Todo ocurrió muy rápido, ni siquiera lo recuerdo tan claramente. ¿Tú lo recuerdas, amor? Tal vez no… Todo fue mi culpa.
-m-mas… yuu… ah…-
Estábamos en nuestra cama, en una noche perfecta, aún no lo entiendo como fue que arruiné esa perfecta noche, tan perfecta como tus gemidos, pidiéndome cada vez más…
Seguíamos en lo nuestro, hasta que ambos llegamos al clímax, pero algo ocurrió, y no es algo que yo esperaba de ti, Shima.
-Te amo Shima- Dije recostándome junto a ti.
-Y yo a ti Ruu…- Respondiste, pero cortaste la última frase tapando tu boca.
-¿Qué dijiste?-
-N-nada…-
-Se lo que dijiste, ¿Qué significa? ¿Ruu?- Me levanté de la cama, y me puse de pies junto a ella, mirándote a la cara, la cual estaba cubierta de lagrimas.
-Lo siento, Yuu-
-¿Lo sientes? ¡¿Qué sientes?! Sientes que te gusta que te den dos hombres, ¡¿Eso sientes?!- Comencé a gritarte, mi corazón estaba hecho pedazos.
-Yuu, te lo iba a decir… Pero…- Tu te ahogabas en tus lagrimas, recuerdo que tenías esa costumbre.
-¿Decir que? ¿Que te acuestas con ese tal “Ruu”? ¿Quién es ese tipo?-
-R-Ruk-ki-
Quedé helado con tus palabras, Shima. ¿Acaso ya no me amas? ¿Es por eso que te fuiste con Ruki? Y por sobre todo, lo que mas me dolió fue que Ruki, es mi mejor amigo.
Tome mi ropa, las llaves de mi auto y me largué de ese lugar, por mas que mi debilidad a tus lagrimas era muy fuerte, pude combatirla. Conduje a cualquier dirección, sin rumbo, sin importarme si iba a sentido contrario por la carretera, ya no me importaba mas nada. Paré en un campo, algo sucio, no sabía donde estaba, pero me parecía un buen lugar para descansar.
-Soy un idiota ¡Soy un idiota!-
Comencé a gritar lo más fuerte que podía alcanzar, golpeándome el rostro con mi puño, intentando conseguir algo de consuelo, pero era imposible, ¿Tanto me faltaba?
No solo gritaba, si no que mi llanto no demoró nada en aparecer. Los conductores que se encontraban en la carretera me miraban, algunos les parecía graciosa mi situación, otros se lamentaban, parecía un loco.
Aparte de todo, soy un cobarde, debí haber hablado con tigo, debí haber pedido una explicación, en lugar de eso, huí, que es lo mejor que se hacer.
Me puse de pie nuevamente y me subí a mi vehículo, volví a conducir por donde había conducido. Tal vez el aire fresco haga que me mejore, que pueda tener mas valentía para hablarte, solo espero que estés tu para escucharme.
Llegue a la casa, ya no puedo llamarla “nuestra casa”, me duele llamarla así. Abrí la puerta, estaba toda la casa a oscuras, y se podían escuchar gritos y llantos. Caminé a paso lento hacía tu habitación, allí estabas, arrodillado en un rincón, tomando tus piernas y escondiendo la cabeza entre ellas. Me acerqué un poco, para que notaras mi presencia, pero no podías oírla.
-Takashima…-
-Yuu, ¿volviste por mi?- Dijo levantando su rostro, pudiendo ver lo demacrado que estabas.
-No…- Respondí fríamente.
-Por favor Aoi, déjame explicarte por favor…-
-¿Qué quieres explicarme? ¿Que Ruki es quien dominó tu corazón y no yo? ¿Qué solo sirvo para tenerte satisfecho en la cama? ¡Responde eso Kouyou!-
-¡Ruki no dominó mi corazón! ¡Yo siempre te eh amado a ti, y a nadie más!- Ya comenzases a lucir enfurecido, y las lagrimas se evaporaron.
-¡¿Entonces por que mierrda dijiste su nombre?!-
-…-
No dijiste nada, nuestros gritos habían sido tan altos, que cuando callamos los dos, solo se escuchaba el terrorífico silencio.
Te levantases poco a poco intentando acercarte más a mi, yo me aleje y comenzaste a llorar de nuevo, como odio tus lagrimas.
-Debes creerme, yo solo te amo a ti…-
-Lo siento Kouyou, pero no puedo creerte si un hombre esta en el medio-
De nuevo te ahogabas en tus lágrimas, gritabas, te golpeabas en el rostro, y todo eso, por mi culpa. Fui muy débil, me di cuenta cuando te estaba abrazando, como dije antes, tu llanto es mi debilidad.
-¿Me perdonas?- Dijiste casi en un susurro.
No respondí, ya que solo lo que hacía era consolarlo, no perdonarlo. Te separé de mí, te empuje lentamente para que tomaras distancia. De nuevo cruzó en mí mente es frase:
-Y yo a ti Ruu…-
Me dolió Shima, me dolió mucho, tu eres solo mió, ¿Acaso no estas conforme con eso?
Cuando pudimos separarnos, di unos pasos hacia atrás, ya que temía volver a abrazarte.
-No Kouyou, yo no soy un estupido títere que no conoce a su titiritero, no pienso ser de nuevo tu juguete, no otra vez…-
-¡Nadie dijo que tu eres mi juegete! Yo te amo, ¿No lo entiendes, idiota?-
Comenzaste a llorar de nuevo, esta vez mucho mas enfadado, pero no me importó, no soy un muñeco para que me digas que hacer. Aún que sea difícil ignorar tu tristeza, puedo hacerlo. Aún que te eh perdonado miles de discusiones, no soy débil, no hoy.
