-Así… enrolla bien tu lengua mm… que delicia…- me dijo mientras intentaba por todos los medios no ahogarme con su miembro golpeando mi garganta a cada segundo, ¿Por qué lo hacia? Ni yo lo se, ah!!.... no, esperen si lo se, es porque no puedo negarle nada de lo que me ha pedido hasta ahora, estoy completamente enamorado de el y se aprovecha de ello, lo peor de todo es que lo se y aun así sigo obedeciendo.
Termino en mi boca, quise escupirlo pero…- trágatelo – el ordeno y como siempre, lo obedecí sin replicar nada, no me moví, su miembro ahora flácido seguía en mi boca pero su mano en mi nuca no me dejaba apartarme. Una embestida. Supe lo que iba a suceder, volvería a terminar en mi garganta una y otra vez hasta que se cansara y todo por venganza, si, estaba molesto conmigo por insistir en negarle una sola cosa, la única que me había negado a hacer: Dejar que me penetrara.
A cambio me tenia arrodillado frente a la cama, con la cabeza entre sus piernas y su miembro en mi boca, ya no era yo quien se movía era el quien embestía contra mi y me hacia tragarlo cada vez, cuando ya no pudo mas se dejo caer en la cama y me soltó, jadee al por fin poder respirar con normalidad, el estomago comenzaba a dolerme.
-ahh…
Todo había comenzado cuando entre a la escuela como alumno nuevo, todos parecían quererme fuera de ahí así que no hablaba con nadie, entonces el apareció, me saludaba y conversaba conmigo, hasta me invitaba a su casa a ver películas o jugar videojuegos, a mi edad, en esa situación, me enamore estúpidamente de el, era el único que me miraba siquiera por lo que había sido inevitable, tal ves fue solo que me sentía con cierta seguridad al tener a alguien y no estar solo.
El se dio cuenta.
Comenzó a llevarme a fiestas, yo no había bebido antes, así que se divirtió embriagándome y yo, con tal de conservar su amistad seguía bebiendo todo lo que me daba, fue en una de esas ocasiones que me beso la primera vez, no fue romántico ni dulce, fue una consecuencia de haber bebido de mas, fue húmedo y rudo pero aun así, era mi primer beso, con el chico que me gustaba. Luego de ese día las cosas subieron de nivel, en su casa, a solas y en su cuarto aprendí lo que era el placer carnal, el me tocaba cuanto quería y yo lo dejaba, pero nunca lo deje entrar en mi, aun no se lo permito, me parece demasiado, además, soy un chico… también es cosa de orgullo, aunque varias veces sus dedos si estuvieron en mi interior, era una sensación extraña pero lo dejaba porque se enfadaba cuando me negaba.
La situación es ahora muy injusta, el ordena y yo obedezco, sabe lo que siento y sabe también que si me amenaza con dejarme yo cederé ante lo que me pida, si, soy un estúpido, pero este es un lugar pequeño y todos se burlan de mi por que dicen que parezco una chica, el es lo único que tengo. Me he convertido en su mascota.
Me lleva al colegio abrazado por el cuello para demostrar a todos que solo soy suyo, ahh!! Porque aunque se burlan de mi, nunca pierden oportunidad de tocarme y tratar de besarme, en los descansos no me deja hacer nada que no sea estar con el, le doy de comer en la boca a veces cuando se recuesta en mis piernas. Se lo que están pensando, soy un imbécil, pero me da miedo quedarme solo.
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Hoy me dio una nueva orden, no puedo cortar mi cabello, le gusta que lo use largo, molesta bastante a veces cuando hace calor, pero tampoco me deja recogerlo, supongo que puedo aguantarlo mientras a el aun le guste así.
Me ha dicho que me llevara a un lugar a la salida, me pregunto que será, pero su sonrisa me asusta un poco.
La salida llegó, caminamos varias calles, como siempre me lleva abrazado, no me permite separarme de el nunca, llegamos al local, “perforaciones y tatuajes”, entramos, me pregunto que es lo que va a hacerse….
