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Un año sin tí por alonekamus99

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Notas del fanfic:

Los personajes pertenecen a Masami Kurumada

Todos se encontraban en la casa de Shura, entonces se oye que tocan la puerta, Sura abre, y es Milo quien entra,  y se dan un abrazo muy tierno y alegre, -Al fin llegaste amor-dice Shura         –Pero, pasa siéntate, estamos esperando a Mu , y a…-A  Camus- acompleta Aioria,  -Siento llegar tarde, es que no me desidia en qué ponerme, de entre toda mi ropa-dice el  griego de pelo morado, -Si tu siempre de vanidoso- dice Dohko –No, es solo que, bueno, es una ocasión como esta, no se que ponerme-  responde mientras llega shura y se sienta al lado de él en el sillón, Milo lo abrasa y el se recarga un poco en su pecho.


Tocan la puerta de nuevo y abre Dohko, entonces entran Mu, seguido de Camus, y saludan a todos, y Camus,  Camus con un rostro de desolación y tristeza fingido por un débil gesto de dulzura saluda a Milo y a Shura , después se sienta al lado de Aioria y Mu.


-Hace mucho que ya no nos vemos-  le dice Shura a Mu mientras les ofrecía bocadillos,-Si, no nos hemos reunido todos desde…- -Desde la boda de Hyoga y Shun- acompleta milo a Mu, -si, deberíamos reunirnos mas seguido-,-Pero  con eso de las misiones y luego lo de Saori- no se puede-, interrumpió Aioros a la conversación,-Ay tu siempre en lo del trabajo hermano mío, que haremos contigo- le dijo Aioria –Que bueno que te convencimos de que fueras a la boda- dijo el gemelo  Saga.


 -Bueno,¡ ya no! estamos aquí para divertirnos, vamos a bailar-exclamo Afrodita  –Espera, antes de eso, primero brindemos- dijo el español, pero todos se callaron por un momento y Milo al ver que todos lo miraban se levantó a acompañarlo a pesar de que no era de los que le gustaba hablar en publico.


-Bueno, como todos saben, mi Shura y yo llevamos un año saliendo-Camus quien no había dicho nada desde que ll4egó, dio un largo suspiro de desesperación, Mu y Aioria quienes estaban a su lado lo miraron con comprensión y Mu lo abrazó como al hermano que nunca tuvo.


-Hace ya un año que Milo y yo nos conectamos, y nos enamoramos, ¿No es así amor?- Claro, que si mi cabrito lindo- respondió Milo  y recargó su brazo sobre los hombros de su amor, -Se ve que están muy enamorados- comenta afrodita,-Se siente como se aman- decía Dohko quien recordó por un momento a Shion


-Ya te oí Dohko, es cierto, te amo Shura- Milo besa los labios de Shura con pasión, mentras el otro pasa sus brazos sobre su cuello –Bah, ya basta tortolos, me van a aburrir- exclamó Saga


-Hazlo ya, no soporto, no aguanto, por favor, te lo suplico- susurró Camus a Mu con tanta desesperación y los ojos en humedecidos-   -Ahh, esta bien, pero disimula, - entonces Mu sacó su celular y llamó a Camus, el francés excusó –Oh lo siento debo contestar- y saló al balcón de la casa de capricornio, pasando junto a Milo y este viendo que se alejaba, se confundió un poco.


-Por que la vida es tan injusta, porque no fui yo, porque no pude estar entre sus brazos, porque el no me quiso amar, ¿Por qué?- se decía a si mismo el peli-azul mientras lloraba con un tormentoso dolor


-¿Qué te he hecho  Milo?, ¿Por qué me torturas así?, ya se que no son tus intenciones, pero me hieres en lo mas profundo de mi alma, ¿Por qué? ¿Por qué?, yo lo único que hecho es amarte, y me castigan así-


Camus sollozaba de dolor, ahí afuera, donde la luna era su cómplice del desamor que sentía, entonces sale Shaka al balcón donde Camus –Vente, ya vamos a hacer el brindis- Ah, si ya voy- responde Camus a espaldas del rubio, mientras se limpiaba las lágrimas rápidamente, -ohm- suspiró Shaka, y se acercó al francés, toca su hombro.


