Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Déjame amarte por Elitsuki

[Reviews - 4]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Gravitation no me pertenece...

Es mi primer fanfic, no soy escritora ni nada por el estilo, solo una simple aficionada.

Notas del capitulo:

Cap. 16

 

 

Bien, iré al grano.

 

Este capitulo fue escrito por Elizabeth o mejor conocida por ustedes  como "Enma".

 

Esta tal como lo encontré en sus documentos hace más de un mes, que fue cuando tuve acceso a el.

 

Como menciona ella, no se encontraba muy bien de salud desde hace mucho tiempo, por lo que me pidió que lo publicara desde el mes de septiembre del 2010, que fue cuando me informaron que tuvieron que ingresarla al hospital por tiempo indefinido y después de que tuve oportunidad de verla.

 

Para ser sincera ella no quería que ustedes se enteraran de su estado actual de salud, no por falta de respeto hacia ustedes sino por no querer preocuparles. Pero para mi como amiga, me es imposible cumplir lo que me pide, primero por que su hermana no me permitió husmear en su computadora para sacar los archivos de sus historias hasta hace un mes y medio aproximadamente, segunda porque no tenia ni idea de cómo publicarlo y me costo mucho trabajo hacerlo (adelante les informo mi desgracia) y tercera porque creo que ustedes merecen saber el verdadero motivo de su ausencia.

 

Salió por un poco tiempo del hospital, pero su familia no dejo que nadie la viera y por lo que sé la volvieron a ingresar a mediados de noviembre, que fue cuando su hermana me dejo guardar ciertos documentos de su compu, entre los cuales estaban dos capítulos de esta historia, otros dos que ya publico "Un amor más allá del orgullo"  y "Dos vidas contigo" que yo los publicare mas adelante si es que ella aun no vuelve y uno inédito que me parece pretendía subir para día de muertos.

 

Hasta ahora lo único que se por su familia es que esta estable y deseosa de regresar a casa.

 

Perdonen el tiempo perdido pero yo no cuento con internet en casa y para ser mas sincera todavía no estoy familiarizada con ninguna de estas paginas por el hecho mismo de que no gusto mucho del anime ni de este genero de este, pero a lo mejor se acuerdan de mi por ser la culpable de que publicara una historia sobre la canción de Pimpinela llamada Dueña de la noche.

 

Pero ahora que estoy en casa de mis tios me permitieron usar su inter para trabajar, pero lo aprovecho también para este fin.

 

Y aprovechando más les informo que no responderé ningún comentario que le quieran dejar, pues supongo que ella estará deseosa de hacerlo cuando regrese a casa.

 

Y también perdonen si les causa un mal entendido la publicación pero repito que no estoy familiarizada con esto y me parece que jodi su anterior cuenta.. intente ingresar a ella con las indicaciones que me dio, pero la pagina no me permitió entrar entonces solicite una nueva contraseña y la cosa empeoro porque ahora ya no es la que tenia y jamas le llego la nueva aunque la pagina dice que ya la envio y crean cuando les digo que lo intente hasta el cansancio.

 

Estoy muy avergonzada con ustedes y con ella por lo que hice, es por eso que cree una nueva cuenta con un seudónimo que usaba ella anteriormente. (Si alguien me puede ayudar a recuperar su cuenta, les agradecería infinitamente, por que si Diosito quiere y ella regresa pronto, sere una exmejor amiga muerta a menos que pueda recuperar todas sus historias y comentarios que ya le dejaron y de los que ella estaba muy orgullosa)

 

Agradezco de antemano su ayuda, porq si no es posible, tendré que subir todas sus historias de nuevo y aparte que me costara una eternidad, ella me odiara por siempre TT__TT

Les dejo el link del capitulo anterior para que recuerden de que va http://www.amor-yaoi.com/fanfic/viewstory.php?sid=32950&chapter=15

ATTE: ANEE-CHAN (así me dice la inche amiga que me hace hacer estar cosas)

 

^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^

 

Hola!!!

 

Lamento haberles hecho esperar por tanto tiempo, pero más adelante les comentare los motivos por los cuales no me fue posible actualizar.

 

Espero que este capitulo sea de su agrado.

 

Gravitation no me pertenece...

 

 

 

Celos y confusión, mis verdaderos sentimientos por ti

 

 

 

Sus corazones latían apresurados mientras se tomaban de la mano y caminaban lentamente bajo la lluvia, hasta llegar a la gran puerta de acceso al centro comercial.

 

La intensa mirada de los curiosos que se resguardaban de la lluvia, no les afectaba en lo más mínimo, así que sin decir ni una sola palabra prosiguieron su camino hasta una de las más exclusivas tiendas de ropa, en donde llamaron notablemente la atención.

 

Y como no hacerlo, si el simple hecho de ver a dos apuesto chicos tomados de la mano y empapados por completo, era algo tan erótico que no se veía frecuentemente.

 

-Lo siento, pero no pueden ingresar al establecimiento en ese estado. - les detenía el empleado que cuidaba la puerta principal.

 

Yuki solo lo miró desafiante, para luego ignorarlo y continuar su paso al lado de su sonrojado esposo.

 

Al ver que el rubio no le había hecho caso alguno, llamó por su radio al grupo de seguridad e instantes después le informo al responsable a cargo de la tienda.

 

El cual llego más rápido y le reprendió por haber hecho pasar un mal momento a uno de sus mejores clientes.

 

-Lamento mucho lo ocurrido Sr. Uesugi. - se disculpo, haciendo una exagerada reverencia. - Es que nuestro empleado es nuevo en esta área y no tenía conocimiento de quien era usted. - concluyo para luego dar las mismas explicaciones a los miembros de seguridad.

 

Yuki solo asintió de mala gana a sus disculpas.

 

-Ahora mismo les mando a alguien más, para que les atienda. - dijo para luego llamar a una de las empleadas que estaba embobada observando a la pareja. - ¡¡¡Niña, deja de soñar despierta!!! Y apresúrate a atender a nuestros clientes. - la chica salió de su ensoñación y torpemente se ofreció guiarles por el área de caballeros.

 

Pero Yuki se había adelanto a ella, ya que sabía perfectamente el lugar al que debían dirigirse y es que aunque no lo admitiera, no deseaba que su lindo esposo contrajera un resfriado.

 

La chica los siguió en completo silencio, deduciendo que les urgía cambiarse lo más pronto posible.

