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West Lake por Hisue

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Notas del capitulo:

Hola!! Lo siento por la tardanza, estaba en crisis inspirativa... ademas cada vez que escribia algo, no me gustaba y lo borraba, pero espero que les guste el cap. Pueden pasar a leer directamente y saltarse esta sección. Las ultimas dos semanas he estado escribienfo bastante de Psycher's (otra historia que tengo publicada aqui), en vez de esta y Rockbol (otra historia mas de aqui), aunque Psycher's no es tan popular, le tengo mas cariño. Y ademas de eso se me ocurrio otra el ultimo sabado y bueno, empece a escribirla. Pienso que no debria escribir mas cosas mientras no puedo terminar las que ya tengo, pero es que la idea no paraba de darme vueltas en la cabeza!!!! Si me sale bien, tal vez la publique... bueno, eso es todo y pasense por Psycher's, si quieren ^_^

Episodio 5


-Eh, Gabe- llamó Wade. Le dio una patada leve en el costado al ver que no obtenía respuesta. Gabriel estaba acostado debajo de un árbol, con un libro sobre el rostro y Wade pensó que si seguía así, dormir se le volvería una muy mala costumbre. Eso y que odiaba que lo ignoraran. Le dio otra patada- Despierta. ¡Hey!


-¿Qué quieres?- pregunto Gabriel, quitándose el libro del rostro. No estaba durmiendo, solo descansaba un rato.


-Nada importante- Gabriel frunció el ceño, pero Wade sonrió- Sólo me preguntaba cuándo vamos a empezar el trabajo de biología. Es para el miércoles. Y estamos lunes.


-¿De qué hablas?- Gabriel se incorporó hasta quedar sentado y recordó el trabajo de biología y que había quedado de hacerlo con Mike- Pensé que ya tenias un grupo.


-Es en pareja, en realidad. Bien, ¿vamos a hacerlo?- dijo y una expresión culpable pasó por el rostro de Gabriel- No me digas que buscaste alguien más con quien hacerlo- el silencio de Gabriel le contesto- ¡Vamos, hombre! Sabes que odio ese curso. Si paso es porque me ayudas.


-Me lo hubieras dicho antes- replicó Gabriel.


-No tenía que decírtelo. Se supone que esos trabajos lo hacemos juntos- dijo Wade, con un tono de obviedad.


-Dirás yo los hago- comentó Gabriel, se levantó y miro la hora en su reloj- Y ahora estoy tarde. Le dije a Mike que lo haría con él. Espero que no te moleste.


-¿Por qué habría de molestarme? Espera… si, me molesta. Porque ahora no tengo con quien hacer el maldito trabajo. Gracias, mejor amigo.


Gabriel se levantó y negó con la cabeza.


-¿No intentaras hacerme sentir culpable, verdad? Porque no funciona- empezó a caminar hacia el campus y regreso a mirar atrás- Gracias por despertarme, por cierto.


Sonrió al escuchar el “idiota” que Wade le gritó.


En la biblioteca, Mike miró hacia el reloj de pared. Habían pasado quince minutos desde que llegara y no había señal de Gabriel. Estaba empezando a pensar que lo más seguro era que lo hubiera olvidado, cuando Gabriel llego hasta él, resoplando.


-Lo siento- dijo, apenas recupero el aliento- Me olvidé.


-No importa, llegaste.


-Empecemos, entonces. ¿Sobre qué es el trabajo?


-¿No lo sabes?- Mike dibujó en su rostro una expresión de incredulidad- Es sobre animales en peligro de extinción. Debemos hacer una presentación.


-Bien. ¿Algún animal en mente?


Se quedaron preparando el trabajo hasta entrada la noche. Mike se sorprendió un poco al ver que Gabriel parecía saber al menos una pequeña cosa sobre cada animal que nombraban. Terminaron eligiendo al manatí, solo porque necesitaban decidirse por alguno. A Mike le pareció que Gabriel haría un trabajo sobre cada animal existente si pudiera. Era la primera vez que lo veía tan entusiasmado por algo.