 Camus voltea –Escucha, últimamente has estado muy triste, siento como tu alma esta sufriendo-, Camus sin palabras solo ve la expresión se Shaka, -Shaka, tu…-,-No digas nada, lo sabía desde antes, tus dulces miradas a Milo, tus constantes desapariciones por Milo, tu sufrimiento por el, no dije nada por prudencia, pero es mejor que lo sepas-, -Quiero que sepas que por cualquier cosa, aquí estoy, aquí estamos Camus-, El pequeño solo lo miraba, Shaka abrazó a Camus, lo cual consoló mucho al francés,-Gracias Shaka-


A pesar  de que ambos no se hablaban mucho, casi nunca cruzaban palabras, quizás por que ambos eran algo cerrados  o quizás también  por la distancia entre ambas casas, pero desde ese momento, se entenderían mucho mejor.


-Animo Camus, vamos al brindis-Esta bien,  vamos- respondió el peli-azul  con una ligera sonrisa, -Oh miren ya regresaron- exclamó Aioros, -Y, quién era- pregunto Aioria a Camus con sarcasmo, pues el observó cuando Mu le marcó a propósito, Camus le miró con un poco de enojo, pues a pesar de que el sabía sobre su amor por Milo, a veces no lo comprendía,-Bueno ya, no te enojes Cam-  exclamó el león.


-Ahora levantemos las copas- exclamó milo con mucha alegría,-Vaya al fin un poco de diversión- dijo Death Mask cuando Shura le sirvió el vino, -Escucha Cam, hoy no quiero que tomes vino-decía Mu a Camus,-Pero, ¿Por qué?- reclamó camus –Recuerdas en la boda, te embriagaste como nunca, y todo por desahogarte de Milo- regañó Mu al peli-azul –No Mu, deja que me desahogue, dejame olvidar, déjame por favor –No- Ah a veces me tratas como a un niño, ya tengo 20,- reprochaba Camus.


-¡Brindemos por Milo y Shura, y su gran amor!-  excamó Dohko mientras levantaban las copas con vino, bueno, aunque Camus tenía jugo de manzana en su copa, hizo un gesto de felicidad, por ver a su amor tan feliz, al lado de quien ama, aunque no sea él, veía a Milo, contemplaba su sonrisa encantadora, sus cabellos morados que relucían con su camisa blanca, que descubría ligeramente su pecho, bebía la copa junto con Shura, se veían tan felices los dos, aún de un año de salir, se notaba que su romance era fresco, fuerte y tierno, ¿Cómo camus podría estropear todo eso?


Sin embargo, después sintió una gran desolación y tristeza por no estar con él, junto al hombre a quien amaba y deseaba, lo amaba tanto que cada momento sin él, no sentía alegría alguna, y el gran amor de Milo y Shura, lastimaba su pobre y pequeño corazón, como a grandes púas que estaban enterradas en lo más profundo de su alma, pero, el alma fría de Camus, le ayudaba a tratar de  luchar por sobrevivir de aquel sufrimiento.


 Por otro lado, Afrodita, contemplaba a DM, se intentó sentar al lado de él –¿me puedo sentar aquí?-Ya qué- respondió el italiano mientras hablaba con Aldebarán y Saga, pero eso solo incomodó más a DM, haciendo que el sueco tomara más y más vino, por la frialdad de dicho caballero, -Mejor los dejamos solos- exclamo Aldebarán a Saga, entonces el cangrejo y el pez de quedaron en un frío silencio.


Mientras los otros bailaban, Afrodita buscaba cualquier pretexto para conversar, y en uno de sus  momentos de desesperación usó el más clásico de todos –Ay, adoro esa canción a ti no te gusta- Algo- respondió DM con más incomodidad -¿Quieres bailar?-No mejor no, es que no se bailar- dijo el italiano mientras se rascaba la cabeza.


