Casi dos semanas desde que celebraron el cumpleaños de Tohya, se acercaba ahora el de Tomo… igualmente le prepararon algo especial, le llevaron a su restaurante favorito además de que los 4 integrantes de la banda se ofrecieron a hacer sus “sirvientes” por ese día tan especial para él, obviamente Tomo, no desaprovecho el regalo.
Al final se fueron a un bar a celebrar, todos estaban algo pasados de copas excepto Tohya… ya que el no toma. Ya era bastante tarde cuando decidieron irse cada quien a su casa.
-Es hora de irnos. Dijo Umi levantándose como si no hubiera tomado ni una gota de alcohol, mantenía el control incluso cuando tomaba. Yuh se levantó y se acerco a Umi el cual lo llevaría a su casa, mientras Tohya se iría en su coche, Tomo y Rui se irían juntos en el coche de Tomo.
-Nos vemos mañana a las 11 ¿escucharon? No hay que hacer enojar al jefecito. Dijo Yuh riendo y al igual los demás comenzaron a reír
-Nee… ¿me iré solo? Tohya hizo un pequeño puchero sacando las llaves de su auto. Después Tomo se levantó y fue a donde él.
-Iría contigo pero traje mi auto, además llevaré a Rui a su casa, la próxima todos en el auto de Tohya. Dijo para todos, Tohya solo le sonrío y le abrazó muy cariñosamente, Rui volteó a verlos el cual solo hizo una pequeña mueca y volteó a otro lado para evitar verlos.
-Feliz cumpleaños Tomo, espero te hayas divertido. Tohya sonrío y se despidió de los demás
-Nosotros también nos vamos. Umi habló y se despidió de Tomo y Rui, advirtiéndoles que no olvidaran el ensayo del día siguiente. Igualmente Yuh se despidió y se fue con Umi.
Tomo volteó a ver a Rui y notó que estaba algo ido, se acercó hasta donde estaba él, esperando a que Rui volviera de su mundo.
-Rui… -susurro cerca de su oído lo cual provocó que Rui diera un pequeño brinco por el asombro volteando a verlo de inmediato.
-¿qué pasa?- dijo confundido
-Es que… uhmm… ¿nos vamos?
-Sí. - Rui sonrío y se levantó de la silla dirigiéndose ambos al estacionamiento.
Ya dentro del auto Tomo arrancó en dirección al departamento de Rui.
Al llegar a él, bajó con Rui para asegurarse de que llegará hasta su cama.
-Tomo… no estoy tan ebrio como otras veces… estoy bien, puedes irte. – le dijo sentándose en el sillón de su pequeña pero muy bien decorada sala de estar.
-¿estás seguro de que sabes dónde está la cama?- ambos rieron y Rui solo soltó un enorme suspiro…
-¿pasa algo?- Preguntó Tomo de nuevo.
-No, es que… estoy cansado quiero dormir.
-Bien, entonces me voy, que tengas dulces sueños –sonrío y se fue a la puerta, el mayor lo siguió y Tomo volteó a verlo, Rui se detuvo muy cerca del rubio y ambos se vieron sonrientemente, el mayor se acercó a abrazar al otro el cual correspondió tiernamente, así estuvieron por unos cuantos segundos que más bien parecieron horas…
-Feliz cumpleaños Tomo…- susurró el mayor en el oído del otro, este sonrío ampliamente y se separó del abrazo
-Nos vemos mañana, ¿paso por ti?
-Claro, ¿a las 10?
-uhmm… 10:30 –rieron y éste salió del departamento quedando cerca del marco de la puerta la cual aun estaba abierta.
-Eres un flojo… oye, ¿y mi besho?- Rui hizo un tierno puchero de niño, el que siempre hace cuando esta con Tomo a solas. El rubio solo río y se acerco a él besando su mejilla muy cerca de sus labios, casi sobre la comisura de ellos. El otro solo se sonrojó.
-Nos vemos mañana cuídate y adiós- volvió a darse la vuelta para salir del lugar.
Rui cerró la puerta y se recargó en ella, recordando aquel beso… y recordando los otros tantos que Tomo le había regalado… Cada vez se acercaba mas a sus labios, quizá no tenía mucha importancia, pero para él se le hacía algo muy lindo y nada perdía con recordar.
