lugar, lejos de las voces de Ericka y Wade.


-Vuelve a tu sitio, Gabe- Gabriel alzó la cabeza. Sólo un profesor lo llamaba así y ese era el de matemática y que el recordara no tenían matemáticas a primera hora hoy- Dije que regresaras a tu sitio- volvió a decir el profesor, adentrándose en el aula.


Gabriel se encogió de hombros y volvio a sentarse, mientras el profesor carraspeaba para llamar la atención de la clase.


-Dado que están tan animados hoy- empezó a decir- He decidido adelantar mi hora de clase.


-Tenemos clase de economía a primera hora- interrumpió Wade.


-El profesor de economía, como saben, es tutor de tercero y ahora está ocupado con ellos. Siéntense todos.


-Pero aunque este ocupado- siguió diciendo Wade- Usted no puede ocupar horas que no le pertenecen.


-Claro que puedo. No admitiré más reclamos, mucho menos de personas que están en riesgo de desaprobar.


Wade se sentó, bufando.


-Y la gran mayoría aquí están mal en mi curso, con excepción de unos cuantos- los ojos del profesor se fijaron en Mike y Julie que entraban en ese momento al aula. Les indicó que tomaran asiento y ambo lo hicieron.


-Ahora, abran sus cuadernos y copien esto- empezó a escribir un ejercicio en la pizarra.


Cuando la clase terminó, todos volvieron a hablar de la capilla, como si no hubieran sido interrumpidos. Alan entró al aula y caminó hasta Julie.


-¿Tú crees que sea cierto?- le preguntó ella, a lo que Alan se encogió de hombros.


-Nunca nos acercamos allí- dijo Alan.


Mike suspiró. Deseaba que dejaran de hablar de esa historia de fantasmas de una vez, aunque pensar en eso era mejor que recordar a Betty. No sabía que tan malo sería que ella supiera de su homosexualidad. Vio a Gabriel salir del aula y lo siguió.


-¿Qué piensas?- le preguntó cuando le dio alcance.


-Creo que es una broma de los de tercero, o sea, piénsalo. Es imposible que existan fantasmas.


Mike asintió, aunque no estaba del todo convencido.


-¿Te da miedo?- Gabriel lo miró con una sonrisa de burla.


-A todo el mundo le dan miedo las historias de terror- balbuceó Mike.


-Qué raro- dijo Gabriel, mientras ambos entraban a la cafetería. Gabe miró a ambos lados, como si buscara algo.


-¿Qué cosa?


-Betty siempre te espera para comer. Pero no está aquí.


Mike se sonrojó y bajó la cabeza, tratando de sonar normal mientras contestaba.


-Debe tener algo que hacer.


Gabe asintió con la cabeza, sin creerle del todo. Mike no sabía mentir y era más que obvio que algo había pasado entre él y Betty. Era completamente visible en su sonrisa nerviosa y en la forma en cómo apartaba la vista.


-Bueno, tanto mejor- dijo, eligiendo una mesa cerca del rincón.


Mike se sentó a su lado, mirando sus manos. Quería entender cómo es que no se había dado cuenta que él le gustaba a Betty. Tal vez debía ser porque nunca había estado interesado en chicas. Vio entrar a una muchacha de tercero a la cafetería, vestida con una minifalda y una blusa escotada y no le halló el menor atractivo. Era hermosa, pero no le gustaba. Miró a Gabriel, quien de forma automática había desviado los ojos siguiendo los movimientos de la muchacha.


-Eso es un poco incómodo-  dijo Mike, en voz baja. Gabriel desvió la mirada, dándose cuenta de lo sucedido.


-Yo no… no pensaba nada malo. Te lo juro- dijo, alzando una mano y posándola en su pecho, a la altura del corazón. Mike sólo asintió con la cabeza, dando a entender que era obvio que no le creía- Es que es bonita- siguió diciendo Gabriel, intentando que sonara a una disculpa- ¿Acaso tú nunca…?


-No me gustan las chicas- dijo Mike, desviando sus ojos de la mirada de Gabriel. Se sentía mal. Era obvio que esa muchacha era bonita, más que él, pero Gabe no tenía por qué ser tan obvio. Se preguntó si él le gustaría de la misma manera.


-Lo hice por costumbre, lo siento- Gabriel examinó la expresión de Mike, sin saber muy bien que decir- Ella no me gusta más que tú- susurró. Vio la manera en que un tenue rubor cubría las mejillas de Mike, a la vez que su expresión se relajaba.


Mike lo regresó a mirar. A veces, la manera en la que Gabe se detenía cada vez que estaban juntos y a solas le hacía dudar de lo que decía, pero el sólo pensar en comentárselo le causaba vergüenza.


-Ella es muy bonita- dijo, haciendo un puchero.


-Sí, pero…


-Se parece un poco a Kristy- interrumpió, casi odiando el tono lastimero en su voz.


-Mike- Gabriel le tomó la mano, que Mike había bajado y posado sobre una de sus rodillas y la apretó- Yo no quiero nada con ella. Eres tú quien me gustas.


Mike se sonrojó furiosamente y bajó la mirada, mientras Gabriel se inclinaba hacia su rostro. Se escucharon risas y Gabriel lo soltó, apartándose. Kristy caminó hasta ellos y se sentó.


-¿Qué te pareció la clase?- preguntó a Gabriel.


-Aburrida- contestó este.