Camus se hallaba en la cocina con Dohko haciendo la comida,-No se el motivo de tu insistencia por aydarme, ya te dije que estoy bien, gracias-No, ¿Cómo crees que te voy a dejar a ti todo, mejor te ayudo-, entonces  suspiró el castaño –A mi, que se me hace que tienes otra cosa, siempre eras así, cuando traías algo-, -Bueno es que…-, en eso entran Aioria y Aioros,  -Cam, ¿Qué haces aquí?-Ven a bailar, ándale-SI, camus ve con ellos, yo me encargo-¿Seguro?-Si, ya vete ándale-Si camus a ti siempre te ha gustado bailar, no te hagas, además a ver si te animas- excamó Aioria.


 -Bueno, esta bien-, y fue al salón principal a bailar. Todos estaban ahí bailando, se veían tan divertidos y relajados, pensó Camus, y solo por eso no les iba a arruinar la noche, ni mucho menos a Milo, quien  era muy feliz con Shura.


Camus tenía un inmenso talento para bailar, era su emoción y su vida, y que más quisiera el que bailar con Milo, de estar entre sus brasos, moviéndose lentamente uno frente al otro, pero alguien se robo el corazón de Milo primero.


Pasaron varias canciones hasta que el francés logró alegrarse un poco, bailaba tan alegre en aquel grupo, con una coordinación increíble, y unos pasos impresionantes, que todos le aplaudían y bailaban con él imitando sus pasos, pero eso no duró mucho hasta que Milo y Shura salieron a convivir un poco y decidieron unirse al baile, al peli-azul no le pareció molestarle, al contrario, le alegró ver a Milo bailar y moverse con tanta alegría al igual que él, pero eso no duró mucho.


Pronto vinieron las canciones lentas, y casi todos se fueron a sentar, solo quedaron Milo y Shura, y, mientras Camus iba a tomar asiento, Saga lo tomó de la mano y lo invitó a bailar, Camus iba a decir que no, pero,  veía como Shura abrazaba al peli-morado, y como el otro le rodeaba la cintura, como ambos bailaban tan juntos y armoniosamente, mientras se miraban fijo a los ojos, una escena conmovedora para todos, menos para Camus.


-Si Saga, acepto bailar contigo- respondió Camus, y se dirigieron al centro, al lado de Shura y Milo. Saga tomó su cintura y Camus le abrazó por el cuello, y comenzaron a bailar, en ese momento Milo vio lo que hacía su amigo, y le preguntó con un gran asombro -¿Camus, que estás haciendo?-Bailando con Saga, ¿no ves?-, respondió el pequeño con un tanto de cinismo              -Pero, ¿Por qué?, tu no eres de los que baila con cualquiera?-mmm, Saga no es un cualquiera- prosiguió Camus,-¿Cómo, si tu antes eras muy frío con él, y ahora, ¿Estan bailando?- exclamó Milo con confusión -¡Calmate!, solo somos amigos si-,-Se ve que son muy amigos ¡eh!- exclamó el griego con disgusto -¡Tú no tienes por que criticar lo que hago!- exclamó Camus con rabia, expresión la cual dejó a Milo sin palabras, nunca vió a Camus comportarse así con él, -Ya mi amor, déjalos bailar y bailemos nosotros- intervino Shura.


Saga, quien no dijo nada, solo tocaba el cuerpo de Camus, y disfrutaba del baile con él, quien sabía bailar muy bien y lo abrazaba con fuerza, de pronto, comienzan a bailar más rápido  y con más movimientos, Milo, quien no dejaba de verlos, aumentó también la velocidad del ritmo, entonces, en lugar de una fiesta, parecía un concurso de baile.


