Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Tan sólo podré ser tu fiel amante por Lithium333

[Reviews - 6]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Bueno, este fic sí que es completamente mio, y lo hice porque cierta amiga me retó. 

Espero que os guste a todos :) 

Mi mente comenzaba a despertar después de un corto pero agradable sueño. No hizo falta esperar mucho más tiempo como para darme cuenta de que la habitación en la que me encontraba no era la mía. Empecé a removerme debajo de aquella blanca sábana y su olor penetró rápidamente en mi nariz. Su olor… aquella tentadora fragancia.

 

Abrí los ojos, y no me había equivocado. Estaba en su cama, mientras su cuerpo desnudo abrazaba tiernamente el mío.

 

 Cuando un juguetón rayo de luz entró por la persiana pude contemplar, cómo siempre hacía, sus perfectos rasgos angelicales; Largas cabelleras rubias que ahora lucían completamente despeinadas, piel nívea, y finos pero irresistibles labios, aquellos que dieron inicio a nuestros juegos prohibidos.

 

_ Simplemente, perfecta… _ Pude susurrarle al oído.

 

 Ella en ese momento debió de despertarse y sus ojos, tan azules y profundos como el mar me miraron. De repente observé que sus mejillas pasaron a teñirse de un color rojizo. Supongo que todavía no se acostumbra a verme allí por las madrugadas. Normalmente, como buena amante que soy, por las mañanas desaparezco antes de que ella llegue a notar mi presencia.

 

_ Buenos días, Cristina _ Me dice ella con su suave tono de voz.

 

_Eres tan hermosa Ariadna…

 

Y si antes ya estaba algo avergonzada, ahora su cara esta completamente roja. Y eso, he de reconocer que me divierte. Ariadna es la hija del jefe de una gran empresa de moda, y seguramente ella algún día ocupará ese mismo puesto.

Recuerdo un día que fui a visitarla en su lugar de trabajo, ellas se muestra tan sería y firme dando órdenes a sus subordinados. Pareciese que era un gran bloque de hielo, indestructible. Pero yo soy capaz de derretirla, de sacar su lado vulnerable. Y eso, me agrada…

 

_ Deberías de empezar a pensar en irte de aquí. Mi padre llegara del viaje en aproximadamente dos horas…

 

_Y no quieres que sepa que su única hija está enamorada de una mujer. Créeme, ya me he aprendido esa historia de memoria. Además, dos horas dan para hacer unas cuantas cosas ¿No crees?

 

 Mientras decía eso poco a poco me acercaba provocativamente más a ella. Una de mis manos se colocó en su cadera y nuestros labios se encontraban a escasos centímetros de los suyos.

 

_ Cris, en serio, vete vistiendo.

 

_ ¿Pero por qué? Mis oídos aún duelen de lo fuerte que gritabas ayer mi nombre.

 

Y ahora ya no quedaba rastro de su blanca piel puesto que toda ella se había ruborizado ante mi último comentario.

 

_Cris…Cristina… deja de decir… esas cosas… _ Me suplicó ella cabizbaja.

 

Creo que ya os habréis dado cuenta de lo tímida que es. Supongo que esa cualidad en ella me atrae muchísimo más. La iba a besar cuando suena la melodía de un móvil.

 

_ Vaya… ¿Quién podrá ser a estas horas?

 

 

Ella descubre su espectacular cuerpo al quitarse la sábana y caminar hasta donde sus pantalones habían volado ayer a la noche, porque su móvil se encontraba en uno de los bolsillos. Después de unos escasos segundos cuelga y me mira. Conozco esa mirada, me tengo que ir.

 

_ Acaba de avisar mi padre de que llegará en apenas media hora. Lo siento…

 

_ De acuerdo, me visto no volverás a saber de mi hasta… quién sabe cuando.

 

 

Busco mi ropa por toda su habitación, y una vez acabo de vestirme, ella me abraza.

 

_ Dame algo más de tiempo… es que no se cómo reaccionará.

 

_Siempre me dices lo mismo, ¿Sabes que hoy hace tres años que soy sólo tu fiel amante? Desearía gritar que tú eres mía a los cuatro vientos, y no puedo. Me siento una farsante delante de mis familiares y amigos. Siento que seas tan cobarde para no decirlo.

 

 

¡No! ¿Qué acabo de decir? Me volteo rápidamente para disculparme por mis palabras pero ella ahora está llorando, y entre lágrimas me pide que me vaya.

 

Salgo de aquella casa con el corazón encogido y mis lágrimas a punto de escaparse. Sinceramente, todo lo que le había dicho era cierto. Al principio no me importaba que sea algo “prohibido”. Lo reconozco, me daba morbo. Pero con el tiempo empecé a amarla y a sufrir por nuestra situación. Y es que yo no tenía nada que perder. Toda las personas cercanas a mi sabían acerca de mi preferencia por las mujeres, y no les importaba. Sin embargo, Ariadna sólo disponía de su padre, y era bien sabido que él quería controlar la vida de su hija, y que en vez de casarse con un “pez gordo” estuviese de novia con una persona como yo, no era nada bueno.

Primero, porque soy mujer y segundo, mi trabajo no es tan respetable como el suyo. Yo soy una cantante de segunda, que sobrevive con lo poco que me dan en mis actuaciones en algún que otro bar. Y no quiero ser egocéntrica, pero canto genial y es mi pasión en la vida. Pero para las personas “pequeñas” es difícil lograr una oportunidad que me lance al estrellato.

 

Voy por la calle caminando sin rumbo fijo. ¿Qué hago? No debí de ser tan brusca con ella… no aguanto estar enfadada. ¿Voy a disculparme? ¿Y si me rechaza?

Que dura es la vida del enamorado, parece una montaña rusa de sentimientos, cuando estas en lo alto, sientes que eres intocable, eres feliz… pero cuando baja es una sensación muy desagradable.

 

Creo que lo mejor será comprarle esos bombones que tanto le gustan y pedir perdón. Así empiezo mi camino hacia el grandísimo edificio donde ella trabaja. Saludo a la recepcionista y pregunto si puedo hablar con Ariadna. Ella me mira de arriba abajo, lo reconozco, en este lugar por lo general todas las mujeres que entran son bellísimas modelos y yo no puedo ni compararme a ellas.

Mi pelo es algo más largo que el de Ariadna pero en color negro azabache rizado, mis ojos marrones y mi cuerpo, no tenía nada especial. Después de mirarme un buen rato, me  pregunta de parte de quien. Yo me resigno a decir que soy una amiga suya.

 

Después de unos minutos esperando me avisa de que ya puedo ir y dónde encontrarla. Le agradezco esa información y subo a su despacho. Tocó a la puerta y nadie contesta. Repito la acción pero nadie da señales de vida ahí dentro.

 

_En fin, le dejaré la caja de los bombones en su escritorio y espero que los vea…

 

Me disponía a salir de aquel edificio algo triste puesto que no pude hablar con ella, hasta que mis ojos la localizaron a lo lejos. Estaba hablando con un hombre y éste parecía muy feliz con lo que discutían. ¿Quién será él? Y de repente pasa algo que permanecerá en mis pesadillas para la eternidad. Él se aproxima a mi Ariadna y la besa. Después él se despide y se marcha.

 

_Ariadna…

 

A pesar de no haber alzado mucho la voz ella me oyó y su cara pasó a la sorpresa.

 

_ ¿Cris? Esto… no es lo que parece.

 

_ ¡No vuelvas a hablarme en tu vida! Te odio.

Notas finales:

Tanto si les gustó como si no, pueden dejar un review :P 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).