LA LUNA
Querido diario.
Estabas como perro abandonado, como me hubiera gustado saber cómo actuar, que decir cómo actuar ¡pero no! Me tenía que quedar callado e ignorarte de lo que te pasaba como pude ser tan tonto y no darme cuenta cuanto sufrías, y ¡todo por mi culpa! Por no saber corresponder a tus sentimientos.
¿Me pregunto si algún momento me pudiste perdonar?
Termine de escribir en mi diario, me tire en la cama, pero por más que lo Analizó, sigo con el pensamiento de que fue mi culpa el que te fueras.
Esto comenzó hace un año atrás.
Como faltaba poco para que acabara el verano nos propusimos ir a recorrer una isla que queda a una hora de aquí pero a la kero-chan se le ocurrió propuso la idea de quedarnos por una noche –claro como a ella le gustaba quedarse a la intemperie
Flash back mode:
Llegamos a las 9:00 de la mañana al puerto, para cundo llegamos nos recibieron para llevarnos a las cabañas que ocuparíamos, para luego nos llevaron a la zona de picnic para comer y bañarnos.
Al anochecer nos fuimos alza cabañas.
- ¿Como estas?- pregunte cerca de su hombro -que sucede has estado actuando extraño toda la jornada.
- Nada solo que… quería estar sólo y pensar – esquivando la mirada.
- Bueno lo que piensas se puede saber
- Em. Bueno pasa que… si
- te estoy esperando… soy todo oídos
- bue… bue… no ¡pasa que! Yo…
- ¿Qué tu qué?
Estaba a punto de decírselo cuando.
-chicos qué hacen aquí tan tarde en pie vallan de inmediato a sus habitaciones- como siempre el profesor Boris.
- si profesor – le dijimos al mismo tiempo.
- bueno yo te acompaño a tu habitación- le dije para que terminara de decir, lo que me quería decir
- no te preocupes, estoy bien no te molestes- me dijiste con cara de pena y muy sonrojado – por favor.
- ¡claro que no! Te voy a dejar a tu habitación- así me dices que te pasa.
- es… es… tas loco sabias
- si estoy loco no es novedad.
Nos encaminamos a nuestras habitaciones que quedaban al final del pasillo y subiendo las escaleras al fondo a la derecha pero cuando llegamos te pusiste nervioso eso era muy poco común en ti.
- que es, lo que te pasa romano que te preocupa.
- pues lo que me preocupa… perdón lo que te quiero es… es que… que tú… que tú me gustas Alemania – me lo gritaste tan fuerte que quede en estado de shock.
-que no puede ser… tú no te puedes enamorar de mí, no puedes.- desde el incidente no tuve cara para mirarte en todo el viaje, fui un cobarde a hora solo tengo una lapida triste y fría lapida como compañera. Como no me di cuenta antes de mis propios sentimientos ahora no puedo hacer nada… daría mi vida por tenerte devuelta, lo que fuera para no sentirme vacio, sin vida.