Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Revelando viejas heridas por Shi Uchiha

[Reviews - 4]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

 

Los personajes no son propiedad de mi propiedad, le pertenecen a Masashi Kishimoto

Notas del capitulo:

Aquí les traigo un fic, no es el primero que escribo, pero si el primero que subo aquí. La verdad no me considero una buena escritora, pero espero poder hacerles grata esta lectura.

Los personajes son propiedad de mi propiedad, le pertenecen a Masashi Kishimoto

Primer capítulo: “Pureza, misterio y delicadeza”

 

— Kakashi-sensei no hay nada aquí —Notificó la chica del grupo.

 

— Tampoco veo nada aquí —Aportó un azabache.

 

— ¿Y tú Naruto? —Ya que su alumno cabeza hueca era el único que no había respondido acerca de su punto de vista. Pasaron unos minutos y nada.

 

— ¿Naruto? —Preguntaron al unísono sus compañeros.

 

— ¡Sasuke, Sakura, vayan deprisa a donde se encuentra Naruto! —Ordeno deprisa a sus pupilos.

 

Apenas termino de hablar los dos jóvenes ninjas salieron corriendo en la dirección que debía estar su hiperactivo camarada. Obviamente el mayor del equipo también salió en la misma dirección, dividiendo su  pensamiento entre un "Por fin le encontramos, ahora debemos actuar con calma para no perder la oportunidad" y un "¿Por qué Naruto le había encontrado?, Rayos debía apurarme". Aunque sabía que sus otros dos alumnos llegarían primero que él, por la ubicación. Ahora mismo se arrepentía de haber hecho así la formación: Naruto a unos escasos metros de un cerro, Sasuke a unos 8 kilómetros del rubio, Sakura 18 kilómetros hacía el lado, y yo  a unos 30 kilómetros entre la posición de ambos.

 

Como era de esperarse el Uchiha llego primero a donde sabía que debía estar el chico con cara de zorro, miró por todos lados y no vio nada, busco por los alrededores y igual, nada, comenzó a frustrarse.

 

— ¿Qué demonios....? —Estaba desorientado, ¿Se había desviado del camino?, no era posible, él no tenía mala orientación, ¿Entonces? Pensó bien por unos segundos, ¡El estupido de Naruto seguramente había subido a los cerros y no podía oírnos desde allí! Esa conclusión lo hizo animarse un poco, no quería pensar en que algo malo le había pasado a ese testarudo. Aunque pelearan siempre, eran amigos; después de todo ¿cómo no querer a ese imbécil?. Sonrió de lado, ya estaba en la sima del cerro. Miró los alrededores y nada; no quiso desanimarse así que miro cuesta abajo del lado contrario de donde venia.

 

— ¿Qué?, ¿Dónde se metieron todos? —Reviso con la vista el sector, y no vio ni se percato de nada, se sintió extraña, algo le decía que esto tenía mala espina, temía por sus compañeros, ya que daba por obviado que Sasuke había llegado antes que ella, por estar más cerca y ser más rápido. — Espero que estén bien... —Susurro, como si lo hubiese pensado en voz baja.

 

Se quede ahí esperando a su profesor, la verdad no se sentía apta para ir sola,  además ¿a dónde iría? no tenía idea, pues no divisaba a nadie.

 

No pasó mucho rato para que llegase el de plateados cabellos, miro a la chica y esta negó con la cabeza en señal de que no estaban por ahí. Cerró los ojos unos instantes y le indico el cerro, los dos se miraron y asintieron, para luego salir deprisa hacía esa dirección.

 

El choque de los kunais saco pequeñas chispas, el aire era tenso, no solo por que había desventaja, sino porque estaba perdiendo tiempo que necesitaba para su misión. Intento zafarse un poco de esa situación, pero le fue imposible a pesar de los kagebushin (Clones de sombra).  Sí, eran solo tres, pero debía admitir que eran buenos... ¡Pero no debía rendirse! Si quería ser el futuro Hokage de Konoha debía poder con esto ¿no? .Auto animándose, apretó más fuerte el kunai y continuó defendiéndose y atacando.

 

Unos ojos negros contemplaron la escena, no podía negar que ese tonto de verdad tenía agallas.

 

 Ideó algo rápido para ayudarle. De un momento a otro estaban dándose las espaldas.— ¿Estás bien, Naruto? —Preguntó a modo de saludo preocupado.

 

— Sí —Respondió al instante, le alegraba verlo ahí, pero por que rayos siempre tenia que sonar tan...¿arrogante?, no lo sabía, pero le recordó cuando de viaje al país de la Ola, lo llamó gatito asustado.— Hay que ver como salir de esta —.

 

— ¿Tienes miedo? —Indagó el de cabello azabache.

 

— Cállate teme —Fue su respuesta.

 

 No dijeron nada más, solo pelearon contra los que se les acercaban, procurando no separarse mucho. Más bien tratando de que sus espaldas no perdieran el contacto, así se aseguraban de que el otro estuviera bien, o por lo menos en pie.

