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Batman vs Superman por Wolfram Von Bielefeld

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Notas del capitulo:

se que hay por ahi dos lindas niñas que aun leen mis desvarios, ¿pero son las unicas? se que actualizo cada mil años pero no sean orgullosas ni malas y dejenme un comentario. 

Atte: Ciel Phantomhive

 

Capitulo 18 Reencuentro.  

 

Lex Luthor se dejo caer en su silla giratoria sin dejar de mal mirar al payaso de Gotham que como desquiciado probaba uno tras otro los costosos vinos de su bar sin molestarse siquiera en servirse en un vaso.

 

—Ignorante. — Rumio molesto. Eran una excelente combinación, pero la personalidad del Joker dejaba mucho que desear. —Podrías quedarte quieto de una maldita vez.

 

—Vamos no te enojes calvito, solo estoy divirtiéndome. —Dijo tranquilamente, caminando todo pando hasta el escritorio para ocupar la silla frente a su anfitrión. —Mira cocoliso, tú y yo sabemos que estamos en el mejor momento, tú di cuando y te juro que la JLA dejara de existir.

 

—Quiero a Batman, ese murciélago escapo llevándose mi mejor… nuestro mejor descubrimiento.

 

—Me temo que eso será casi imposible, seguramente Batsy ya sabe lo que le hicimos y créeme, él encontrara la forma de sacarle partido, es mejor dejar eso por la paz, pudo haber funcionado si Superestupido no se hubiera entrometido.

 

—Pues piensa en algo, quiero al murciélago.

 

—¿Adivina qué? Yo también lo quiero, y más desesperadamente que tu, fíjate que desde hace un año que sueño con…

 

—No quiero saber tus frustraciones sexuales. Ponle una máscara  cualquiera de tus estúpidos lacayos y follatelo tan sádicamente como te plazca, cualquier cosa para que te concentres en nuestra prioridad.

 

El payaso torció el gesto, luego tan dignamente como su apariencia se lo permitió se levanto para marcharse, su sonrisa se amplio y su caminar se relajo apenas cerrar detrás de si la puerta del despacho de Luthor

 

Batman era suyo, suyo y de nadie más y con esa misma obstinación sabia que sin importar a quien le colocara una máscara nadie lograría saciarlo sino era el original, y por supuesto que tenia bases para afirmarlo, la prueba era los muchos cuerpos de hombres jóvenes que se apilaban debajo de su guarida.

 

—Solo a él, lo necesito solo a él, a mi Batsy. —Su sonrisa volvió igual o más demente que antes para decir. — Además Lex para tu información se en donde está. Upsss, se me olvido decírselo. Que lastima. —Se carcajeo.

 

******************************************************

Bruce miro el cielo despejado, amaba los lugares altos. El viento golpeando suavemente su rostro le daba la sensación de que quizás algún día podría volar.

 

Un jadeo ahogado escapo de su garganta cuando sus pies perdieron el suelo y comenzó a elevarse. No fue consciente de los brazos que le rodeaban sino hasta segundos después cuando la vista de Gotham se extendía bajo sus pies.

 

Bruce miro en derredor, era maravilloso, la altura le producía en el estomago un cosquilleo agradable mientras que su vista se deleitaba con aquella vista privilegiada y el viento lo golpeaba con mayor fuerza haciéndolo estremecer de deleite.

 

—Solo dime a donde quieres ir, dime lo que más deseas y te lo daré. —Bruce borro la sonrisa que tenia, esa voz era de aquel hombre. Bajo la cabeza y apretó los ojos temeroso de la ira de Superman.

 

—¿Qué piensas hacer conmigo? —Pregunto tímido.

 

—Nada.

 

—No estás molesto por…

 

—En realidad más que molesto me dejaste frustrado.

 

Clark sintió mariposas en el estómago cuando la risa juvenil e inocente de Bruce Wayne le lleno los oídos. Su Bruce era tan puro que incluso aun cuando su ser vivía entre tinieblas él aún conservaba un alma blanca.