 

Escogieron de todo, desde diversa y divertida ropa interior hasta varias prendas de vestir y zapatos, aunque la gran mayoría era para Shu, ya que Yuki solo se compro un traje en color gris a rayas, un elegante abrigo y un par de zapatos de vestir. (Incluyendo el bóxer que también llevaba puesto y unos curiosos calcetines de marcianos sonrientes que le escogió Shu.)

 

El rubio jamás imagino que ir de compras podría ser tan entretenido, pero disfruto de lo lindo ver cada uno de los conjuntos que el pequeño le modelaba, claro que este ingenuo solo le preguntaba su opinión sin imaginar siquiera que para su pervertido esposo era como estar en medio de una exclusiva pasarela erótica, ya que toda la ropa se amoldaba extraordinariamente a su bien formado cuerpo.

 

Debido a eso, el rubio estaba muy agradecido de que la chica no pudiera entrar con ellos a los vestidores, así que después de escoger lo que se usarían y separaran la ropa que llevarían a casa, salieron a su encuentro para que luego Shuichi se probara varios pares más de zapatos, entre los cuales había unos deportivos y unas sandalias de vestir.

 

No podía negarse que había renovado el armario del pelirosa y mucho menos, que todo aquello costaría una verdadera fortuna, pero ese es el costo de consumir la ropa y accesorios de diseñador... deducía el rubio, creyendo firmemente en que su lindo esposo lo valía.

 

Y a pesar de que Shuichi insistió en solo llevar lo necesario, no se dejo convencer y ordeno todo cuanto este se había probado.

 

Un poco más tarde y mientras Shu se alejaba para ir al sanitario, Yuki aprovecho para ir al departamento de perfumería... preguntando por uno en particular, el que sabía que usaba el pequeño... ni mas ni menos que el exquisito y sumamente costoso Nº1 for men de Clive Christian, aunque para alguien con su solvencia económica no era algo por lo que preocuparse, así que espero paciente hasta que estuvo envuelto y debidamente embolsado para que el menor no lo descubriera.

 

Luego siguió curioseando para comprar otros tantos objetos personales que de seguro también le harían falta.

 

Cuando regresaba hacía el lugar pactado con Shu, chocó repentinamente con alguien.

 

-¿Pero por que demonios no te fijas por donde caminas? - soltó enfurecido, al haber estado apunto de caer al suelo.

 

El otro hombre lo miró visiblemente apenado.

 

-Lo siento tanto... de verdad, es que yo iba algo distraído. - se disculpo, mientras levantaba las cosas que se le habían caído de las manos, para luego hacer una exagerada reverencia y alejarse apresuradamente.

 

Yuki se quedo observándolo por algunos instantes, hasta que algo en el suelo llamo su atención... era una pequeña y plateada cajita, que de seguro se le había caído a aquel sujeto.

 

La levanto del suelo dispuesto a regresarla a su dueño, pero antes no pudo evitar revisar su contenido.

 

Grande fue su sorpresa, cuando descubrió que se trataba de un hermoso y vistoso anillo de compromiso.

 

-E-Eso es mío... creo que se me cayó hace un momento. - dijo el hombre, que ya se encontraba parado frente a él.

 

Yuki no se había percatado de su presencia, pero fingió no darle importancia.

 

-Lo sé, deberías de ser más cuidadoso con esas cosas. - respondió apático, para luego entregarle la caja cerrada.

 

-Hoy le pediré matrimonio y estaba tan nervioso que no vi por donde caminaba... - se volvió a excusar - él es muy hermoso, pero solo llevamos un par de meses saliendo así que aún no estoy seguro de si me aceptara. -

 

-Deberías de tener más seguridad de ti mismo, si no e... - "espera un momento dijo ¿él?" *pensó* - a un chico no se le da esas cosas. - termino de decir, no muy convencido de sus palabras.

 

-No importa... yo realmente quiero hacerlo bien, si él acepta este anillo entonces yo seré el hombre más afortunado del mundo y si realmente me ama, él también será muy feliz al recibirlo. - concluyó, fijando sus expresivos ojos azules en la deslumbrante argolla de matrimonio que descansaba en el dedo anular izquierdo del escritor, para luego hacer una leve inclinación y retirarse un poco avergonzado por lo que había dicho a aquel extraño.

 

Eiri se quedo perplejo con aquella confesión, tal vez aquel tipo era un indeciso en la cuestión de si aceptarían sus sentimientos, pero estaba plenamente consiente del gran significado que eso tenia en su vida.

 

Con esos pensamientos aún revoloteando en su cabeza, prosiguió su camino.

 

-Y-Yuki... ¿estas bien? - pregunto el menor, al solo verlo.

 

-Si, paguemos y vallamos a comer algo. - propuso al tiempo que sacaba una tarjeta y se la ofrecía al pequeño para que la firmara, a pesar de contar con suficiente efectivo para saldar la deuda.

 

-¿E-Es una tarjeta de crédito? No puedo aceptarla, además no me gustaría deber tanto dinero. -

 

-No es una tarjeta de crédito, es de debito y no tienes que pagar nada, ya que solo puedes gastar lo que esta en ella... - explicó con extrema calma, pero al ver la incredulidad de su esposo insistió. - Hace tiempo que Kanna me deposita a esta cuenta el pago de mi trabajo, pero hace unos días pedí una tarjeta adicional para ti... se pude usar tanto para pagar en cualquier establecimiento que lo permita como para retirar efectivo, es por eso que decidí que seria la forma de que dispusieras de nuestro dinero sin andarlo cargando todo el tiempo. -

 

-P-Pero entonces me estas dando tu paga y yo no... -

 

-Baaka... yo también tengo una tarjeta de la misma cuenta, así que no te haga ilusiones. - soltó con burla, al tiempo que le extendía una pluma que recién le había facilitado la empleada que les atendía.

 

Shuichi dudó un poco más en aceptar, pero resignado a que no vería ni un solo centavo de su herencia sino hasta un par de días más, decidió firmarla y con ella pagar el monto de sus compras. Las cuales le serian entregadas ese mismo día en la dirección que había proporcionado el rubio.

 

 

***************

 

 

Se encontraba recostado sobre su suave cama, mientras recordaba parte del tiempo que paso al lado del apuesto y loco rubio.