Asimismo Tomo al subir a su auto, recordó el acercamiento que tuvieron en ese abrazo… -se sintió muy bien- dijo para el mismo arrancando el auto hasta su departamento. Se pasó casi toda la noche recordando ese día, realmente se la había pasado muy bien con sus amigos, y sin duda “el regalo final”, ese abrazo de su querido amigo Rui, fue el mejor.
Pero… ¿desde cuándo pensaba tanto en los abrazos de Rui? ¿Desde cuándo se sonrojaba con sus acercamientos? ¿Desde cuándo se ponía nervioso cuando estaba a solas con él? ¿Qué estaba pasando? Ni siquiera sabía exactamente el por qué se hacía esas preguntas… Decidió ignorarlo y seguir como antes. Los abrazos eran solo de amistad, al igual que los besos, así que… ¿por qué preocuparse?
A la mañana siguiente, Tomo ya había pasado por Rui y ambos ya estaban en su sala de ensayos, esperando a que Tohya llegará, era el único que faltaba.
Umi ya se estaba desesperando un poco, tenían que ensayar y no tenían todo el día, como él dice, hay una hora de llegada y si no se cumple se tiene que salir más tarde, lo que él no quería era estar metido ahí, mientras podía hacer algo más. Aun que la música era lo que más le gustaba, odiaba los reclamos del manager, el cual era muy estricto con respecto a las horas de los ensayos.
Al fin Tohya llegó, Umi se acercó a él para darle una buena regañada por la hora que era.
-¡¿Dónde estabas?!- Dijo Umi algo enojado, Tohya se veía con algo de sueño, seguro se había quedado dormido.
-Perdón Umi, es que se me hizo tarde… -Umi lo interrumpió antes de que pudiera terminar, él podría ser la persona más seria y paciente del mundo, pero cuando se trataba del trabajo era igual oh más estricto que el manager.
Yuh fue con ellos para tratar de calmarlo un poco, ya Umi había recibido varias atenciones por parte del manager, la única persona que lograba sacarlo de quicio.
Al final comenzaron a ensayar sin parar hasta que completaron las horas que les pedían.
-Ya pueden retirarse- dijo el manager saliendo de la sala de ensayos. Todos soltaron un gran suspiro y dejaron todo en su lugar para irse.
-Nos vemos mañana- dijo Umi ya más animado. Fue con Tohya a pedirle una disculpa, el inmediatamente la aceptó ya que el también tenía algo de culpa.
-¡Tomo!- Tohya corrió hasta donde estaba Tomo, lanzándose sobre él y abrazándose de su cuello. El rubio solo sonrío al verlo abrazándole un poco, mientras el pelinegro le decía algunas cosas en el oído.
Rui sintió algo extraño… quizá lo había sentido pero… esta vez le acompañó algo de… ¿podrían ser? ¿Celos? Rui negó desde donde estaba, observando la escena que le provocaba ese “mal estar”.
Tohya por fin se separó del rubio mientras se iba felizmente a la salida, seguramente iba a su departamento oh quizá al centro comercial.
-Rui… ¿ya estás listo?- le dijo Tomo que estaba casi fuera de la sala de ensayos.
-ehm… si… -se levantó como si estuviera totalmente exhausto, Tomo se extrañó al verlo así, ya que recuerda que estaba muy animado cuando llegó a la compañía.
-¿te pasa algo?... ¿Rui?- le pregunto acercándose a él.
-No… no es nada- le sonrío y camino a la salida de la sala de ensayos, Tomo lo conocía muy bien, así que sabía cuando mentía, en esos momentos… Rui estaba mintiendo
-Rui…- Tomo lo jaló del brazo dándole la vuelta para verle. –Ya en serio… dime ¿qué tienes?- insistió mirándole algo serio, para esto Rui ya no tenía de otra más que decirle lo que pasaba.
-Tomo… no sé por qué, pero… -no sabía si decirle, ¿por qué iba a sentir celos de Tohya? ¿Acaso se estaba enamorando de Tomo?
-Dime Rui…-
-Es que… creo que… me enamoré de ti-