 

—Ahora te ríes. Te burlas de mí, pues entonces te enseñare que con Superman no se juega. —Declaro intentando sonar serio y molesto sin lograrlo en lo más mínimo

 

Bruce tuvo dos escasos segundos para reaccionar y soltar un grito antes de sentir su cuerpo salir disparado hacia arriba y luego a la gravedad tirando de él, por instinto extendió los brazos y las piernas para aminorar la velocidad, una mano grande y fuerte tomo la suya para jalarlo de nuevo hacia arriba, Bruce volvió a emitir un gritito de emoción, era como estar en una montaña rusa y muy por el contrario de lo que muchos experimentarían él sentía un gran deleite.

 

Superman vio el rostro de Batman, seguramente Bruce extrañaba esas caída libres de los edificios, el andar cual trapecista, la libertad de un movimiento silencioso y vertiginoso.

 

—Sujétate fuerte. — Fue la indicación que le dio antes de lanzarse en picada.

 

Bruce miro todo con expectación y cuando sintió que se hundirían en el mar el hombre de acero cambio de dirección, ahora de forma horizontal el joven Wayne podía dejar las yemas de sus dedos rozar el océano de una manera en que jamás imagino.

 

—Llévame al cielo, llévame lejos de todo, de todos, quiero dejar de lado quien soy y lo que soy, quiero solo por instante olvidar y ser libre. —Murmuro Bruce.

 

Clark asintió y comenzó a elevarse de nuevo, ese tono tan bajo que en medio de aquella velocidad pasaría inadvertida por cualquiera él la escucho perfectamente y cada palabra se tatuó en su corazón, porque ese era el anhelo real de Bruce Wayne, del hombre que para todos había desaparecido y que él deseaba tan desesperadamente que regresara.

 

Un gemido angustiado escapo de la garganta de Bruce cuando  su cuerpo perdió apoyo, un humo denso lo envolvía asfixiándolo sin saber que los golpeo pues esa misma fuerza lo propulso varios metros lejos de Superman sin darle oportunidad de ver a su atacante, intento no entrar en pánico, sus manos buscaban aferrarse a cualquier cosa para impedir su colisión contra el agua, debía pensar fríamente o de lo contrario la sola caída lo dejaría inconsciente y se ahogaría.

 

—Bruce. —Escucho decir antes de que un par de brazos fuertes lo envolvieran protectoramente.

 

Clark sentía la espalda quemándole y el tibio liquido empapando la capa de por si roja, pero sonreía, sonreía porque había logrado proteger a Bruce, primero arrojándolo unos segundos antes de la explosión  para luego volver a atraparlo antes de que se estrellara contra el océano. Con él entre sus brazos que importaba el daño recibido.

 

Bruce miro al hombre de acero que con gesto cariñoso lo observa e intentaba llegar a tierra.

 

Clark aterrizo en la azotea del primer edifico que encontró a su paso, dejándose caer apenas colocar delicadamente al pequeño millonario a salvo. Ahí estaba Bruce mirándolo con gesto preocupado mientras sus manos temblaban ligeramente y su corazón bombeaba con fuerza, que alegría era para Clark poder contemplarlo de aquella forma, con esos preciosos ojos de un azul imposible completamente clavados en él.

 

Bruce cayó de rodillas observando atónito la espalda acribilladla de Superman, toda la espalda la tenia mal herida por varios trozos de piedra verde que parecían incrustarse más a cada instante y él no sabía qué hacer ¿cómo actuar?

 

Una risa macabra le lleno los oídos con tan espelúznate sensación que Bruce se encogió tembloroso junto al cuerpo del héroe caído. ¿Qué estaba pasando? ¿Por qué sentía tanto miedo?

 

—Supertonto. —Otra carcajada acompaño al llamado mientras un helicóptero aparecía en escena. —Vamos Superbobo, ¿no me digas que eso es todo lo que tienes? Por eso siempre he dicho que Batsy es mucho más divertido. —De un salto ya estaba junto a ellos.

 

—Joker. —Alcanzo a murmuran Superman deseando ocultar a Bruce y sin lograr moverse siquiera.

 

—Superestupido, necesito un favor, sabes hace unos días tu te llevaste a Batsy y pues… como decirlo… ¡Ah! Si. Quiero que me lo regreses. —Gruño irritado apuntando de con una bazuca al héroe de Metropolis. —Creo que ya comprobaste que mi lindo juguetito nuevo dispara mini balas de Kriptonita. No son grandes ni muy poderosas pero sirven. Un disparo más y adiós Superinutil.

 

—No. —Exclamo Bruce colocándose sobre Superman como si con aquella acción pudiera protegerlo. —No le hagas daño.

