Estaba enfadado. De cierta forma soy bastante egoísta con lo que me pertenece, y definitivamente Kai me pertenece.
En cualquier festividad que hubiera, Kai iba a hospitales u orfanatos a visitar a los niños. Se me hacía extremadamente tierno aunque, por otro lado, Kai me dejaba botado en aquellos días en los que podíamos estar juntos.
Cuando se apareció por la sala de ensayos pensé en ignorarlo, pero lo amo tanto que no pude hacer más que escuchar lo que me tenía que decir.
- Shou, ¿te gustaría ir a mi casa en nochevieja?
- ¿No vas a dejarme botado como siempre? - bien, de nuevo estaba siendo infantil y rencoroso, no podía evitarlo
- ¿Sigues enfadado?
- …
- Ya te dije que lo sentía. Bien, si aceptas mi invitación debes estar en mi casa a las 23:30. Te estaré esperando.
- Lo voy a pensar - mentira, ya había decidido que iría, pero ¿Por qué tan tarde?
- Bueno, te amo
Me dio un beso en la mejilla y se fue.
Por fin llegó el día en el que iría a la casa de Kai. No había hablado con él desde que me hizo aquella invitación y no fue porque yo no quería, sino porque lamentablemente nuestros horarios nunca coincidían.
Había llegado un poco más tarde, eran las 23:50 hrs. Quería hacerlo esperar, quería “vengarme” (de una manera muy estúpida a mi propio parecer). Toqué el timbre y nadie abrió. Después de haber estado un rato tocando el timbre me aburrí y comencé a golpear. Las luces en su casa estaban apagadas, ¿me había hecho una broma? ¿O se habría cansado de esperar? Me sentí mal, y miré al suelo. Escondida entre las plantas había una cajita de metal. La abrí y encontré una llave. La probé en la cerradura de la casa de Kai y la puerta se abrió.
Me di cuenta de que realmente la casa no estaba a oscuras. Habían varias velas que iluminaban el ambiente otorgando una luz tenue. Seguí el camino de las velas y llegué a la habitación de Kai. Sobre la cama había una rosa y una nota que decía “Espérame”. Quise buscarlo, sin embargo preferí seguirle el jueguito. Eran las 23:53.
Dejé mi chaqueta sobre una silla y me recosté en su cama. Su aroma estaba impregnado en ella y en toda su casa, lo amaba con locura, lo deseaba.
Ya eran las 00:07 y no aparecía. ¿Qué mierda pasaba?
Desde la sala se comenzó a escuchar una melodía, y antes de que me diera cuenta, Kai ya estaba en la habitación.
- Perdón por la espera
Mierda… mierda, mierda, mierda. Era increíble. ¿Realmente la sexy persona que se encontraba frente a mí era mi Kai? ¿Mi tierno y adorable Kai?
Usaba unos shorts extremadamente cortos y apretados, unas medias con liguero y en su cuello un collar negro con tachas.
- ¿K-kai?
Sonrió triunfal. Aún así en sus mejillas pude notar un leve sonrojo.
- ¿De dónde sacaste esa ropa?
- Da lo mismo, lo importante es si te gusta
- Me encanta
Se me acercó y me besó apasionadamente, su lengua jugueteaba con la mía dentro de nuestras bocas. Con su mano acariciaba mi miembro que poco a poco se iba poniendo duro.
- Feliz año nuevo amor - me susurró cerca del oído
- ¿Cómo… - iba a preguntarle algo sin embargo el se levantó y buscó algo en unos cajones… una venda. Diablos, ya sabía lo que iba a hacer. - Kai, por favor, no hagas eso
- Tranquilo, te prometo que luego podrás ver todo - me respondió y cubrió mis ojos
Pensé en sacarme la venda, pero no quería arruinarle el juego a Kai. Tuve que limitarme a dejar que Kai hiciera lo que quisiera conmigo.
Desabrochó mi camisa y me la arrebató.
A continuación sentí que se ponía detrás de mí y agarraba mis muñecas.
- ¿Es necesario que te ate las manos o harás lo que yo diga?
Pensé un poco y luego le di mi respuesta.
- No creo ser capaz de obedecerte
- Entiendo
Puso algo alrededor de mis muñecas, según yo eran grilletes.
