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West Lake por Hisue

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Notas del capitulo:

Hola!!! Me demore para actualizar, pero tengo una razon para eso... es que estaba trabajndo por mi vida... Ya en serio, estaba muy ocupada y apenas tenia tiempo de escribir, pero termine dos capitulos al fic (de nuevo, actualizo solo la mitad de los fics y con una combinacion diferente XDD) Bien, no hay nada que decir del cap... espero que les guste!!

Episodio 9


Gabe se acostó en la cama, pensando en porque, de todas las personas, le tenía que tocar dormir con Wade, incluso cuando estaban en casa de Katehrine. Giró el rostro para verlo, sentado en el filo de su propia cama y con los ojos en el piso. No habían hablado desde su conversación en clase de biología. No quería tener que contarle a Wade y mostrarse débil, ni mucho menos meterle más problemas encima. Recordó a Mike. Aun no terminaba de entender por qué demonios lo había besado. Recordó sus labios, suaves y cálidos y se llevo una mano a la boca.


-¿Qué te pasa?- preguntó Wade, acercándose. Trepó a la cama de Gabriel y cuando este se giró para verlo, se encontró con su rostro demasiado cerca al suyo. Las manos de Wade se apoyaban en la cama a los lados de su cuerpo y tenía una pierna entre las suyas.


-¿Nunca has escuchado hablar de espacio personal?- preguntó Gabriel. Wade negó con la cabeza.


-No, ¿Qué es eso? Pregunté que te pasaba. Creo que ya que no me dijiste el GRAN problema que te afecta, al menos debería saber este.


-¿Y cómo sabes que no es la misma cosa?


-Porque antes tenias una mirada torturada y ahora sólo luces confundido. Soy muy bueno leyendo a la gente.


-¿Entonces porque no lees que me molestan tantas preguntas?


Wade esbozó una sonrisa y se acercó más a Gabriel. Al contrario que otras ocasiones, este desvió el rostro, luciendo incómodo. Gabriel cerró los ojos. Nunca le habían molestado los acercamientos de Wade, pero no pudo evitar pensar en el rostro de Mike a esa misma distancia.


-Hey- dijo Ericka entrando, sin extrañarse por la escena. Katherine, que venía detrás, los observó y esbozó una sonrisa cómplice.


-Chicos, deberían contenerse un poco- dijo, sentándose sobre el escritorio ubicado al lado de la cama de Gabriel. Wade se sentó en las piernas de Gabe y se encogió de hombros, en un gesto de impotencia.


-Lo siento, pero el líder es bastante impaciente- Gabriel frunció el ceño. Wade se bajó de su cuerpo antes de que pudiera tumbarlo y se sentó en la cama, observando las piernas de Katherine. Ella sonrió y negó con la cabeza.


-Lo siento Wade, tengo novio- dijo, echando hacia atrás su cabello- Y tu futura esposa esta aquí. Sería demasiado descarado.


-¿Hablas de mi?- Ericka se sentó en la cama de Wade, en donde Gabriel también estaba.


-Claro- asintió Katherine.


-Genial- dijo Ericka- Me voy a casar con alguien que ni siquiera me engañara con una mujer, sino con su mejor amigo. Mi futuro luce tan brillante.


-Es la razón por la que me voy a casar contigo- dijo Wade, esbozando una sonrisa angelical. Su voz se volvió una decima más dulce- Tu aceptarías el matrimonio como lo que es, un acuerdo y no te molestaría si me acuesto con Gabe o no.


Gabriel frunció las cejas, preguntándose porque hablaban como si él y Wade tuvieran algo e incluso planeaban el futuro en torno a eso.


-Pero en ese caso- dijo Katherine y su voz sonó seria y un poco triste-¿No sería mejor casarte con la persona que amas?


Wade bajó la vista a sus manos.


-O sea, ¿Wade casado con Gabriel?- dijo Ericka, soltando una risa. Katherine frunció el ceño.