-¿Y te está explicando la clase?- volvió a preguntar mirando de reojo a Mike, que se levantó, tomando su mochila.


-Te veo luego- le dijo a Gabriel a modo de despedida. Gabriel lo miró irse y decidió seguirlo pero la mano de Kristy sobre la suya lo detuvo.


-¿Pasa algo?


-Nada, pero podemos comer juntos ya que estamos aquí. Que hayamos terminado no quiere decir que no podamos ser amigos.


-No opinabas lo mismo hace unas semanas- dijo Gabriel, retirando la mano. Kristy se encogió de hombros, sonriendo.


-Pero cambié de opinión. No puedo estar molesta siempre, aunque tenía razones.


Gabriel soltó una breve risa.


-Claro- siguió diciendo ella- Recuérdalo para la próxima. Las chicas queremos ser la máxima prioridad para nuestros novios.


Gabriel dejó de reír, pensando en la voz herida de Mike minutos antes y en la forma en cómo se había ido.


-Hey, Kris, tengo que irme- dijo, levantándose.


-Pero…


-Te prometo que mañana comemos juntos.


Ella asintió, esbozando una sonrisa coqueta y Gabriel caminó fuera de la cafetería, buscando a Mike. Lo divisó hablando con alguien más reconoció con uno de los miembros del club de ajedrez y decidió volver a la cafetería. No le parecía correcto interrumpirlo ahora, cuando él mismo había sido descortés.


Wade observó ir y venir a Gabriel y enarcó una ceja, divertido. Caminó tarareando una canción entre dientes y se detuvo al observar a la chica que solía andar con Mike los últimos días, acompañada de Susan.


-Suéltate el pelo- estaba diciendo Susan- Llevando en una cola, asi, te ves demasiado sosa.


Susan se alejó, con su típico andar orgulloso y Wade se acercó por detrás a la chica. No podía recordar cómo se llamaba.


-Tiene razón- le susurró al oído y Betty saltó, asustada. Se giró, retrocediendo dos pasos para alejarse de Wade, que estiró un brazo y deslizó la cinta que amarraba el cabello de la chica- Te ves mucho mejor con el cabello suelto.


Se acercó a ella aun  más y se  inclinó, examinando su rostro.


-Eres bonita- dijo, acercándose más. Betty abrió mucho los ojos y lo empujó, apartándose casi corriendo.


-Lo siento- dijo ella y Wade se giró para ver a quien le hablaba- No hacía nada con tu novio.


Wade abrió la boca para corregirle, pero ella ya se había alejado.


-No soy tu novio- le dijo a Ericka, que tenía la misma expresión pasmada que él en el rostro.


-Lo sé. No quiero que lo seas.


-Qué bueno que estamos de acuerdo- dijo Wade. Pasó una mano por los hombros de Ericka, que se apartó y se alejó, malhumorada. Le irritaba pensar que Wade considerara incluso salir con Betty, pero no con ella.


-Hey, vamos, Ericka- dijo Wade, andando detrás de ella- No dije nada para que te molestaras, ¿quieres voltear?


Ericka lo ignoró y entró en la cafetería, cerrando la puerta de un golpe. Julie se detuvo un instante antes de que la puerta se cerrara y suspiró, de manera cansada.


-Deberían llevar sus peleas a sus cuartos, en solitario- dijo ella, arrastrando las palabras- Un día pueden lastimar a alguien.


-No peleábamos. Ya que estas aquí, ¿me acompañas a comer?


-¿Y eso?- preguntó Julie. Estaba de buen humor y sonrió, dirigiendo sus ojos a Wade, que había llevado sus manos detrás de su cabeza.


-No puedo dejar que te relaciones demasiado con ese delincuente.


-Alan no es un delincuente- Julie abrió la puerta y entró, mirando alrededor para encontrar una mesa vacía. Se dirigió a una, sin dejar de sonreír.


-Oh, vamos, Julie. Es un matón, reconócelo.


Julie puso  la bandeja en la mesa, antes de sentarse.


-Prefiero tener de amigo a Alan, que a ti. Por lo menos sé que esperar.


Wade cogió una de las papas de la comida de Julie y la comió, poniendo una expresión de desagrado.


-No me digas que ya te enamoraste de él.


-No. Sólo somos amigos. Pero tú y Ericka. ¿Cuándo van a admitirlo?


-No hay nada que admitir. No hay forma en que tengamos algo.


-¿Por qué no? No me digas que no te gusta.


-Que sea bonita no tiene nada que ver. No voy a acostarme con ella. Punto.


-No te estoy diciendo que te acuestes con ella. Tu problema es que no piensas en nada que no sea sexo. Yo hablo de una relación. Como Gabe con Mike.


-Bueno, entonces, no me interesa tener una relación con ella. No es posible.


-¿Por qué no?- preguntó Julie, extrañada. No entendía la negación deliberada de Wade y tenia curiosidad.


-¿Cómo que porque no? pensé que Gabe lo entendería, pero no y ahora, ¿tú tampoco? ¿Qué les pasa? Es una regla básica.


Julie se encogió de hombros, sin entender ni una palabra.


-¿Acaso te acostarías con Mike?


-No, porque a Mike no le gustan las chicas, ¿recuerdas?


-¡Me refiero a que es tu amigo!


Julie volvió a poner cara de no entender.


-¿No sales con Ericka porque es tu amiga?- preguntó, sin creerlo. Wade asintió con la cabeza- Eso es estúpido. ¿Acaso Gabriel y Mike no eran amigos antes?