-Te gusta la biología, entonces- afirmó mientras caminaban de regreso a las habitaciones, cuando ya eran las nueve de la noche.


-Si- respondió simplemente Gabriel- Incluso tengo una colección de…


Mike esperó pero Gabriel no completó la frase.


-¿Qué ibas a decir?


-Nah, es algo tonto.


-¿No podrías decirme?- Gabriel regresó a mirarlo y asintió.


-Es sólo un álbum. Lo empecé hace años, con recortes de revistas e información sobre cada animal del que tenga una imagen. Tengo como dos carpetas completas. Hace años- se paso las manos por detrás de la nuca. Su voz tomó un tinte algo soñador y menos serio- Me dije a mi mismo que viajaría por el mundo a cada uno de esos lugares que tenía en mi álbum. Pero claro, también pensaba que podía comprar un bosque y convertirlo en una reserva.


-Lo dices como si ya no lo pensaras- dijo Mike.


-Bien, las cosas cambian- Gabriel se detuvo delante de la puerta de su habitación y la abrió y dio un paso dentro- Ahora...


Vio a Wade acostado, leyendo una revista y se interrumpió.


-Hola, Mike- saludó Wade, saliendo de la cama y acercándose a la puerta- ¿Cómo van con el trabajo?


-Bien- contesto Mike- Me gustaría ver ese álbum- Gabriel enarcó una ceja. Su mirada era más fría ahora, como si recordara algo particularmente desagradable- Si quieres.


Gabriel reaccionó y asintió.


-Algún día, quizás. Hasta mañana, Mike.


-Te quedaste en “ahora”- dijo Wade apenas se cerró la puerta- ¿Qué estabas a punto de decir? ¿Ahora soy un idiota y dejo que mi padre decida por mí?


-Algo como eso. Iba a intentar lucir más como una víctima- Wade soltó una risa burlona- Creo que entiendo porque te gusta Mike. Es agradable.


-A mi no me gusta- aclaró Wade- A mí me gustan las chicas, hombre.


-¿En serio?- dijo Gabriel, mientras se ponía el pijama- Porque todo tu interés por él…


-No empecemos con acusaciones, Gabe. ¿Aunque por cierto, donde está Kristy?- preguntó. La había molestado un poco en los días en que Gabriel había estado ausente.


Gabriel se sentó en su cama y examinó a Wade con los ojos.


-Te caía mal- afirmó- Me dijo unas cuantas cosas esta mañana.


-¿Ah, sí? ¿Qué?- preguntó, interesado.


-Nada importante, solo que debía elegir entre ella y tú, ya que… no voy a repetir todo lo que dijo de ti.


-No importa, me hago una idea- contestó Wade. Agrando su sonrisa y su voz no dejo de tener el tono burlón mientras preguntaba- ¿Y qué le dijiste? ¿Qué la amabas y dejarías todo por ella?


-No. Le dije que no iba a hacer eso.


Gabriel se acostó. La única luz en la habitación eran las de sus lámparas. Realmente no le importaba mucho Kristy. El que fuera bonita, popular y porrista no quería decir que fueran el uno para el otro y personalmente, Gabriel no creía en el concepto del amor. No enteramente. Además, la mayoría de adolescente no amaban. Solo se gustaban y en el caso de los chicos, buscaban tener sexo, no era un trauma terminar con ella.


-Terminé con ella- dijo y apago su lámpara. Wade lo imito, esbozando una media sonrisa. No le extrañaba, Gabriel no era la clase de persona que consideraba importantes a los demás de buenas a primeras.


-¿Recuerdas que te gustaban los chicos?- preguntó.


-En teoría- dijo Gabriel. No se había decidido sobre eso. Simplemente le parecía que a uno le podía gustar cualquier persona, sin que el género importe. Se había arrepentido de contárselo a Wade al minuto después de hacerlo- ¿Y tú?


-Me casaré con Ericka, ya sabes.


-Claro, como no.


-Lo haré.


-¿Y ella lo sabe? Lo más probable es que prefiera quedarse soltera de por vida, además, ¿desde cuándo te gusta?


Wade rió y Gabriel bufó, antes de cubrirse con las sabanas.