 

Ya que estuvo la mayor parte del día en su compañía, pero tenía que admitir que a pesar de la intensa lluvia que caía sobre la ciudad y que por ella no fueron capaces de salir a ningún sitio, lo había pasado realmente bien.

 

*Al regresar de la residencia de los Shindou le invito a pasar a su departamento e inmediatamente después tomaron un refrigerio acompañado de una humeante taza de café. (Preparados por él.)

 

Minutos más tarde de haberlo terminado todo, K anuncio que se iba, aunque esperaba quedarse ya que debido al acontecimiento del día anterior no tenían que trabajar, pero no dijo nada con la esperanza de que fuera el pelirrojo quien se lo sugiriera.

 

Así que este, a pesar de no estar muy convencido le invito a que pasara el resto del día en su departamento.

 

-Bueno, si quieres puedes darte un baño... yo te buscaré algo de ropa para que te cambies. - ofreció, entregándole una toalla.

 

-My pretty boy... - le retuvo de uno de sus brazos. - ¿No te gustaría que lo tomáramos juntos? -

 

Un intenso sonrojo se apodero del rostro del menor y en un suave movimiento se alejo de él, asegurándole que por el momento no seria prudente.

 

K no insistió en el tema y se apresuró en bañarse, para que luego Hiro lo hiciera.

 

Sabía que si quería que las cosas funcionaran con el pelirrojo, tendría que tener paciencia... aunque por el momento se conformaba con que este, no lo alejara de su lado.

 

Después de eso se dedicaron a platicar de diversos temas, recostados en el sillón mientras degustaban de la pizza hawaiana que el rubio había solicitado media hora antes.

 

El tiempo pasó volando y ambos se quedaron profundamente dormidos por un par de horas, hasta que el rubio despertó.

 

Le observó por algunos momentos para luego robarle un dulce beso e irse, no sin antes dejarle una nota sobre la pequeña mesa de centro.

 

"Me fui a casa y como te veías realmente cute mientras dormías, no quise despertarte.

  Te veo mañana en el trabajo... no llegues tarde o me veré en la obligación de sancionarte.

  Forever yours...... C. K. W."

 

Cuando despertó se sintió muy solo, pero en cuanto leyó la nota que el mayor le había dejado se sintió mejor y una estúpida sonrisa se reflejo en su rostro mientras acariciaba sus rosados labios con la punta de sus dedos al tiempo que se diría a su habitación y se dejaba caer en la suave cama.*

 

Estaba convencido de que sentía algo por él, pero aún no estaba muy seguro de sus verdaderos sentimientos... y mientras meditaba en eso... volvió a quedarse profundamente dormido.

 

 

 

***************

 

 

Ryuichi miraba la lluvia a través de la amplia ventana de su habitación, mientras viejos recuerdos venían a su mente...

 

*Estaba en el majestuoso escenario del auditorio más grande de Japón...

 

Su cuerpo perlado por el sudor provocado por los cientos de reflectores, su erótico baile y la euforia del momento, que le hacían sentirse realmente afortunado mientras que miles y miles de fans coreaban la canción de Sleepless Beauty.

 

La canción finalizó para dar un intermedio en el mejor y mas esperado concierto, realizado en tierra nipona.

 

Caminó hasta su camerino designado al lado de Touma, que no se separo de él en ningún momento, en donde su también amigo y manager lo esperaba para darle la noticia más inesperada de su vida.

 

-Ryu... need to tell you something, se supone que no debería hacerlo hasta que terminara el concierto pero eres my friend. - esas palabras pronunciadas por un K bastante serio, le hicieron palidecer y más al escuchar el resto de lo que este tenía que decir. - Me acaban de informar que el vuelo en el que viajaba tu familia a Japón, sufrió una avería y... - no tuvo que terminar la frase, para que él entendiera de lo que se trataba.

 

Sin embrago al escuchar el fuerte aclamo de su público, solo dijo unas breves palabras para luego regresar al escenario en compañía de sus compañeros de banda.

 

-El show debe continuar... - musitó con sus expresivos ojos llenos de lágrimas, para luego regresar al escenario y después de media hora más, concluir su concierto entre las fuertes ovaciones de la multitud que se había congregado ahí, con la única intención de ver a su ídolo.

 

Aunque ninguno de ellos imaginaba, que ese seria su ultimo concierto...*

 

-Regresaré... volveré a llenar este enorme vacio que hay dentro de mi y quizás entonces pueda sentir algo más por ti, Tat-chan. - dijo con una melancólica sonrisa dibujada en sus labios, para luego regresar su mirada hacia el apuesto chico que descansaba plácidamente sobre su cama...

 

 

 

***************

 

 

Después de su "agradable" experiencia en la tienda, siguieron su camino hasta un lujoso restaurante, en donde rápidamente fueron atendidos por el gerente, quien al reconocer a uno de sus más distinguidos comensales trato de satisfacer sus exigencias y se apresuró en situarlos en una de las mesas mas apartadas de las demás pero que estaba frente a un enorme ventanal con una agradable vista hacia la calle, para luego dejarlos al servicio de uno de los meseros más competentes.

 

Yuki bufó con molestia por la dichosa ubicación  pero reconocía que al no contar con una reservación, no podría exigir demasiado, solo esperaba que pudiesen tener un poco de privacidad en aquel lugar.

 

Aunque al parecer a su pequeño esposo no parecía importarle, ya que por algunos instantes se quedo contemplando las apenas visibles luces de los autos que se encontraban afuera y es que la fuerte lluvia que azotaba sobre la ciudad, apenas le permitía distinguirlas. 

 

-¿Y bien, que vas a pedir? - inquirió, sacando a Shuichi de su sopor para que en segundos se dispusiera  a ojear el menú mientras él ordenaba lo suyo.

 

-¿Puedo pedir lo que sea? - cuestionó sonriente.

 

-............ - el rubio asintió, meditando en lo peligroso que seria para su bolsillo, el haber accedido... pero después de todo ¿qué tan malo podría ser?