-Ah, no es lo mismo- Wade hizo un gesto con la mano- Y tanto Mike, Mike, Mike, está empezando a cansarme. Esos dos están tan melosos que si los sigo viendo, me dará un coma de azúcar.


Julie rió entre dientes, aunque no podía negarlo.


-Aunque- siguió Wade- Gabe aun no tiene sexo con el novato, asi que tal vez… no sé, se desilusione.


-Espero que no pase eso- dijo Julie, seriamente- Y además, si no le gustaran los chicos, no estaría con él, ¿verdad?


-Para mí, sería mejor que no le guste- dijo Wade. Lucía como si reflexionara sobre algo- Imagínate, mi mejor amigo es gay-  siguió diciendo, sonando realmente sorprendido.


-Y recién te das cuenta- ironizó ella.


-Dios, debí haber pensado en las consecuencias. Puede llegar el día en que ya no hablemos de chicas. Puede que abra la puerta del cuarto y lo encuentre con una revista de fisicoculturistas.


Julie se soltó a reír, sin poder contenerse.


-Hey, que es grave. ¿Qué tal si decide volverse transexual? ¿Se llamará Gabriela?


-Estas exagerando- Terminó de comer y se levantó- Sólo espero que no hagas nada que perjudique a Mike, ¿entendido? Él y Gabe están muy bien juntos.


-No voy a hacer nada. Nada más comentaba lo que podría pasar. Y es un futuro horrible.


Julie negó con la cabeza y se alejó, pensando en las palabras de Wade. Había desviado el tema para no terminar de explicar su asunto con Ericka, pero aun así, no entendía porque consideraba que no podía estar con ella sólo porque eran amigos, aunque tampoco era que se preocupara mucho por eso. Miró el calendario en su celular, restando un día menos en su cuenta mental para salir del instituto  e irse de vacaciones.


-Julie, ¿me ayudas con esto?- Julie alzó los ojos para ver a Mike, que cargaba una pila de libros.


-¿Qué haces con eso?- preguntó, tomando algunos libros y equilibrándolos en sus manos.


-Me encontré con la maestra de literatura. Me pidió que regresara esto a la biblioteca.


-Los problemas de ser amable- Julie rió y Mike se encogió de hombros. Aun seguía pensando en Gabriel y en Kristy. Le hubiera gustado que Gabe le dijera algo en ese momento, que no se hubiera quedado con ella, charlando tan tranquilamente. Julie pareció notar su desánimo porque borró su sonrisa- ¿Problemas en el paraíso?- preguntó.


-¿Eh?- Mike esbozó una sonrisa poco convencida- No pasa nada.


Julie se encogió de hombros. Llegaron a la biblioteca y acomodaron los libros. Julie observó a Mike, que no había cambiado su semblante. Se preguntó qué habría pasado entre él y Gabe, recordando de repente la sorpresa en la voz de Wade. Ella tampoco se había imaginado que a Gabriel le gustaran los chicos, nunca había dado muestras de eso, ni siquiera en comentarios aislados. Pero no quería creer, ni siquiera pensar, que todo el asunto con Mike se tratara sólo de una mala broma.


-¿Seguro no pasa nada?- volvió a preguntar. Mike negó con la cabeza, dándose la vuelta y chocando contra Alan.


-Esto está empezando a ser una mala costumbre, novato- espetó. Mike apretó los labios. El “novato”  que en voz de Wade sonaba burlón y divertido, ahora sonaba a amenaza.


-No tendrías que estar allí. No tengo ojos en la espalda- dijo Mike, con más valor del que sentía. Alan le dedicó una mirada decididamente molesta, que lo hizo desear no haber dicho nada, antes de volver su atención a Julie.


-¿Vas a hacer algo este fin de semana?- Julie negó con la cabeza- ¿Me acompañarías a la ciudad?


-Claro, ¿no quieres venir, Mike?- Mike enarcó una ceja, sin poder que Julie propusiera eso- No me miren asi, era broma.


-Entonces nos vemos el sábado. Adiós- dijo Alan, sonriendo. Mike lo miró irse y luego se volvió a Julie, con una sonrisa cómplice.


-No puedes negar que le gustas- dijo.


-Ya te lo dije, soy como su hermana pequeña. Nada más- Julie volvió a arreglar un libro que no debía, sonriendo para sí. Lo creyera Mike o no, no veía a Alan más que como un amigo.


---


Gabriel esperaba apoyado en la pared al lado de la puerta de la habitación de Mike. No sabía si porque Mike lo estaba evitando o por casualidad, no habían podido hablar en todo el día. Gabe se llevó un dedo a los labios, extrañando la sensación de la boca de Mike.


-Hola- dijo, cuando Mike apareció, de manera un poco sombría.


-Hey- dijo Mike, abriendo la puerta.


-¿Me estás evitando?- preguntó, entrando detrás de Mike.


-¿Qué? ¡No!- exclamó- ¿Por qué lo haría?


Gabriel se apoyó en la pared, observando a Mike mientras hablaba. Aunque lo negaba, seguía evitando mirarlo demorándose más de la cuenta arreglando sus cuadernos en el escritorio.


-Has estado ocupado todo el día y cada vez que estaba cerca, encontrabas algo que hacer o alguien con quien hablar.


Mike se quedó callado, volviendo a arreglar los libros y los cuadernos.


