Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Una noche sin estrellas ni compasión por natalia clow

[Reviews - 6]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Este fic esta dedicado a Kanna MItsuki~koi jeje este es tu regalo de cumpleaños, navidad, año nuevo y reyes magos jejeje XD t’aime mon amour!

Advertencia: Smut, violación, violencia, muerte de un personaje y lenguaje grosero. ( :D un lemon bastante fuertecito…XD y realmente no creo que sea para todos los gusto… así que si no te gusta esto y te gusta lo romanticón no te culpo y sin ánimos de traumar a nadie y recibir malos comentarios te aconsejo que salgas de aquí J)

Osu! Aquí les saluda Natalia clow!! :D bueno feliz año 2011 a tod@s… :D

Les traigo un one-shot, el primero en esta clase que yo hago. Va a sonar raro, pero me inspire viendo a dos gatos peleando por mi ventana. Ese día me levantaba temprano para ir a mi curso de ingles y entonces veo un gato negro en las tejas del vecino a la izquierda de mi ventana y un gato manchado de colores cafés al lado izquierdo de mi ventana. El gato manchado sigue caminando por entre las tejas del frente de mi ventana hasta encontrarse con el gato negro y se ponen a pelear hasta que el gato negro  le gana y eso que era más pequeño que el manchado y después el gato manchado sale corriendo para el otro lado y se sienta en las tejas de mi vecino de la derecha y desde las tejas de la izquierda el gato negro empezó a mirarlo con ojos amorosos (?) y bueno yo me quede en shock y mi cabeza no pudo detener en pensar en un yaoi con violación, violencia y después arrepentimiento y culpa y voila! salió este one-shot.

Espero que a alguien le guste esto...

>.< es muy tragico para el gusto general... jejej

 

UNA NOCHE SIN ESTRELLAS NI COMPASIÓN

 

Nunca te imaginas cuando hieres, hasta que te devuelven el golpe. Siempre he pensado que este tipo de guerras nunca nos llevaran a nada, pero, al líder de la manada realmente eso nunca le importó. Sé que soy grande, sé que mi estatura siendo un poco más grande que la del promedio hace que sea ventajoso para nuestra manada, pero, nunca pensaron en que yo no quería pelear.

 

Ahora camino por unos callejones vacios y salto de ventana en ventana sin siquiera importarme estar interrumpiendo sueño ajenos. Mientras subo hacia el tejado la luz de la luna hace que mi pelaje manchado entre los tonos marrones luzca más brillantes que siempre. Cuando llegue al tejado desprevenidamente recibo un golpe en mi mejilla que me hace caer del tejado y caer algo  mal por lo que mi pata derecha queda algo lastimada. Miro asustado el techo y veo un gato negro un poco más pequeño que el tamaño promedio de cualquier gato. Trato de pararme pero ese pequeño gato cae sobre una de mis piernas haciéndome caer de nuevo. Mis ojos de color miel miran aterradoramente a ese pequeño gato que desafiantemente sin decir nada, me pega una patada en la cara.  Siento  un sabor metálico  en mi boca y veo que estoy sangrando. Aún no siento el dolor, la impresión no me ha dejado procesar que en este instante un no sé quien me pega una golpiza, no sé por qué.  

 