Camus y Saga mostraban muy buenos pasos, a pesar de que Saga no sabía bailar tan bien como su pareja, Camus mostraba una buena coordinación y docilidad, la cual hacía que ambos mostraban una gran energía que alumbraba la pista, pero Milo y Shura bailaban con tanta entrega y pasión, Milo no tenía tanto talento como camus, pero junto con Shura, mostraban unos pasos sensuales y atrevidos que hacían que ardiera la pista en llamas; bailaron por un buen rato, hasta que la música cesó, todos aplaudieron a ambas parejas quienes habían brindado un buen entretenimiento, entonces Shura le recomendó a milo que se sentaran, y al ver Camus, que Milo y Shura se sentaban, él hizo lo mismo.


-Buen baile Camus, bailas tan bien- le decía Saga a Camus mientras se sentaba al lado de él, -Si, supongo- responde el francés algo agitado, -He comprobado que bailas muy bien, con tanta coordinación y energía- expresaba el gemelo mientras acariciaba el brazo de Camus, el peli-azul suspiro con un gran disgusto y después dijo –Escucha Saga, no quisiera sonar grosero, pero me repugna que hagas eso, si acepté bailar contigo era para que te en contentaras un poco, pero solo fue un baile de amigos, es todo-, después, Saga bajó la mirada ligeramente, y Camus con un poco de arrepentimiento  le toca el hombro, -Ay, lo siento Saga, pero…-, entonces llega Mu, y lo jala de un brazo, -Tengo que irme- dice Camus ncon una expresión de alivio.


-¿Por qué hiciste eso?, te conozco muy bien y se que siempre te ha repugnado Saga-, Camus da un largo suspiro, y responde, -No lo se, sentí tanta ira y rabia en el fondo de mi ser, por verlos así a los dos, que…, no lo se, creo que decidí hacerlo, pero después me sentí horrible, tanto por la repugnancia de haberme dejado tocar por él, como de haberme enojado con Milo- , entonces el peli-azul comenzó a sollozar –No, no llores, todo está bien, mira, bebe esto y despreocúpate-,responde Mu y le da un vaso de sidra, después  al ver que Camus bebía desesperadamente, le retiró el vaso, -No quiero que te embriagues esta noche, por favor prométeme que no lo harás-,-No lo haré, te lo prometo- afirma Camus con un poco de fastidio.


Dohko avisó que ya era la hora de la cena, y Aldebarán fue el primero que se fue a la mesa;  poco a poco se fueron sentando todos  a la gran mesa que había en  el centro,  Afrodita sentado al lado de Death Mask, a cual ya había hecho enfurecer bastante, hasta parecía  haberse ya embriagado, y Camus, el pobre camus tomó uno de los asientos entre Mu y Shaka, y al empezar a tomar una comodidad en la mesa, Milo y Sura se sientan delante de él, lo cual arruinó hasta la cena de camus.


Del otro lado de la mesa, Death Mask lidiaba con la persistencia del sueco, -¿Quieres un poco de pan para tu crema?- No, no quiero nada, ya deja de molestar- respondía más y más irritado el italiano,-No tienes por que enojarte, has de tener calor con esa corbata, mejor te la quito- respondió Afrodita mientras acercaba su mano al pecho de DM ,-No me toques, déjame comer agusto, por favor, solo te pido que me dejes en paz-, Afrodita no pudo negarse a obedecer, a mirar la desesperación de DM en sus ojos, y por que predecía que estando tomado, no tardaría en hartarse lo suficiente para hacer el más grande de los problemas.


Mientras tanto, en donde Camus, también habían discusiones, -Por favor, come algo, cómete la sopa, no esta tan caliente, pero por favor come algo- le rogaba Mu al francés, -No tengo hambre, no quiero comer nada, ya deja de preocuparte por mí- reprochaba Camus, -Cam, por favor come algo, Mu solo quiere ayudarte, hazlo por él, hazlo por ti- decía Shaka quien apoyaba las ideas de Mu, -Ah- suspiro Camus, -Chicos, agradezco su apoyo y preocupación, pero estoy bien de veras, y no necesito nada, en serio-respondía Camus, mientras miraba con una mirada tierna hacia donde estaba Milo, el cual comía tiernamente con Shura, observaba  como a veces Milo le daba de comer en la boca al español, y como compartían el pavo y el pan, e imaginaba que Milo le daba de comer a él, entre sus fuertes brazos apoyaba su hombro, y ambos se miraran tiernamente, y entonces hacía su infantil berrinche de que si no le daba de comer, él no comería.