-No tienes porque seguir enojado, Mike. Yo no… no podía irme y dejar a Kris hablando sola.


Mike se dio la vuelta, poniendo las manos en su espalda. Incluso a él le sorprendías sus propios celos, pero no era algo que podía evitar. Nunca había sabido porque Kristy y Gabriel terminaron, pero era más que notorio que no habían dejado de ser amigos.


-Ya sé- dijo, en voz baja. Se sonrojó. Tampoco podía pedirle a Gabe que dejara de hablar con ella sólo porque tenía celos, pero aun asi, pensó en decírselo- No estoy molesto, ni nada.


-No lo pareces- Gabriel se acercó, buscando sus ojos.


-Tal vez estoy un poco molesto- admitió Mike, mientras Gabriel le tomaba el rostro, para obligarlo a mirarlo. Sonrió al escucharlo hablar. De cierto modo, le hacía feliz ver a Mike celoso- Pero- siguió Mike- ¿Cómo te sentirías si ando mirando chicos mientras estoy contigo? O hablando con mi ex.


Gabriel se encogió de hombros, dejando de sonreír, aunque internamente, agradeció no saber nada de algún ex de Mike.


-No debí hacer hacerlo. Yo…- Mike alzó la cabeza y Gabriel dejó de hablar, para observarlo. Delineó con un dedo el contorno de sus labios, antes de inclinarse y besarlo. Mike tomó la camiseta de Gabriel entre sus dedos, abriendo la boca para permitir que la lengua de Gabriel entrara en ella.


Mike jadeó y Gabriel lo hizo retroceder hasta que su espalda chocó contra el escritorio, sin dejar de besarlo.


-Mike- susurró Gabe. Mike lo miró, mordiéndose los labios y respirando de manera agitada. Tenía ganas de volver a besarlo y no salir de esa habitación hasta tenerlo.


Mike abrió y cerró los ojos. La molestia que sentía no había desaparecido, pero no le importaba que Gabriel siguiera besándolo en vez de explicarse o disculparse. Sus dedos aun seguían asidos a la camiseta de Gabe y Mike los apretó un poco más.


-… quiero- susurró. Gabriel lo miró interrogante y Mike lo soltó- ¿Te vas a quedar aquí?


Gabriel carraspeó, alejándose un poco de Mike.


-No, yo, eh… tengo que hacer tareas- vio a Mike asentir de forma desanimada- ¿Vas a alguna parte el sábado?


-No, ¿y tú?


-Yo…- Gabriel dudó. Se preguntó qué pensaría Mike de él si le decía de frente que quería tener sexo con él- No. No voy a ningún lado. Te veo mañana.


Salió apresuradamente de la habitación y cerró de un portazo que hizo saltar de su asiento a Wade cuando llegó a su propia habitación.


-Mierda. No asustes asi- dijo Wade, poniendo una mano en su pecho y mirando el rayón que había hecho producto del susto en su cuaderno-Genial. ¿Qué tienes que entras asi?


-Nada- contestó Gabriel. Con Kristy, el sexo había resultado algo natural y que no planeó, tal vez porque dejó que ella tomara la iniciativa, pero con Mike, se sentía avergonzado y Mike parecía estar en su misma situación.


Se sentó en el borde de su cama, mirando a Wade arrancar una hoja del cuaderno, murmurando maldiciones.


-¿Nada?- preguntó Wade- Gracias a que nada te pasa, tengo que volver a escribir mi tarea- miró a Gabriel un momento, preguntándose qué le pasaría ahora- Sólo dime una cosa, ¿es por Mike o por esa cosa que no me quieres decir?


-Mike- balbució Gabriel, bufando.


-Entonces no me digas nada. No quiero tener conversaciones gays contigo- Wade regresó su atención a su cuaderno, mientras Gabriel ponía una expresión de desconcierto. Había esperado que le insistiera hasta obligarlo a hablar, no eso.


-Pensé que me molestarías para que te cuente- dijo, acercándose a la mesa y mirando por sobre la cabeza de Wade, para ver que escribía.


-Lo siento, no. Si es de alguna chica, entonces, habla todo lo que quieras- Wade giró el rostro, mirando hacia arriba- Por favor, dime que aun te gustan las chicas- pidió.


Gabe rodó los ojos.


-Eso es obvio. Déjame ver- estiró la mano y tomó el cuaderno de Wade, en el que empezaba de cero la tarea de biología. Gabriel observó las ojeras que podían verse debajo de sus ojos. Ericka había hecho que se esforzara, tal vez demasiado- Párate, yo lo termino- ordenó, empujando a Wade.


Wade lo pensó un segundo y se levantó, dejándole el asiento libre a Gabriel.


-En pago, me puedes decir que te pasa y prometo no burlarme.


Gabriel giró el rostro, mirándolo con una sonrisa incrédula.


-Si no te conociera, te creería. Vete a dormir, ¿quieres?


-Sólo imita bien mi letra. No entiendo porque esa mujer nos hace escribir los informes. ¿No sabe que existen computadoras?


-Seguro no- dijo Gabriel, volviendo sus ojos al cuaderno. Se puso el lapicero en los labios, leyendo la hoja que Wade había tachado. Después de decidir que no era el mejor informe y encontrar que poner en su lugar, empezó a escribir, agradecido de estar ocupado y no tener que pensar de momento en Mike.


---


Wade miró sonriendo con satisfacción la nota en su informe, que sobrepasaba sus notas habituales en biología. Le dio una mirada de agradecimiento a Gabriel y le pasó la mano por los hombros.