 

—¿Y este jovencito? —El Joker lo miro detenidamente le recordaba a alguien. Se encogió de hombros restándole importancia, después de todo no era a quien buscaba. —¡No sabía que te gustaran tan jóvenes!, y luego dicen que el demente depravado, desviado sexual es uno. En fin, no es de mi incumbencia a quien le des por el trasero, a menos que sea a Batsy. ¿No lo has tocado verdad? —Pregunto desconfiado observándolo con mirada filosa.

 

Clark sonrió ladino, sintiéndose superior a pesar de su estado, no respondería, si el payaso era inteligente que interpretara su silencio.

 

—Eres un maldito. —Grito cual fiera herida. —Voy a disfrutar tanto liquidándote. —Y sin más volvió a disparar.

 

La explosión lleno el ambiente con aplastante zumbido y Bruce apretó los ojos aferrándose a Superman, moriría de eso no había duda y sin embargo algo dentro de él se negaba a moverse, y ese mismo algo vibraba de solo sentirse tan cerca de ese hombre. ¿Qué era eso que hacia latir su corazón tan desenfrenadamente? ¿Por qué esa sensación era tan diferente a la que experimentaba con Jasón? ¿Qué clase se sentimiento lo ataba a Clark Kent?

 

Un gruñido gutural se escucho antes de lo que parecía ser el berrinche del payaso, con total descontrol lanzo lejos el arma golpeando con el pie derecho el suelo cual niño pequeño.

 

—No es justo, no es justo. —Grito indignado apuntando con su dedo corazón hacia el cielo en forma obscena. —Eres un maldito entrometido Capitán papanatas. Lárgate y déjame jugar a gusto con idiotaman.

 

Billy miro al payaso y luego a Superman, lo había seguido con único propósito de saber de Bruce, nunca espero encontrarse con que aquella escena en donde el hombre de acero parecía casi patético ante el endemoniado payaso. Estuvo a un palmo de dar media vuelta e irse, dejándolo a merced de aquel demente y lo hubiera hecho, porque se trataba de Superman y seguro que tenia métodos y recursos suficientes para lidiar con aquel psicópata y fue ahí que lo vio, aquel joven tan endeble que con mirada firme desafiaba al villano.

 

Su cuerpo se estremeció de deleite ante aquellos ojos de un azul imposible que demostraban entereza, valor y temple. Y su voz, ¡Dios! Su voz era como la del mismo ángel de la justicia, firme, varonil, suave y sensual al oído.

 

Vi al Joker apuntar y al chico interponerse en medio del arma y el héroe de Metrópolis, no lo pensó mas, salió disparado a interponerse entre el inminente peligro.

 

Ahora simplemente se contento en golpear un poco a ese horrible hombre para desmayado llevarlo al departamento de policía de Gotham, ellos sabrían lidiar con ese loco.

 

Miro sobre su hombro el joven lo contemplaba con asombro pero sin soltar a Superman.

 

Capitán Marvel entrecerró los ojos, ese maldito alienígena tendía a arrebatarle todo lo que él anhelaba, primero a Bruce y ahora…

 

—El está muy mal herido, debemos…

 

Billy chasqueo la legua, él no pensaba ayudar a ese creído, o al menos intento convencerse de ello hasta que dos lindos ojos se encontraron con los suyos en una súplica muda.  Dio un suspiro derrotado solo para cargar cual saco de patatas a Superman. ¿Ahora la cuestión era a donde llevarlo? Un hospital normal no tendría las herramientas para…

 

—Sígueme.

 

Capitán Marvel sintió un escalofrió recorrerle ante aquella orden tan firme. El joven que hasta ese momento creyó un humano común levitaba a solo unos palmos del techo y el color azul eléctrico de sus ojos había sido remplazado por un rojo oscuro casi borgoña. El chico le sonrió de forma burlona al tiempo en que tomaba más altura.

 

—Date prisa. —Volvió a ordenar mientras volaba libremente hacia un lugar incierto para el otro héroe.

 

—Ponlo en la mesa. —Dijo el joven apenas atravesar la gran cascada que ocultaba a la Batcueva y con maestría comenzar a extraer de varios lugares instrumentos de cirugía que sin pensarlo se dispuso a utilizar sobre Superman.