-¡Sí!- exclamó. A Gabriel le pareció que ya se lo estaban tomando muy en serio- Uno debería estar con la persona que le gusta ¿Acaso no piensan lo mismo?- les dirigió una mirada de reproche y Wade alzó la cabeza.


-Nunca me casaría con una persona a la que amo- dijo, demasiado serio. Ericka sacudió las manos.


-Ya, dejemos esta discusión. Hasta olvide porque venía.


-Solo veníamos a conversar Ericka- dijo Katherine. Bajó del escritorio y le dirigió una mirada coqueta a Wade antes de salir.


-Si te metes con ella, estarás en problemas- advirtió Ericka- Es novia de Luke ahora, ¿recuerdas al capitán de futbol?


Ericka salió también, caminó hasta su habitación y se tendió en la cama. Ahora mismo, pensaba que le hubiera gustado no averiguar el secreto de Gabriel. Pero eso no había sido su intención. Solo había estado en casa de los Barnett y había visto el sobre yaciendo en la cama de Gabriel. Escuchó el grito que Gabe le dio a su padre, recriminándole. No entendía porque mantener el secreto con Wade. Si Gabriel se decidía a decírselo, por lo menos no sería ella quien tendría que ver de primera mano sus bajadas de ánimo. Suspiró. No es que no quisiera ayudarlo, es que no sabía que debía hacer o decir.


---


Julie tamborileó los dedos en su escritorio. Estaba intentando encontrar una explicación lógica para lo que había ocurrido el jueves y no podía encontrarla. No entendía por qué demonios había tenido que ser amable con Wade, como si le importara lo que le pasara. Ellos no se comportaban como hermanos más o menos desde los ocho años y Julie no veía la razón de empezar a hacerlo ahora. Por lo menos no era la única que parecía estar confundida. Mike actuaba extraño desde la mañana, distraído y al parecer pensando en musarañas. Julie lo observó sentado en una silla leyendo la misma hoja del libro por enésima vez. Se levantó y movió la mano derecha delante del rostro de Mike, quien no dio señales de inmutarse.


-Tierra a Mike- dijo Julie- ¡Mike! ¿Estás ahí? ¿Me copias?


Mike levantó los ojos. Miró extrañado a Julie mover la mano delante de su rostro.


-¿Pasa algo?- preguntó.


-Al fin respondes- dijo Julie, examinando su rostro.


-¿Me estabas llamando?


-Sí, tú sabes- Julie puso las manos en los bolsillos de la chaqueta azul que llevaba-Al parecer no había señal en Marte.


Mike hizo una mueca de desconcierto, sin entender de qué hablaba, sólo sacudió la cabeza y se restregó los ojos.


-Ya en serio- siguió diciendo Julie- ¿Qué te pasa? Andas en las nubes desde la mañana.


Mike bajó la mirada. Había intentado no pensar en lo que había pasado, pero… ¿Cómo podría no hacerlo? La escena se había repetido en su cabeza durante todo el día e intentaba entender que significaba. Normalmente, si alguien te besaba, se suponía que le gustabas, pero no estaba seguro de eso con Gabriel. Gabe no había dado ninguna muestra de sentir algo hacia él hasta estos últimos días. ¿Qué se suponía que debía hacer ahora? Lo vería en las clases el lunes ¿y qué? Tal vez sólo debía esperar a que Gabe dijera algo y si no decía nada…


-Eh- la voz de Julie lo sacó, de nuevo, de sus pensamientos- De nuevo estás en las nubes.


-Lo siento- dijo Mike- Es sólo… es que… sólo ando algo aburrido.


Julie enarcó una ceja, dando a entender que no le creía para nada. Mike esbozó una sonrisa nerviosa. Se llevó una mano a los labios. Le parecía que aún tenía la sensación de los labios de Gabriel sobre los suyos y de su lengua dentro de su boca. Había besado antes, pero nunca se había quedado en el aire por un beso tanto tiempo. Antes de darse cuenta siquiera que lo pensaba, deseó poder probar un poco mas de esos labios. Se sonrojó y escondió el rostro en el libro que no había leído desde que abriera.