-Te debo una.


Gabriel asintió, sin prestarle demasiada atención. Miraba a Mike, que parecía discutir con Alan. Estaba a punto de ir hacia ellos, pero Julie llegó primero y se llevó a Alan. Mike y él habían regresado a su rutina habitual, pero Gabe sentía que les faltaba algo. Tuvo una idea y se soltó del agarre de Wade.


-Nos vemos después- dijo, caminando hacia donde estaba Mike- ¿Aun no tienes nada que hacer el sábado?- le preguntó, cuando llegó a su lado.


-No- respondió Mike, girándose hacia él-¿Por…?


-Bien- le interrumpió Gabriel- Entonces nos veremos a la salida del instituto a las nueve- lo pensó un momento y corrigió- A las diez, mejor.


-¿Y vamos a algún lugar?- preguntó Mike, bajando la voz. Estaba en un pasillo lleno de gente que los miraban de vez en cuando.


-Si- dijo Gabriel, sonriéndole- Te veo más tarde, yo…- iba a decir que le había prometido a Kristy comer con ella, pero decidió que lo mejor era no mencionarlo- Adiós.


Mike observó a Gabriel irse con expresión perpleja y al instante vio pasar a Betty. Tenía una expresión desconsolada. La siguió, deteniéndola por un brazo y ella se volvió, componiendo una sonrisa al verlo.


-Hola- saludó Mike- ¿Qué te pasa?


-Nada, ¿Por qué lo preguntas?


Betty se alisó el cabello con los dedos, sin dejar de caminar. Le extrañaba que Mike siguiera hablándole de forma normal, cuando había decidido dejar el teatro y terminar de fingir ser su amiga.


-No te preocupes, no pienso decirle a nadie que tú eres… - siguió diciendo, girando levemente el rostro hacia Mike.


-Gracias. Pero nunca pensé que lo harías.


Betty sonrió. No entendía como podía tenerle tanta confianza, cuando apenas la conocía. Mike le devolvió la sonrisa y ella sintió una punzada de culpa clavarse en su pecho.


-Pero que linda pareja- dijo Wade, con un tono de falsete. Dejó de apoyarse en la pared, para acercarse en dos zancadas a Betty, que se sonrojó cuando él se inclinó hacia ella, moviendo una mano para soltarle la trenza- Ya te lo he dicho, se te ve mejor suelto.


Betty retrocedió, sosteniéndose el cabello y se alejó, caminando rápidamente. Wade soltó un silbido de aprecio y se volvió, encontrándose con el ceño fruncido de Mike.


-Hey, ¿Por qué me miras así?


-Espero que no te metas con ella.


Wade puso una cara inocente.


-¿Meterme con ella? Vamos, no puedo creer que pienses asi de mí. Aunque es bonita, no súper atractiva, pero bonita. Apuesto que sería genial estar con ella, ¿no lo crees?- le dirigió una mirada de burla a Mike, que negó con la cabeza, en señal de desaprobación.


-No lo hagas- masculló, aunque dudaba que Wade le hiciera caso.


-Vamos, no me mires asi. Te vi hablando con Gabe- dijo, cambiando el tema- ¿Qué te dijo?


-Al parecer vamos a salir el sábado- dijo Mike, preguntándose porque Gabriel se había ido prácticamente corriendo después de decírselo.


-Oh, entonces, ¿van a tener una cita?


Mike se sonrojó. No había pensado en una cita, pero ahora que Wade lo mencionaba, parecía obvio. Nunca habían tenido una cita y la idea le provocó un cosquilleo agradable en el estomago. Se alejó sonriendo y Wade se encogió de hombros, pensando un momento en Betty y descartándola casi al segundo. Como decía Susan, era demasiado sosa para que le guste.


---


Mike observó la hora en el reloj de la pared. Faltaba media hora para las diez y él aun no terminaba de cambiarse, aunque habitualmente se ponía lo primero que encontraba en el armario. Sin embargo, hoy, quería verse bien. Se miró al espejo, intentando peinar su rebelde cabello oscuro y esbozando una mueca de disgusto al ver su aspecto. Volvió  rebuscar entre sus ropas, decidiéndose esta vez con una camiseta de color blanco. Volvió a mirar la hora y se amarró los cordones de las zapatillas, decidiendo dar por perdido su intento de lucir diferente.


Salió del instituto y divisó a Gabriel al pie de las escaleras de la entrada, vestido con unos jeans negros y una camiseta azul oscuro. Vestía de manera simple, pero se veía bien, como siempre. Gabe le dirigió una sonrisa, mientras caminaba a su lado.


-¿Y adónde vamos?- preguntó Mike, tratando de no lucir muy ansioso.


-Hay un pueblo cerca, pero vamos a la ciudad. Creo que un día de paseo nos vendría bien, con tantas tareas.


Mike asintió. Gabriel llegó a la altura de su auto y lo abrió, deslizándose al interior y encontrándose con Mike ya sentado en el asiento del copiloto. Gabriel se inclinó sobre su asiento, depositando un beso breve sobre los labios de Mike, que bajó la cabeza, mientras un rubor tenue le cubría las mejillas.


El día se fue rápidamente, mientras iban al cine y a un museo, al que Mike insistió en ir a pesar del obvio desagrado de Gabriel hacia la idea. Terminaron paseando por un centro comercial, Mike con un cono de helado en la mano y Gabriel comiendo de un paquete de papas fritas.


