Chapter One
Correr tan rápido como le fuera posible para alcanzar a embutirse entre las puertas del tren de las 6:30 pm, justo antes de que éstas se cerraran, hizo que Reita se sintiera un hombre muy, pero muy afortunado.
Ciertamente una agradable mejoría, considerando el dolor y la vergüenza que sus compañeros de trabajo le hicieron pasar…
Arghh, quién dijo que tenía amigos en el trabajo??? - Nadie señor, ciertamente él no lo hizo…
Mucho menos ellos…
-------Flashback----
- Entonces, Rei-chan… - Despegué mi mirada de mi caja de bento, mis manos maniobrando todavía con los palillos con la intención de llevar una bola de arroz a mi boca, la cual esperaba con ansias. Oigan… un momento!...Conozco esa mirada… la mirada de Kai… ojos grandes e “inocentes” y su ceño fruncido… como la de una madre. Si, realmente tierno. Pero, hay miradas que engañan, saben? Normalmente, las miradas de Kai llevan a un -no deseado y muy vergonzoso- interrogatorio acerca de cosas de tu vida que preferirías mantener… ya sabes… privadas.
- Y cómo van las cosas con Mari-chan? ... y no es por ser chismoso, en serio!! –
JA! Gran mentira!!
- Pero es que, hoy estaba haciendo un recado para el Departamento de Marketing y.. la vi… solo por casualidad! No es que la estuviera siguiendo ni nada!! -
A ver..si me como mi bento de mini-super mercado lo más rápido posible, puede que logre escaparme de “Las 20 preguntas – version Kai Love-Power”
Lo cual quiere decir, que no son veinte… sino como un millón…
- Pero, note que iba colgada del brazo un chico… Y no podría decir que era un caballero, más bien parecía… un host! Sí, eso era! Un host… si sabes, no? Esos con traje barato y anillos de “oro” y esas cosas… pero, para qué contrata esos servicios de hosts si ella tiene a Rei-chan? Y por qué a mitad del día? Pensé que los hosts solo trabajaban de noche, ne? y-
Ow!-mierda… me mordí la lengua…
- y luego pensé… ahh pero eso es ridículo!! Los servicios de host son dentro de un establecimiento, no fuera de ellos!! … así que… no puede ser eso, verdad?
Ughh… mi arroz sabe a… sangre…
-Un hermano, tal vez? Pero no se parecían en nada!! Y luego entraron a ese pequeño café al que nos llevó una vez Nao, el del Departamento de Ventas, recuerdas? Y pensé que tal vez podría conseguirme unos pastelillos, pero cuando yo-
Ya casi acabo…
- En fin… ella empezó a acercarse mucho… sabes? Y cuando le conté esto a Uruha-kun, empezó a reírse a la mitad de mi historia.. qué malo!!
Awww.. mierda... por qué a Uruha..?
- Me dijo-
- CREO QUE A REI-CHAN LO DEJARON OTRA VEZ~!!!
AHHH!! MALDICIÓN!!!
Claro!!… te te tenías que aparecer de la nada y darme el susto de mi vida, verdad?
---- Fin del Flashback---
Reita se relajó un poco apoyándose contra las puertas –ahora- cerradas, aliviado de que su dosis de vergüenza del día ya hubiese terminado.
Aburrido y sin nada mejor que hacer, dejó que su mirada deambulara sobre el montón de gente que estaba dentro de ese vagón, sus ojos registrando una macha borrosa de colores monótonos: negro y castaño… negro, grises y rubio… hmmm.. más negro… negro… castaño… rosa? ewww… rubio… negro… castaño.. gris… negro.. negr-
“Vaya..” pensó “Ese sí que es un peinado llamativo…”
Rastas… rastas de diferentes colores amarrados en una cola alta.
Reita parpadeó unas cuantas veces, absorbiendo la vista de aquel –ciertamente original- peinado que, a decir verdad, le recordaba a las piñas…
Piñas que rebotaban…
Rebotaban…
Hmmm… cierto, esa cabeza con rastas rebotaba, de forma rítmica y suave.
