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West Lake por Hisue

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Notas del capitulo:

Hola, al fin actualizacion. Primero que nada quiero agradecer a quienes han comentando, de verdad ^_^- No he tenido tiempo para contestar (finales) asi que espero me disculpen. Bien, eso es todo. Lean y que pasen una feliz navidad ^_^

Episodio 3


Wade salió del baño con una toalla en el pelo. Enarcó una ceja al ver a Gabriel acostado en su cama.


-Pensé que estarías con Kristy- dijo, tirando la toalla a un lado y sacando una camiseta negra del armario.


-Tenía cosas que hacer.


-¿Ella o tú?- pregunto Wade, sentándose en su propia cama.


-¿Me ves haciendo algo?- ironizó Gabriel.


-Vamos, Gabe, tanta bilis va a hacer que envejezcas rápido- rió Wade. Miró a su amigo con una extraña expresión concentrada que Gabriel notó al instante.


-Me pregunto por qué diablos tengo que compartir habitación contigo. ¿No es suficiente con todo lo demás?


Wade soltó una risa jovial.


-¿Con quieres compartir habitación entonces?- preguntó. Se levantó de su cama y alcanzó en dos pasos la cama de Gabriel, a la que se subió de un salto. Gabriel lo observó, sin parecer realmente interesado mientras Wade se sentaba a horcajadas sobre él- ¿Una chica? ¿Un chico? ¿Hay alguien rondando por tu cabeza?


-Sal de encima- dijo, sin prestar atención a las preguntas de Wade.


-¿Por qué?- preguntó, esbozando una falsa sonrisa afectada.


-Pesas mucho.


Wade volvió a reír y bajo de la cama. Recordó a Michael sin que viniera al caso. El chico se mostraba fascinado con su líder y aquello lo divertía. Por supuesto sabia que la mitad de chicas y algunos chicos también lo estaban, pero el hecho de que la persona en cuestión fuera el alumno becado, destinado a ser ignorado o vapuleado por sus compañeros, le daba al asunto una dosis extra de diversión.


-¿Cómo conociste al novato?- preguntó.


-¿A Mike?- Gabriel se encogió de hombros- Me tiró un balde de agua con detergente encima.


-¿De verdad? ¡Vaya forma de conocerse! ¿Cuándo pasó eso?


-El último viernes- Gabriel giró el rostro y lo apoyó en su mano, observando fijamente a Wade- ¿Por qué preguntas por él? ¿Por qué anda con Julie?


-Lo vi porque anda con Julie- contestó Wade- Pero no quiero llegar a ella a través del novato, si eso quieres saber.


-¿Entonces por qué?- preguntó Gabriel. Wade se encogió de hombros, sin desviar la vista- A ti no te suelen interesar las personas apenas que pienses que puedes divertirte a su costa.


-Eso es algo cruel para decir- rió y desvío los ojos, ignorando el bufido de Gabriel- Haz conjeturas- canturreó antes de acostarse en la cama y cubrirse con las sabanas.


Gabriel solo rueda los ojos. Son las siete de la noche y la luz de la luna aun no es tan visible con todas las luces artificiales prendidas. Clava la vista en el techo. Piensa en Julie. Y en Wade. Y en un montón de cosas que, como a Wade le gustaba decir, no debía tener en su cabeza a la edad que tenia.


---


De nuevo viernes y de nuevo Michael tenía que limpiar. Julie lo había ayudado con un par de aulas, haciéndole jurar que le pagaría después. Michael entro al gimnasio y se encaminó hacia las gradas. Como había supuesto, Gabriel estaba allí, con un libro cubriendo su rostro. Michael decidió no despertarlo y empezó a limpiar haciendo el menor ruido posible.


-¡Hey, Mike!- miró hacia la puerta. Wade estaba allí, prácticamente resplandeciendo. A Michael se le había hecho difícil sacárselo de encima durante la semana.


-¿Qué haces aquí?- preguntó, sonando brusco a propósito.


Wade le sonrió, se puso un dedo sobre los labios para indicarle que guardara silencio. Como si fuera yo el que ha entrado hablando a gritos- pensó Mike antes de darse cuenta que Wade cogía el balde de agua y adivinaba sus intenciones.