-Mira eso- le dijo a Mike, señalando un CD en una estantería- Se acerca el cumpleaños de Wade, ¿sabes? Será mejor que le compre algo o me dará lata durante todo el verano.


Su sonrisa vaciló mientras recordaba que no vería a Wade este verano y tampoco a Mike. Vio que la expresión de Mike se había vuelto un poco sombría y le tomó la mano, acariciándola levemente.


-Creo que serán unas largas vacaciones- dijo Mike, tratando de componer su sonrisa.


-Espero que no te enamores de nadie- susurró Gabriel, divertido.


-Soy yo el que debería decirte eso- dijo a su vez Mike.


-¿No quieres comprar algo?


Mike negó con la cabeza y Gabe se alejó para comprar el disco que había señalado antes y se lo mostró a Mike al llegar.


-A Wade le gustan, no sé porque- dijo, examinando la portada de Depeche Mode.


Salieron de la tienda y Gabe miró al cielo.


-Ya es tarde- dijo. No quería regresar tan pronto al colegio, miró a Mike de reojo tratando de adivinar que pensaba- Deberíamos regresar al colegio de una vez.


Mike se sobresaltó al escuchar a Gabriel. Había sido un buen día, un día que no quería que terminara y aun eran las siete de la noche.


-Si quieres- dijo, en voz baja. Gabriel se rascó la nuca. Habitualmente no se ponía tan nervioso, pero seguía sin saber cómo actuar ante Mike.


-También podríamos buscar un lugar para pasar la noche y regresar mañana.


Lo dijo de manera rápida y Mike casi no llegó a entender del todo sus palabras, pero asintió y Gabriel le sonrió, mientras empezaba a caminar hacia el auto, aparcado a unos metros de donde se encontraban.


Minutos después, Mike miraba por la ventanilla el hotel en donde Gabriel se había estacionado.


-¿Vamos a entrar allí?- estaba nervioso, en parte porque era un hotel y en parte por lo lujoso del lugar.


-Es uno de los hoteles de mi familia, ¿te molesta?


-Es un poco demasiado lujoso- dijo Mike, mientras bajaba del auto.


Gabriel caminó delante de él y llegó hasta la recepción. Intercambio unas cuantas palabras con la chica que atendía, antes de regresar su atención a Mike.


-Listo. No pongas esa cara, no estoy pagando nada por estar aquí.


-Es que jamás he estado en un lugar como este- susurró Mike, alzando la mirada para observar las lámparas tipo araña que decoraban el techo. Gabriel lo tomó del brazo, dejando escapar una risa jovial y guiándolo al ascensor, que se detuvo en el quinto piso. Gabriel salió del ascensor con paso seguro, mientras Mike detrás de él, miraba a los costados, a las puertas de madera lacrada preguntándose cuál sería su habitación.


Gabriel se detuvo en la penúltima en el pasillo e introdujo la llave.


-Y apuesto que nunca antes has estado en un lugar asi- dijo, divertido mientras Mike entraba y miraba alrededor. El piso estaba alfombrado y tenía una mesa de vidrio en medio de tres sofás. Había un televisor plasma, un armario y dos camas. Mike se fijó en ese detalle, tratando de no sonrojarse al recordar que había pensado que tal vez Gabriel intentara llegar algo más lejos esta noche.


Gabriel observó a Mike parado, con la vista fija en la pared. En la recepción, se había visto tentado a pedir un cuarto de una cama en vez de dos, pero no sabía cómo se lo tomaría Mike y además, la idea de tener a una recepcionista comentando que el hijo de Barnett había pedido una habitación personal llegando acompañado de un muchacho no le complacía.


-Debe haber algo de tomar en la nevera. ¿Quieres comer algo? Tenemos servicio ilimitado.


-Las ventajas de ser el hijo del dueño- Mike se volteó, con una mirada divertida en el rosto y Gabriel hizo un gesto de brindis con la botella de agua mineral que tenía en las manos.


-Asi es.


-Creo que a esto se le llama nepotismo- Mike rió entre dientes y Gabriel se acercó en dos zancadas a él. Le rodeo la cintura con un brazo, inclinándose para besar levemente su mejilla.


-Siempre puedo pagar y dejar limpia tu conciencia.


Mike se sonrojó. No sólo por la cercanía de Gabe sino por el tono de su voz, grave y algo ronca. Se separó carraspeando y arrepintiéndose al segundo de hacerlo. Gabe suspiró. Estaba dispuesto a esperar a que Mike se sintiera listo para acostarse con él, pero a veces, parecía que Mike lo deseaba tanto como él y otras veces, parecía que no.


-Oye, Mike- llamó, sentándose en una de las camas. Mike se giró, con una expresión interrogante en el rostro- Te gusto, ¿verdad?


Su expresión era seria y el corazón de Mike se aceleró un par de latidos.


-Cla… claro- balbuceó, desviando los ojos- Ya lo sabes.


-Sí.


-¿Por qué preguntas?


Gabriel se encogió de hombros. Era obvio que una relación con un chico no podía ser igual a una con una mujer. Recordó a Kristy, que solio colgarse de su brazo, apoyar su cabeza en uno de sus hombros y decirle “amor” o alguna  otra cosa más cursi. No es que quisiera que Mike hiciera eso.