---


Ericka estacionó el auto. Recién eran las nueve de la mañana y el colegio se veía tranquilo y silencioso. Katherine no había venido con ellos, pero Wade dormía recostado en el hombro de Gabriel en el asiento trasero.


-Despierta, Bella Durmiente- dijo Gabe, sacudiéndolo sin nada de delicadeza. Wade abrió un ojo, bostezó y volvió a cerrarlo.


-Es muy temprano y es domingo- se quejó, hablando sin moverse de su lugar. Gabriel lo empujó y Wade se levantó, chasqueando la lengua.


Ericka negó con la cabeza mientras los miraba. Y se suponía que en unos años ellos controlarían uno de los mayores conjuntos empresariales del mundo. Ericka se separó de ellos en cuanto entraron al colegio. Wade se acostó en la cama apenas entró a su habitación y Gabriel lo imitó, aunque sabía que no iba a poder dormir. De nuevo estaba recordando a Mike y a ese beso. ¿Por qué lo había hecho? pensó, exasperado. No lograba entenderlo completamente. En ese momento… al parecer en ese momento no había pensado bien, pero eso no era una excusa válida. Hasta ahora, nunca le había gustado un chico. Ahora que lo pensaba, era la primera vez que besaba a otro chico. Comparó la sensación con los besos de Kristy sólo para distraerse. Eran diferentes y no sólo por la diferencia de género. Se levantó de la cama. Darle vueltas al asunto no solucionaba nada. Además, tal vez era algo simple, como… le gustaba Mike. Pensó en la idea. Mike no le desagradaba, en absoluto, todo lo contrario, era una de las pocas personas, fuera de su grupo y Julie a quien consideraba un amigo.


Mike intentó convencerse a sí mismo que no estaba evitando a Gabriel, sin éxito. El domingo había pasado el día sin verlo, pero ahora era lunes y tenían clases juntos. La noche pasada, su mente se había enredado en suposiciones, cada cual mas peor que la anterior. Entró al aula y se sentó casi al final, lejos de su posición habitual.


Gabriel apoyó la cabeza en el hombro izquierdo de Wade. Este regresó a mirarlo, deteniendo sus pasos.


-Hice algo estúpido- dijo Gabe.


-Siempre lo haces- Wade sonrió- ¿Qué fue esta vez?


Gabe pensó por un momento si era buena idea decirle Wade el asunto con Mike, pero no tenia nadie más con quien hablarlo.


-Bese a Mike- dijo en un susurró rápido y desviando el rostro, que aun mantenía sobre el hombro de Wade.


Wade se rascó la mejilla, preguntándose si había escuchado bien. Dejo escapar un “oh” apagado y luego se llevó una mano a la boca. ¿Esa era la razón de su nuevo bajón de ánimos? Se había preocupado por nada.


-¿Te estás riendo?- preguntó Gabe, apretando los dientes. Wade negó con la cabeza, pero el temblor en sus hombros lo delataba. Dejó de contenerse y se echó a reír a carcajadas. Gabriel rodó los ojos, preguntándose en qué demonios estaba pensando cuando decidió decirle a Wade, que ahora se reía, apoyando las manos en las rodilla. Gabriel se pregunto dónde demonios veía lo gracioso, pero era Wade, al fin y al cabo.


-Deja de reírte- masculló.


-Lo siento, lo siento- dijo Wade, levantándose y aun riéndose- Pero es que… de todas las cosas que imagine… ¿lo que te preocupa es eso? ¡Es muy estúpido!


-Sabía que no tenía que decirte nada- dijo Gabriel, negando con la cabeza. Wade esbozó una sonrisa conciliadora.


-Ehh, vamos… no podías no contarme. La clase de hoy va a ser muy divertida. Me preguntó cómo se comportara Mike- Gabriel bajó la cabeza. No quería pensar en que debía hacer en cuanto viera a Mike- ¿Y qué harás? ¿O porque lo hiciste?