Reita volvió a parpadear, tratando de no distraerse con ese movimiento hipnótico a medida que su mirada se despegaba de esa cabeza multi-color e iba bajando, notó –desde su ángulo- una oreja bastante perforada, bastantes joyas adornándola, incluyendo una expansión en el lóbulo; dicha oreja tenía puesta en ella un audífono blanco que seguramente estaba conectado a un aparato moderno, el cual era causante de aquel… movimiento distractor.
No pudo ver mucho del rostro de aquel sujeto… hmmm.. sus labios formaban un… puchero? … bajó su mirada para dejarla sobre sus hombros casi femeninos…
Luego siguió su camino, notando que una chaqueta con estampado de leopardo cubría el torso -bastante pequeño y, al parecer, flexible- de aquel chico hasta justo arriba de sus caderas, escondiéndolo así de su sutil –o eso esperaba- inspección.
Su mirada siguió descendiendo, absorbiendo el detalle de esos pantalones negros apretados, que parecían desgastados y un poco rasgados, como si fueran usados a diario. Un cinturón de tachones y una cadena colgaban de sus pequeñas caderas.
Sus ojos detuvieron toda clase de movimiento un segundo después, quedándose pegados a un bien formado trasero, firme y suave a la vista.
Reita se quedó mirándolo por largo rato… bien concentrado en aquel deleite que tenía frente a sus ojos… y no es como si se la pasara viéndole el trasero a cualquier tipo, cualquier día de la semana… No, no…. nunca antes había estado interesado en alguna parte en particular de la anatomía masculina; más bien, era muy feliz observando, tocando y acariciando a la anatomía femenina; eso sí, muchas gracias…
Pero esto… ESTO… capturó toda su dispuesta e inquebrantable atención…
Una parte de su cerebro – una muy pequeña- que todavía funcionaba correctamente le recordaba que tal vez, solo tal vez, la razón por la que comenzaba a sentir la necesidad de… apreciar el físico de otro chico eran todos esos burlones y descarados comentarios de sus “amigos” acerca de su actual vida amorosa… sin frutos…
---- Flashback ----
Después de la alegre – y bastante escandalosa- actualización que hizo Uruha sobre mi nuevo estado de soltería a todos los que ocupaban la cafetería de la compañía, y las –todavía- insistentes preguntas de Kai sobre mi fallida y –actualmente- no-existente relación, pensé… realmente pensé que no podía ponerse peor que esto…
Pero claro, debí esperármelo…
Después de todo, Aoi se estaba perdiendo toda la acción…
Pero no por mucho, porque apenas decidí que fingir estar muerto -poniendo mi cabeza sobre la dura mesa de madera- sería suficiente para hacer que todos esos ojos curiosos regresaran a atender sus propios –malditos- asuntos, una mano se posó repentinamente sobre mi hombro.
Y, en serio, hubiera brincado del susto por segunda vez si no hubiera estado esperando esto con anticipación…
Después de todo, el aparecer en el momento más dramático era tan… ÉL…
O eso decía.
- Está bien, Reita-kun… si lo piensas, lo único que ella hacía era renegar e insistirte que cambiaras de trabajo para que al final, pudiera chuparse todo tu dinero como una sanguijuela, verdad? Ya era hora de que le terminaras.
Parpadeé, sorprendido por la falta de burla y la sonrisa sincera que me regalaba el integrante faltante del “trio de la tortura”
Sentí las comisuras de mis labios levantándose un poquito en lo que esperaba fuera una sonrisa. Era tan raro en estos días que me tengan al menos un poquito de piedad, después de todas las bromas que mis tres “amigos” me hacen sobre mi mala suerte en amor, así que este pequeño descanso y –poco común- momento de paz debería ser apreciado, no?
- Aoi –kun… Ariga-
- Te dije que era mejor salir con hombres, en fin, supongo que saldrás con nosotros esta noche?
......
.......????
La última parte de mi “gracias” murió cuando al siguiente segundo sentí la temperatura del salón bajar unos cuantos grados… o es solo mi idea? El salón está dando vueltas o me parece?
- Oh por Dios! Aoi, qué buena idea!! Y como vamos a ser cuatro, parecerá que vamos en una cita doble!!
Una qué...?!?!