-Me gusta escucharlo- dijo, provocando que Mike se sonrojara. Decidió que lo mejor era provocar a Mike un poco, al menos para ver como su rostro se teñía de rosa. Se mordió el interior de la mejilla para contener una sonrisa, antes de seguir hablando- Por cierto, no te he besado esta tarde, ¿o sí? Lo extraño.


Como había supuesto el tono rosa de las mejillas de Mike pasó a ser rojo. Mike le dio la espada, caminando hacia la nevera.


-¿No quieres que te bese?- preguntó Gabriel, esta vez con un tono de voz más serio. Mike se giró para encontrarlo a escasos centímetros de él.


-No… no es eso- volvió a balbucear. Era todo lo contrario en realidad. Mike bajó los ojos y aspiró, puso sus manos en los hombros de Gabriel y se estiró para alcanzar sus labios y darle más seguridad a sus palabras. Gabe se sorprendió sólo por un segundo, antes de rodear la cintura de Mike, evitando que este se separara.


-Gabe- susurró Mike, cuando dejaron de besarse. Gabriel se mordía el labio inferior, con los ojos clavados en los suyos, ardiendo. Mike volvió a besarlo, moviendo sus manos de forma tímida, hasta que sintió que Gabriel lo tomaba por la cintura, alzándolo en vilo, para darle la vuelta y dirigirlo a la cama.


-No pesas nada- dijo, de manera divertida, cuando lo dejó caer en la cama y se trepó a ella, poniendo ambas manos a los lados de la cabeza de Mike, que respiraba agitado.


-No vuelvas a hacer eso, ¿quieres?


Gabriel asintió, recuperando su expresión seria.


-Mike, yo… bueno…- bufó y decidió que lo mejor era ser directo, sonara como sonara- Quiero acostarme contigo o mejor dicho…


Mike se quedó con la boca abierta, tratando de evitar hiperventilar. Hubiera deseado que Gabe lo dijera con un tono bromista, pero este lo miraba seriamente.


-Pero no quiero hacer nada que tú no quieras- siguió diciendo Gabriel. Mike se quedó en silencio más tiempo del que esperaba- Por lo menos di sí o no- dijo, intentando bromear.


-Es que lo dices como si fuera un asunto de vida o muerte- Mike trató de reír. Gabriel lo besó, callándolo, primero suave, luego de forma más decidida, recorriendo su boca, haciéndolo jadear. Mike se sostuvo de la camiseta de Gabriel, asintiendo cuando este dejó de besarlo.


Gabriel sonrió, tomando eso como un sí. Pasó la lengua por la extensión del cuello de Mike, llegando a la base de su garganta y empezando a bajar. Mike se mordió el labio inferior, mientras la ya conocida sensación de quemazón en su piel comenzaba a recorrerlo. El cuello, la garganta y ahora su abdomen, en donde las manos de Gabriel lo tocaban, ardían y él quería sentir algo más. Se incorporó para sacarse la camiseta y Gabe dejó de tocarlo para que lo hiciera más rápido. Cuando Mike terminó de quitársela, él hizo lo mismo, lentamente a propósito, ahogando una sonrisa de satisfacción al ver la mirada de Mike bajar a su torso. Recordaba el roce de la lengua de Mike en su piel y quería sentirla otra vez. Deslizó una mano detrás de la nuca de Mike, atrayéndolo a su rostro, besándolo sólo un momento, para luego empujar suavemente la cabeza de Mike hacia su cuello.


Mike recorrió el cuello de Gabe, sintiendo que temblaba. Esta vez, no quería detenerse antes del final. Apretó las manos en las sabanas, deslizando su lengua hacia abajo, lamiendo el torso de Gabe, que soltó un gemido ronco que hizo latir de forma acelerada el corazón de Mike. Gabriel empezó a acariciar su cintura, subiendo por sus costados, mientras Mike seguía besándolo y apretó sus dedos en los pezones de Mike, acariciándolos un momento para luego bajar una mano hasta la entrepierna de Mike y rozarla.


Mike gimió, dejando de besar a Gabriel, para echar su cabeza hacia atrás, apretando aun más las sabanas entre sus dedos.


-Gabe- jadeó, cerrando los ojos, cuando este introdujo la mano en sus pantalones- Ahh… ahhh…


Gabe lamió su cuello, sin dejar de mover su mano dentro de los jeans de Mike. Movió su otra mano, para ayudarse a bajar el pantalón de Mike y dejar su miembro libre. Se detuvo para observar un momento a Mike, que abrió los ojos, captando el bulto que empezaba a formarse en los jeans de Gabriel. Se sonrojó al pensar en tocarlo y se movió lentamente, estirando una mano para tocar a Gabriel, que la atajó y volvió a besarlo, sosteniendo su muñeca y excitándolo más a cada roce de sus dedos en su miembro.


-Gabe… yo… Ahhh… quiero… - Gabriel apretó su pene, que empezaba a gotear, haciéndolo gritar- tocarte- dijo, con la vista nublada.


-Espera- le susurró Gabe al oído. Su voz tenía un tinte de urgencia que paralizó a Mike. Lo vio levantarse y moverse, buscando algo en la mesa de noche al lado de la cama, en donde Gabe había dejado su mochila. Mike se apoyó en sus brazos, incorporándose un poco. Gabriel tenía un frasco de lubricante en las manos y Mike se mordió el labio inferior, era obvio que esta vez no se detendrían y a pesar que lo deseaba, sintió algo de miedo.