Wade empezó a caminar de espalda, con las manos en la nuca, sin dejar de sonreír, esperando una respuesta que no llegó. Dejo escapar un suspiro y volvió a reír.


-No deberías preocuparte por eso. Si te gusta, entonces, sal con él. Has estado con chicas por las que no pasabas ni la decima parte de esto. O sea… por algo lo has besado.


Wade entró al salón y buscó a Mike con la mirada. Al contrario de todos los días, estaba sentando al final del salón, con el rostro oculto entre los brazos. Gabriel fingió no verlo y se sentó, vio a Julie entrar al salón y desviar la mirada al ver a Wade. Eso le extrañó. Julie no evitaba a Wade, solía enfrentarlo abiertamente.


-¿Ha pasado algo con Julie?- Wade se volvió a ver a Gabe. Negó con la cabeza.


-Sólo se quedó conmigo el jueves. Nada raro.


Gabriel enarcó una ceja, pero decidió no decir nada más. Concentró sus fuerzas en atender a la clase.


-Hola- Mike escuchó la voz de Wade y alzó la cabeza, con una expresión de recelo- ¿Por qué esa cara? ¿Por qué no te has sentado donde siempre? ¿Te afectó el beso con Gabe?


Lo preguntó rápidamente y Mike se sonrojó al escuchar la última pregunta. Gabriel debía habérselo dicho. Desvió los ojos. Aquello no podía ser más vergonzoso.


-Que te importa- respondió en un susurro.


-Pero Gabe te ha gustado desde que llegaste aquí. ¿Por qué no estás dando saltos de felicidad?


-¡No tengo porque hacerlo!- exclamó, demasiado alto y los alumnos en los asientos contiguos regresaron a mirarlo. Gabriel lo observó también. Por un segundo, los ojos de Mike se quedaron prendidos de la mirada verdosa de Gabriel, sin pensar en nada más, hasta que reaccionó y desvió la mirada, avergonzada. Gabriel giró el rostro y clavó los ojos en la pizarra. Maldijo en voz baja. Se había quedado mirando a Mike como estúpido. Había reaccionado porque logró captar la sonrisa burlona de Wade. Entonces, eso significaba que Mike le interesaba, más que como amigo. Pero Mike lo estaba evitando. Tal vez ni siquiera le gustaban los chicos, tal vez ahora estaba asqueado por lo que paso o… alguna otra cosa. Volvió a mirar atrás. Vio a Wade reír, tapándose la boca con la mano. Por lo menos ahora, no tenía la expresión preocupada de días antes y tampoco parecía estar molesto con él. Eso lo hacía sentir aliviado. Pensó en la otra cuestión que no le había contado a Wade. Recordó la insistencia de Ericka para que se lo cuente. La única razón por la que no lo hacía era que no quería preocuparlo demás. Tal como Gabriel lo veía, Wade tenía suficientes problemas en casa, aunque no hablara de ellos y nunca parecieran afectarle, como para ayudarle a cargar los suyos también.


-Que estúpido- decía Wade- Realmente no te entiendo. ¿Por qué no vas y le preguntas a Gabriel si le gustas?


Mike se sonrojó al instante. No se consideraba lo suficientemente valiente para hacer eso.


-No… no podría…- balbuceó.


-¿Por qué no? Ya que Gabe te besó, tienes derecho a exigirle que te diga porque. Además, ¿no sería mejor eso a intentar hacer como si nada pasó?


Mike miró a Wade fijamente. Este tenía una expresión seria y lo que decía era bastante sensato y maduro. Sonaba como si se preocupara de verdad por él y Gabriel.


-Yo pensé que harían algo más divertido. Pero observarlos evitarse es molesto y muy aburrido. Supongo que me equivoque al pensar que sería interesante.