- Ehh.. pero Uruha-kun, quién va a ser la cita de quién?
- Buen punto, Kai-chan… hmmmm veamos…
En este punto, dejé de escuchar, era tan bizarro oír a tus amigos hablar sobre quién va a salir contigo… tus AMIG-O-S… HOMBRES…
Y claro que sé que son gay… y hasta donde ellos sabían, soy hetero… así que, por qué el cambio repentino?? Y por qué están tan feliz por esto? Será que… lo planearon todo??
Qué está sucediendo?!?!?!
- Cálmate Rei… no crees que es tiempo de hacer un cambio?- Ahhh!! Aoi!! Quería fulminarlo con la mirada, por lo frustrado, por lo –un poco- enojado, pero sobre todo, por lo confundido que estaba…
Y como si le hubiera respondido a su anterior afirmación en vez de quedarme con la boca abierta como un pez sacado del agua, él continuó hablando…
-Cuántas chicas han sido hasta ahorita? 8 o ella fue la novena este año? Ni siquiera hemos llegado a Junio… eso tiene que ser un nuevo record… - dijo otra vez con esa –ya fastidiosa- sonrisa de oreja a oreja.
- Ya cállate, maldita sea!! – por fin!! Ya era hora de darles un buen uso a mis cuerdas vocales! Y por fin siento los músculos de mi cara contraerse en lo que espero sea una mirada totalmente fulminante…
- Yo solo decía…- dice en un tono que lo más probable es que crea que haya sido tranquilizador, pero en realidad solo alimenta más mi ira, haciéndome sentir como si tratara de hablar con un niño de cuatro años en vez de estar hablando con su amigo.. y HETERO, por cierto…
- …solo decía que tal vez… las mujeres no sean para ti…- otra vez, hablaba despacio, seguramente pensaba que cualquier movimiento apresurado terminaría en golpes y él con su cara bonita toda llena de sangre… lo cual, para ser sinceros, me parecía una idea cada vez más tentadora a medida que los segundos pasaban.
- … así que, por qué no un cambio? Sólo inténtalo… no tienes nada que perder y si realmente no te gusta… te prometo que ya no te molestaremos más…
------ Fin del Flashback -----
Fue el último comentario de Aoi lo que dejó a Reita pensando.. y por qué no? Solamente para que después tenga que volver con el "trio de la tortura" y decirles que no le gustó para nada, y que por favor – muy amablemente- se vayan a la mierda… verdad?? No haría eso las cosas más sencillas?
Entonces, en vez de retrasar lo que suponía sería una muy… desagradable experiencia, por qué no mejor tomar el asunto con sus propias manos y hacer algo al respecto?
En ese momento, el tren hizo una parada, Reita por fin pudo alejarse de las puertas corredizas para evitar quedar atrapado entre el tumulto de gente que quería bajarse del vagón.
Sus pasos lo acercaron al objeto de su distracción sin darse cuenta, y ese persistente pensamiento de la conversación que tuvieron sus amigos hace un rato ganaba más fuerza a medida que podía ver a tan curioso y pequeño sujeto de más cerca.
El tipo era realmente… lindo, un maquillaje suave resaltando su belleza natural. No era femenino, pero sus facciones sí, delicadas y hermosas… Y Reita se vió a sí mismo fascinado con el perfil de este extraño mientras que las palabras de Aoi hacían eco dentro de su –algo distraída- mente…
“..por qué no un cambio? Sólo inténtalo… no tienes nada que perder y si realmente no te gusta… te prometo que ya no te molestaremos más…”
Ahí, Reita se dio cuenta de que él no era un hombre de pensar las cosas… él más bien era un hombre de acción…
Así que, decidiéndose finalmente a actuar por su impulsiva curiosidad, el rubio malteñido sacó su mano del bolsillo de su pantalón, echó un vistazo a su alrededor para asegurarse que nadie le ponía atención, ni a él, ni al peculiar chico de rastas antes de inclinarse un poco… y luego un poco más… y más, hasta que su mano aterrizó sobre aquella suave, carnosa –y bastante atrayente- nalga izquierda…
Y le dio un apretón.
Continuará...