Desabrochó mis pantalones y me los quitó, al igual que mi ropa interior, y comenzó a verter algo en mi pecho. Aquella sustancia era viscosa y al parecer comestible, ya que de inmediato Kai se puso a lamer mi pecho.
- Mmmm esto sabe bien, complementa tu sabor. Veamos que más podemos utilizar.
Vertió otra sustancia ahora en mis muslos, su consistencia al igual que la anterior era viscosa pero en menor grado. Su lengua recorrió mis muslos, sus labios rozaban mi piel muy cerca de mi miembro. Necesitaba que hiciera algo con mi pene, me dolía y Kai no le prestaba la atención necesaria.
- Mmm es delicioso, debería echar más de esto
- Kai, ¿qué haces?
- Estoy creando un nuevo postre y creí que tú podrías ayudarme a hacer el relleno
- ¿Qué me pusiste?
- Adivina
Lamió mi pecho nuevamente y me tomó del mentón. Me besó y pude percibir el dulce sabor.
- Miel. Es miel
- Exacto. Veamos si reconoces este sabor
Retiró con su boca un poco de lo que cubría mis muslos y de nuevo me besó
- Mmm - saboreé bien, no sabía que podía pasar si me equivocaba - leche condensada
- Perfecto. Ahora quiero ver que sucede si pongo un poco de esto
Varias sustancias fluyeron, esta vez en mi miembro. Por fin llegaría a lo que yo deseaba.
- Miel, leche condensada y el ingrediente secreto ¿Cómo sabrá?
Besó la punta de mi pene y a continuación se lo metió entero a la boca.
- Mmmm mmmm - al parecer sabía bien ya que de no ser así Kai habría dejado de degustar mi miembro.
- Ahhhh así Kai, mmm me gusta - quería que fuera más rápido, pero tenía mis manos atadas y no podía hacer nada para acelerar el ritmo a parte de rogarle - Kai, ve más rápido por favor
Por suerte mi novio me hizo caso aunque tan solo por unos minutos.
- Sabe bien, sin embargo falta un ingrediente que de seguro hará de este el mejor postre del mundo
- ¿Q-qué cosa?
- Tu esencia
Cielos, ya me estaba comenzando a asustar. Kai se estaba comportando de manera muy distinta a la común, así que mi “esencia” podría ser cualquier cosa, quizás sangre, semen o mi saliva.
- Ahhhhh
No pude seguir pensando debido a que Kai comenzó a practicarme un sexo oral mientras acariciaba mis muslos y mis testículos.
- Kai mmm pronto ¡ahhh! Me voy a correr…
Unas cuantas succiones más y me corrí con un sonoro gemido
- Mmmm, como pensaba, esto era lo que faltaba - bien, se refería a mi semen y no a algo más descabellado como lo creí en un principio - ¿Quieres probar?
- S-si - metió su dedo en mi boca y degusté un sabor realmente peculiar. Era la mezcla perfecta entre lo dulce, lo amargo y lo picante
- ¿Cómo sabe?
- Bien, muy bien. Aún así, creo le falta algo
- Dime amor, ¿qué le falta?
- Le falta Kai
Pude jurar que había sonreído.
- No se si quedará bien, pero no perdemos nada con intentar. Ayúdame Shou, caliéntame, es seguro que así sabrá mejor
Me quitó los grilletes y se sentó en mi regazo. Le acaricié sus suaves piernas mientras él besaba mi pecho.
Se alejó de mí y me desesperé un poco.
- ¿Kai? ¿Qué haces?
- Me quito estos shorts
Mierda, me enfurecía demasiado el no poder verlo.
- Vamos a incorporar un poco más de los ingredientes para que no se pierda el sabor
Vertió un poco más de aquellas sustancias en mi pene.
- Aquí vamos
Se puso a horcajadas sobre mí y con la ayuda de su mano guié mi miembro hasta su entrada. Comenzó a entrar de a poco, la respiración entrecortada de Kai y sus gemidos me ayudaban a formar una completa imagen en mi mente de lo que mis ojos podrían ver.