-¡Ay ya come!- gritó Mu a Camus, mientras acercaba la cuchara de sopa a su boca, -¡No! ¡No quiero nada!- exclamó Camus y luego aventó la cuchara al piso, -¡Provecho!-, exclamó Camus mientras  se levantaba de su silla y se retiraba, -¡Tú no te vas!, siéntate y cómete todo Camus- exclamó Mu con una euforia que nunca se le había visto, -Mu, yo…- dijo el pequeño peli-azul con una pequeñas lágrimas brotando de sus mejillas –Mu, déjalo ir, creo que necesita estar a solas- opinó Shaka, quien tocaba el brazo de Mu, el peli-rosa dio un suspiro, y luego soltó a Camus, el segundo salió corriendo hacia el balcón nuevamente.


Todos solo presenciaban la escena que se había librado en aquel momento, Mu continuó comiendo  sin mirar a los demás, Milo estuvo mirando un buen rato por donde de retiró Camus, -Amor, te veo algo pensativo, ¿en qué piensas?- le preguntó el hispano mientas acariciaba su pierna, -Ah, no en nada, solo en cosas del trabajo, no es nada cariño-, respondió el griego, cuya respuesta no convenció del todo a Shura.


Después sirvieron el postre, eran las frutas de temporada bañadas en almíbar, -Mmm, delicioso, lástima que no esté Camus aquí, es su favorito- exclamó Aioria, todos callaron un momento por el comentario imprudente del chico, pues, Camus era el único guardián al que todos lo estimaban y apreciaban, pues su dulce caridad, y su frialdad amigable, hacen que como casi todos no lo conozcan bien, no puedan decir nada sobre él, el silencio fue irrumpido     -Yo creo que alguien debería ir a hablar con él-, Mu estaba demasiado molesto como disculparse o dialogar, Milo estaba también un poco enojado por lo que había sucedido hace rato, pero desde hace tiempo que quería hablar con él, pero parecía que no era el momento, Shaka, estaba a punto de ofrecerse, sin embargo, Afrodita fue el que se ofreció primero.


Todos se habían impresionado, pues, nunca se había visto a Camus y a Afrodita como amigos, a pesar de la proximidad de las casas, sin embargo, parecía que Afrodita comprendía a Camus,                                       pues ambos vivían en el desamor y  la descomprensión.


 


Entonces, Afrodita se asomó por el balcón, y observó a Camus por un momento, -¿Puedo hablar contigo?- ,Camus se sorprendió al voltear y ver que estaba allí Afrodita, el guardián de la última casa, de todas las personas que conocía, nunca se imaginó que Afrodita era el que quería hablar con él, -Ah, claro, ¿qué pasa?- entonces respondió Camus, -Mas bien, ¿Qué te pasa a ti?- exclama Afrodita dejando desconcertado a Camus.


-Mira, se que no hablamos mucho, pero, aunque no lo creas, yo te comprendo, se lo que te pasa-, -No se de que me hablas-, exclama Camus deseando estar solo de nuevo, -Escucha, si es por lo que te dije, cuando lo de Hades, lo siento, pero fue porque estábamos en el inframundo sí, no tenía intenciones de lastimarte, lo siento-, -Esta bien, ¿de qué quieres hablar?-, -Pues de ti, y de lo que pasó-, Camus se incomodó un poco y continuó Afrodita –Dime solo una cosa, es por Shura o por Milo?- Camus mira a piscis con una murada tierna y a la vez de confusión, pero Afrodita le ve con tanta comprensión, después de un momento de silencio Camus al fin responde –Por Milo-, entonces suelta a llorar, Afrodita le ve con ternura y toma su mano, poniéndose él también triste –Yo sé lo que sientes, te comprendo, porque a mí me pasa igual con Death Mask  -Lo siento mucho- exclamó Camus  al último guardián con comprensión.