Trato de defenderme pero ese pequeño gato negro es bastante fuerte a pesar de su tamaño. Recobrándome un poco de la impresión, mi mano se mueve sola, pegándole un fuerte puño en la quijada siendo capaz de quitarme de encima el gato y botarlo a medio metro de mí. Mientras el pequeño gato negro se reponía del golpe, me quede indeciso unos segundos sobre qué hacer si seguir peleando o correr.   Mi indecisión me costó mucho, por quedarme pensando esos segundos el gato negro se lanzó sobre mi sus puños cayeron sobre mí. Traté de responder a sus golpes siendo capaz de pegarle uno o dos, mientras notaba que el pequeño traje negro del gato salía a jirones mientras peleábamos note una cicatriz en su costilla. Al parecer esa noche no estaba destinada a algo llamado “buena suerte”. El gato negro entre su ráfaga totalmente iracunda de golpes me arrincono contra la pared y nos tubos de escape que estaban en el edificio. Mi cuerpo tan poco a acostumbrado a pelear podía notar los daños que ese gato negro me causaba. Mis brazos y mis piernas se llenaron rápidamente de hematomas y mi ojo derecho no podía ver ya que dado a la patada que el gato negro me había pegado, mi parpado se reventó y se inflamo.  Mis labios están rotos y sangra mi nariz. Una de mis orejas tiene una fisura por la que sangra bastante y noto que el gato negro seguía iracundamente golpeando mis entrañas. Mis gritos ya no se podía escuchar, quizás porque el orgullo nunca me dejo gritar en primer lugar y al parecer eso incitaba la ira de ese gato negro, el no poderme escuchar llorar y pedir compasión. El gato negro cansado ya de pegarme se quedaba un poco agitado mirándome con sus penetrantes ojos verdes  y me ve totalmente destrozado y una sonrisa sale de improvisto.

 

-Ahora, no quiero volver a verte nunca más por mi territorio. Eres un maldito gato de la banda del oeste y sé que viniste a quitarme mi territorio, malnacido dile a gato que dirige la banda que ni se atreva a regresar o todos terminaran como tú.

 

Algo dentro de mí se prendía en un fuego de ira ¿Invadir? ¡¿Territorio?! Este maldito enano asqueroso me había dado una golpiza sólo porque creía que le iba a invadir. De repente una sensación de altanería salió de mis labios ensangrentados.

 

-Oblígame. No pienso obedecer a un gato enano que creer que una caja de sardinas es su territorio. Apuesto que en su territorio no tiene ni siquiera en donde dormir.

 

Queriendo mantener mi compostura, recibo una patada en mi cuello y siento como si casi me ahogara. Empiezo a toser y el gato negro mira confiadamente como me retuerzo entre mi casi asfixia.

 

Desatando su correa negra que sostiene sus pantalones, ata mis manos al tubo de escape y mira con deleite mi cara llena de sangre, hematomas y una que otra lagrima que se escapaba sin mi consentimiento. Mis ojos miraban desafiantemente hasta que vi como el gato negro se bajaba los pantalones. Mi expresión se lleno de pánico y definitivamente él no podía hacer eso.

 

-Por favor…-dije con un tono lleno de angustia y miedo- Por favor… todo menos eso.

 

-Al parecer tocara llevarle otro regalito al jefe de la banda del oeste ¿Verdad? Maldito intruso.

 

-¡NO, POR FAVOR NO… TODO MENOS ESO! – Dije desesperado mientras mis piernas trataban de alejar a gato negro siendo totalmente inútil y siendo impotente mientras bajaba mis pantalones.-

 

-No me importa lo que pienses, por algo se llama “violación”.

 

Mi rostro se sintió desfigurarse y mi cuerpo no quería responder a la situación en la que estaba. Simplemente era la peor pesadilla de la historia. Miro como el miembro flácido del gato negro se me muestra orgullosamente frente a mi desfigurado rostro. Trato de esquivarlo pero se me es imposible coge mi rostro esquivo y poner frente a mis labios su apestoso miembro.  Lo miro con asco y animadversión, quiero correr tan lejos como pueda y olvidar que estuve cerca de ser violado.

 

-Haré lo que me pides, le diré al jefe de mi manda que no venga por aquí, así que… ¡POR FAVOR NO LO HAGAS!

 

-Demasiado tarde, debiste haberlo pensando antes de ponerme en esta tónica.

 

Con sus dedos abre mi boca e introduce su miembro en mi boca. Siento ese sabor amargo, salado y asqueroso en mi paladar y garganta, quiero vomitar, pero, el terror había bloqueado cualquier respuesta de mi organismo. En mi boca siento como choca ese miembro flácido que poco a poco empieza a coger consistencia entre mi paladar y mi lengua. Mi garganta se cierra y siento que me voy a asfixiar. Empiezo a gritar entre mi boca y el gato negro saca su miembro ya despierto. Retomo el aire y me quedo mirándolo con una expresión de odio y vergüenza.

