- Ruki, ¿Qué harás para celebrar el año nuevo? - me preguntó Reita
- Llevaré a Nao de vacaciones
- ¿En serio? Vaya suerte que tiene Nao
- Por favor no le digas
- ¿Por qué?
- Porque él aún no lo sabe
- ¿Y si tiene otros planes?
- Tendrá que dejarlos, ya lo tengo todo preparado
- Si que eres dominante
- …
- ¿Cuándo se lo dirás?
- A la hora de almuerzo, cuando me pase a buscar como siempre
- Bueno chicos, se terminó el descanso. Debemos seguir ensayando
- Kai, ya casi salimos de vacaciones, ¿puedes dejar de molestar? Sigo sin entender para que seguimos ensayando - se quejó Shima
- Si no quieres ensayar ándate. Pero tendrás que venir en los días de vacaciones a ensayar, y no creo que a Tora le agrade pasar el año nuevo solo
- Te odio… bueno, pongámonos a ensayar, quiero irme lo antes posible
Todos les hicimos caso a Shima y estuvimos un par de horas ensayando sin ningún problema. Cuando llegó la hora de almuerzo pude a ver a Nao mirándome desde la puerta. Arreglé mis cosas rápidamente y me fui con él.
Llegamos al comedor, no había mucha gente. Fuimos hacia el mesón en donde se pedía la comida, dejé que Nao pidiera lo que quisiera y luego pagué todo. Nao protestó ya que quería pagar su parte pero lo ignoré.
Nos sentamos en una mesa cerca de la ventana, así teníamos a nuestra disposición una vista espectacular.
- Nao, ¿ya tienes pensado que harás para el año nuevo?
- Si, iré con Hiroto a ver a mi familia, ya tengo todo preparado. Lamento dejarte fuera de esto, pero de seguro que ya tienes planes
- Ah - dije decepcionado. Cuando le dije a Reita que obligaría a Nao a hacer lo que yo quisiera era broma, aunque el es tan tonto que de seguro pensó que sería verdad.
- ¿Por qué esa expresión?
- Por nada
- ¡Mira que lindo te ves con esa carita triste! - me dijo riéndose - Es obvio que pasaré el año nuevo contigo. No creías que te iba a dejar botado, ¿verdad?
- No lo sé
- No seas así, tú eres lo más importante para mí
- Si es así… ¿Te gustaría irte de viaje conmigo?
- ¿De verdad? ¡Me encantaría! Dime, ¿a dónde iremos?
- Es una sorpresa
- Vaya, eso lo hace más interesante
- Ésa es la idea
Pasaron unos días, por suerte Nao no me preguntó más detalles sobre nuestro viaje, sólo el día y la hora en que nos iríamos y el clima para llevar ropa apropiada.
Llegó el tan esperado día y nos despedimos de todos. Partimos el 31 de diciembre, el viaje duró tan solo un par de horas.
Cuando nos bajamos del taxi al llegar al hotel Nao puso una cara de sorpresa, lo cual me alegró mucho ya que quería impresionarlo. Entramos y le dije a Nao que fuera a sentarse mientras yo hablaba con la recepcionista para que me entregara las llaves del cuarto de hotel.
La habitación quedaba en el piso n°12. Entramos y era tal como yo la había pedido, cumplía a la perfección todos mis requisitos.
- Taka, esto es hermoso. ¡Muchas gracias! - me dijo y me abrazó
- De nada amor. ¿Tienes hambre?
- Un poco, después de viajar siempre me dan ganas de comer
- Entonces llamaré para que nos traigan la cena, ¿te parece?
- Sí
Hice lo que anteriormente había dicho y cuando colgué Nao me estaba abrazando por la espalda.
- Ahhh, hueles tan bien. Taka, hazme tuyo
No podía resistirme a su petición, así que me di vuelta e hice que se sentara en la mesa. Lo besé al tiempo que le quitaba con algo de dificultad sus ropas, dejándolo totalmente desnudo. El desabrochó mi camisa y mi pantalón. No hacían faltas más preparaciones, yo me había excitado a una velocidad impresionante y por lo general a Nao no le gustaba que lo dilatara antes de penetrarlo.
- Vamos Taka, métemelo
Lo obedecí de inmediato y con un poco de dificultad entré en él.
- Ahhhh que rico
- Nao, ¿te duele mucho?
- N-no, estoy bien. Ya hazlo
Comencé a mover mis caderas, la estrechez de Nao era algo realmente exquisito, me encantaba su forma de ser tan despreocupada y arriesgada, con Nao siempre podíamos experimentar algo nuevo.
- Ahhh Nao te amo
- Nnnn Taka dame más ahhh
Toc toc toc…
- Mierda, llegaron
Rápidamente salí de Nao, él recogió su ropa y se fue al baño mientras yo me abrochaba los pantalones y la camisa. Aún tenía ese molesto bulto en mi pantalón, así que tomé el periódico y lo puse frente a mí para que mi miembro erecto pasara desapercibido. Miré por última vez a mi alrededor por si había algo que me delatara y ya más tranquilo abrí la puerta.