-¿De veras se nota mucho eso?- pregunta Camus, -No, yo lo noto porque te comprendo, pero no lo sé, yo creo que un poco, pero que me importa, yo no quiero ocultar lo mío con DM, solo quiero que él se dé cuenta de que yo lo amo, lo he amado desde siempre-, -Pero tú tienes oportunidad alguna, en cambio yo, yo no puedo estar con él, tengo que resignarme a perder a Milo, lo he perdido, no sé por cuanto, quizás… - suspiró Camus –Quizás para siempre-, y volvió a romper en llanto.


-Cam, ven-, ofreció Afrodita, -Sé como te sientes, pero llorar no resolverá nada-, opinó el sueco mientras tomaba la mano de Camus, -Lo sé, pero no puedo evitarlo, esto es tan fuerte, que hace vulnerable mi fortaleza de hielo, no sé si lo entiendas, no creo que tú sientas lo mismo que yo, yo te entiendo, pero tú a mí no-, Afrodita tan solo miraba el rostro lastimoso del francés, -Ay Cam, ojalá y te sintieras mejor-, -Afrodita, te voy a aconsejar algo , no te des por vencido, si realmente amas a Milo , lucha por conseguirlo, pero…-, -Ya sé a lo que te refieres, pero, yo no puedo alejarlo de Shura, no puedo quitarle la felicidad que siente con él, no puedo Afrodita, pero tu si puedes, inténtalo todo, haz que Deth Mask sea tuyo, sé feliz amigo-, -Ay Cam, eres un lindo,-, exclamó Afrodita tras oír el gran consejo de Camus, luego lo abrazó con mucha ternura, -Siento que quieres estar solo, ¿No es así Cam,? -,-Sí, te lo agradecería mucho-, -Bueno, entonces te dejo Camus, ¿No quisieras algo?-, -Ohm, un poco de alcohol no me caería mal-, -Pero… bueno cam, ahora te lo traigo-


Mientras tanto…


Mu se hallaba con Shaka en un sillón, -Me preocupa algo Camus- le dijo Shaka a Mu, -¿Por qué?, ¿Desde cuando te interesas por él?-,- Desde esta noche, sé que hablamos poco, pero, siento que tenemos mucho en común-,-Bah, haz lo que quieras, a mi, Camus ya no me importa más-, -No seas así, yo sé que aún lo quieres-, exclamó con toda seguridad Shaka, -Si bueno, pero, se comporta como un niño mimado, no siempre tendrá lo que quiere, sé que duele mucho, pero, ¿un año, y todavía no lo supera?-


Shaka suspiró por un momento,-Tenle paciencia, yo pienso que todo saldrá mejor después de esta noche-, -SI, pienso un tanto así-, concordó Mu.


Milo bailaba con Shura, entonces el español le dice a MIlo,-¿Qué tienes?, te noto muy desanimado, bueno, mas bien pensativo,-, ah no, no es nada-, -Dime, ya sabes que no me puedes ocultar nada-, el griego miró los ojos de su amado por un momento, después suspiró,    -Bueno, pienso que debería hablar con Camus, ¿Tú qué crees que debería hacer?-, Shura extrañó un poco las palabras de Milo, pues hace mucho que no mencionaba al francés, -Haz lo que tengas que hacer, bueno si, ¿era, bueno es tu mejor amigo no?, yo también he tenido un poco abandonado a Aioros-, -Gracias amor-, y le da un beso.


Mientras tanto, Camus tomaba de la botella de Vodka que le dio Afrodita, contemplaba la Luna, parecía que encontraba cierta similitud con él, ambos silenciosos, fríos y tristes.