Negué rápidamente ¿una perforación? Quiere que me la hagan a mí!! Le suplique al oído que nos fuéramos, pero me dijo que si quiero que sigamos juntos obedezca, ¿adivinen que? Cedí, cuando salimos del lugar iba adolorido de la cara, al final no quiso una si no tres, el mismo escogió las piezas, mi labio palpita un poco al igual que mi nariz y mi ceja, se detiene en un callejón y toma el arete del labio con los dientes para besarme con fuerza, nunca ha sido cuidadoso o delicado, me duele, pero no me aparto.
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Ya llevamos seis meses juntos!! Ahora tengo también perforadas las orejas y los costados de la cabeza rapados, el mismo lo hizo, ya me acostumbre a esto, solo lo dejo que me haga lo que quiera, ahora cambio de opinión sobre mi cabello suelto, sigue largo, pero ahora debo recogerlo siempre en una coleta alta a el le complace que sea tan dócil y yo no tengo que estar solo, ha decidido que debo usar otro tipo de ropa, el la escoge y me viste, pero ahora ya no le gusta, así que me llevara de compras.
Estamos en la tienda ahora, el ha ido seleccionando lo que quiere que use y yo solo lo modelo para el en los vestidores, salimos por fin!! Ya estaba cansado, el carga varias bolsas y me va dando instrucciones de cómo combinar las cosas si el no llega alguna vez, suspiro, me he convertido en su juguete…
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-ahh…. N-no espera… - estoy sentado sobre el con las manos atadas al frente y con la frente recargada en su hombro – mmn…- tiene tres dedos en mi interior, no voy a negar que es placentero pero aun así no quiero que entre en mi, insisto que es cuestión de orgullo, ya se ha venido tres veces en mi boca y ahora insiste en demostrarme que me encantará ser penetrado.
Gimo y jadeo mientras simula embestidas con sus dedos, es demasiado extraño, introduce un dedo más y le suplico que se detenga ya, claro que no lo hace, sus dedos entran mas profundo y tocan un punto que me hace venirme de inmediato, me mira sonriente y triunfal.
- Sin duda te encantaría, deja que lo haga Miyavi – niego con la cabeza sin pensarlo me mira molesto y resopla desatándome y poniéndose de pie – no se cuanto voy a soportar esto… - dice antes de tomar sus cosas e irse, me siento mal, se que lo hice enojar.
Ha pasado una semana, sigue molesto, y para desquitarlo me ha llevado a hacer un tatuaje, termine con varios, me gustan, pero siento que un día llevare su nombre escrito en alguno si sigue así, el amor es muy complicado… creo que ya no me gusta sentirlo, además estoy aterrado, me ha mostrado un gigantesco mantra, quiere que lo tatúen en mi espalda.
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Hola… ha pasado un mes desde la ultima vez, ¿se lo están preguntando verdad? Pues si, deje que lo hicieran, estuve una semana completa queriendo rascarme hasta no poder mas, pero el no me lo permitió, estuvo todo el tiempo pegado a mi pendiente que mis manos no se acercaran al gigantesco tatuaje, ahora estoy bien, creo.
Me ha cortado el cabello, aun no se si me gusta pero supongo que esta bien, también ha insistido mucho con que lo deje tomarme, aun me niego, pero mi resistencia se esta viniendo abajo, ya no se si siquiera tengo un orgullo que defender para negarme. Ahora vivimos juntos, el decide todo claro, que usare, como me peinare y que comeré, no le gustaría que suba de peso, me cuida como si fuera su modelo, también he comenzado a usar maquillaje, no demasiado, pero a el le gusta así, a veces me pinta las uñas de negro mientras miramos televisión, siempre termina sobre mi manoseándome y besándome como demente.