-Voy a hacer una fiesta en mi casa- dijo Wade al cabo de un rato, interrumpiendo el intento de Gabriel por dormir- ¿Te unes?


-Si con eso te callas.


Wade asintió. Las fiestas eran un tópico en la vida y los romances adolescentes. Que mejor que una para divertirse un rato, buscar una chica para pasar la noche y empujar a Mike un poco hacia Gabriel. Aunque debería ser al revés. Aparte de unos cuantos aislados comentarios, Gabriel no daba muestra alguna de reconocimiento hacia el chico.


---


 -Así que ya te enteraste que Julie y yo somos hermanos- dijo Wade. Mike asintió. Ambos y Gabriel caminaban por los pasillos en dirección a la clase de literatura.


-Y yo que siempre pensé que te gustaba- dijo Mike, sintiéndose algo tonto por la conjetura.


-Mmmmm- murmuró Wade- Eso sería incesto. Supongo que sería interesante… si no fuera yo el involucrado, ya sabes, verlo y no vivirlo.


Mike lo miró, sorprendido.


-No me creo que digas eso- Wade regresó a mirarlo con una sonrisa y siguió, sólo para molestarle.


-Por ejemplo, si Julie y Gabe fueran hermanos…


-Nos llevaríamos bien- dijo Gabe, completando la frase- Y apuesto que te encantaría vernos juntos si fuera así, pero como no, no lo permitirías.


-No le vas a poner un dedo encima a Julie. Ni lo sueñes.


-¿Siempre has así de sobre protector con ella?- preguntó Mike- Porque no te quiere precisamente.


-No- contestó Gabriel- Wade comandaba las bromas contra ella.


-Ahh, pero éramos niños. Además, Julie hacia lo mismo- se acercó a Mike, rodeándole los hombros con un brazo, como si le fuera a hacer una confidencia, pero no se molesto en bajar la voz- Una vez le hecho sal a mi chocolate.


Gabriel rió entre dientes.


-Eso fue porque tú pusiste ají en su comida.


-¿Y la vez en que derramó gaseosa sobre mi?


-Rompiste la muñeca que le regalaron por navidad.


-Y la vez en que…


-Siempre empezabas tú.


Mike miro alternativamente a uno y a otro. Se sentía excluido, aunque era obvio que fuera así, ya que no sabía nada de sus vidas, pero se sintió algo mal.


-Como sea, eso ha cambiado. Julie es mi hermana después de todo.


-Nunca pensé que te lo escucharía decir- Ericka estaba parada en el pasillo, con la espalda apoyada en la pared. Wade le sonrió- ¿Es porque se acerca el 2012?


-Ves como es la vida. En unos años, tú aceptaras ser mi esposa.


-Ni muerta, Wade- dijo ella, sacudiendo la cabeza- Gabriel, ven conmigo un momento.


Gabriel asintió y la siguió y Wade frunció un poco el ceño, pero luego desvió su mirada hacia Mike, que parecía algo triste.


-¿Qué te pasa a ti?- preguntó- ¿De nuevo una crisis de amor no correspondido?


Mike se mordió el labio, un poco furioso.


-No- dijo- Sólo… me doy cuenta que no sé nada de ustedes. De Gabe o… de ti.


-¿Quieres saber cosas de mi?- pregunto Wade, inclinándose hacia él y poniendo una mano en la pared al lado de la cabeza de Mike.


Mike tragó saliva. ¿Era su imaginación o Wade estaba… insinuándosele? Aunque siendo quien era, tal vez solo quería burlarse. Se dejó atrapar por los ojos de Wade, que como siempre lo miraban burlones y aprovecho la cercanía para examinar su color. Eran grises en serio y se veían más claros de cerca. Trató de desviar la mirada y vio a Gabriel, que había regresado. ¿Cuánto tiempo habían estado en esa posición? Wade se alejó de él sonriendo y Mike se apresuró en alejarse hacia el aula.


-No te interesa para nada- dijo Gabriel, intentando sonar cínico. La escena le había molestado por alguna razón que se le escapaba.