-¡Tu no me amas! ¡Se que lo dices con inseguridad!-
-¡No digas estupideces!-
No lo aguante, juro que no lo soporté mas, actué sin razonar, mi mente estaba en blanco. Pude volver a la razón, cuando te vi en el suelo, sobandote la mejilla, que estaba herida, tus labios estaban manchados de carmesí, ¿Qué eh echo?
-¿Acaso es así como tú me amas?-
No dije nada, solo atiné a morder mi labio inferior. De pronto sonó tu celular, intentaste alcanzarlo, pero yo pude tomarlo antes de ti, era un mensaje de texto, al leerlo quede en shock.
Mensaje recibido: Hola amor, ¿Cómo estas? Te extraño, espero que mañanas puedas venir a nuestra casa. Te amo… Taka♥
¿Qué es esto? ¿”Nuestra casa”? Esto ya es demasiado. Recordé que me dijiste que mañana tendrías un viaje a Kanagawa para visitar a tu familia… Que tonto fui, como no lo pensé, sabía que tu familia estaba en Tokio de vacaciones, soy un idiota.
El dolor, la tristeza y el enojo me hicieron largarme de allí, pero cuando cruzaba la cocina tú me detuviste.
-Aoi por favor, perdóname, yo me voy a deshacer de Ruki, y podremos estar juntos de nuevo…-
No te dejé terminar y coloqué un dedo en tus labios. Tu solo sonreíste triunfante, habrías imaginado que solo con una sonrisa se arreglan las cosas… Pero no es así.
-Aléjate de mi Kouyou, no quiero lastimarte…-
-Nunca me alejare de ti, are todo lo posible por recuperarte-
-Aléjate de mi Kouyou, no quiero lastimarte…-
Volví a repetir una y otra vez, pero no te soltabas del agarre en mi muñeca. No quería safarme de tu agarre, por que si no, ocurriría algo malo.
-Te amo, no me abandones por favor…-
La rabia me había echo una mala jugada, cuando de mi mano estaba el instrumento con el que finalicé nuestra relación para siempre. No había reaccionado ni un segundo, cuando pude penetrarte con dicho objeto en el vientre.
La sangre emanaba por mi muñeca, y tu no dijiste nada, solo un gemido de dolor, pero no un gemido como cuando te hago el amor, si no un gemido de apuñalada.
Separé mi mano de tu cuerpo, arrojando el cuchillo lejos, en ese momento reaccione ante mi agresión. Tu cuerpo poco a poco se enfriaba, te apoyé en el suelo, me lancé sobre ti, mientras la sangre de tu cuerpo se mezclaba con mis lagrimas… ¿Qué pasaba con migo? Mate a la única persona que pude amar de verdad en mi vida.
-Shima, perdóname, no te mueras por favor, resiste, estarás bien Shima… ¿Shima? ¡SHIMA RESPONDE POR FAVOR!-
Era imposible, habías perdido mucha sangre, era una herida muy profunda. Ese no era yo, la persona que te apuñalo no era yo, yo nunca podría hacer eso, no que ocurrió, me sentía una basura…
No debía llamar a nadie, ya no latía tu hermoso corazón. Te tomé en brazos y con mucha delicadeza te recosté en la cama, mientras tu sangre no paraba de salir. Me dirigí a la cocina y tomé de nuevo la cuchilla, me dirigí de nuevo a la habitación, me recosté junto a ti y te tomé de la mano.
Ahora mismo estoy aquí, tomándote de la mano, recordando lo sucedido, junto a ti. Nunca había actuado de esa forma… Nunca…
-Te prometí algo…- Dije entre llantos, recordando mi promesa.
.:FlashBack:.
En el hospital.
-Tranquilo Shima, todo va a salir bien…- Te dije, tomándote de la mano, mientras tu estabas recostado en una camilla.
Los doctores habían encontrado un problema del corazón, que te impedía hacer movimientos bruscos. El doctor dijo que necesitabas una operación, pero el problema, es que dicha operaron era muy delicada.
-Yuu, no quiero morir, no quiero estar solo- El doctor te había dado poca esperanza de vida.
-No morirás, y si así lo fuera, me suicidaré para acompañarte-
-¿Me lo prometes?-
-Te prometo que moriré el día que tu mueras-
.:Fin FlashBack:.
Levanté mi mano, la que tenía la cuchilla, deje la cuchilla en medio de los dos, coloqué mi mano en tu herida, embarrándome de tu sangre antes que se sequé. Con el dedo índice cubierto de sangre, dibujé en mi vientre una cruz (X) y de nuevo tomé la cuchilla.
De un momento a otro, el dolor, la angustia y el enojo desaparecieron, al contemplar tu rostro frente a mis ojos, pero la imagen era muy borrosa. Ya no sentía dolor, quité la cuchilla de mi vientre y la coloque con mi último esfuerzo, en medio de ambos. Cubierta por la sangre de ambos, pondremos descansar juntos y en paz.
Todo a mi alrededor se desvanecía, y no podía mover ninguna parte de mi ser… era todo muy tranquilo, ¿Y sabes por que?
En medio de un delirio total, pude sonreír, ya que pude ver tu rostro frente a mis ojos. Intenté besarte, pero me era imposible, te desvanecías, tu imagen era borrosa, lentamente te alejas…
-Lo siento Yuu...-