 

Ya estaba, habían llegado a la punta del cerro. El jounin notó casi al instante donde estaban los otros dos shinobis de Konoha.

 

— Sakura, mira —Dijo señalando el lugar. Esta de inmediato miró hacia donde le indicaron, quiso bajar corriendo ayudarles pero su maestro le detuvo— Cálmate —.

 

— ¡Pero sensei! Hay que ayudarles —Casi grito la de ojos jade.

 

— Recuerda que este es el enemigo, debemos ser cuidadosos y prudentes —Explicó tratando de sonar tranquilo, pero era evidente que estaba tanto o más preocupado que su una alumna.

 

La chica solo hizo gesto de disgusto y miro de nuevo al enemigo maldiciéndolo, si algo le llegaba a pasar a Sasuke lo lamentarían…y bueno si lastiman a Naruto también. Apretó con una de sus manos la parte inferior de su vestido, y volví la mirada hacía el adulto— ¿Entonces qué hacemos? —.

 

— Planear algo rápido —Respondió seco, mirando la batalla.

 

— Oigan mocosos ¿De verdad creen que pueden ganarnos? —Se bufó uno de sus atacantes. Parecía una sombra, pues estaba vestido completamente de negro y solo dejaba a la vista sus ojos, eran de un color café miel.

 

— No lo creemos. Lo haremos —Respondieron seguros unos ojos azabaches.

.

— Ah, mira que serás bocón, azabachito— Gruñó otro de los presentes. Al Uchiha le hirvió la sangre,  ¿azabachito? ¿Quién carajo se creía ese tipo para llamarlo así?

 — Mira, ahora se queda callado, a que solo es un niñato —.

 

— ¡Cállate bastardo! —Sí, estaba molesto, no soportaba ser tratado así ¿Acaso no sabían que él era Uchiha Sasuke?. Si no lo sabían, ahora se enterarían de con quien se metían. — Naruto, basta de juegos, acabemos con esto —Ordenó más que otra cosa, a su compañero.

 

— Hasta que lo dices —Sonrío, de alguna forma agradecía que el otro tipo lo hubiese llamado así, además le pareció gracioso.

 

El Uzumaki volvió a usar su técnica de clones de sombra pero esta vez forma algo pareció a un escudo con ellos, Él y su camarada estaban en el centro de los clones donde ambos de miraron y sonrieron; algo planeaban, y los malos estaban apunto de descubrirlo.

 

— ¡Qué molestos son! —Exclamó el bromista de hace rato. Al parecer era el segundo al mando, ya que él y de ojos color miel eran los únicos que habían hablado de momento.

 

— Déjate de tonterías Sen —Hablo algo fastidiado— Tem, Sen, vamos a por ellos —Hizo unos gestos con las manos y se acercaron para comenzar a destruir los clones del rubio.

 

Los clones peleaban a diestra y siniestra, desapareciendo y haciendo pequeños cortes a los de negro. Estaban concentrados en ello y de pronto sintieron que sus brazos perdían movilidad. Los clones aprovecharon y se lanzaron sobre ellos, cuatro kunais fueron lanzados desde los árboles.

 

— ¿Pero cómo...? —El llamado Sen, no dijo más, pues vio como el azabache sonreía de medio lado desde la rama de uno de los árboles de donde salió el kunai.

 

— El juego termino —Dijo triunfante el de shorts blancos.

 

Estaban molestos, ¿un mocoso le había ganado?. De un solo salto lo vio llegar al suelo, y lo mismo hicieron tres personas más: el rubio que ya habían visto, una chica con algo como vestido rojo y otro más alto, seguramente un adulto con casi toda la cara tapada con una mascara. 

 

— ¿Qué hicieron pequeños demonios? —Interrogó el que hasta el momento, era el más hablador.

 

— La función de los clones era propinarles cortadas —Aclaró el de la mascara.

 

— Con los kunais que posteriormente envenené —Prosiguió la niña.

 

— Uno de los clones tomó mi forma —Señalándose a si mismo— y se escondió en el centro con otro que tenía la forma de mi compañero —Ahora señalando al risueño chico — así no notarían que nosotros nos habíamos escondido tras esos árboles —Explicó el chico serio.

 

— Esperamos hasta que sintieran pesados sus brazos para lanzar los kunais con finos, pero resistentes hilos —Finalizó con una amplia sonrisa el de naranjo.

 

— Bravo —Se escucho y los 7 presentes comenzaron a buscar de donde venia, aún que los tres inmovilizados sabían de quien era esa voz. Kit, era el nombre de la persona que había aplaudido junto con un “bravo” muy animado.— No pude ver en que minuto llegaste con esa niña, ni en que momento esos dos planearon todo esto. —De un momento a otro apareció un hombre de unos 40 años, con el cabello rojizo hasta los hombros, y unos desafiantes ojos jade. — Bravo, bravo, simplemente brillantes, digno del equipo del ninja copia. —Se paró junto a Sakura y le tomo con un dedo la barbilla — Pero mira ¡Qué lindos ojos! Que color jade tan bello, son casi iguales a los míos —Ella estaba temblando, ni siquiera vio cuando él se movió para llegar esta donde estaba. Ese hombre le inspiraba terror, sus ojos, a pesar de tener un color hermoso, reflejaban el infierno.  