-Vamos, ¿Por qué esa cara?- Wade se acercó a él y se recargó en su cuerpo, rodeándolo con un brazo.


-Quítate- dijo Gabriel. Se sorprendió al descubrir que lo decía en serio. La mayoría de veces, lo decía porque era ya una rutina, nunca con el dejo de amargura de ahora. De verdad no quería que lo tocara o que lo mirara con esa misma mirada burlona que tenia ahora en la cara.


-Que susceptible. ¿Estás en esos días del mes?


-Piérdete, Wade- dijo y lo apartó de su cuerpo.


Wade lo observó alejarse a grandes zancadas. Se pregunto que le pasaba ahora. Tal vez la conversación con Ericka lo puso de mal humor o tal vez, solo se había enojado por verlo cerca de Mike… la segunda opción le parecía mejor, así sería más fácil empujar al novato hacia Gabriel.


---


Mike se preguntó internamente que hacía en el salón de la casa de Wade. Lo había invitado a su fiesta y cuando se negó a ir, simplemente lo había obligado, pero ahora estaba sólo en medio de un montón de personas que no conocía. Buscó a Wade con la mirada, pero este conversaba con una chica morena y no había visto a Gabriel desde que llegó.


-Genial- murmuró, apoyándose en la pared.


-¿Qué es genial?- preguntó una voz a su lado. Mike la reconoció como la de Gabriel y se giró, esbozando una sonrisa.


-Nada, en realidad. Pensaba que no debía haber venido. Ni siquiera he visto a Julie por aquí.


-Julie no puede entrar aquí- dijo Gabriel, monótonamente- Y aunque pudiera, no lo haría. Es muy orgullosa para eso. ¿Wade te convenció de venir?


-Me obligó, más bien- dijo Mike- Esto no es demasiado mi ambiente, ya sabes yo solo soy… algo como un ratón de biblioteca- Gabriel soltó una risa entre dientes- Pero apuesto a que este si es tu ambiente.


-Puede ser. Pero no hoy. Aunque ya que estamos aquí podríamos al menos comer algo, vamos.


Wade se alejó de la chica con la que hablaba por un momento y se dirigió a otra.


-¿Has visto a Gabe, Rachel?- le preguntó. La muchacha lo miró, al parecer fastidiada y señalo hacia un lugar detrás de ellos. Wade se giró para ver -De nuevo esta con Mike-comento, casualmente. La chica era la misma que intento sacar a Mike del asiento hace muchos días atrás.


-¿Y qué, Wade?- dijo ella, cruzándose de brazos- Tú eras el que andaba siempre con él en primer lugar.


-Ah, bueno, ya sabes, me gusta molestar a la gente. Solo quería ver que tal era el novato. De todos modos, creo que lo mejor es que deje de andar tanto a su lado.


-¿Insinúas algo?- preguntó Rachel- Wade, déjate de medias tintas. Si quieres algo, pídelo.


-No quiero nada. Solo estoy diciendo que, tal vez, el novato este demasiado interesado en Gabe, ¿entiendes?


Susurró lo último en el oído de Rachel.


-Y a Gabe no le molesta su presencia, además.


Rachel se mordió el labio y miró hacia Gabriel y luego a Mike.


-Bueno, ya que- dijo- ¿Qué sugieres?


-Seguro tienes una buena imaginación, Rachel.


Rachel lo observó marcharse y luego volvió a mirar a Gabriel que estaba al lado de la mesa junto a Mike. El chico nuevo no había mostrado interés por ninguna chica y en cambio, pasaba demasiado tiempo al lado de Gabe. Ya era tiempo de que aprendiera cual era el lugar que le correspondía en este lugar, y ese era varios peldaños por debajo del menor de sus conocidos.


Después de media hora, Mike estaba sólo otra vez. Vio a Wade y lo alcanzó, tomándole el brazo.


-¡Hola, Mike!- saludo Wade, alegremente- ¡No te había visto!


-Tú me trajiste- dijo Mike, negando con la cabeza- Oye, la verdad creo que fue mala idea venir- Mike dio una ojeada a las personas que bebían y bailaban en la sala.