Mike negó con la cabeza, a punto de salirle un tic en el ojo. Al final, Wade solo quería ver algo interesante, para divertirse a su costa.


---


Ericka observó por la ventana del tercer piso. El laboratorio de química era donde habitualmente Gabe se escondía, así que suponía que podía darle el mismo uso. Vio el nuevo sobre en sus manos. La caligrafía apresurada era de alguien que Ericka no conocía muy bien, ni tenía intenciones de conocer, incluso aunque su hija paseara por el colegio. Ericka ubicó a Julie. No le caía ni mal ni bien. Simplemente no la consideraba relevante y el tener que tratar con su aburrida madre y sus intentos de lucir como una, en extremo, dulce y amable persona, le arruinaban el ánimo. Mucha más cuando intentaba hacerle hablar de sus problemas y lucir comprensiva. La letra en el papel del sobre, en cambio, la conocía mejor. Leyó la carta y se cruzó de brazos. Empezaba a cansarse del papel de mensajera de Gabriel. Y todo por una maldita coincidencia. Suspiró y bajo las escaleras. Su clase estaba reunida en el patio, jugando un partido de beisbol. Gabe miraba, sentado en las gradas y Wade se ubicaba dos gradas más abajo, sentado al lado de Mike. Ericka se acercó.


-Hola Wade- dijo. Wade alzó la cabeza, extrañado por el tono extremadamente serio. Ambos se miraron y Ericka desvió los ojos hacia abajo. Wade hizo lo mismo y vio el sobre que ella sostenía en la mano izquierda. Esbozó una sonrisa.


-¿Un admirador de mi futura esposa? ¿Debería contratar a la mafia para darle una lección?


-Así es. Un admirador bastante mayor. Pero la mafia no sería buena idea. Por el momento, no me ha molestado lo suficiente.


Mike observó el sobre. Era uno como el que él había ocultado. Ericka continuó subiendo y Mike miró a Wade, dispuesto a preguntarle de que iba todo eso. Wade mantenía los ojos en el lugar en donde ella había estado parada y tenía una expresión extraña. La misma sonrisa de siempre, pero esta vez lucia diferente. Sus ojos brillaban con algo parecido a la excitación contenida y había un brillo de perversión en ellos. Mike se asustó un poco.


-Me encantan los acertijos- dijo Wade, volviendo a su expresión burlona de siempre. Mike observó hacia arriba. Ericka ahora se sentaba en el lugar de Gabriel, que bajó las escaleras y se dirigió al final de la cancha.


-Gabriel, la clase aun no termina- Mike escuchó al profesor llamarle.


Gabe se dio la vuelta, poniendo las manos en los bolsillos del buzo azul del colegio.


-¿Y qué?- preguntó. No estaba de humor para soportar el ataque de responsabilidad del profesor.


-Que no puedes abandonar las clases sin tener un permiso.


Mike tragó saliva. El rostro de Gabriel estaba calmado, a excepción de sus ojos. Relucían de furia, una furia helada y verde.


-Piérdete- dijo y se dio la vuelta. El profesor dio dos pasos adelante, pero luego pareció desistir y dio un gritó a todos, ordenándoles correr.


-Que tonta forma de intentar recuperar el respeto perdido, ¿no?- le preguntó Wade a Mike. Corría lentamente para ir a su ritmo- Eres muy lento.


-Nadie te ha dicho que corras a mi lado- dijo Mike, resoplando- Me pregunto que le pasaría  a Gabe.


-¿No te has planteado que sea así de verdad?


Mike se lo planteó por un segundo, pero Wade soltó a reír antes de que pudiera alarmarse más.


-¡Pusiste una cara muy seria!- exclamó, sin dejar de reír. Mike se preguntó cómo podía reír y hablar al mismo tiempo que corría, cuando el apenas podía contener el aliento-No te preocupes, se supone que yo tengo el papel de ser el malo en nuestro grupo. El líder no debe afectarse por tonterías.