 

— ¡Oye, tú! —Naruto estaba furioso ¿¡Cómo se atrevía a tocar a Sakura!?— Quita tus manos de ella —Le dedicó una mirada cargada de odio.

 

— ¡Oh! Bueno, lo siento si te incomode, es solo que no pude resistirme a esos ojos jade —Les observó con cautela y sonrió de una forma poco sana. Los tres niños tuvieron un escalofrío; la pequeña dio un paso hacia atrás y aún que los otros dos también querían hacerlo, no debían quedar como cobardes frente al enemigo.— Tan puros y bondadosos como el claro cielo azul. Tan misteriosos como las penumbras de la noche. Y tan preciosos como la más delicada esmeralda. —En sus ojos se reflejaron las miradas desconcertadas de los presentes.

 

— ¿Qué rayos estás diciendo? —Preguntó osadamente, quien en sus mejillas tenía tres marquitas en cada una. 

 

— Que tiene los ojos más bellos del mundo… Me hipnotizan, podría mirarlos por siempre —Se dio la media vuelta y comenzó a caminar.

 

— Eres un enfermo —Dijo Sasuke sin contenerse. Le estaba cabreando ese tipo.

 

— ¿Por qué?. Solo estoy admirando la belleza que entrega la naturaleza —Caminaba a paso lento, casi con pereza, pero sus pasos se veían tan livianos.

 

— Seas lo que seas, ya me estoy hartando de ti —Tomo un kunai entre sus manos.

 

— Lo mismo digo. —

 

— Kakashi-sensei… — Susurro una voz femenina, pero no recibió respuesta y miro disimuladamente hacia atrás y fue cuando se asustó. Nada, no había nada. ¿Dónde estaba el sensei?— ¡Kakashi-sensei no está! —Gritó la joven, para alertar a sus compañeros que apenas y reaccionaron ya que el sujeto se supo de nuevo tras la de cabello rosa.

 

— ¡Oh qué pena!, lástima que la joven dama de ojos jade lo notó. Yo quería observar un poco más esos ojos tan irresistiblemente lindos. —Empujo a la indefensa Haruno de tal manera que quedo entre sus camaradas, los que le sujetaron uno de cada lado para evitar que cayese.— Espero volver a ver esos ojos tan puros, esos tan misterioso y por supuesto los delicados ojos jade que posees tú niña.—Volvió a sonreír de forma tétrica y desapareció tal como había llegado, dejando a unos shinobis totalmente desorientados.

 

— Debemos buscar a Kakashi —Fue lo que atinó a decir el chico de polera azulina. Los demás afirmaron con la cabeza, sin saber muy bien aún que rayos había pasado. 

 

Miraron a donde tenían atados a los “enemigos”, ya no estaban. Los tres hicieron una mueca de fastidio. Tenían que buscar a alguien, acordaron encontrarse ahí mismo, y salvar si algo encontraban, ya que los radios no funcionaban. Estaban por separarse cuando una luz los cegó.

 

La explosión se oyó a lo lejos, el suelo se estremeció, los animales salieron corriendo asustados. Los conjuntos de tierra sobresalientes del suelo, detuvieron gran parte del daño que causo tal estruendo.

 

— ¡Naruto, Sasuke, Sakura! —Gritó desesperado mientras su único ojo destapado los buscaba por todos lados.

 

Se sentía horrible, tanto física como emocionalmente. No sentía del todo sus piernas, sino fuese porque sentía el punzante dolor, hubiera pensado que ya no las tenía. La impotencia lo invadía, sus alumnos eran gennis aún, por mucho que sean: el portador del Kyubi, el chico que sobrevivió la masacre Uchiha y una kunoichi muy inteligente. Pero eran unos niños, a pesar de que el rubio portaba el bijuu más poderoso de los 9 que se conocían, no sabía controlarlo; Aunque el más pequeño de los Uchiha haya sobrevivido a esa masacre, aún no sabía usar la técnica de línea sucesora de su clan; Y por muy inteligente que fuera la Haruno, en combate dejaba mucho que desear. A pesar de todo lo que dijo primero de ellos, debía aceptarlo, el equipo 7 no esta preparado para una misión rango A… ¿Qué pasaría si no los encuentra? ó ¿si moría ahí?; ¿y si ellos habían muerto?. La cabeza le comenzó a dar vueltas, las preguntas lo mareaban pero el humo era el mayor responsable. Su ojo se quería cerrar, el humo le molestaba, pero debía tenerlos abiertos por si divisaba a los tres pequeños. Miró por última vez, lo que su único ojo lloroso por las nubes de humo, le deja ver, y todo se volvió negro.

Notas finales:

¿Qué habra pasado...?

Bueno ahí les dejo ^^

Ojala les haga gustado y sigan leyendo.

Se despide: Shi Uchiha


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).