Ah, acaba de llegar, trae una expresión extraña en el rostro, pero se acerca a mi y me besa profundamente metiendo sus manos en mi ropa, paso mis manos llenas de anillos que el mismo puso ahí por su cuello, sin que apenas logre darme cuenta estoy desnudo, se lo que viene, va a volver a intentarlo.
-no… ya te dije que….
-shhh…- me metió un dedo en la boca, lo succiono por costumbre y luego lo saca, me hace sentarme a horcajadas sobre el para besarme de nuevo y meter un dedo dentro de mi, gimo por la sensación molesta, en verdad no me gusta, me separa y se recarga en la cabecera de la cama con las piernas separadas, me hace una seña y me acerco a gatas abriendo la boca dejando que su miembro entre, comienzo con mi trabajo, siento tres dedos entrar en mi juntos, jadeo contra su miembro, suele hacer eso hasta lograr que tenga un orgasmo para echarme en cara que me gusta tener algo dentro, mis gemidos ahogados se escuchan a penas mientras mi lengua juega con su punta.
Me separa de el, eso es extraño, siempre termina en mi boca, me sienta de nuevo sobre el haciendo que sienta su erección entre mis glúteos, me muero el labio y niego antes de que abra la boca, no… no quiero.
- Mírame Miyavi… - levanto la mirada – voy a penetrarte hoy, me canse de jueguitos - lo miro sorprendido y niego tratando de separarme pero me toma de la cadera y me lo impide con su maldita fuerza que tanto ejercicio le ha dejado – ya no te lo estoy preguntando, pero te voy a dejar elegir, o lo hacemos o me largo.
Lo mire asustado, quería llorar me mordí el labio y baje la cabeza – no quiero que me dejes… no soporto estar solo…- susurre.
- Entonces vas a dejarme hacerlo – sentenció firme, supe que no había forma de convencerlo, asentí solamente con la cabeza en silencio, no lo vi, pero estoy seguro que sonrió – de ahora en adelante vamos a hacerlo siempre así – me dijo mientras me colocaba sobre su erección y tomaba bien sujetas mis caderas – va a dolerte.
Y así fue, me bajo y apreté los dientes por el dolor al sentir que me abría lentamente para el, no podría decir que era del todo virgen pero esto estaba mas allá de mi limite, de pronto me subió de nuevo y me dejo caer en la cama me puso de rodillas y solo atine a aferrarme a las almohadas al sentirlo entrar de nuevo, gemí con molestia y dolor, definitivamente no me gustaba.
Me embistió largo rato mientras yo solo mordía y gemía contra la cama, ya no era tan malo, aun así, sentía que acababa de perder el poco orgullo que me quedaba, mi cuerpo ahora lo dejaba pasar con facilidad. Se vino en mi interior, sentí alivio y algo extraño, entre asco y ansiedad al sentir su liquido bañar mi interior así, no me moví, no me atrevía a hacerlo, su mano tomo mi miembro y sus dedos entraron en mi haciéndome venirme también y caer agotado al colchón.
Me gire un poco, me sentía cansado, adolorido y abierto, la sensación de que había algo entre mis piernas no me dejaba, sentía claramente que aun estaba dilatado, lo miré, me miraba con una gran sonrisa de satisfacción en el rostro, me tomo del mentón y me beso.
- Ahora dímelo… - me ordeno con voz suave.
- Te amo
- ¿y que más? ¿a quien le perteneces?
- A ti… Gackt, soy tuyo – respondí con voz cansada. El solo sonrió
Me di lastima por un momento, que bien entrenado me tenia, enterré la cara en un cojín – Te amo… - escuche de sus labios y lo mire sorprendido, me sonrió y volvió a ponerme en posición, ya no me queje, me amaba… ¿eso es suficiente para comprar mi orgullo no?
Quiten esa cara… se lo que piensan, pero se equivocan en algo, el si me ama, ¿Cómo lo se? Fácil… soy todo lo que el quiso siempre, después de todo ¿el mismo me creo no es así?