-Espera- siseó, avanzando detrás de él. Wade se detuvo delante de Gabriel, se inclinó para retirar el libro de su rostro y lo hojeó con aire distraído- ¡No lo hagas!- exclamó Michael en voz baja, viendo impotente como Wade derramaba el agua sobre el rostro de Gabriel, que se levantó manoteando.


-¿Pero qué…?- Gabriel divisó a Wade que termino de vaciar el balde sobre su cabeza.


-Lo siento, líder, pero tenía que despertarte- dijo, ahogando la risa.


-Lo siento- se disculpó Michael- Debí detenerlo.


-Wade- masculló Gabriel, atravesando a Wade con una mirada asesina, que sabía de antemano, no iba a funcionar- ¿Qué mierda quieres?


-Tenemos que salir- dijo Wade, serio de repente- Ericka nos espera. Vamos, tienes que cambiarte.


Gabriel se levantó y Michael pensó, por un momento, que iba a golpear a Wade, pero se limitó a apartarlo de su camino.


-No tienes que disculparte…- le dijo a Michael- …porque este sea un idiota. Intenta permanecer alejado de él. Es una muy mala influencia.   


Gabriel salió del gimnasio y Wade soltó la risa que había estado conteniendo.


-Eso no fue gracioso- reprochó Michael.


-Por supuesto que lo fue. Ya sé que no admites que lo moleste, porque te gusta tanto y eso, pero… no puede evitarlo- Michael lo miró frunciendo el ceño y Wade dejo de reír, esbozando una mueca burlona- ¿Me dejaras ayudarte, por cierto? ¿O planeas vivir eternamente cómo la admiradora secreta? Ya te lo dije, o mejor dicho escribí, antes. A Gabe le gustan las personas que no dan su brazo a torcer. Y además habla contigo más fácilmente que con los demás. ¡Quizás hasta tengas una posibilidad!


Michael se pregunto cómo demonios hacia Wade para parecer que se burlaba aunque sus palabras expresaran preocupación. Tal vez porque se burlaba en serio.


-¿A dónde van?- preguntó, volviendo a limpiar y agradeciendo tener un balde extra.


-Es un secreto- dijo Wade, guiñándole un ojo y saliendo del gimnasio.


Wade llegó a la salida. No se sorprendió al ver allí a sus tres amigos, ni a su líder esperando apoyado en la limosina con cara de pocos amigos.


-¿Por qué te demoraste tanto?- pregunto Gabriel sin moverse. Wade podía sentir su furia, pero él era un experto en ignorarla. Por supuesto, también era un experto en provocarla.


-No me demore, es que tú eres muy rápido, líder- dijo.


-Hey- dijo Jeff, asomando la cabeza por la ventanilla- ¿Quieren tener su discusión de esposos después? Tenemos que irnos.


-Espero estar de vuelta para el lunes- Wade soltó un suspiro. Gabriel abrió la puerta y esperó a que Wade entrara para deslizarse dentro de la limosina. También él esperaba estar de vuelta el lunes o cuanto antes. Las reuniones con su familia estaban en el último lugar de sus cosas favoritas. Vio al novato caminar por el frontis de la escuela y a Wade bajar la ventanilla para despedirse a gritos. Clavo los ojos en Mike que le devolvió la mirada, esbozando una sonrisa tímida y luego volvió su atención al chofer.


-Vámonos- ordeno. Volvió a mirar por la ventanilla y esta vez vio a Julie, caminando de regreso a la escuela junto a Mike.


---


-¿A dónde han ido?- le pregunto Michael a Julie. Después de ir a la escuela se habían aburrido y ahora estaban sentados bajo la sombra de un árbol- ¿De fiesta, como todos los demás?


-Tal vez a casa de Gabriel. Aunque era la limo de la familia de Wade.


Michael se terminó de acostar en la hierba. Recordó los ojos de Gabriel al mirar las hojas que estaban encima de su cabeza. Recordó las palabras de Wade. ¡Quizás hasta tengas una posibilidad! ¿Podía ser eso cierto? A diferencia de algunos estudiantes, Gabriel no lo trataba como si fuera una peste o como si no debiera estar allí, pero eso podía no significar nada. El hecho de que hablara de vez en cuando con él no quería decir que fuese más que cualquier otra persona de las que rodeaban a Gabriel.


-Vas a aceptar la ayuda de Wade- afirmó Julie, dibujando con una rama en el suelo.