  -¿Estás seguro de esto?- preguntó Gabriel, notando la mirada de pánico que cruzó el rostro de Mike.


Mike dudó por un momento, pero luego asintió. La parte baja de su abdomen estaba caliente y su cuerpo tenso. Gabriel lo besó, introduciéndose dentro de su boca, lamiendo y succionando su labio inferior. Los ojos de Mike se nublaron por el placer. Sintió las manos de Gabe bajando por su torso, llegando hasta sus caderas, para luego acariciar sus muslos. Se estremeció al sentir el tacto frío de los dedos de Gabe, cubiertos de lubricante y apretó los labios cuando sintió uno deslizarse dentro de su cuerpo.


-¿Estás bien?- preguntó Gabriel. Sentía su erección palpitante bajo la ropa, pero el rostro de Mike tenía una mueca de dolor y él no quería dañarlo. Mike era demasiado valioso para él como para perderlo por sexo.


-Si… yo- Mike abrió los ojos. Había algo de duda en los ojos de Gabriel que quiso borrar- No te detengas- jadeó, sintiendo que un rubor aun más encendido coloreaba sus mejillas.


Gabe deslizó otro dedo dentro del cuerpo de Mike, que se revolvió, apretando alrededor de sus dedos, sin dejar de gemir cada vez que los sentía hundirse más en su cuerpo.


-Ahhh- Mike gimió y se dejó caer en la cama. La mano izquierda de Gabriel se deslizaba por su torso y él la detuvo y la apretó, sintiéndose de repente débil. Gabe se inclinó para besarlo, sin soltar su mano, recargando todo su peso en el cuerpo de Mike, que abrió los labios, exhalando un suspiro al sentir el miembro de Gabe rozándose contra uno de sus muslos. Liberó la mano de Gabriel, deslizando las suyas propias entre sus cuerpos, buscando el cierre de los jeans, abriéndolos y tocando tímidamente el miembro duro y palpitante de Gabe, que soltó un gruñido de placer y empezó a moverse contra su mano, sin dejar de besar el cuello de Mike.


-Mike- jadeó, apartándose. Se quitó los jeans y se detuvo otro momento para observar a Mike, tendido en la cama, con las piernas abiertas, el cuerpo perlado de sudor y su miembro duro a la vista.


Le abrió las piernas un poco más, decidiendo que no podía esperar más. Quería tenerlo y hacerlo ahora. Mike apretó las sabanas cuando sintió el miembro de Gabe deslizarse en él. Estaba duro y caliente y dolía tanto que tuvo que apretar los labios para no gritar, pero aun asi su cuerpo se arqueó, deseando que lo hiciera más rápido, que estuviera todo dentro de él.


-Ahhh… mmhh- gimió sin poder contenerse. Gabriel había soltado una de sus piernas, para masturbarle con la mano libre, sin dejar de entrar en su cuerpo y el dolor se mezcló con el placer cuando al fin se detuvo.


Gabe suspiró.


-Dios- dejó escapar. El cuerpo de Mike apretaba su miembro de forma deliciosa y él quería más. Se deslizó fuera de su cuerpo, notando el alivio que se marcaba en las facciones de Mike y volvió a entrar en él de un solo movimiento. Mike gritó, arqueándose, casi sollozando.


-Gabe… Gabe… ahhh…- Gabe se movía sin darle tiempo para que su cuerpo se acostumbrara a sentirlo clavándose en él y saliendo, deslizándose tan adentro como podía, llenándolo. Sus gemidos se descontrolaron, mezclándose con los jadeos de Gabe, hasta que este se estiró sobre su cuerpo, sin soltar sus piernas, para besarlo. El beso le quitó a Mike el poco aliento que le quedaba. La lengua de Gabriel entraba y salía de su boca, hasta que se deslizó hasta su mejilla.


Mike se mordió los labios. De pronto era consciente de su miembro, atrapado entre ambos cuerpos, frotándose contra el abdomen de Gabe al compas de los movimientos de este. Estaba a punto de correrse, la sensación caliente de su cuerpo parecía haberse juntado en su abdomen. Quería correrse. Gabriel jadeó su nombre en su oído, mientras sus manos le sostenían las caderas y Mike entrelazó sus piernas a la cintura de Gabe, arqueando su cuerpo para juntarse aun más a Gabe.


-Mnnnhhh… ¡Ahh!- rodeó a Gabriel con sus brazos. Sus gemidos llenaban la habitación y no podía contenerse. No cuando Gabe lo penetraba más rápido, volviéndolo incapaz de pensar. No cuando había colado una de sus manos para masturbarlo a la par que lo penetraba. No podía aguantar más- ¡Gabriel!- jadeó con voz ronca. Su cuerpo estaba temblando, dejó caer los brazos y echó la cabeza hacia atrás, corriéndose mientras un gemido escapaba de sus labios.


Gabriel lo sostuvo, regresando a su boca para darle un beso suave que contrastaba con la violencia de sus embestidas. Se corrió un momento más tarde y Mike gimió al sentirlo. Gabriel se dejó caer a su lado, intentando normalizar su respiración, mientras Mike cerraba los ojos. Sentía el semen de Gabe deslizarse por sus piernas. Se sentía raro, pero también se sentía bien. Abrió los ojos para mirar a Gabriel y lo encontró sonriendo, con el rostro sudoroso y los ojos verdes brillantes. Felices. Sonrió también  Gabe eliminó el espacio entre ellos para tomar su rostro y besarlo.


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