Mike se preguntó porque Wade hablaba de él mismo como un empleado de Gabriel. Wade se dejó caer al suelo al llegar al final y Mike lo miró con el ceño fruncido.


-¿Por qué hablas como si trabajaras para él?- preguntó. Wade enarcó una ceja. Luego esbozó una sonrisa de medio lado mientras quitaba un mechón de su cabello que caía por su rostro.


-Es solo una broma. No te lo tomes tan en serio.


Wade entró al cuarto. Gabriel estaba allí, acostado y mirando al techo como si quisiera taladrarlo con los ojos. Wade sonrió y se dirigió al baño. Cuando salió, se acercó a la cama y puso las manos a los lados de la cabeza de Gabriel.


-Vaya. Tus ataques me están cansando un poco,  ¿sabes? Por cierto, no creo que el techo tenga la culpa y si lo sigues mirando así, se asustará y se irá.


-No creo que eso sea posible- contestó Gabriel, de forma aburrida. Wade se limitó a negar con la cabeza. No tenía caso preguntarle que le pasaba, así que decidió desviar el tema.


-Mike se asustó con tu reacción. No le gustaras si te comportas así.


Pero eso tampoco pareció llamar la atención de Gabe. Wade se acercó a su rostro, hasta que los mechones de su pelo cayeron sobre las mejillas de Gabriel.


-Ya debes cortarle el pelo- dijo Gabriel- Si sigues así, parecerás una chica.


Mike suspiró antes de tomar la perilla de la puerta. Burla o no, lo que Wade había dicho era cierto. Lo único que debía hacer era enfrentar a Gabriel, preguntarle porque pasó lo que pasó. Se mordió los labios. No había logrado quitarse la sensación de los labios de Gabe sobre su boca y cuando su mente estaba casi en blanco, sólo pensaba en como seria sentirlos otra vez. Empujó la puerta y dio un paso atrás automáticamente. Aunque ya antes había visto a ambos en una situación parecida, le incomodó sobremanera.


Gabriel desvió la vista cuando la puerta se abrió. Lo primero que pensó es que Wade debía aprender a cerrar las puertas y lo segundo es que eso no era bueno. Mike los miraba, luciendo incómodo y algo decepcionado. El cabello de Wade dejó de tocar su rostro y lo vio avanzar hacia Mike, riendo entre dientes.


-Hey, novato. Debes tocar antes de entrar, ya sabes- puso una mano en el hombro de Mike y se inclinó cerca de su rostro- ¿Vienes a confesarte? Eso será divertido.


Gabriel se incorporó. Wade no tenía porque acercarse tanto a Mike, eso le molestaba. Sin pensar en lo que hacía, se acercó y jaló a Wade por el hombro. Wade regresó a verlo con una sonrisa en el rostro.


-Bien, bien. Me voy ya que parece que has dejado el techo por mí. Nos vemos.


Mike se rascó la nuca. Ahora que veía la expresión amenazante en los ojos de Gabriel, le parecía que no era tan buena idea haber venido. Gabriel se mordió el labio. No sabía que decirle y Mike había escogido un mal momento para aparecer. Justo cuando había terminado de leer esa carta y su mente daba vueltas en formas imposibles de llevar a cabo para hacerle daño a su padre.


-Creo que no es un buen momento…- empezó Mike, haciendo el amago de irse.


-Espera- Gabriel le tomó de la muñeca y lo soltó al instante- ¿A qué has venido?


Gabriel sonrió, culpable. No era él quien tenía que pedir explicaciones, más bien debía darlas. El chico debía hacerse pasado esos días molesto o asustado o confundido, por su culpa.


-No importa, no contestes- puso las manos en los bolsillos del pantalón- Tengo que decirte algo.


-Si… yo… también- Mike balbuceó. Extrañamente, Gabe tenía una sonrisa casi calmada en los labios. Sus labios… Mike intento alejar sus pensamientos de ese lugar.


-Primero yo… Mira sobre lo que paso… no tienes que preocuparte, no volverá a pasar. No debí hacerlo sin saber lo que pensabas.