- Disculpe la demora, estaba desempacando y en un principio no escuché la puerta
- No se preocupe. Con permiso.
La camarera entró a la habitación con el carro con la comida y dispuso los platos en la mesa.
- Debido a que esta noche celebraremos el año nuevo, el hotel les obsequia a todos sus clientes una botella de champagne de la más alta calidad. Que pase unas bonitas fiestas.
- Muchas gracias
Se fue de la habitación y Nao salió del baño con toda su ropa puesta.
- Mmm, que lástima. La estábamos pasando bien
- Tienes razón
- Aun así no deja de ser excitante el que aquella chica no sepa que lo estábamos haciendo justo cuando ella vino a dejar la comida - se rió un poco, y pensé en lo pervertido que podía ser Nao en algunas ocasiones
- Nao, todavía está duro… ¿Qué hacemos?
- Nada
- ¿¡Nada!? ¿¡Cómo que nada!? - ¿qué sucedía con mi sexy y perverso Nao?
- Taka, estoy en las mismas condiciones pero tengo demasiada hambre. Vamos a comer primero y después seguimos, ¿si?
- Está bien - no pude hacer nada más que aceptarlo ya que cuando Nao tiene hambre se pone furioso
Nos sentamos y comimos, Nao disfrutaba excesivamente la comida, la saboreaba una y otra vez. Yo por mi parte me deleité con el champagne, su sabor intenso me distraía de la erección que tenía en mis pantalones.
- ¿No hay postre?
- Al parecer no. Pero si quieres llamo de nuevo para que nos traigan postre
- No… tengo una mejor idea
- ¿Cuál?
- Es que me acabo de dar cuenta de que el “postre” está sentado justo frente a mí
Sonreí y lo tomé de la mano para irnos a la habitación.
Tan pronto como entramos al dormitorio caímos en la cama. Lo besé desesperadamente, devorando sus labios como si se tratara de caramelos, dejándoselos hinchados y rojos. Mis manos recorrían su cuerpo, ambos nos otorgábamos fogosas caricias, estábamos ansiosos por volver a estar unidos totalmente. Aun cuando hacía poco tiempo que lo habíamos hecho nos habían interrumpido, lo cual para nosotros era lo mismo que no hacerlo.
Con torpeza nos despojamos el uno al otro de nuestras ropas, mi miembro estaba listo y Nao ya estaba recostado con sus piernas separadas, preparado para recibir la intromisión.
- Taka, quiero probarte
Metí de una sola estocada mi miembro, su interior abrasador y su estrechez me hacían tocar el cielo, sus gemidos eran la más hermosa música celestial que alguien podría escuchar, lo amaba, él era la razón por la que vivía día a día, él era quien me motivaba a seguir aun cuando todo fuera mal.
- Ahhhh así amor mmm que rico
Puse sus piernas en mis hombros, así conseguía un mayor acceso a su interior.
- Mmmm Nao, que exquisito eres, te amo tanto
- Ahhh… Yo te amo más cariño, no podría vivir sin ti
Me moví un poco más y me vine en su interior. Seguí con las embestidas mientras lo masturbaba para que se corriera de una buena vez.
- Ahhhh Taka eres tan bueno ¡Ahhh!
Se corrió y sufrió un espasmo que apretó mi miembro. Nuevamente estaba duro, sin embargo estando con Nao aquel no era un problema, siempre terminábamos haciéndolo más de una vez.
- Cariño, hagámoslo de nuevo
- De acuerdo - ya sabía que me lo pediría - ¿Cómo lo hacemos ahora?
- Mmmm… en la pared
- ¿En la pared?
- Sí, ven - me dijo mientras se acercaba a una pared que estaba vacía y apoyaba su espalda en ella - Tómame de las piernas
Lo hice pasando mis brazos por debajo de sus muslos. Sus piernas quedaron por sobre mis hombros al igual que la vez anterior.
- Ahora penétrame - lo obedecí y de inmediato comenzó a gemir - ahhh Taka, esto se siente espléndido… muévete, por favor Taka ¡H-hazlo!
Al estar en esa posición Nao podía sentir más mi miembro, me encantaba su carita de placer, adoraba el poder complacerlo cada vez que pudiera
- ¡Más fuerte Taka! Ahhh amor, me gusta aahhh
- Ahhh, que rico eres mmm
Frente a la pared en la que estaba apoyado Nao había un ventanal, así que cuando escuché un estallido le pedí a Nao que mirara a través de él para saber que sucedía.
- Ahhh los fuegos… los fuegos artificiales comenzaron. Feliz año nuevo precioso
- Feliz año nuevo Nao
Continuamos haciéndolo, no se que maravillosa vista tuvo Nao en aquellos momentos ya que después de que terminamos me lo agradeció varias veces.
- Taka - me dijo, estábamos desnudos bajo las mantas, queríamos descansar - ¿Aquí tienen piscina?
