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West Lake por Hisue

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Episodio 2


Michael cruzó la puerta del salón, arreglándose la corbata. Acababan de darle el uniforme esta mañana que, gracias a Dios, venia incluido con la beca. Un grupo de alumnos estaban hechos un grupo rodeando a alguien, que Michael supuso sería Gabriel y otros más conversaban en sus asientos. Michael recorrió con la mirada el salón, buscando un asiento vacío, pero todos estaban ocupados o tenían una mochila sobre ellos. Se pregunto si después de que se deshiciera el conglomerado alrededor de Gabriel, vería algún sitio libre. Se recostó en el espaldar de una silla, esperando a que llegara el profesor y desde donde estaba vio como Ericka y Wade entraron al salón. Ericka dirigió una mirada reprobatoria a todos y a nadie en especial, frunciendo un poco su rostro delicado. Michael se pregunto cómo podía lucir tan severa con un rostro tan angelical, pero Ericka podía hacerlo y bastante bien.


-Regresen a sus sitios- dijo, en voz alta, para que todos la escucharan- El profesor no tarda en llegar.


Se produjo un revuelo de sillas y al minuto, el aula estaba en completo orden. Wade se acercó sonriendo al lugar ocupado por Gabriel, uno antes de la ventana y se sentó en el asiento de su izquierda. Ericka se sentó detrás de ellos, sin dirigirles una palabra y sacó un libro de su mochila. Tal y como Michael había pensado quedo un asiento libre… al lado derecho de Gabriel. Eso podía ser considerado buena o mala suerte, dependiendo de la perspectiva. Michael se sentó y trató de mirar al frente.


-¡Eh, novato!- escuchó la voz de Wade llamándolo.


-Te he dicho antes que no soy novato- dijo Michael, regresando a mirarlo- Mi nombre es Michael.


Wade acerco su silla a la de Gabriel y se estiró sobre el espacio destinado para los libros, apoyando los brazos en ella y su cabeza en los brazos. Gabriel se echó hacia atrás, pasando las manos por su nuca e ignorando ampliamente la conversación.


-Me agradas, Mike. ¿Está bien si te digo Mike? ¿Tengo permiso? ¿De dónde vienes?


-Detroit- contesto Michael, decidiendo que era mejor pasar de las dos primeras preguntas.


-Oh, vaya… nunca he ido… no a los suburbios, al menos ¿Por qué eres de los suburbios, no?- preguntó, sin ocultar el tono burlón de su voz. Wade hablaba como si todo lo demás que lo rodeara fuera digno de ser menospreciado. Michael frunció el ceño y Wade sonrió. De cerca, pudo ver el color gris de sus ojos. Wade era casi tan apuesto como Gabriel o tal vez mas, de no ser porque su carácter mantenía a raya a todo el mundo  - Deberíamos ir en nuestro próximo viaje, ¿Qué opinas, Gabe?


Gabriel miró a ambos antes de contestar.


-¿Eres el nuevo? Así que te llamas Mike… ¿Cómo has estado?


-Bien- respondió Michael.


-¿Se conocen? ¿Cómo y cuándo paso? Cuéntame- alargo la primera “e”, mirando directamente a Michael con una sonrisa traviesa.


-¿Y cómo está Julie?- pregunto Gabriel, ignorando a Wade, a quien pareció no importarle.


-Ella está bien, como siempre.


Gabriel sonrió, como si recordara algo particularmente agradable y Michael se encontró observando la forma en cómo su rostro parecía aniñarse mientras sonreía de esa forma. 


-Ohhh, Dios… el amor- canturreo Wade, sin quitarle los ojos de encima a Michael- Nos vuelve un poco idiotas.


-¿De verdad?- pregunto Gabriel- ¿Te has enamorado, Wade?


-Eso explicaría su estúpido comportamiento- dijo Ericka, desde su lugar detrás de Wade y sin desviar la vista de su libro- Aunque indicaría que lleva así mucho tiempo, también.


Wade se estiró aun más sobre el asiento de Gabriel.


-No te preocupes- le susurró a Michael- Tu secreto está a salvo conmigo.