 

-Eso esta excelente, tu humillación es mi placer.

 

 Como si mi humillación fueran palabras de amor este se queda embelesado viendo mi expresión de odio y mi cuerpo lleno de moretones y fisuras. Se escupe en una mano y la lleva a su miembro y lo lubrica de una manera bastante rudimentaria.  Miro asqueado aquel acto tan repugnante y veo como se dirige ese indeseable miembro a mi ano. Empiezan a caer unas lagrimas de terror y cierro los ojos tratando de esa manera olvidarlo todo. Lo siento posarse sobre mi ano y lo contraigo tanto que hago mi mejor esfuerzo porque no entre, pero, eso sólo fue un afrodisiaco más. Se abrió paso con sus dedos y después metió sin clemencia su miembro en mí. Sentí partirme en dos, nunca en la vida he podido sentir un dolor más grande en el mundo. Sientó como es rasgado mi hueco y siento la sangre fluir. Su miembro seguía imponentemente partiéndome en mares de dolor y mientras yo me retorcía, él alegremente comenzó sus vaivenes.

 

-¿Lo sientes? Tu sangre será el lubricante con mi saliva.

 

Su risa macabra se posaba sobre mí haciéndome realmente perderme entre mi inconsciente. Del miedo, me orine y recibí un golpe en el estomago por eso. Me sacó el aire ese golpe, pero, no lo sentí porque estaba perdido en mi inconsciente había decidido desconectarme de la realidad y no hacerle frente a que este mismo instante me estaban violando.

 

Siento mi cuerpo apoyarse entre los vaivenes en el asfalto, ya no siento dolor. Miro perdidamente a los ojos de ese gato negro. Aquel verde intenso que parecía brillar me mantuvo distraído, mientras el gato me seguía penetrando con una agresividad que asustaría a cualquiera. Bajo mis ojos un poco y me encuentro con mis piernas abiertas y viendo como el miembro asqueroso e indeseable, me profana y cada vez que sale, sale de color rojo. Mi pobre sangre y mis carnes siendo flageladas por el más mínimo descuido… Si tan sólo hubiera corrido cuando pude…

 

 El gato parecía que no quería cansarse, seguía emocionado introduciendo toda su longitud en mi desgarrado agujero. Se acercaba a mis interiores y nuestras pieles se tocaban produciendo la sensación más desagradable que haya sentido jamás. El sudor caía por su rostro y alegre ante lo que pasaba siguió perforando y perforando. Mis ojos miraban apáticamente como seguía siendo violado como si no se tratara de mí. Miraba como si fuera un espectador déspota que simplemente ignora la escena. El gato negro, entierra sus garras en mi pierna y siento el correr de esa sustancia entre mis interiores. El gato alegre saca su miembro manchado de sangre y lo limpia con mi ropa, me desata las manos y dando media vuelta, se perdió entre el tejado.

 

Mi cuerpo comenzó a temblar apenas ese gato negro había desaparecido. Como si mi alma volviera al cuerpo, vomite en una esquina y cogiendo mis pantalones y poniéndomelos con todo el dolor de mi alma, grite con todo mi corazón dándome permiso de llorar profundamente.

 

¿Por qué? ¿Por qué? No lo entiendo, ¿Por qué me violaron? Cogía con agonía mis brazos e intentando caminar mi desgarrada entrada no me lo permitía muy bien y tampoco mi pierna herida. Intenté correr con todas mis fuerzas y ser llevado a un lugar tan lejano que ni el dolor ni la tristeza pudieran alcanzarme ya que me estaban matando en esos instantes.

 

Limpio las lágrimas que caen por mi ojo izquierdo ya que no podía ni tocarme el ojo derecho. Llegando a terreno conocido, siento un alivio instantáneo que me hace desmayar al frente del basurero donde vivía el jefe de la banda del oeste.