- Si cariño. Una al aire libre y la otra es temperada
- Ah. Deberíamos ir a la piscina temperada, estos días ha hecho frío… aunque ahora tengo calor
- Yo también - le contesté y sonreí. Se quedó dormido con su cabeza en mi pecho, y ahí estaba yo sin mirar un punto en específico mientras acariciaba su sedoso cabello.
Al otro día nos levantamos tarde, a eso de las 11:30 am. Nos duchamos, tomamos desayuno y luego de esperar lo suficiente nos fuimos a bañar a la piscina temperada.
Cuando llegamos vimos lo grande que era aquella piscina, de seguro que cabría un montón de gente allí. Por suerte, teníamos ese maravilloso lugar para nosotros solos, al menos de momento.
- Que relajante, esto es lo mejor del mundo
- Tienes razón
- Mi cuerpo ya no duele tanto como antes, estoy feliz
- Que bueno
- Tan callado que estás Taka
- Lo que sucede es que aún tengo sueño, y al igual que tú el agua me relaja
- Hagamos una carrera
- ¿Cómo dices?
- Una carrera. Así te pones más activo y se te quita el sueño
- Puede que tengas razón. ¿Hasta dónde hay que llegar?
- Hasta el otro lado de la piscina, y para hacerlo más interesante, el que gane puede pedirle lo que sea al otro
- De acuerdo
- A la cuenta de tres. Uno… dos… ¡tres!
Nadé lo más rápido que pude, el cansancio que sentía se había esfumado como por arte de magia. Iba muy cerca de Nao, aun así él logró ganarme.
- Jajaja, soy tan feliz. Ya se exactamente lo que te pediré
- ¿Ah sí? ¿De que se trata?
- Primero es conveniente que traigas nuestras toallas y pertenencias hasta este extremo en caso de que alguien llegue. Hazlo
- Está bien
Salí de la piscina e hice lo que me pidió.
- Bien, ¿ahora qué quieres que haga?
- Vuelve a entrar
- Ok. ¿Qué es lo siguiente?
- Quítate el short - me ordenó sonriendo lascivamente
- ¿Qué?
- Que te lo quites
- No estarás planeando que…
- Si. Vamos a hacerlo en la piscina, siempre he deseado hacer algo como esto
- Pero Nao, alguien puede entrar y descubrirnos
- Eso lo hace más interesante. De todas formas tenemos las toallas cerca para cubrirnos por si acaso, además la puerta está muy lejos de este extremo de la piscina. Debes hacerlo, hicimos un trato
- Bueno, lo haré
Me quité el short y me apoyé en el borde de la piscina separando mis piernas. Nao metió tres de sus dedos en mi boca para poder dilatarme.
Fue metiéndolos uno a uno en mi interior hasta que yo ya no sentía casi nada de dolor.
- ¿Preparado?
- S-si, entra
Su grueso miembro fue entrando de a poco en mi interior, se sentía exquisito. Comenzó a embestirme fuerte y rápidamente, me gustaba demasiado cuando Nao me lo hacía, amaba la forma en la que me dominaba. Sentí como su mano subía y bajaba entorno a mi miembro, era una sensación tan placentera.
- Sii, que rico Nao
- Ahh Taka me fascinas, tu cuerpo me encanta, no creo poder durar mucho
- Y-yo tampoco
El morbo de estar haciéndolo en un lugar en el que alguien podría entrar y vernos no hacía más que excitarme, era algo parecido a lo que había pasado con la camarera la noche pasada pero en mayor grado.
- Amor, si seguimos así vamos a ensuciar la piscina
- Me da lo mismo, hay un filtro
- Si pero…
- Deja de preocuparte cariño y disfruta el momento
- E-está bien amor
Casi podía escuchar el sonido de la puerta abriéndose y la gente horrorizándose. Ya estábamos en una posición bastante extraña y mis gemidos no eran para nada discretos.
- Ah, no aguanto más… ¡Ahhh!
Nao se corrió en mi interior llenándome por completo, su semen me quemaba por dentro. Saqué mi lengua y comenzamos a besarnos de una forma muy excitante, tanto que provocó que me viniera.
- Wow, eso fue realmente bueno
- Sin duda
- ¿Aún tienes sueño?
- Ya no, sin embargo estoy un poco cansado
- Si, yo también. Será mejor que vayamos a descansar un rato.
- Claro
Nos secamos y nos pusimos nuestra ropa en los camerinos. Al salir por la puerta vimos como varias personas se dirigían con toallas a la piscina temperada.
- ¿Tú crees que todavía esté sucia? - le pregunté refiriéndome a la piscina
- No lo sé… y tampoco quiero saberlo
Llegamos hasta donde se encontraban los ascensores, y mientras esperábamos que alguno llegara al primer piso, Nao me habló.
- ¿Sabes qué sería excitante?
- ¿A parte de hacerlo en una piscina?
- Sí
- Mmm… no sé
- Hacerlo en un ascensor
- Estás loco
Se abrieron las puertas del ascensor, estaba vacío.
- Aunque… tampoco es mala idea
Sonreímos lascivamente e ingresamos al ascensor.