Si había escuchado lo que sus amigos decían no le dio ninguna importancia y Michael agradeció que Gabriel no se hubiera dado cuenta de quien hablaba. Regresó a mirarlo y vio que este lo miraba fijamente. Había algo extraño en su forma de mirarlo, demasiado intenso y Michael desvió la cabeza, avergonzado. Escucho la risa burlona de Wade y permaneció con la cabeza gacha hasta que alguien le golpeo en el hombro. Era una chica de cabello negro que llevaba en dos trenzas y ojos oscuros.


-¿Podrías cederme tu lugar, por favor?- pidió con una voz dulce y amable. Michael recorrió el salón. La única silla libre era al lado de uno de los jugadores del equipo de futbol, al final del salón. Se pregunto si debía marcharse, pero en ese momento un papel chocó en su cabeza y Michael lo recogió y lo abrió.


Le gustan las personas que no dan su brazo a torcer, sabes???


WADE.


Se preguntó que debía hacer. Tal vez debía simplemente pararse y no parecer maleducado, pero no quería irse de allí. Apretó los puños debajo de la mesa antes de contestar.


-Lo siento. Pero este es mi sitio.


La sonrisa de ella palideció por un instante pero se recuperó y se inclinó hacia él, en un gesto seductor que hubiera funcionado si Michael hubiera estado interesado en chicas.


-Vamos. Es solo un asiento. ¿Me lo dejas?


Michael negó con la cabeza y le pareció escuchar los dientes de ella rechinando.


-Muévete- siseo, en voz baja- Solo eres un don nadie más- Michael le mantuvo la mirada, lo más impasible que pudo- Largo.


-Hey- intervino Gabriel. Michael se regresó a mirarlo, esperando que le diga que se comporte y se marche, pero Gabriel se dirigía a la chica- Si llegaste tarde, entonces ve al lugar que te corresponde. Tu actitud es infantil.


La chica trastocó su expresión altanera en una herida y se marchó de allí. Gabriel volvió a mirar al frente, como si nada hubiera pasado, pero Michael se quedo observándolo, extrañado.


-¿Por qué hiciste eso?- preguntó, al cabo de un minuto. Gabriel regresó a mirarlo, sin ninguna expresión en concreto en su rostro.


-¿Querías que no lo hiciera?- preguntó.


-No. Es solo que… pensé que me mandarías largarme- Michael esbozó una sonrisa nerviosa.


-Tú estabas aquí primero, ¿Por qué debería decirte que te vayas? Tampoco es que tengas que obedecerme. Los sitios no son propiedad privada.


Michael asintió, sonriendo. Cada vez le parecía que la forma tétrica de hablar de Julie no se justificaba en Gabriel, aunque para su mala suerte, eso hacía que le gustara más.


-Dile la verdad, líder- canturreó Wade desde su sitio- Lo que tú no querías era tener que soportar sus insinuaciones durante la clase- se volvió a Michael- Algunas de sus fans son bastante pesadas, ¿sabes?


-Eso también- dijo Gabriel, esbozando la misma sonrisa traviesa que Michael había visto cuando hablaron en el gimnasio. El profesor entró en ese momento y el resto de la clase paso sumida en silencio, escuchando la voz del profesor hablar de historia mundial. Cuando terminó, Wade se estiró, soltando un suspiro y se levantó.


-Tenemos educación física después- dijo- Por fin. ¿Llevas eso también, Mike?


-Si- asintió Michael- Era obligatorio llevarlo.


-Te veo allí, entonces- le dijo Gabriel, mientras se levantaba y caminaba a la salida. Michael sonrió. Por lo menos ahora le hablaba, era un avance, ¿no? Pensó en eso mientras caminaba rumbo a su habitación, si eran solo amigos no estaba mal. Sabía muy bien que no podía aspirar a nada más.


-¡Hola!- le saludo Julie, uniéndose a él. Ya estaba vestida con el uniforme de física, un short corto color azul y una camiseta blanca que, de nuevo, era demasiado ancha para su cuerpo- ¿Vas a física?


-Sí, voy a cambiarme.


