Gloomy Sunday
-lo siento mucho sasuke – me dijo mi hermano mientras ponía una mano sobre mi hombro para intentar reconfortarme, me miró con sus ojos carbón, esos ojos escudriñadores que intentaban descubrir que tanto era mi dolor. Cerré mis ojos y una lagrima cayó de ellos lentamente, solo pude sentir como unos brazos protectores me brindaron consuelo, ese abrazo era un abrazo que de verdad necesitaba.
El domingo es triste mis horas son de insomnio
Amado, las sombras con las que vivo son infinitas
Pequeñas flores blancas que nunca despertaran
Aun recuerdo esos días, los odiaba el olor a antisépticos , odiaba tanto el blanco de las paredes a su alrededor odiaba lo frio oscuro en inhóspito que odia llegar a ser ese lugar pero sobre todo odiaba verle ahí postrado en esa cama, con su piel volviéndose mas pálida y fría de lo normal, odiaba sentirse y serle inútil, aun que el lo negaba, lo sabía muy bien, las hermosas flores blancas que le pedía que le llevase no ayudaban en nada, aun y el sonriera sabía muy bien que esas malditas flores blancas no hacían nada. Y lo supe ese día, las flores no lograron despertarte, mis llamados no lo hicieron, entonces las flores cayeron al piso, junto con mis esperanzas de tenerte a mi lado de nuevo así como también con aquellas lágrimas que resbalaron de mis ojos
Allá donde el coche fúnebre de la tristeza te ha llevado
Y los ángeles que no tienen intención de resucitarte
¿Crees que se enfaden si pienso reunirme contigo?
Puedo ver como poco a poco desapareces de mi vista, como poco a poco la caja donde reposa tu cuerpo baja hacia ese agujero, puedo ver como poco a poco la tierra de esas palas comienza a caer sobre tu féretro. Pronto no podremos estar juntos, aun cuando hayas dicho que no me dejarías nunca aun a pesar de la muerte, ya no podre tocarte, ya no podre besar esos dulces labios que me provocaban probarlos , podre oler esa fantástica esencia que tus hermosos cabellos despedían, me hará tanta falta tu calidez en la cama, las lagrimas caen de mis ojos otra vez, lo pensé… lo pensé desde el día que nos dijeron de que te encontrabas enfermos incurable, esa fue nuestra sentencia y me quise morir, ahora quiero hacerlo, recuerdo que una vez me preguntaste “¿Por qué no crees en dios sasuke?” La respuesta fue simple y seca, porque me quito a quienes más quiero, por un momento pensé que eso podría cambiar, pero ahora eres tú al que me arrebatan. Es un injusto.
Domingo triste
Triste es el domingo, que entre sombras lo paso entero
Mi corazón y yo decidimos que se acabe todo
Fue domingo, el día en que no despertaste, el día en que comenzaste a ser frio, el día en que te vi desaparecer, el día en que te perdí, el día aquel día trágico cuando moriste, ese día en que también morí, regresamos a casa, me encerré en nuestra habitación, tome esa arma que compre hace poco durante mi momento de desesperación, siempre odiaste las armas y yo siempre lo supe espero no estés molesto conmigo ahora, la tomo entre mis manos, quien pensaría que esa cosa que solo puede destruir llegaría a ser mi mejor amiga, la acerco a mis sienes intento jalar el gatillo pero…
Pronto abra velas y oraciones tristes… lo sé
Déjalos, que no haya lagrimas, déjalos que sepan que estoy contento de ir
La muerte es para soñar… en la muerte yo te acaricio
Con el último suspiro de mi alma te bendeciré
Los toques de la puerta y esa voz tierna que me llama lo evitan.
-papá… necesito un abrazo – guardo el arma, le abro la puerta, le veo ahí con su bonito cabello negro, hubiera sido aun mejor que pudiera tener tu llamativo cabello, la miro bien puedo ver sus hermosos ojos rojos de tanto llorar, esos ojos que me encantaban de ti, me abraza de las piernas y comienza a llorar me pongo a su altura y la abrazo –tu no me vas a dejar verdad papá – niego con la cabeza, tiene razón, no puedo dejarla, yo sé bien que es perder a tu familia, ella ese regalo hermoso que me has dejado, si pudiera una última vez te agradecería este hermoso regalo que tu y la vida me dio, miro el lugar donde ahora permanece el arma, supongo que debo deshacerme de ella me dejaste alguien por quien vivir, mi desesperación no me dejo pensarlo.
Domingo triste
Soñando…
Solo estaba soñando
Despierto y te encuentro dormido…
En lo profundo de mi corazón
¡¡Aquí!!
Querido espero que mi sueño nunca te atormente
Calidez, ese extraño sentimiento que solo sentía a tu lado ese sentimiento que me hacía sentir protegido, adoraba esa calidez, pero si te has ido porque ahora puedo sentirlo, me volteo hacia el lugar donde solías dormir.
Estoy enloqueciendo, te veo ahí acurrucado, de espaldas a la ventana, escapando del sol como todas las mañanas, queriendo solamente dormir, con tu rostro suplicando por otros “cinco minutos más”, tallo mis ojos aun incrédulo, parpadeo varias veces, pero ahí sigues, asustado e incrédulo me acerco poco a poco a tu tibio cuerpo, cerca… más cerca, cada vez mas; puedo oler el aroma de tus finos cabellos, me acerco mas a tu cabeza y aspiro… una y otra vez mas aspiro ese delicioso olor a ti, te abrazo, siento tu piel tibia, suave… miro tu rostro otra vez, de nuevo tiene su bello color, se ve tan lleno de vida, acaricio tu mejilla, admiro tus labios, y ellos me provocan, me acerco los rozo y después los beso, lento como si fuera la última vez, te abrazo otra vez tomo todo de ti para no olvidar nunca me acerco a tu oído y…
-TE AMO Naruto… GRACIAS POR TODO – te abrazo aun mas fuerte lentamente abres los ojos, esos azules ojos que me hipnotizan, me miras extrañado yo sonrió te separas un poco asustado y mirándome escrutiñadora mente preguntas
-¿estás bien sasuke? – sonrió de nuevo y solo te logro confundir más me miras aun mas asustado y respondo
-solo fue un mal sueño – me miras mas extrañado, leo tu rostro como es que sonrió después de haber tenido un mal sueño, es de locos ¿no?, jalo tu mano y te atraigo a mi aspiro mas de tu aroma y dijo –me alegra que estés a mi lado – tu tensión se va y correspondes mi abrazo
-¿Qué soñaste? –dices separándote lentamente y reposando tu espalda en el respaldo de la cama, te miro, ahí tan hermoso, sonrió tranquilizadoramente y respondo
-un domingo triste mi vida – de nuevo me miras desconcertado te abrazo nuevamente, te relajas otra vez
-TE AMO – susurras
-YO A TI –sonrió
-omaa-san – oímos una voz dormilona, dirigimos la vista a donde ella, sonríes – tengo hambre – me das un beso te levantas de la cama y te diriges a donde ella está, me sonríe feliz y dice – ohayo otou-sama – te sonrió y te devuelvo el saludo.
-ohayo sachiko – sonríe otra vez y se despide de mí con su pequeña manita, suspiro y me dijo caer la cama.
Mi corazón está diciendo que TE AMO…
Triste domingo
Triste domingo…