-¿De qué hablas? Para nada.


-Pero estas pensando demasiado en eso. Es un consejo, no te metas demasiado con ellos. Está bien si eres su amigo, pero no intentes cruzar las líneas.


-No te entiendo- Michael se incorporo para mirar a los ojos de Julie- ¿Qué líneas? No me parece que sean nada raros, ni espeluznantes como lo que me dijiste la primera vez. ¿Qué tienes en su contra?


-¿Te parece que conoces a Gabriel? ¿O a Wade? No sabes nada de ellos. Pregúntale a Gabe sobre su familia.


Michael volvió a acostarse.


-No creo que Gabriel sea una mala persona.


-No es que lo sea…- dijo Julie en voz baja, levantándose y dando por terminada esa conversación- ¿Te vas a quedar fuera? Unas amigas se quedaron. Es una lástima, pero no puedo invitarte a que te nos unas.


-¿Cosas de chicas?- pregunto Michael, arrancando una de las hojas del árbol que le rozaban el rostro.


-Sí. ¡Oye!- se animó Julie- ¡Tú si puedes participar!


-Que graciosa- dijo Michael, tirándole el puñado de hojas que había formado en su mano. Julie rió y se alejó corriendo hacia el edificio de la escuela, Michael la observo irse y se preguntó el porqué de la actitud de Julie. Actuaba como si Gabriel y los demás guardaran alguna especie de oscuro e inconfesable secreto.


---


Michael abrió los ojos cuando el sonido del despertador se coló hasta sus sueños. Se levanto, tambaleante y se dirigió al baño. Por lo menos hoy llegaría temprano. Sonrió al pensar que la primera clase era literatura, una de las que compartía con Gabriel. Salió del cuarto y caminó hacia el salón, al que llego temprano. Se sentó en el lugar que le correspondía, tratando de convencerse a si mismo que no estaba impaciente por ver a Gabriel cruzar la puerta, pero este no llegó, ni a esa clase, ni a la siguiente y para la hora de almorzar, Michael había perdido todo esperanza de verlo por hoy.


-Genial- farfulló. Tiro la mochila en la silla contigua a la suya y puso la bandeja de comida sobre la mesa mientras se sentaba- Parezco una niñita enamorada.


-¿Y recién ahora te das cuenta?- preguntó Julie, apareciendo detrás de él, retiró la mochila de la silla y se sentó en ella.


Michael empezó a comer, sin prestar atención a nada de lo que le rodeaba, escuchando apenas a Julie hablar de sus clases.


-Ya llego tu príncipe azul- anunció Julie. Michael levantó la cabeza. Hoy, los cinco venían de uniforme e incluso Wade parecía más serio de lo normal. Caminaba al lado de Gabriel, encabezando la marcha y se adelantó hasta una mesa cercana a la pared. Se sentó, recostándose en el espaldar de la silla.


-Parecen… molestos- comento Michael. Desde donde estaba vio que Gabriel y Wade parecían discutir por algo, hasta que Wade se levantó, tomó su bandeja de comida, deteniéndose al lado de Julie.


-¿Qué haces aquí?- le preguntó ella, al ver que se sentaba.


-Eres demasiado agresiva- dijo él y su sonrisa burlona volvió a aparecer- Jamás conseguirás novio así.


-¿Les ha pasado algo?- pregunto Michael.


-Nada fuera de lo común- dijo Wade. Michael lo observó acabar la pila de comida que llevaba en el plato en tiempo record y levantarse sin molestarse en coger la bandeja. Se inclinó sobre Michael y le habló al oído.


-Eh, novato…- susurró, pasando la mano por su pecho- ¿quieres acercarte más al líder?


Se alejo, sonriendo y salió de la cafetería. Julie observo su espalda, frunciendo el ceño y Michael se revisó el bolsillo de la chaqueta. Le dio vueltas al papel doblado que retiró de allí antes de abrirlo.


Después de clases en el laboratorio de química del tercer piso.  


Julie negó con la cabeza, adivinando que había en el papel, pero Michael le devolvió una mirada decidida. Solo quería conocerlo más. Ser algo más importante que una persona conocida para Gabriel.


Julie se levantó de la mesa y fue tras Wade. Lo encontró parado en la puerta de su habitación.