-¿Qué tal fue la clase?- pregunto Julie y Michael pudo captar la segunda intención debajo de su pregunta. Julie había descubierto su atracción hacia Gabriel hace un par de días.


-Bien.


-Ya sabes, en realidad creo que deberías olvidarlo.


-Sé muy bien que no tengo posibilidad, Julie- dijo Michael, abriendo la puerta de su cuarto. Julie entró detrás de él, ignorando la regla que prohibía que las chicas entren en las habitaciones de los chicos- Pero, no puede dejar de gustarme, tampoco.


Michael entró al baño y salió con el uniforme de física ya puesto. Se cambio los zapatos por zapatillas y salió de las instalaciones de la escuela junto a Julie. A pesar de tener un gimnasio dentro de la escuela, la clase de hoy seria al aire libre.


-No te tomes tan en serio la clase- le dijo Julie- Lo único que hacen es jugar lo que se te apetezca, apenas que el profesor este de mal humor y nos mande correr.


Llegaron al lugar de la clase. Michael se sorprendió al ver que también habían gradas allí y una pista de carreras marcada con gis blanco en la tierra.  La mayoría de chicos ya estaba allí y se sentaban sobre el pasto, a un lado de las gradas, excepto Wade y Ericka, ambos sentados en lo más alto de las gradas. Wade balanceaba las piernas en el vacío y Michael se fijo que ambos llevaban buzos en vez de los shorts. Gabriel vestía igual que ellos.


-¡Hola, Mike!- gritó Wade desde lo alto, alzando los brazos- ¡Hey, Julie! ¡Sube conmigo!


Ericka le dirigió una mirada de desprecio que Julie soporto impasible hasta que ambas desviaron la mirada al mismo tiempo. Michael podía jurar que la tensión en el aire era visible y tomó de la muñeca a Julie, dirigiéndola a un lugar apartado de los demás para sentarse.


-Me ignoró- le dijo Wade a Ericka, usando un falso tono de queja.


-¿Te parece que me importa?- contestó ella. Saco un lazo del bolsillo del buzo y se ató el cabello- Bajemos, el profesor ya llega- dijo, mirando hacia la escuela y empezando a bajar las gradas.


Wade, en cambio, balanceó un poco más las piernas, apoyando las manos en el concreto a ambos lados de su cuerpo y mirando hacia abajo. Se descolgó, impulsándose con las manos y cayó de rodillas en el piso, al lado de Gabriel.


-Te vas a romper una pierna un día de estos- le dijo este, observándolo de reojo, mientras Wade se levantaba del piso con expresión satisfecha y se sacudía la tierra del buzo.


-Deja de mirarlo- le susurró Julie a Michael, que se sonrojó y desvió la mirada.


-No estaba viendo a Gabriel- mintió y trato de pensar en alguna excusa- Es sólo que… siempre quise saltar así.


Julie lo miró con una expresión de “si, como no”, pero no hizo más comentarios. Tal y como Julie había dicho, la clase de educación física era solo una excusa para jugar. Los miembros del equipo de futbol tomaron posesión de la cancha y la mayoría de chicas se instaló en las gradas para ver el juego. Wade llegó hacia donde Michael y Julie se sentaban, sonriendo como siempre hacia. Detrás de él venía Gabriel con un balón de futbol soccer en las manos.


-Los abuelos de Gabe tienen ascendencia sudamericana- dijo, sin que viniera al caso- ¿Quieres reemplazarme, Mike? No tengo ganas de un juego ahora.


Gabriel rodó los ojos y tomó por la solapa de la camiseta a Wade.


-Hola, Julie, Mike- saludó- ¿Quieren jugar a algo?


-Ajedrez- murmuró Mike, pero no lo suficientemente bajo como para que no lo escucharan.


-¿Malo en los deportes, Mike?- preguntó Gabriel, soltando a Wade y acercándose a Michael, mirándolo como si lo examinara. Michael intentó mantener una expresión seria.


-Se ve escuálido- agregó Wade, uniéndose al escrutinio.


-Me hacen sentir como una rata de laboratorio. Gracias.