 

La oscuridad estando frente a mis ojos es tan relajante que no puedo evitar suspirar, siento mi cuerpo muy liviano ¿Quizás ya morí? Eso sería lo mejor que me hubiera pasado. Siento una mano torpe posarse sobre la mía y fui despertado de aquel agradable sueño, por uno de mis compañeros.

 

Algo confundido miro para todos lados y logro enfocar con mi ojo izquierdo a ese gato amigo que sin decir nada se lanzo sobre mí, dándome un caluroso abrazo y al sentirlo, automáticamente comencé a llorar.

 

Me sentía tan sucio y tan miserable. Esa amabilidad me quemaba, ese trato cariñoso y sus lágrimas empapando su rostro combinándose con mi tristeza.

 

-Lo… Lo siento… si yo hubiera ido contigo… no… no te habrían hecho esto… perdóname.

 

Su voz lastimera me hacía sentir un poco mejor y a la vez un poco peor. Quería cargar con esto solo, pero también quería apoyarme en alguien.

 

-Yo… gracias… gracias gato gris… en verdad gracias.

 

Quedándonos un poco más abrazados, siento llegar  gato jefe y me separa bruscamente del gato gris.

 

-¿Quién hizo esto?

 

-Un gato negro… al parecer de la banda del centro.

 

-Esos malnacidos… Era un gato enorme, me imagino.

 

Sentí un escozor en mi garganta, porque seguramente al mencionar que era un gato enano él que me hizo esto, muy seguramente me romperá a golpes el jefe, quien siempre me dice que yo puedo ganar cualquier pelea con mi estatura.

 

-Je…jefe- digo con mi voz vacilando.- El gato… era… pequeño.

 

Un puño cae pesadamente sobre la pared y el Jefe se voltea sin decir ni una sola palabra. No sé si alegrarme o asustarme. Veo con preocupación al mi amigo el gato gris y decido recostarme otro poco. El gato gris me despide con un amoroso beso en la frente y me arropa como si de una madre se tratase.

 

Cierro mis ojos y rápidamente puede caer dormido. Siento una tranquilidad y una paz, pero lo que no sentía era que en la vida real estábamos en una declaración de guerra latente y pronto… lo más doloroso caería sobre mí de nuevo.

 

En mis sueños estoy sobre el regazo de quien fue mi dueño y me acariciaba tiernamente ¿Por qué no puede estar a su lado por siempre? Un suspiro pesado, me hizo sentir triste y tratando de volver a alcanzar esa calidez de aquella persona, me desperté en medio de las lágrimas.

 

Escuche mucho alboroto fuera del basurero y con el dolor del alma salí caminando como pude para ver hacía la calle. Mis ojos se abrieron como si quisieran salir corriendo de mis cuencas y retrocediendo unos pasos, caí sobre mis rodillas y comencé a gritar.

 

Todos los gatos de la calle me miraron y yo solo podía gritar y llorar señalando a ese maldito gato negro que estaba siendo apaleado por mis compañeros. Mi cuerpo comenzó a tiritar de miedo y tenía ganas de vomitar. ¿Qué hacía ese maldito desgraciado gato negro aquí? Mi cuerpo sin sentir, se levanto y se dirigió a romperle la cara al gato negro.

 

Levante mi puño y el sonido que producía al estrellarse contra su mandíbula se combinaban con mis gritos endemoniados  y las lágrimas que caían sin control. Vi como su expresión cambiaba y sus ojos se arquearon mostrándome un gran dolor. Me sorprendí y le seguí golpeando tan fuerte como mi cuerpo me lo permitía hasta que mi amigo, el gato gris me detuvo. Agarre el cuello del abrigo que tenía el gato negro y me recosté sobre él.

 

-Te odio… te odio… te odio… ¡MALDITO TE ODIO CON TODAS LAS FUERZAS DE MI CORAZÓN NI CON TU MUERTE SERA SUFICIENTE PARA SENTIRME SATISFECHO!