-¿Por qué lo estás haciendo?- preguntó. Wade la miró, como si acabara de reparar en su presencia.


-¿Qué cosa?


-Eso. Darle ilusiones a Mike.


-Ya esta grande para decidir si se ilusiona o no- respondió Wade, adoptando una expresión seria- Además, yo no he hecho que ande fascinado con Gabe nada más verlo, sufriría igual interviniera o no. Por lo menos ahora tiene una esperanza. Incluso podría ser considerado una buena acción.


-Tú no lo haces por eso- replicó Julie- Lo único que te importa es divertirte a su costa. ¿Qué harías si esto se saliera de control?


-¿De qué hablas?- la sonrisa de Wade volvió a aparecer- ¿Te refieres a que Gabe se enamore y eso…? No me importa. Lo que suceda entre ellos es su problema, yo solo voy a dar un pequeño empujón y disfrutar del show.


-No te creo, sabes. Algún día todo este juego se te va a salir de las manos, Wade. Vas a terminar perdiendo…


-¡Julie!- Gabriel se acercó a ellos, con la misma expresión sombría que había tenido en la cafetería- ¿Al fin se hablan?


-Nada más alejado que eso- dijo Julie, dándose la vuelta y marchándose.


-Eres inoportuno, Gabe. Es la primera vez que logro hablar con ella a solas en lo que va del año. No debiste interrumpir.


-Lo hice porque te conozco- replicó Gabriel- Y aun no estoy seguro que no quieras simplemente jugar con ella. Y si es así, no me parece correcto.


-Oh, vaya, Madre Teresa de Calcuta ha hablado. ¿Te confieso mis pecados?


-Hablando de pecados, me saltaré las clases mañana.


-Ahh, vaya… no creo que eso cuente como un pecado. ¿Qué vas a hacer?


-Voy a ir a la ciudad.


-Es por lo que tu padre te dijo ayer… bien, eso da que pensar.


 -¿Pensar en qué?


-En que si tu padre se ha dado cuenta que eres un alumno de instituto- Gabriel esbozó una sonrisa que indicaba claramente que no y Wade soltó una risita entre dientes- No, probablemente no. De cualquier forma si quieres ayuda, aquí estamos- Wade se recostó en la pared, como si reflexionara- Después de todo somos tu manada, líder.


-Recuérdame mandar asesinar a quien empezó eso de manada.


-¿Vas a cometer suicidio?- preguntó Wade, riendo y empezando a caminar. - Voy a clase-  gritó elevando la mano a modo de despedida.


---


Michael se detuvo al llegar al aula de química, dudando si abrir la puerta o no. Tomo aire, estiró la mano y giró la perilla, adentrándose en el aula con la mirada clavada en el piso y cerrando la puerta detrás suyo. Levantó los ojos. Gabriel estaba sentado sobre una de las mesas, que había pegado a la pared, con las piernas flexionadas arriba de la mesa, mirando por la ventana que tenía delante. Michael carraspeó y se acercó.


-Hola- saludó Gabriel, al darse cuenta de su presencia.


-Hola- saludó Michael- ¿Qué haces aquí?- preguntó acercándose y recostándose en la pared.


-Es otro de mis escondites- respondió Gabriel- Con este, ya son dos que descubres, ¿lo haces a propósito?


Su voz no denotaba más que una diversión inocente, pero Michael bajó la mirada recordando, culpable, que Wade le había dicho donde encontrarlo.


-¿Acaso tienes más?- preguntó, intentando desviar la conversación.


-Tantos como hagan falta- dijo Gabriel, sonriendo- Y si tú los sigues descubriendo, tendré que buscar más.


-Intentaré ya no hacerlo.


-¿Y tú qué haces aquí?


-Bueno, yo…- balbuceó Mike, no había pensado en una excusa para justificar su llegada- Sólo… estaba… viendo…


-¿Te perdiste?- preguntó Gabriel, malinterpretando su nerviosismo.


-Si… eso.


-No te preocupes por eso- dijo Gabriel, quitándole importancia al asunto. Se quedó callado y regresó la mirada a la ventana. Michael lo imitó, siguiendo la dirección de su mirada. Observaba a Julie.


-Julie y tú… ¿son amigos?- pregunto Michael. Le extrañaba que a pesar de la forma ruda en la que Julie hablaba de Gabriel y sus amigos, a este no parecía caerle mal, es más, parecía estar siempre pendiente de ella.