Wade se sentó a su lado y pasó un brazo por los hombros de Michael, atrayéndolo a su cuerpo y la mirada verdosa de Gabriel se posó en Michael, con la misma intensidad que antes en clase.


-Me encantan tus comentarios, novato. Te ves como una persona tranquila y dulce, pero puedes ser bastante cínico, ¿verdad? ¡Qué lindo!


-Wade, te acompañe porque me prometiste un partido- dijo Gabriel, su voz sonó fría e impersonal- Juguemos. Antes de que acabe el tiempo.


-El líder tiene mal carácter- le dijo Wade a Michael, sin molestarse en bajar la voz, considerando que le hablaba prácticamente al oído- Pero no te preocupes, en el fondo, pero muuuuuy en el fondo, es una buena persona. Agradable y todo.


Se levantó después de terminar de hablar.


-Tenis. Eso se puede jugar de dos- dijo, dirigiéndose a Gabriel- O esgrima. ¿Hace cuanto que no hacemos esgrima?


Y así, aunque era el deporte menos apropiado para ese curso, alguien trajo un par de espadas de esgrima. Michael observó como Wade y Gabriel tomaban posiciones en la cancha, que había sido desocupada por los futbolistas, realmente sorprendido. Wade alzó la espada, la blandió en el aire y sonrió.


-Sabes, debieron enseñarnos también a usar katanas, apuesto a que sería más divertido. Creo que es la primera vez que hago esgrima sin el uniforme.


-Cállate y empieza- masculló Gabriel.


Los movimientos de ambos eran fluidos. Michael observó, fascinado, la elegancia innata en los movimientos de Gabriel mientras atacaba y retrocedía para defenderse, los músculos de sus brazos tensándose cuando detenía alguna eventual estocada y el fuego verde en sus ojos. Su rostro no reflejaba más que concentración mientras se movía. La espada de Gabriel toco el cuello de Wade, al mismo tiempo que Wade posicionaba la suya en su pecho.


-¡Empate!- canturreó Wade. Gabriel le dirigió una mirada enojada antes de salir de la cancha y acercarse a las gradas.


-¡Lo hiciste genial!- Michael se volvió para ver quien había hablado y vio a la porrista rubia, que abrazaba a Gabriel y le daba un beso suave en los labios, antes de que ambos se marcharan. Michael bajó las gradas, desanimado y caminó rumbo a la escuela, sin esperar a Julie. Sintió un brazo caer sobre su cuello y se preguntó porque no le sorprendió ver a Wade a su lado.


-¿Quieres que te ayude?- preguntó este.


-¿De qué hablas?


-Vamos, vamos, Mike. He visto que no le despegas los ojos al líder. Tu interés es bastante obvio.


-¿Y?- preguntó Mike, a la defensiva.


-¡No lo niegas, genial!


-¿Puedes soltarme? Puedo caminar solo.


-¿Quieres que te ayude?- repitió- Soy su mejor amigo, después de todo. Podrías… conquistarlo.


-No me interesa. Además, tiene novia, ¿no?


-Oh, ¿hablas de Kristy? No te preocupes, nunca dura mucho con ninguna de ellas. En dos meses, la habrá dejado. Bueno, hablamos luego. Tengo que volver a mi manada.


Michael miró al frente. Katherine y Jeff caminaban delante de ellos, detrás de Gabriel, que aun seguía abrazado a Kristy.


Ya en su habitación, Michael se tiró a la cama, pensando. Wade no podría haber hablado en serio, ¿o sí? ¿Qué ganaría él ayudándolo? Probablemente sólo se estaba burlando, pero y si no…


-Basta Michael- se dijo en voz alta- Piensa con lógica, es imposible que simplemente quiera ayudarle.


Lo más probable era que solo intentara burlarse de él.

Notas finales:

Hola, si han terminado de leer y no se han aburrido ^_^. Me voy a demorar un poco en sacar las relaciones, asi que espero que tengan paciencia.

Sobre el titulo del fic, West Lake es el nombre del instituto de la pelicula Cry Wolf, lo saque de alli ^_^.

Creo que eso es todo lo que tengo que decir... espero que sigan leyendo y ya saben... cualquier opinion, dejen un comentario ^_^


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