Sueños
-Ahh...umm...Minho!... -grite, me senté y mire debajo de la cobija. Como ya esperaba, mi amiguito se había despertado.
-Puff... -Me dirigí hacia la ducha para quitarme este calor de encima. Porque tenía que soñar con él? Y encima todas las noches desde que me mude aquí?
-Tae!!!... -Ese grito yo lo conocía muy bien -Tae, baja a cocinar que mis hijos se mueren de hambre.
-Ya voy!!... -Así era todos los días, levantarse temprano, hacer los quehaceres y no dormir o comer hasta que los caprichos de mi tía se hayan cumplido. No es que no esté agradecido de que me hayan acogido pero ya quisiera que fuera solo eso, además debo soportar los golpes de mis primos y sus insultos.
-Tía, aquí estoy -dije bajando las gradas.
-Ya te dije que no me digas tía niño gay sucio -dijo lanzándome el delantal en la cara antes de irse.
Esto no me afecta en nada -Yo estoy bien...- El solo hecho de que mi tía y mis primos sean malos con migo es porque yo estoy mal, ser gay es malo no?? Puff... mejor dejo de pensar tonterías y trabajo para ganarme mi comida.
Limpiar toda la casa y cocinar me tomo casi la mitad del día, al fin tenía tiempo libre para hablar con mi tía.
-Tí... señora Margo- dije acercándome hacia donde ella estaba sentada.
-Que quieres niño??...- dijo con desprecio.
-Yo, esto...- vacile, Tae no te dejes intimidar, agarre fuertemente las hojas que llevaba en mis manos -Yo quiero seguir mis estudios.
-Qué?? Como si tuvieras tiempo para eso niño, debes hacer los quehaceres.
-Esas tareas solo me ocupan la mitad del día, puedo estudiar por la noche.
-Yo no voy a pagarte la colegiatura sabes?
-Haa... por eso no hay que preocuparse ya que aplique para un colegio público y me aceptaron- dije entregándole el documento - ahora solo necesito su autorización.
Ni reviso los documentos y comenzó a romperlos diciendo -Como si necesitaras estudiar niño estúpido, tú vas a trabajar toda tu vida en esta casa. Ah!! Y desaparece de mi vista.
-No!, espera ve a buscar estas pastillas en la farmacia y no regreses hasta encontrarlas- dijo extendiéndome un papel -Y hazme un favor, no llores TE VES PATETICO, las personas van a creer que te tratamos mal. No seas desconsiderado, Ya, vete!!!- fue lo último que oí ya que salí corriendo limpiándome las lagrimas, pero por mi mala suerte en la calle me tropecé con mi primo mayor.
-Fíjate por donde andas niño gay!!! Jajaja- me empujo hacia su amigo.
-Sabes desde hace tiempo que no te ponemos en tu lugar niñita- dijo mientras el otro me sostenía muy fuerte.
-Pum...- un fuerte golpe aterrizo en mi estomago y caí al piso, donde ambos me patearon y se fueron.
Me tomo un poco de tiempo levantarme pero lo logre, iba a paso lento por el dolor pero debía conseguir lo que me pidieron. Fui a varias farmacias pero ninguna tenia la bendita pastilla.
-Debo...conseguir...esas...pastilla...- caí al piso, intente pararme pero no pude. Lo mejor será quedarme en la calle porque si llego sin lo que me encomendaron recibiré otra paliza y quien sabe que mas?.
Ya había obscurecido por completo y empezaba a llover.
-Pad, pad, pad...- Sonaba una pequeña visera que estaba cerca, arrastrándome con dificultad llegue hasta ella para protegerme de la lluvia.
Sin duda este día había sido uno de los peores que había tenido
- Primero.- No había comido nada desde la mañana.
- Segundo.- Rompieron toda la esperanza que tenía para seguir con sus estudios.
- Tercero.- Le habían dado una paliza tremenda.
- Cuarto.- Aun le esperaba otra paliza, pero mañana, y además estaba lloviendo de seguro iba a coger un resfriado.
Pero estaba tan cansado que a pesar de estar en la calle y empapado, sus parpados empezaron a pesarle y estos se fueron cerrando poco a poco hasta quedar completamente dormido.