-Nos conocemos hace mucho- contestó Gabriel. Le indicó a Michael que se sentara en una silla y Michael lo hizo- Te diré esto porque de cualquier forma medio instituto lo sabe y no me parece tan grave. Ella vivió en mi casa desde niña. Su madre trabajaba allí. Ya sabes, era parte de la servidumbre.


-Ah… ¿por eso tiene tan mala opinión de ustedes?


-¡No!- exclamo Gabriel, riendo- ¡Para nada! Ella… te lo diría, pero eres su amigo y si te enteras debe ser de su boca. Sobre lo de su opinión, supongo que tiene algo de razón- Gabriel cruzó las manos sobre sus rodillas, como si recordara algo no demasiado agradable- Sólo que no puedes ser criado por lobos y evitar aprender como morder.


-Si cuenta en algo, yo no creo que tú seas una mala persona- dijo Michael, bajando la cabeza. Gabriel bajó de la mesa y se inclino hacia él, apoyando la mano derecha en el espaldar de la silla en donde Michael se encontraba y buscando sus ojos.


-¿No crees que sepa cómo usar los dientes?- dijo, mostrando un par de blancas hileras de dientes al sonreír. Su tono destilaba una diversión perversa, mientras sus pupilas parecían brillar, atrapando los ojos de Michael y a este le faltó poco para hiperventilar.


-Te creo- alcanzó a decir apenas, cuando Gabriel se alejó de su rostro y se encaramó de nuevo en la mesa- Tu familia…


-No hablemos de ellos- interrumpió Gabriel- Dime algo sobre ti.


-No hay nada interesante en mí. Sólo… gané una beca y vine.


-Tienes razón, no suena interesante- dijo Gabriel, de buena manera. Volvía a mirar por la ventana, a un punto sin especificar- ¿Ves el bosque? Wade y yo solíamos recorrerlo de niños… una vez nos perdimos… nos metimos en una buena.


Michael enfocó su vista en los linderos del bosque sin saber que responder, pero a Gabriel eso no pareció importarle.


-Se han vuelto amigos, ¿no?- pregunto Gabriel. Michael le miro interrogante- Wade y tú. Habla mucho contigo.


-Creo que solo se divierte a mi costa- admitió Michael.


-Wade es bastante capaz de eso. Te lo dije antes, es una mala influencia. Y de lejos el peor de nosotros.


-No entiendo- dijo Michael y esta vez fue Gabriel quien le dirigió una mirada interrogante- La otra vez no parecías muy contento cuando dijiste que era tu mejor amigo. Pero… ¿entonces porque son amigos?


-No es como si pueda elegir- dijo Gabriel- Wade está en la mayoría de mis recuerdos. Porque prácticamente fuimos criados juntos. Hay muy pocas cosas que… ¿No tienes hermanos?


Michael negó con la cabeza. Su familia se reducía a su tía y a su madre. Su padre los había abandonado.


-Somos mi mama, una tía y yo. Vine a esta escuela porque sería más fácil entrar a una universidad desde aquí. Además la beca corría con todos los gastos.


-Pero tú trabajas.


-Para tener dinero extra.


Gabriel sonrió. Mike parecía ser la clase de persona inocente, buena y responsable. Lo que no parecía un tópico en los amigos de Wade. Observo de reojo al chico que tenía la vista clavada en el piso. El rebelde cabello castaño le cubría parte del rostro y mantenía las manos, delgadas y pequeñas, sobre las rodillas. O tal vez era precisamente esa inocencia lo que atraía a Wade.


-Supongo que eso es algo por lo que tú no tienes que preocuparte- siguió diciendo Michael.


-Supongo que no. Pero tengo que mantener en alto la excelente reputación de mi familia y superar el tope que mi hermano dejo al salir de la escuela- dijo Gabriel, obviamente fastidiado. Michael lo regresó a ver, sorprendido.


-¿No eres hijo único?


-No. No he mencionado que lo sea, ¿o sí?


-No, pero… por la forma en cómo dijiste lo de Wade, pensé que…


-Te dije que Wade y yo fuimos criados juntos- replicó Gabriel - No que no tuviera hermanos. De cualquier forma, lo veo muy poco y jamás nos hemos tratado como familia. En serio, dejemos de lado el tema familiar.