 

-Mmm... bien, entonces para empezar quiero... un Prosciutto di Parma e Parmigiano Reggiano (Jamón de parma y queso parmesano) con una Insalada di Soncino con Taleggio e Noci  (Ensalada de canónigo con taleggio y nuez) una Lasagna Alla Siciliana (Lasaña de berenjenas con mozzarella y albahaca) y Medaglioni di Vittelo con Provola e Melanzane. (Medallones de ternera con queso probola y berenjenas) ahh y con bastante pan... y de postre un Mousse de Cioccolato con Salsa de Vaniglia (Mousse de chocolate con salsa de vainilla) y un Sfogliatina di Mela con Gelato Vaniglia (Tartaleta de manzana con helado de vainilla) y ahm... creo que nada más, pero tal vez pida otro. -

 

El mesero escribió lo mas rápido que pudo, sin dejar de asombrarse por la cantidad de comida que pedía el menor y es que verlo tan pequeño y delgado, le hizo dudar que fuera capaz de acabar con todo aquello.

 

Pero Yuki que sabía perfectamente de la capacidad de comer de su pequeño esposo, solo observaba divertido la reacción del mesero.

 

-¿Y d-de beber? - dudó en preguntar.

 

-Mmm... un brandy de reserva. -

 

-Que sea una botella. - interrumpió el rubio, cavilando nuevamente en la fortuna que le costaría el haberlo invitado a comer fuera, quizás hubiese sido mejor si él ordenaba por ambos.

 

-En un momento regreso con su orden. - dijo el empleado, quien sin mas que decir se retiro.

 

Shuichi asintió alegre... ya que a pesar de haber tomado el "desayuno" por la tarde, su apetito no se había visto muy alterado y mucho menos después del intenso ejercicio que realizo en el auto de su ardiente esposo.

 

El rubio lo miró con interés por varios segundos, para luego llevarse un cigarrillo a los labios, encendiendolo al instante.

 

-Veo que Yoshida cumplió con el  trabajo de no arruinarte el apetito. - soltó de manera "casual" ante la percepción del menor, que solo pudo interpretar aquellas palabras como un reproche.

 

-Yo... no regañes a Yoshida-san por mi falta apetito. - pidió, bastante consternado por  la posibilidad de que sancionaran a su nuevo amigo, por su causa. - La verdad es que es mi culpa, por que yo le insistí en comer todo aquello, perocomodesde anochenoprobababocadoyo...  - habló tan rápido que tuvo que guardar silencio al examinar la cara de perplejidad del mayor. - Lo que quiero decir es que no lo volveré a hacer... -

 

Yuki se quedo sin habla... solo observándolo con un marcado tic en el parpado izquierdo y es que simplemente había pretendido molestarlo con un poco de sarcasmo pero jamás imaginó que Shuichi lo interpretaría como un reclamo... y él que momentos antes se jactaba de conocer su buen apetito, ahora se daba cuenta que realmente no lo conocía del todo.

 

*¿E-Eso quiere decir que no tiene mucha hambre?*  - se cuestiono en silencio mientras aspiraba un poco del cigarrillo que sostenía entre sus dedos. - *Entonces en vez de sancionar a Yoshida, tendré que agradecerle...* - pensó al tiempo que soltaba paulatinamente el grisáceo humo.

 

Pasaron un par de minutos antes de que se percatara del descarado escrutinio del cual era objeto y dudando un poco, fijó sus dorados ojos en los bellos orbes amatistas que trataban de descifrar sus pensamientos.

 

Y así permanecieron por algunos momentos más, contemplando su reflejo en la mirada del otro... hasta que la inesperada interrupción del camarero, logró captar su atención.

 

 

***************

 

La comida transcurrió de lo más tranquila, ya que se dispusieron a conversar de diversos temas, siendo Shuichi quien las iniciara... desde las ostentosas compras que recién habían realizado hasta  el más mínimo detalle de las exhaustivas preparaciones para la boda que compartió con su cuñada y su prima, y las peculiaridades que hubo en la fiesta, aunque evitando a toda costa algún comentario sobre su "incomodo" encuentro en el jardín y las dos ocasiones en que habían estado juntos de manera más intima.

 

-Y fue entonces que descubrí que Minoru san estaba algo tomado, pero no me preocupe por que estaba con Takaki... - relataba de lo mas alegre al tiempo que disfrutaba de su delicioso mousse de chocolate. - ¿Sabes? ellos han sido muy importantes en mi vida... claro que Hiro también, pero ellos sin duda han estado para mi en los momentos mas difíciles de mi vida... -

 

Yuki solo escuchaba con gran interés lo que comentaba el menor, aunque le molestaba que en cada uno de sus relatos hiciera alusión a su "mejor amigo" pero aún así no podía dejar de admirar la elegante forma en que su pequeño esposo degustaba de cada uno de los platillos que había pedido y se diera el tiempo de hablar con tanta fluidez entre cada uno de ellos... definitivamente no dejaba de asombrarlo y mucho menos el hecho de que bebiera tanto como para hacerlo pedir una nueva botella del mejor vino.

 

-¿Supongo que te refieres a la enfermedad de tu madre? - inquirió, aprovechando que el pequeño se encontraba algo pasado de copas y que por lo mismo no dudaría en responder a cada una de sus preguntas.

 

-Mmm... - el menor trato de asimilar la pregunta de su esposo, ya que aunque estuviese demasiado "alegre", no recordaba haber mencionado ese asunto tal delicado. - *Supongo que mi tío lo habrá mencionado* - pensó antes de proseguir. - Pues si... la verdad que fue muy duro el separarme de ella pero definitivamente lo peor fue cuando la trasladaron al extranjero para su tratamiento, ya que en contadas ocasiones pude viajar a verla. - su hermoso rostro se ensombreció en un sutil gesto de tristeza, que no paso desapercibido para el mayor. - Aunque claro que no fue por que no quisiera... es solo q-que mi tío... -

 

-No te lo permitía, debido a su mal manejo de los bienes de tu familia... es por eso que creía que era un lujo que no podría permitirte. - asevero con molestia al imaginar cuantas veces habría privado a su niño de visitar a su madre.

 

Shuichi solo asintió con amargura.

 

-¿Y así que te chantajeo con lo del matrimonio, para poder ir a verla? - 

 

-......... - dudó en contestar ¿pero qué más daba? Si al parecer el rubio estaba al tanto de todo. - Pero aunque conseguí aplazar el compromiso por bastante tiempo no logre evitarlo, ya que ni siquiera se podía realizar el pago del hospital. - finalizó al tiempo que desviaba su mirada hacia el oscuro paisaje que se reflejaba a través  de la amplia ventana, viendo a las escasas personas que caminaban en la acera resguardándose de la lluvia con un paraguas.