-No te preocupes- Wade le sonrió y, extrañamente, su sonrisa pareció dulce- Puedes ir a la biblioteca y esperar allí, si quieres.


-¿De verdad?- pregunto Mike. No había esperado que Wade le ayude en su intento de escapar.


-Es por aquí, ven- Wade empezó a andar y Mike lo siguió. Se detuvo en el pasillo y señaló a su derecha- La habitación de puerta negra. Esta abierta siempre y hay un sofá que bien puede ser una cama.


-Gracias- dijo Mike y se alejó. Wade regresó a la sala, vio como Rachel y dos de sus amigas empezaban a caminar hacia la biblioteca y sonrió.


La biblioteca era la más grande que Mike hubiera visto dentro de una casa. Dejo escapar un silbido de asombro y empezó a caminar a lo largo de los estantes, leyendo los títulos. Un libro estaba un poco fuera de su lugar y la pasta lucia descolorida. Mike lo sacó y leyó el título.


-¿Los Pilares de la Tierra?- no había leído ese libro. Supuso que no habría problema si lo leía allí y se encaminó hacia el sofá-cama que había en la biblioteca, pero no alcanzó a llegar cuando la puerta se abrió y tres chicas caminaron hacia él.


-¿Por qué estás aquí?- dijo Rachel, mirándolo con un obvio desprecio en la mirada- Husmear en las habitaciones de una casa que no es tuya es de mal gusto. Pero supongo que no sabes nada de eso. No tienes ni una pizca de clase.


-No estoy husmeando nada- contestó Mike.


-¿No? ¿Y el libro que llevas? Te estás tomando muchas libertades, pero veras, niñito- Rachel lo abrazó y le habló al oído- Aquí eres sólo el caso de caridad de este año. Una pequeña novedad. Una persona como tú, no puede estar a nuestro nivel. ¿Quieres un consejo? Mantente con los que son como tú. Con los freak y los becados y las hijas bastardas.


-Si este es el nivel que tienen- contesto Mike, enojado- No quiero llegar nunca a él.


-Nunca lo harás. Regresaras a… ¿de dónde eras? Y vivirás la vida triste y miserable que te corresponde. Pero soy tan buena que he decidido que no tienes por qué esperar. Tu vida puede ser miserable desde ahora. Así te acostumbras.


Rachel se separó de Mike y las dos chicas se acercaron y dejaron caer sus bebidas sobre su cabeza. Mike se mordió los labios, lamentando haber sido educado bajo la consigna de no golpear a las mujeres.


-Adiós- dijo Rachel y salió de la biblioteca, mientras Mike examinaba la camiseta blanca que llevaba, que ahora estaba mojada y olía a alcohol.  


-Mierda- masculló mientras se abría la puerta y chocaba contra alguien. Alzó la cabeza y vio a Gabriel.


-¿Qué te pasó?- preguntó este, examinándole.


-Una muestra de cariño- contestó Mike amargamente. Gabriel negó con la cabeza mientras observaba el cabello empapado de Mike y el líquido que resbalaba por su cuello.


-Vamos, ven conmigo. Hay un baño arriba y creo que una camisa que podría quedarte.


Mike subió las escaleras hasta el segundo piso con el ceño fruncido, reparando apenas por donde iban. Reaccionó cuando Gabriel abrió una puerta y descubrió una habitación que parecía estar decorada para un niño. Gabriel entró como si la conociera de años y Mike lo siguió hasta el baño.


-Date un baño, si quieres. Voy a buscar una camisa.


Mike se quitó la camiseta y la puso sobre el lavabo. Ya que estaba allí, decidió bañarse, así además de limpiarse se calmaba un poco. Se estaba abrochando el jean cuando Gabriel entró con un suéter beige en las manos.


-Es la más chica que encontré- dijo, tendiéndole el suéter a Mike. Este lo cogió y lo dejó junto a su camiseta, tomó la toalla y empezó a secarse el torso. Gabriel lo miraba directamente, sin parpadear y eso le hacía sentir un poco incomodo.