Michael sonrió, asintiendo y se enfrascaron en una conversación sin sentido, de temas tan triviales como el tiempo o el sabor de la comida de la cafetería.


---


-¿Sabes dónde está Gabriel?


Wade se detuvo, analizando al pequeño grupo de chicas delante de él. Reconoció a la morena que intento sacar a Mike del asiento entre ellas.


-En el laboratorio de química del tercer piso- contestó. Siguió avanzando y rodó los ojos cuando vio a Kristy cerrarle el paso.


-Me acabas de decir hace cinco minutos que no sabes donde esta Gabriel.


-¿Y?- preguntó Wade.


-¡Y les has dicho a esas que está en el laboratorio de química!


-Cálmate, Kristy- alzó las manos, mostrando las palmas, en un gesto de paz- No sé donde está. Les dijo eso para que no molestaran.


-¿Es en serio?- Kristy se arregló un mechón de cabello rubio y le dirigió a Wade una mirada que expresaba a las claras que no lo creía- No creo que no sepas donde está.


-¿Acaso piensas que soy su niñera o su sirviente? No tengo porque saber cada paso que da.


-En realidad, si lo eres- dijo ella, mordazmente- Solo eres su lacayo-  Wade hizo una reverencia.


-Está bien, mi señora. Lo buscaré y le avisaré cuando lo encuentre, ¿eso le complace?


Kristy se dio la vuelta, enfadada y Wade entró al aula en la que sólo estaba Ericka, con la vista puesta en la pantalla de su laptop.


-Es detestable- dijo Wade- Una pequeña idiota detestable. Debería haber aprendido a mantener la boca cerrada.


-No es que me importe, pero ¿de quién hablas?


-De la novia de nuestro líder.


-¿Nuestro? Tú eres el único que lo llama así. ¿Qué pasa con Kristy?- Wade se acercó, observando el perfil serio de Ericka y los reflejos rojizos que la luz sacaba a su cabello. Tomo un mechón y lo miró, sonriendo- Deja mi pelo en paz.


-Ha logrado colmar mi paciencia- dijo Wade- Debería darle una pequeña lección. ¿Qué piensas?


-¿Desde cuándo pides mi opinión?- Ericka se volvió, observando a Wade sin variar su expresión- No me puede interesar menos lo que hagas y si te conozco, se que ya estás haciendo algo para deshacerte de ella. No me importa. Tus asuntos y los asuntos sentimentales de Gabriel no son mi problema. Haz lo que quieras.


-Eres demasiado fría. Pero tienes razón. Solo pensé que podría importarte, ya que eres una chica, que me meta con ella.


-Pensaste mal- Ericka se volvió a la laptop y escribió durante un rato mas- ¿Vas a buscarle otra novia a Gabriel?


-Puede que si… o tal vez haga algo mejor. Más divertido.


-Sólo una cosa, Wade. Lo que hagas, no quiero que repercuta en nuestra estancia aquí. No quiero tener que soportar sermones por tu culpa.


-Está bien.


Wade salió del salón. Para este momento, el grupo de fans de Gabriel ya debían haber llegado al laboratorio y con suerte, lo verían con Mike. Lo que significaba que lo convertirían en su enemigo número uno por atreverse a hablar con Gabriel. Se alejó por el pasillo tarareando entre dientes. La única utilidad real que le encontraba a ese sitio era como su patio de juegos, a pesar de que su padre seguía insistiendo que hiciera “buenas relaciones” con las personas convenientes. Julie pasó por su lado y ambos se quedaron observando sin parpadear, enfrascados en una disputa que tenía más años de los que llevaban en el mundo. Ambos desviaron la mirada al mismo tiempo y se alejaron y mientras avanzaba a su habitación, Wade diviso a Mike corriendo, tal vez para alcanzar a Julie y a Gabriel que llegó a su altura y empezó a caminar a su lado.


-Ese Mike es agradable- dijo. Wade sonrió. Las piezas estaban puestas y él solo debía empujarlas un poco.


-Bastante lindo, ¿no?


Gabriel enarcó una ceja, como si recién se parara a pensar en eso, pero se mantuvo en silencio. Wade observo la mirada perdida de su amigo. Una molestia que empezaba a resultarle familiar se instauró en su pecho.


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