 

Yuki sintió una extraña opresión en el pecho al terminar de comprender la desafortunada situación de la que había sacado provecho para casarse con él... pero lo hecho, hecho estaba y si no hubiese sido él, hubiese sido cualquier otro.

 

-Solo estaremos aquí por una semana, después regresaremos y podrás hacer los ajustes necesarios para recibir tu herencia. - afirmó, ante el semblante de sorpresa por parte de Shu, quien no vacilo en mirarlo de frente para comprobar la veracidad de sus palabras... sin darse cuenta de la chica que recién se había detenido frente al ventanal y miraba a ambos con sobrado interés, para luego apresurarse a entrar en el lujoso restaurante.

 

-Y-Yuki... ¿l-lo dices en serio? -

 

-¿Crees que jugaría con algo así? -

 

-N-No... es solo que no esperaba que fueras a acceder tan fácilmente. -

 

-Solo he dicho que podrás realizar todos los trámites necesarios para pactar con el abogado todo lo relacionado a tu herencia, pero no he dicho que estoy dispuesto a anular nuestro matrimonio. - contesto molesto, al descifrar la incredulidad de su pequeño esposo.

 

Shuichi solo suspiró con resignación, para luego ver como el mesero pedía su consentimiento para retirarle el plato vacio y al instante sustituirlo por el último postre de su pedido, el cual probó inmediatamente y mientras lo hacia con toda la calma del  mundo... se sumergió en sus confusos pensamientos.

 

Sabía que aunque Yuki no diera su consentimiento para agilizar los dichosos tramites, él lo haría en cualquier oportunidad...

 

Pero si lo pensaba mejor, el que este diera su consentimiento lo haría todo aún mas fácil, aunque por otro lado... no quería decir que con su simple aprobación se hubiera salvado de seguir con aquella farsa de matrimonio, que a la larga le traería muchos sufrimientos, ya que aún no definía lo que en realidad sentía por su apuesto esposo...

 

Estaba claro que no le era indiferente y que le atraía demasiado ¿pero lo amaba, en realidad le había alegrado el hecho de que se rehusara a darle su libertad?  Y si así fuera ¿el rubio sentiría lo mismo por él, o simplemente confundía esos repentinos lapsos de amabilidad con algo que jamás podría existir entre ellos?

 

Meditaba en eso, cuando la estridente voz de una mujer, le hizo volver a la realidad.

 

-¡¡Eiri!! -

 

La observó acercarse y sonreír descaradamente a su esposo, para luego abalanzarse sobre él y apresarlo por el cuello, sin siquiera reparar en su presencia.

 

-Eiri... que gusto verte después de tanto tiempo... - murmuró lo suficientemente audible para que el pequeño espectador, la escuchara e inmediatamente trato de besar al rubio, aunque este giró el rostro antes del contacto y la aparto con brusquedad, de un solo movimiento.

 

Sin imaginar que Shu  al estar de frente, obtuvo un ángulo muy distinto de lo sucedido, en el que prácticamente aquella mujer lo había besado... 

 

Y sin darse cuenta una solitaria lágrima resbalo por su pálida mejilla, asustándose al comprobar lo que aún se negaba a aceptar... pero al no desear que el rubio se percatara de su actual situación, limpió su rastro con el dorso de su mano mientras inclinaba su cabeza, permitiendo así que sus cristalinos ojos quedaran ocultos detrás de las rebeldes hebras rosadas que escapaban de la coleta que sujetaba su sedoso cabello.

 

Una vez que Yuki se hubo separado de la mujer,  volvió rápidamente su atención al chiquillo que tenía delante... viendo como en completo silencio sostenía la cuchara pero sin llevar ningún bocado a su boca mientras  mantenía el rostro hacia abajo como si la enorme copa de tarta y helado fuera lo mas interesante del mundo... pero sin imaginar que dicha acción era con el fin de encubrir la inmensa tristeza que lo embargaba.

 

Y a pesar de sentirse aliviado de ver que Shuichi lo había tomado con bastante calma, no podía negar que le incomodaba que no mostrara otro tipo de reacción ante la desagradable presencia de aquella mujer... aunque por el momento no tenía el tiempo suficiente para ahondar en el asunto, así que con toda la "amabilidad" que lo caracterizaba, se decidió por concluir con la inesperada y molesta intervención de aquella que tiempo atrás fuera una de sus tantas conquistas de una noche de copas.

 

-Lamento no compartir tu entusiasmo, Zakuro... - dirigiendo su vista hacia ella. - pero como sabrás mis condiciones cambiaron, además de que ahora mismo me encuentro ocupado. - soltó con frialdad al tiempo que la miraba con desprecio.

 

La chica no se dejo intimidar por la gélida mirada de la cual era objeto y después de admirar disimuladamente la costosa argolla de matrimonio que lucía el escritor, continuo con su labor de conquista.

 

-Claro, claro... sé que has dejado de ser el soltero mas codiciado para convertirte en el hombre casado más codiciado de la sociedad, pero por lo que veo... eso no te ha impedido salir a divertirte. - dijo insinuante, al escudriñar con descaro al joven acompañante del escritor, que al sentirse observado levanto su hermoso rostro para encarar a la mujer. - Y aunque no debería, admito que no has perdido el buen gusto... aún así, parece que necesitas de una compañía más amena. -

 

Shuichi se quedo sin habla por algunos instantes... solo examinando a la mujer que se había atrevido a insinuar que "ella" era mejor compañía que "él".

 

Admitía que esa tal Zakuro era muy hermosa; alta... quizás más que él, con un cuerpo delgado pero bastante voluptuoso en las áreas precisas, además de su largo cabello negro que llegaba debajo de su cintura afinando aún mas sus agraciadas facciones... sin duda era alguien que no pasaría desapercibida por la calle, pero esa gran belleza de la cual estaba muy orgullosa no era mas que una simple fachada que ni siquiera alcanzaba a cubrir la frivolidad de sus actos.

 

-Lamento que tenga esa mala impresión de mí... por fortuna, no es a usted a quien deba incomodar mi falta de entusiasmo. - respondió con desdén, dejando a ambos bastante sorprendidos...  en especial a su apuesto esposo, que disfruto de lo lindo con la colérica reacción de la chica.