-¿Qué fue lo que pasó?- preguntó al cabo de un rato. Mike llevaba secándose el cabello más tiempo del necesario.


-¿Eh?- reaccionó- Ahh, no fue nada. Yo supuse que algo como esto pasaría cuando llegue aquí.


-Que tus compañeros se comporten como unos idiotas niños ricos mimados, ¿verdad?- dijo. Se acercó a Mike y le quitó la toalla de las manos.


-¿Qué hacías allí?- pregunto Mike, nervioso por la cercanía. Gabriel no se movió de su posición a centímetros de su cuerpo ni cuando estiró la mano para alcanzar el suéter.


-Póntelo de una vez. Está haciendo frio.


Mike se pasó el suéter por la cabeza, descubriendo que era ancho para su cuerpo. Una de las mangas resbaló por su hombro izquierdo.


-Aón no me respondes.


Gabriel miro a Mike intentar que el suéter no resbale por su hombro inútilmente. El cabello despeinado del chico le cubría la frente y un poco de sus ojos y parecía más afectado de lo que quería hacer creer. Le pareció que era una imagen tierna, verlo allí, con la furia reluciendo en sus ojos marrones y el cabello en el rostro, que le daba una imagen de niño.


-Solo pasaba- respondió- No se tu, pero yo tengo sueño. Y ya se me quitaron las ganas de regresar a la fiesta.


-Nunca tuve ganas de la fiesta- dijo Mike. Volvieron al cuarto y Gabriel se sentó sobre la cama- ¿De quién es el cuarto?


-Mío, cuando venia, hace años- Gabriel bostezó- Puedes dormir aquí.


-Tú eres el que bosteza- dijo Mike, sentándose a su lado.


-Pero yo puedo buscar otros cuartos, novato. Tú no.


-¿Ahora vuelvo a ser novato?


-Yeah.


-¿Sabes que lamento?- dijo Mike luego de un rato en silencio. Gabriel lo miró interrogante- Que se mojó el libro.


-¿Un libro?- preguntó Gabriel- ¿De la biblioteca de Wade?


Gabriel rió y se tapó la boca con la mano.


-¿Qué es gracioso?


-A Wade le va a enojar eso. Mucho. Pero pensé que dirías otra cosa. Si fuera yo los buscaría y les daría una paliza.


-Pero fueron chicas, no puedo golpearlas.


-Eso sólo acorta las posibilidades de venganza, no las elimina- dijo Gabriel, elevando un dedo. Mike volvió a negar con la cabeza.   


-¿Nunca te enseñaron que la venganza era mala?- preguntó, riendo.


-No, la verdad.


-Debieron hacerlo. Aparte de niños ricos mimados, yo diría disfuncionales.


Mike bostezó esta vez y Gabriel lo empujó hasta que quedó recostado en la cama.


-Duerme. Nos iremos mañana por la mañana, ¿bien?


Mike asintió, de nuevo nervioso. Gabriel estaba prácticamente sobre él en la cama. Intentó no sonrojarse y casi agradeció que Gabriel se bajara y saliera del cuarto. Se arrebujó en las sabanas, después de que Gabriel apagara la luz, sonriendo. Las cosas no habían salido tan mal después de todo.


Gabriel sonrió con la espalda apoyada en la puerta. Le agradaba Mike, le gustaba su inocencia y su buena fe. Era agradable tener una persona con buenas intenciones rondándole, para variar. Vio una luz encenderse en el pasillo y se dirigió hacia ella. La habitación de la que provenía estaba abierta y Gabriel asomo la cabeza.


-¿Estabas aquí, tía?- preguntó, aunque no vio a la mujer a la que le hablaba.


-Estaba durmiendo, Gabriel. ¿No está Wade contigo?


-No. Pero quería hablar contigo. Solo que no le puedes contar a Wade.


-Entra- Gabriel entró y cerró la puerta tras él y en el pasillo Wade frunció el ceño. Se estaba cansando de los secretos, de no saberlos, especialmente. Pensó en la chica rubia que había dejado abajo y decidió no preocuparse por el momento. No necesitaba preguntar para descubrir que estaba ocultando Gabriel, después de todo.


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