-Camus-, expresó Milo hacia donde se encontraba él, para que se diese cuenta de que estaba él, lo cual alteró a Camus, se puso algo nervioso, y prescindía de lo que iba a suceder, -Nesecito hablar contigo, bueno si tu quieres-, -No, adelante, siéntate-, Milo se sentó un tanto cerca de Camus, -Bueno, he estado pensando…- se llevó la mano a la cabeza –Que estás enojado conmigo-, -No Milo, cómo crees, tu,- suspiró Camus –eres mi mejor amigo-, -Pero, últimamente te noto muy indiferente conmigo, ¿Qué hice?, ¿Qué no hice Camus?, ¡Hablame por favor!-


Camus miró dulcemente los ojos azules  de Milo, se tranquilizó más y luego continuó, -Ay Milo, no te preocupes tanto, tu y yo, siempre seremos amigos, de eso puedes estar seguro-, -Pero Camie, te noto muy triste, muy desolado, ¿qué tienes?-, -No, Milo, no tengo nada, solamente me siento un poco diferente, necesito pensar, necesito estar a solas-,-Bueno sí, pues, hemos estado un año separados, ya sabes, yo con Shura, y bueno, tu con Mu, sinceramente, tenía celos-, Camus rió, -¿Celos?, Ay Milo, tu no haz cambiado, siempre de celoso y prepotente-


Milo se notó muy serio esta vez, tomó la  mano de Camus –Camie, es en serio, no quiero que nuestra amistad se arruine-, el francés solo miraba a Milo, tierna y amorosamente, se sonrojó, -Milo, esta bién, pero, me gustaría que pasaras más tiempo conmigo-, -Entonces,¿ no me haz cambiado por Mu?-, -No Milo, no-,  -Ah, me alegra saber eso, ¿Y bien?...-, -¿Qué?-, -¿Qué te pasa?-,-No me pasa nada, en serio Milo, -Bah, por favor, bailaste con Saga, hasta donde yo se, Saga te desagrada-, -Pero Milo, no…-,- Pero nada, ándale, cuéntame, algo te pasa, algo te  ocurre, confía en mí, yo te puedo ayudar amigo-, Camus sentía que debía decírselo, quizá, había perdido el juicio por los efectos del alcohol, o quizás, sabía lo que hacía, sentía como si su corazón saliese de su pecho, sentía como las manos de aquel hombre de sus sueños, tocaban las suyas, sentía el intenso amor que lo embargaba en ese momento y lo hacía olvidar toda aquella tristeza de todo un año anterior, entonces con su más grande emoción, miró a Milo con sus ojos soñadores, acarició su mano y dijo -Milo, yo…-, entonces, lo interrumpieron una vez más.


Esta vez era Shura, quién se asomó , -Amor, tienes que…- , entonces, vio que el francés y su Milo se tomaban las manos, Milo se apartó, -Qué, ¿qué pasa?- preguntó Milo –Ah si, este, tienes que ver esto-, y entró Milo a la sala, no antes de que hubiera un intercambio de miradas de rivalidad entre Shura y Camus.


En la sala se encontraban todos, y con ellos Shion y Saori quienes acababan de llegar, -Shura y Milo, les tenemos una pequeña sorpresa- exclamó Shion, en eso, entra Camus, con algo de intriga por saber lo que sucedía, pero, muy molesto por la interrupción de Shura.


-He decidido, regalarles unos días de descanso a ustedes dos- continuó Saori, -Ustedes dos, tendrán unas merecidas vacaciones románticas en París- continuó Shion; la alegría que ambos sentían podía verse en el aire, al oír ambos las palabras de Shión y Saori, sus corazones brotaron de felicidad, y para demostrarlo, ambos se abrazaron y se besaron con tanta pasión y cariño.


Pero Camus, Camus sintió como si hubiese muerto, creía que estar muerto sería mejor que esto, tan solo al terminar de oír las palabras de Shión, salió de nuevo al balcón, ahora, con el corazón más destrozado que nunca, solo sostenía su mano en el pecho y comenzó a beber como nunca de su botella de vodka.