 

-Mjaa... y supongo que con eso quieres decir ¿que la que sobra aquí soy yo? -

 

-Yo solo digo que si tanto le incomoda mi presencia, debería de procurar no intervenir en citas ajenas. -

 

Yuki no pudo evitar que una amplia sonrisa se dibujara en sus labios cuando su lindo esposo dejo de ser el apacible muchacho que se dejaba injuriar, para desafiar abiertamente a su rival en el amor.  Sabía de antemano que "su" Shuichi no era el tipo de persona que se callaba lo que sentía y eso lo comprobó desde el momento en que se encontraron por primera vez...

 

-Pero mira que resultaste ser descarado... ¿le llamas cita a ser la "simple" compañía de un hombre casado? -

 

En ese preciso momento Yuki se percato del por qué de aquella falsa acusación, pero decidió ignorarlo para poner fin a esa situación de una vez por todas.

 

-Te equivocas... Shuichi no solo es la mejor compañía, sino que además es la "única" que deseo tener. - afirmo, elevando la voz un poco más de lo habitual, logrando así llamar la atención del mesero que se encontraba a solo un par de metros de distancia.

 

Zakuro se sintió ofendida por el claro desprecio del rubio, pero no lo suficiente como para retirarse y cuando estaba a punto de objetar a su favor...

 

-¿Disculpen, hay algo más en lo que les pueda servir?  - cuestiono el mesero, al llegar hasta ellos.

 

-A decir verdad, me gustaría tener un poco más de privacidad con "mi esposo". - respondió el rubio, haciendo alusión a la entrometida en cuestión.

 

-L-Lo siento señor, es solo que la señorita aseguro conocerles y... -

 

-Así es... jamás olvido a las "amigas" de mi hermana o ¿debería decir de mi hermano? - inquirió con sarcasmo, ante una aturdida Zakuro que no hizo mas que palidecer de vergüenza aunque solo fuese por un fracción de segundo, para después volver a tomar la misma pose soberbia que la caracterizaba.

 

El camarero rápidamente comprendió lo que sucedía y se apresuró en ofrecerse a escoltar a la señorita a una de las salidas menos concurridas por los comensales del restaurante; la del servicio... solo con la finalidad de aminorar la humillación de la joven al se prácticamente expulsada del establecimiento.

 

Esta acepto de mala gana, pero sabía que era eso o exponerse a las habladurías de toda esa gente de dinero, ya que al ser un restaurante delicatessen... solo las personas pudientes podrían costear una comida como esa y debido a su no tan destacado estatus social, le era imposible dejarse ver en tan vergonzosa situación ante aquellos con los que pretendía relacionarse en algún futuro...

 

 

***************

 

 

Un incomodo silencio se prolongo durante los últimos minutos después de que la mujer se marchara.

 

Shuichi seguía degustando de su postre con el propósito de ocultar el cumulo de sentimientos que lo invadían, y sin ser consiente, un profundo suspiro escapo por sus húmedos labios... reflejando así, mas de lo que pudiese haber dicho con palabras.

 

-Zakuro fue una de las compañeras de colegio de Mika, fue así como la conocimos Tatsuha y yo. - comento de manera casual, para saciar la evidente curiosidad del pequeño. - Pero hace más de un año, coincidimos en un bar y... -

 

-No quiero saberlo. - aseguro este, a pesar de que su mirada evidenciaba lo contrario.

 

-Después de esa ocasión no volví a verla hasta el día de hoy, pero supe por Tatsuha que ellos se entendieron por algún tiempo mientras yo estaba en el extranjero... - dijo, ignorando las palabras de su esposo.

 

Shuichi le escucho, pero no sabía como reaccionar y es que estaba tan lastimado y lleno de confusión que no pudo hacer más que desquitar su coraje.

 

-He dicho que no me interesa... después de todo, nuestro compromiso no fue más que una farsa que termino en un simple matrimonio por conveniencia. - le miró desafiante. - ¿Porqué habría de importarme que te acuestes con medio Japón? -

 

Yuki enarco una ceja, aquellas palabras solo confirmaban sus sospechas... Shuichi estaba herido, herido y profundamente celoso.

 

-Ya había admitido que no fui precisamente un santo, pero todo cuanto hice fue antes de haberte conocido y ahora solo... -

 

-No quiero saber nada mas... - le interrumpió. - Tú podrás negarme el divorcio, pero te aseguro que en cuanto se cumplan las cláusulas de mi herencia, yo mismo me asegurare de que todo esto termine. -

 

-¿Tanto te ha afectado la presencia de esa mujer? - inquirió con molestia.

 

-Yo... a mi solo me afecto que me confundiera con uno de tus tantos amantes. -

 

Para ese momento la paciencia del rubio era casi nula, por lo cual no fue capaz de contenerse.

 

-Pues si tanto te molesta ser tratado como un cualquiera, deberías de comenzar por tomar tu lugar como "mi" esposo... - su mirada era aún mas estoica que la que había mostrado a Zakuro, ocasionando intimidar a Shuichi, quien trato de reponerse para responder al insulto.

 

Sin embargo, Yuki no se lo permitió.

 

-Al menos durante el tiempo que dure esta farsa. - concluyó, para luego colocar ambos codos sobre la mesa y masajear sus sienes con las yemas de sus dedos... pretendiendo aminorar la fuerte jaqueca que le había causado la discusión con el menor.

 

Shuichi simplemente no pudo formular palabra alguna en su contra y menos al observar la reluciente argolla que portaba el rubio en el dedo anular de su mano izquierda.

 

E inconscientemente miró su propia mano...

 

Ahora lo comprendía todo, era lógico que Zakuro pensara eso de él... ¿Cómo podría siquiera imaginar que "él" era el esposo de Yuki? ¿Cómo podría saberlo, si únicamente era Yuki quien portaba su argolla de matrimonio? ¿Cómo podría negar que era culpable de que le tratara como a uno de las tantas "conquistas" del rubio?

 

Por crueles que hayan sido las palabras de su esposo, eran ciertas... posiblemente todo hubiera sido diferente si solo no hubiera olvidado volver a colocarse el anillo después del baño.

 

Lamentablemente ya nada podía hacer, las cosas se habían salido de control y la agradable tarde que pasaron juntos se había arruinado por completo.

 

 

***************

 

 

El camino a casa del escritor se tornó mas incomodo que en el restaurante, pero por fortuna no duro por más de treinta minutos, debido a que en los atajos que tomo el rubio no había demasiado tráfico a esa hora de la noche.