Mike parpadeó, intentando saber que significaba eso.


-¿Por qué lo hiciste?


Gabriel miró hacia el techo. Bajó la mirada y observó a Mike, quien parecía estar intentando no verlo a los ojos. Se sonrojó en cuanto notó su mirada clavada en él y Gabe se encontró recordando la textura de sus labios e inclinándose hacia abajo, mientras lo tomaba por los hombros.


-¿Qué… qué te pasó antes?- preguntó Mike, nervioso por la cercanía de Gabriel- En la clase de física.


De inmediato, los hombros de Gabriel se tensaron y apretó con fuerza los dedos que mantenía en los hombros de Mike. Este lo miró. De nuevo, la expresión de furia había regresado. Gabriel apretó los labios. Tenía que recordarle eso justo cuando lo había sacado de su mente. Sus ojos se posaron en los labios de Mike, sin dejar de pensar en lo mucho que odiaba su situación, mezclándose con el deseo de rozar esa boca de nuevo. Él no quería besar a Mike, ni a nadie, mientras su cabeza se incendiaba de furia por culpa de eso, pero no se iba a detener. Se inclinó y clavó los ojos en los ojos de Mike antes de anular la distancia entre ellos. Rozó la boca de Mike levemente, antes de atrapar su labio inferior y lamerlo. Mike se quedó quieto, sin atinar a responder. Sintió la lengua de Gabriel chocar contra sus labios cerrados y cerró también los ojos. Ese beso era más lento que el anterior. Mike entreabrió los labios y Gabriel se coló en su boca, acariciando y recorriéndola.


Gabriel apretó a Mike contra su cuerpo. Le besaba cada segundo más rudamente y sabía que esa furia no era contra él, pero era algo que no podía desahogar. Enredó una mano en el cabello de Mike, acercando su rostro, acariciando la lengua del otro con la suya. Mike jadeó y se sostuvo de la camiseta de Gabe. No podía pensar en nada que no fuera la boca de Gabe moviéndose sobre la suya y la forma en que su lengua recorría cada espacio posible dentro de su boca, saliendo y entrando de ella. Se apartaron por la falta de aire y Mike lo miró, azorado. Gabriel seguía con la expresión extremadamente seria, aunque ya no tan enojada. Respiraba agitado y sin pensar en lo que hacía, Mike salió de allí.


Wade se apoyó en la baranda de protección de la azotea. La última vez que había estado allí, Julie lo había acompañado, sin dejar de fruncir el ceño ni un instante, pero sin irse hasta que él decidió volver abajo. Por estos días, cuando pensaba en su hermana, el pensamiento estaba lleno de algo parecido a la calidez. Eso le extrañaba. Estaba acostumbrado a pensar en ella como su hermana, pero el título no significa nada. La consideraba divertida, pero ella era su hermana, lo que significaba que era más interesante que la media de personas que lo rodeaba. No había hablado sobre eso con Gabriel y la única razón para no hacerlo es que le enojaba que le ocultara algo, a todas luces, grave. Lanzando una maldición, miró hacia abajo y saco un cigarrillo que escondía en uno de los bolsillos interiores de su chaqueta. Había empezado a fumar hace poco y solo cuando no había nadie alrededor. Vio el humo desvanecerse ante sus ojos. Ericka le había dado  una pista.


Una persona mayor. Un adulto involucrado que le enviaba cartas a Gabriel. Además de eso, alguien que era importante, si es que aun no se podían deshacer de él. Sonrió. Le gustaban los acertijos porque era bueno resolviéndolos. Si ese asunto tenía algo que ver con la sumisión de Gabe hacia su padre, lo que era seguro, eso significa que… ¿Qué chantajeaba a Gabriel con algo? O alguien. Wade dejó que el cigarro de sus labios y lo siguió con la mirada mientras caía al suelo. Averiguarlo si que sería interesante, mucho más que la relación entre Gabe y Mike.


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