El pobre Camus ya no podía sentir nada peor, su Milo pasaría unas grandes vacaciones románticas, lejos de él, divirtiéndose con Shura, pero eso no era lo peor, estarían en Francia, su lugar de origen, el cual no visitaba desde los 5 años, Milo y Shura estarán paseándose por las calles donde creció; cómo hubiera querido él estar allí, con su querido Milo, en sus orígenes, paseando y recordando junto con él, pero eso nunca le correspondió.


-Pobre Camie, ha de estar con el corazón deshecho por esa noticia-, comentó Shaka, -Si, tienes razón… Uf- , suspiró Mu, -Creo que debería hablar con él- entonces, se levantó y se dirigió al balcón donde creía que estaría, pero el peli-azul no estaba allí.


Luego por buscar por toda la casa, Mu no encontró a Camus , -Shaka, no encuentro a Camus- exclamó Mu con preocupación al rubio, -Busquémoslo afuera-, sugirió Shaka, entonces se dirigieron a la puerta con excusa de que iban por más vino, con fin de no preocupar a Milo, al llegar a la puerta, Saga los detuvo, quien al parecer había oído lo que le dijo Mu a Shaka            –Esperen, voy con ustedes-, -No creo que sea lo más conveniente- sugirió Mu, -Déjenme ir, a mí también me preocupa Camus- rogó el griego, al ver que era sincero, lo dejaron ir, al igual que a Afrodita, quien también se enteró de la ausencia de Camus.


Mu y Saga se dirigieron a Acuario, mientras que Shaka y Afrodita fueron a Escorpio, ninguno de los cuatro tuvieron suerte en encontrarlo en su primer intento, así que siguieron buscando, hasta que Mu logró ver  la silueta del francés en la casa de Piscis, se aproximaron hacia él.


Se encontraba sentado, en el jardín de Afrodita, el cual estaba repleto de rosas, Camus sostenía una de ellas, -¡Camus!- irrumpió Mu, -Ah, hola Mu- respondió el peli-azul en cierto tono particular, -¡Estas ebrio!- exclamó Mu, -Ah- suspiró Camus, -¿Recuerdas, cuando Milo, me regaló esta rosa- dijo el francés con mucha ilusión, -Eso nunca pasó Camus- le respondió Saga, -¡Camus, es suficiente!, vamos a casa, nunca debí dejarte solo con ese maldito Vodka- exclamó Mu con mucha severidad, y lo jaló del brazo, pero este se opuso, -Yo me encargo- dijo Saga, y cargo al pequeño entre sus brazos, -Oye, ¡Suéltame!, exclamó Camus, pero, ninguno hizo caso a su petición, entonces,  caminaron hacia la casa de Acuario, Camus golpeaba y pataleaba como un niño pequeño, pero Saga sólo lo cargaba a la fuerza.


Shaka y Afrodita regresaron a la fiesta, a informar sobre el estado de Camus, y bueno, a disculparse por la actitud que había tomado durante toda la fiesta.


Mu regresó a su templo, pues, había tenido un día bastante agitado y necesitaba descansar un poco, pensar sobre muchas cosas, también, sentía una pequeña conmoción respecto a Shaka, pues, a pesar de que fue su ex, seguía sintiendo algo por él.


En cuanto a Camus, Saga se encargó de él, pero, a pesar del deseo del griego por Camus, no abusó de él, al contrario, lo acostó en su cama, lo cubría con mucha ternura, y miraba como dormía, -Ay Camus, ojalá supieras cuanto te quiero, ¿Por qué no me quisiste?, ¿Por qué sigues ilusionado con el idiota de Milo?. – ¡Te amo Camus!-, exclamaba Saga, mientas pasaba su mano por el cabello azulado del francés y contemplaba cómo dormitaba el chico de sus sueños.


La fiesta prosiguió a su paso normal, sin embargo, pasaron cosas que se revelarían a la mañana siguiente, y Milo, siguió más que preocupado, intrigado por Camus, su actitud tan diferente y sobre todo, la conversación que nunca pudo terminar; ¿Qué había pasado si lo hubiera revelado todo?


 CONTINUARÁ…          


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