 

*Después de lo ocurrido no volvieron a dirigirse la palabra, sin embargo permanecieron ahí por bastante tiempo, solo escuchando la fuerte lluvia azotar sobre la ventana mientras degustaban del excelente vino hasta vaciar la botella...

 

El mesero les pregunto si se les ofrecía algo más y Shuichi con algo de timidez pidió un nuevo postre para llevar, una vez que estuvo listo, les entrego la cuenta.

 

Yuki tuvo que pagar casi con todo el efectivo que llevaba y después de dejar una generosa propina con lo poco que le quedaba, salieron hasta el estacionamiento para abordar el ostentoso auto y regresar a casa.*

 

Cuando por fin este se detuvo, Yuki miró con seriedad al menor... quien se sintió visiblemente avergonzado y evito a toda costa responder a su mirada, sabía que todo cuanto el rubio le había dicho era cierto y que no debió de haberse molestado por su pasado, ya que en ese entonces ni siquiera se conocían, pero aún así no dejaba de molestarle que aquellas mujeres siguieran saltando a sus brazos cada que se lo topaban en su camino.

 

El rubio no dijo nada y pretendió no darle importancia a la evasiva actitud del menor. Así que con toda la tranquilidad que le había brindado ese tiempo en completo silencio y el alto grado de alcohol en su organismo, descendió del auto.

 

Shuichi pretendió hacer lo mismo, pero antes de que se diera cuenta el rubio ya se encontraba frente a su puerta con el paraguas en una mano y ofreciéndole la otra para ayudarle a salir... titubeó por algunos instantes, sintiéndose extrañamente emocionado de que su apuesto esposo tuviera esa atención con él, después de todas las desagradables palabras que le había dicho.

 

Pero tratando de no hacerse muchas ilusiones, atribuyo aquel gesto de amabilidad a la lluvia que aunque más leve, seguía cayendo sobre la ciudad.

 

Sin pensarlo más, se apoyo en la cálida mano del mayor... llenándose de inseguridades, pero sin soltarla hasta que el propio rubio le dejo libre para ingresar a la casa.

 

 

***************

 

 

Yoshida se apresuró a tomar sus abrigos mientras les daba la bienvenida y les indicaba que todas sus compras se encontraban en su habitación, pero antes de que su joven amo le diera instrucciones de que podía irse a descansar, les ofreció una espumosa taza de chocolate caliente.

 

Shuichi no dudo en aceptar a pesar de la fría mirada de su esposo, quien desprecio la oferta de mala gana y aún renuente de tener que dejar al pequeño en compañía del mayordomo, pero sin tener más opción que acceder a hacerlo.

 

-Por cierto... - comento el menor, una vez que se quedaron solos. - Esto es para usted. - extendiéndole el paquete que llevaba con él.

 

El hombre lo observo con curiosidad y luego le sonrió por el dulce obsequio.

 

-No tenía que molestarse. - afirmo, mientras tomaba lugar al lado del chico y se disponía a probar el delicioso pastel que contenía el paquete.

 

-No fue ninguna molestia... - sonrió, llevando hasta sus labios la humeante taza de chocolate que el mayor le había ofrecido momentos antes.

 

El silencio se prolongo mientras ambos disfrutaban de su cena, sin embargo no resultaba nada incomodo para Shuichi, quien seguía absorto en sus confusos pensamientos.

 

Pero que para la vasta experiencia del mayor, solo tenía una respuesta...

 

-¿Hay algo que le preocupe? -

 

-¿Eh? -N-No, no es nada... - respondió sin mucha convicción.

 

-Ya veo... pero no debería dejar que ese "nada" le inquiete tanto. -

 

Shuichi guardo silencio... por extraño que pareciera, aquel hombre le inspiraba confianza y en ese momento lo que mas necesitaba era hablar con alguien.

 

Era eso o simplemente que el exceso de alcohol en su organismo ya empezaba a hacer de las suyas, pues extrañamente sentía unas inmensas ganas de llorar.

 

-Es solo que... bueno, durante la comida tuvimos un inconveniente con una "amistad" de Yuki y... - las palabras se atoraban en su garganta, al parecer no era tan fácil expresar sus sentimientos y menos cuando luchaba por no demostrar lo afectado que se encontraba.

 

-Comprendo, pero no debería preocuparse por nimiedades. - comento como si supiera lo que había ocurrido. - Hay muchas mujeres que han hecho hasta lo imposible por acercarse al joven Eiri, pero le aseguro que ninguna ha obtenido nada de lo que esperaba, a decir verdad... - hizo una breve pausa, con el fin de encontrar las palabras apropiadas para expresarse. - El joven nunca demostró algún tipo de interés por alguien, a excepción de usted... y francamente jamás lo había visto tan complaciente y feliz, como ahora. -

 

Shuichi le escuchó con atención, a pesar de juguetear con la taza vacía sobre la mesa.

 

Yoshida no dijo más... solo lo contemplo con ternura por algunos instantes, como queriendo brindarle alguna otra muestra de afecto a aquel chiquillo que a tan poco tiempo de conocerle, había obtenido su simpatía.

 

Pero se contuvo al no tener intención de incomodarlo con sus cursilerías paternales...

 

Así que solo se puso de pie y comenzó a levantar la pequeña barra de la cocina, dejándola completamente reluciente con ayuda de Shuichi mientras él depositaba la loza sucia en el fregadero.

 

-Bien, estuvo realmente delicioso pero ya es hora de que me vaya a descansar. - se despidió con una leve inclinación hacia el menor. - Le sugiero que haga lo mismo o nuevamente no será capaz de tomar el desayuno a su hora. - bromeo al tiempo que revolvía con cariño los rosados cabellos para luego avanzar hacia la salida.

 

-G-Gracias, Yoshida-san... - quiso decirle algo más... pero no encontró las palabras indicadas, sin embargo aquel buen hombre había logrado tranquilizar un poco sus temores, ya que su mente seguía torturándolo con el recuerdo de aquel repentino beso que le robo esa mujer a su apuesto esposo.

 

Shuichi le observo detener su paso por algunos momentos. - Que descanse... - le escucho decir antes de perderse detrás de la puerta.

 

 

***************

 

 

Ahora que se encontraba solo, no se decidía entre volver a la habitación que compartía con el rubio o quedarse a dormir en el amplio sofá de la sala.