- Ahhh Shou
- Tranquilo amor, ya casi - le dije y busqué sus labios para besarlo
Movió sus caderas despacio para luego tomar un ritmo más apresurado
- Nnnn que rico Shou, vamos, muévete tú también
Lo tomé de las caderas y le ayudé a hacer las penetraciones más profundas. De repente Kai me empujó y quedé de espaldas en la cama. El seguía cabalgando sobre mí y yo no podía hacer nada más que gemir, cuánto deseaba quitarme la maldita venda, sin embargo antes me había dicho que pronto lo vería todo. No sabía a qué se refería exactamente, pero sin duda confiaba en mi novio.
Kai llevó sus brazos a mi cuello dejando nuestros pechos juntos, sentí como su corazón latía rápida y furiosamente al igual que el mío.
Tanto mi miembro como el interior de Kai estaban calientes y pegajosos, no duraría mucho más, ya sentía muy cerca el orgasmo.
- ¡Ahhhh Shou nnnn! - sentí el cálido semen de Kai desparramarse sobre mí
- Un p-poco más y… ¡Ahhhhh!
Terminamos casi al mismo tiempo totalmente agitados y exhaustos, aquella había sido una experiencia que jamás iba a olvidar.
- Shou, te amo, eres lo más importante para mí, tú eres el único. No importa cuánto me ame alguien, yo sólo tendré ojos para ti, jamás dejaré que alguien que no sea tú me toque, te pertenezco y eso lo sabes
Por supuesto que lo sabía, no era necesario que me lo dijera.
- Perdón por dejarte de lado en ocasiones, pero te aseguro que esté donde esté siempre mi mente está puesta en ti. Te amo tanto que llego a temer que este sentimiento se transforme en una obsesión
- No te disculpes amor, tú debes perdonarme a mí por ser tan celoso, sé cuánto me amas, lo veo en cada una de tus acciones y aún así me enfado. Perdón, soy un tonto
Nos besamos y a continuación Kai se levantó.
- ¿Y cómo quedó?
- Déjame probar… está bien, pero me gustaba más antes. La mezcla no debería tener “Kai”
- A ver, dame a probar un poco
Dejó un poco de la mezcla en mis labios, los lamí y pude gustar aquel sabor.
- Estoy en desacuerdo contigo, sabe mejor
- Si tú lo dices… por lo menos ahora tengo algunas ideas para el relleno de mi postre
- ¿Era verdad?
- Claro, ¿creías que estaba jugando?
- Pues si
- Sólo un poco
- Kai, ¿puedo quitarme la venda?
- Oh, claro que puedes
Lo hice y vi a mi Kai tan sexy. Su cuerpo se veía brillante y pegajoso… al igual que el mío.
- Amor, vamos a bañarnos
- Por supuesto, no nos vamos a quedar así
Fuimos hasta la ducha y estuvimos limpiándonos mutuamente. Luego de eso cambiamos el edredón que había quedado lleno de dulce y nos acostamos. Estuvimos mucho tiempo haciéndonos mimos hasta que el cansancio nos venció.
• • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • •
Un día fui al comedor de la compañía y vi a Kai comiendo en una mesa junto a Shin. Los saludé y me senté junto a mi novio.
- ¿Qué comen?
- Es un postre que creó Kai. Me dio a probar a ver si me gustaba, ¡y está delicioso! - me respondió Shin entusiasmado
- ¿Es cierto amor?
- Si
- ¿Y qué tiene?
- Bueno, es bizcocho con un relleno de miel, leche condensada y un par de ingredientes secretos
- ¡Es exquisito! - si que le había gustado a Shin
- ¿Eh? - no estaría diciendo que era nuestra “mezcla” - Amor - le susurré al oído con cuidado de que Shin no escuchara - No me digas que tiene se…
- No amor, reemplacé ese ingrediente con otro que tiene un sabor un tanto parecido.
- Ya veo
- Oye, te tengo algo
Buscó algo en su mochila y me entregó un DVD
- ¿Y esto?
- Es un simple regalo, espero que te guste
Estuve un rato con Kai y Shin y luego me fui a ensayo. Al llegar a mi casa lo primero que hice fue poner el DVD para ver que contenía.
Grande fue mi sorpresa al verme sentado sobre la cama de Kai con los ojos vendados y las manos atadas.
“Tranquilo, te prometo que luego podrás ver todo…”