 

Billy se quedo helado, esto debía ser una mala broma o incluso una pesadilla. Ese joven no podía ser Batman, no podía ser su Bruce, sin embargo, los hechos hablaban por sí mismos, porque no existía otro ser sobre la tierra, apostaría su vida a ello, que tuviera entre sus pertenencia un bisturí hecho de Kriptonita y que además conociera la ubicación de la guarida del murciélago de Gotham.

 

Y el ahí estaba, mirando, parado cual estatua solo observando mientras Batman trabajaba arduamente para salvar a Superman.  La distancia entre ellos era enorme. Billy sentía tanta impotencia, él, el gran Capitán Marvel se sentía pequeño ante el desempeño de Bruce porque aun sin poderes la Liga dependía de Batman en más de una forma. Bajo la cabeza mirando el piso completamente encerrado en sus pensamientos, tanta magia recorría sus venas, tanto poder y no era capaz ni de rozar con la yema de sus dedos la grandeza de Batman.

 

Una a una las balas fueron extraídas con rapidez y eficacia tanto así que los músculos mal trechos del hombre de acero comenzaban a sanar. Era inaudito pensar que alguien además de Bruce podría hacer ese trabajo de forma tan eficiente. Por lo tanto era mejor aceptar que de alguna forma Bruce logro rejuvenecer.

 

—Si vas a reclamar es mejor que lo hagas ahora. —La voz pareció un martillo que lo arranco de golpe de su enclaustramiento mental. Lo observo de arriba abajo, Bruce se encontraba sentado con las piernas cruzadas sobre la mesa de análisis balístico muy cerca de Superman pero mirándolo a él. Lucia tan arrebatadoramente sexy que Billy casi dejo de respirar, sin importar nada Bruce Wayne era y siempre seria su ideal, su ser prefecto y lo amaría hasta el final. Por eso.

 

—Shazam —Dijo casi en susurro y perdió su transformación.

 

Bruce levanto las cejas con escepticismo dibujando una sonrisa torcida en sus perfectos labios.

 

—Bruce. ¿Qué es lo que ha sucedido? — Cuestiono con un poco de más confianza ahora que estaban en igualdad de condiciones, ambos jóvenes se miraron, uno intentando no temblar de ansiedad ante lo que podría significar esa nueva apariencia. ¡Diantres! Si hasta comenzaba a fantasear con el hecho de poder levantarlo de la cintura y dar un par de vueltas con él en brazos como un par de estúpidos enamorados, porque Bruce parecía tener un par de centímetros en desventaja además de la obvia perdida de musculatura. Aunque ¿ahora podía volar? ¿Qué más poderes escondía ese diminuto cuerpecito?

 

—¡Oh! Billy, no es relevante mi cambio físico, lo que si me gustaría que me dijeras es…  ¿Por qué me estabas buscando?

 

Capitán Marvel tembló en su lugar, esa mirada felina lo desarmaba por completo era como si aquellos iris pudieran ver a través de él, leer cada pensamiento por muy recóndito que fuera.

 

—Yo…

 

Un gemido lastimero interrumpió cualquier cosa que estuviera por alegar, Clark comenzaba a despertarse. —Bruce. —Llamo con urgencia intentando abrir los ojos sin conseguirlo.

 

El joven que ahora era Batman sonrió condescendiente para sin esfuerzo estirar su mano y tomar la del hombre de acero y hacerle saber que estaba ahí, a su lado.

 

—Yo te amo. —Grito Billy ante la desesperación que sintió por el gesto del millonario. —Te amo más que a cualquier persona en este mundo. Por eso… —Sus labios tiritaron de inquietud sintiendo las ganas de llorar aflorar en su interior. — Por eso ámame tú también. Voy a esforzarme, te juro que me convertiré en alguien digno para ti y…

 

—Billy. —Aquel llamado suave corto el discurso del otro joven, y esos ojos dictaban una sentencia irrevocable pero con dulzura y algo de tristeza. —Lo siento.

 

Y eso fue todo, en un dos por tres Billy Bastón desapareció y Capitán Marvel salió más rápido que una bala de la guarida de su adoración con el corazón destrozado.

 

—Maldito Superman. —Siseo rencoroso limpiándose las lagrimas que ya no logro contener, en ese momento no le serbia de nada la sabiduría de Salomón o tal vez si, para controlarse y no terminar el trabajo de aquel maldito payaso.  

 

continuara...


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