 

Sin duda, la primera opción era la mejor si no quería morir de frio y terminar con un fuerte dolor en el cuello por la mala postura, pero aun siendo consciente de ello, no deseaba enfrentarse de nuevo con su esposo, así que sin detenerse a pensarlo mejor, caminó con pesadez hasta el perchero en donde se encontraba su abrigo y luego de tomarlo se aproximo al mullido sofá, dejándose caer al instante.

 

Era cómodo pero estaba seguro que por la mañana se lamentaría de haber tomado esa decisión.

 

Ya molesto por la situación, encogió sus piernas y luego extendió el abrigo sobre su cuerpo, con la intención de mitigar aunque fuera un poco, el intenso frio que sentía.

 

 

***************

 

 

En la habitación, un apuesto y malhumorado escritor, no lograba conciliar el sueño.

 

Se movía inquieto sobre la cama mientras repasaba una y otra vez, lo ocurrido solo un par de horas antes.

 

Y es que aún no entendía la adusta reacción de Shuichi, si en un principio se sintió halagado de pensar que estaba celoso, ahora solo estaba confundido y bastante molesto por su aptitud.

 

Lo único que quería era aclarar la situación ¿pero como hacerlo si el "susodicho" en cuestión no estaba ahí para enfrentarlo?

 

-¿Porqué demonios tardara tanto ese mocoso? - murmuró impaciente, al tiempo que se incorporaba con la clara intención de averiguarlo por si mismo.

 

Era claro que la paciencia no era una de sus muchas virtudes, pero tendría que hacérselo saber al "baaka" que tenía como esposo.

 

 

***************

 

 

-Demonios... no puedo sacarlo de mi cabeza. - musitó al tiempo que cerraba con fuerza sus hermosos ojos violetas y los cubría con el dorso de su brazo.

 

La realidad era que ni el exceso de alcohol, ni el intenso frio y cansancio que sentía, le hacían olvidarse de lo sucedido en el restaurante y si no fuera por eso, se arrepentiría por su decisión de no regresar a la habitación que compartía con su esposo.

 

Pero no podía... no, a menos que su mente dejara de torturarlo con el recuerdo de aquel beso.

 

- Yuki baaka... - soltó, sin imaginar que cada una de sus palabras eran escuchadas por quien menos esperaba. - Si tan solo no te hubieras dejado besar delante de mí... -

 

El rubio que en un principio estaba bastante molesto por el insulto, se quedo pasmado después de aquellas palabras... ahora todo tenía sentido.

 

-No lo hice. - afirmo, mientras acortaba la distancia hasta quedar de pie frente a la cabeza de Shu, quien ni siquiera se inmuto por su presencia.

 

-¡Mientes! -

 

"Quizás estaba demasiado ebrio para pensar con claridad y su mente le jugaba una nueva broma" Si, debía ser eso o...

 

-Te puedo jurar que eso nunca sucedió. - acaricio con la punta de sus dedos el frio brazo de su pequeño, que apenas era cubierto por la fina tela de su camisa.

 

El menor se tenso al instante, aquel contacto de ninguna manera podría ser una alucinación.

 

Podría escuchar su voz, imaginar que le decía mil cosas para hacerlo sentir bien, pero jamás sería tan real como para sentir la calidez de la suave caricia que recorría su brazo.

 

-¿Yu-Yuki? - descubrió sus hermosos y cristalinos ojos violetas, para mirar con sorpresa al motivo de sus confusos pensamientos. - ¿Q-Que haces aquí? - inquirió en cuanto sus ojos se encontraron con los del rubio.

 

-Yo solo... Shu, de verdad que no quería hacerte daño. - fue en lo único que pensó, al ver la tristeza queriendo salir por esos bellos orbes amatistas.

 

-Vaya, pues lo disimulas que da gusto. - bufó con fastidio mientras aguantaba las ganas de llorar y giraba el rostro en dirección contraria al rubio.

 

Yuki se muerde el labio inferior con algo de remordimiento, pero aun así insiste en hablarle.

 

-¿Estas celoso? -

 

-¿Q-Qué, y por tendría que estarlo? - le enfrento nuevamente, al tiempo que el rubio se inclinaba hasta llegar a su altura.

 

-Si tanto te molesta, has algo al respecto. - murmuro, cerca de sus labios.

 

-¿E-Ehh? - su cerebro se rehusaba a pensar "¿de que hablaba, hacer que?"

 

-El supuesto beso... si tanto te molesta bórralo, deshazlo con tus labios... para que no quede huella alguna de ese "mal momento". -

 

Shuichi estaba por burlarse en su cara, pero tal vez, solo tal vez no seria tan mala idea si con ello pudiera tatuarse en su piel... en su alma, para que nunca pudiera pensar en nadie más.

 

Si... quizás no era tan mala idea, al menos cuando terminara esa "farsa" y Yuki volviera con sus tantos amantes, no podría olvidarle a menos que perdiera la memoria o se arrancara la piel para alejar su recuerdo.

 

Para su sorpresa no tuvo que pensarlo demasiado, ya que en breves instantes sintió los labios del rubio sobre los suyos, iniciando un tierno beso, el mismo que se torno más intenso *(a pesar de la extraña posición) cuando permitió que la lengua del rubio ingresara en su boca para que explorara a su antojo cada milímetro de su cálido interior.

 

Ahora no tenía dudas... si esa noche era todo lo que podía obtener del rubio antes de que la farsa terminara, entonces haría que fuera suficiente para toda su vida...

 

 

***************

 

 

*Shuichi estaba recostado en el sillón y Yuki se acerco de cabeza a él, besándolo al revés. (: Como en varias ocasiones lo hace Peter Parker a Mary Jane Watson :)

 

Hola!!!

 

Lamento la demora, pero por cuestiones de salud y de trabajo no me fue posible actualizar durante este tiempo.

 

Espero lo comprendan y sigan leyendo este fic que escribo con mucho cariño para tod@s ustedes.

 

Sé que el capitulo esta muy extenso y aburrido, pero es necesario para avanzar en la historia.

 

Y pss disculpen por haber cortado el lemon, pero les aseguro que en el siguiente capitulo lo tendrán completito... xD

 

Muchas gracias por leer y sus bellos comentarios (y disculpen a los que no pude darles una respuesta, pero les aseguro que lo hare más adelante y que amé cada uno de ellos)

 

Salu2!!!

 

 

 

 

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).