 

Al levantar el rostro pude ver la cara desfigurada por el dolor y ¿El arrepentimiento? No me importaba, lo odio mucho, demasiado quizás como para siquiera acercármele.

 

Me levante y vi como el jefe le dio una paliza magistral, se centraba en su estomago y en su pecho. Este vomitaba babaza y se notaba que no podía más. No podía evitar sonreír, se sentía fenomenal verlo sufrir de esa manera, se sentía casi orgásmico.

 

El jefe le grito que esta era una advertencia para los del centro y que no se atrevieran a seguir retando a los del oeste, ellos no podían con nosotros. El gato levanto su mano izquierda y me señalo agitando su dedo para que me acercara. Yo… le mire con odio y repudio, pero accedí y me acerque. El gato negro se cogió de mi cuello e hizo fuerza para acercarse a mi oído, me quede petrificado y escuche su débil voz decir dos palabras y esas dos palabras simplemente me desarmaron. Mire fijamente los ojos verdes intensos de ese gato y me solté de su agarre. Me aleje y me aleje y luego salí corriendo.

 

Esas dos palabras retumbaban en mis oídos… destruían mi mente y como si de un juego macabro se tratara me sentía desfallecer. “Lo siento” dijo aquel gato negro. ¿Lo dijo sólo por la golpiza o por qué de verdad lo sentía? No me interesaba saberlo. Corrí, corrí tan lejos como pude y simplemente me metí en un callejón y me quede dormido entre una caja de cartón y unos periódicos.

 

Un poco más tarde mi amigo el gato gris no tardo en encontrarme y obligarme a regresar. Yo tenía mucho miedo… mucho miedo de que todavía estuviera ahí, pero él me aseguro de que él ya nunca más estaría aquí. Algo en mi pecho se contrajo violentamente y mire con ojos desesperados a los ojos de mi amigo.

 

-¿Lo mataron?

 

-Sí…  y enviamos el cuerpo como signo de advertencia a los jefes del centro.

 

De repente sentí que mis rodillas flaquearon y caí al suelo… Lo habían matado… lo habían matado… y sin poderlo creer seguí repitiendo esa frase en mi cabeza, una y otra y otra vez y no lo podía creer… no me sentía feliz, simplemente me sentía más miserable.

 

Me levante algo ido y camine hasta el basurero en donde me quede sentado sin ser capaz de entenderme a mí mismo. A pesar de todo, ese maldito gato me había violado, me había pegado y ahora estaba muerto, pero ¿Por qué no estoy feliz? ¿Por qué sólo puedo recordar su expresión triste y sus dos palabras? Algo dentro de mi pecho se siente explotar y miro desconcertadamente sin saber muy bien qué hacer. Sigo quien sabe cuánto tiempo sentado simplemente contemplando la basura y las ratas que caminan alrededor de mí. Aprieto mis manos y me levanto de mi lugar y camino perdido en mis pensamientos. Mis pies me llevan a ese lugar, ese lugar en donde he muerto, ese lugar donde ese maldito gato negro ha asesinado mi alma.

 

Me siento al lado del tubo de escape y mirando perdidamente alrededor, me encuentro con un vidrio roto. Voy gateando y cojo un pedazo. Lo miro detenidamente y simplemente lo único que pasa por mi cabeza es ese gato negro. Coloco ese pedazo de vidrio en mi garganta y limpiamente corto mis venas del cuello, mientras caigo al suelo y me ahogo en mi propia sangre, lo último que mi  mente fue capaz de vislumbrar fue la figura del gato negro quien se acercó y me repitió dulcemente una y otra vez que sentía mucho haberme hecho daño y con esa ilusión finalmente pude dormir eternamente, entre un dulce abrazo de un gato negro quien no supe quien era.

Notas finales:

>.< comentarios... jujuju positivos.. y los negativos mientras sean dichos decentemente los acepto!!

jaja bye bos!! y nos vemos en una proxima!

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).