Jonghyun estaba celoso.
Desde el primer contacto visual que tuvo con Minho hubo algo que nació dentro de él, aunque no sabía qué. Pero desde el primer contacto físico que tuvieron, definitivamente para el mayor hubo algo, sintió algo, sintió una electricidad que recorrió su cuerpo entero.
Acepto sin problema alguno que se había enamorado, pero al pasar los años y notar lo imposible que era que Minho lo amara, comenzó a crear una falsa imagen de heterosexualidad al cien por ciento, implicando esto a: Shin SeKyung.
El no la amaba, ni siquiera la soportaba, se creía su dueña, lo llamaba a cada minuto y lo controlaba totalmente, pero él lo aguantaba todo, por que estaba enamorado de Minho y haría lo que fuera para qué el menor lo quisiera, aun así si tuviera que hacer cosas realmente innecesarias como tener novia.
Pero bueno, el ahora mismo estaba celoso, muy, demasiado celoso.
Minho lo había abrazado durante el concierto en Seúl, y se había sentido exageradamente bien, pero cuando lo vio abrazar al resto de SHINee se sintió tan poca cosa.
Había pensado que sería el único, pero no, luego Minho fue y se dio un apretujado abrazo con todos.
Estaba sentado en el suelo, en los pasillos de la compañía cuando llego Minho y todos sus pensamientos se esfumaron.
-Vamos levántate, has estado todo el día ahí.-Dijo ofreciendo su mano.
Jonghyun lo miro con un puchero.
-No quiero.-Aparto la vista y cruzo los brazos infantilmente.-
-Jonghyun.-le reclamo el menor, agarrando su mano y tirando de él, y el otro hacia peso en su contra.-
Estuvieron forcejeando un buen rato, Jonghyun inclinado dándose todo el peso posible, y Minho de pie tratando de levantar al otro.
El menor se detuvo en seco al ver el resentimiento en los ojos del mayor.
-¿Que sucede?-Le pregunto sin soltar sus manos.-
-Nada.-Le respondió cortante.-
- ¿Que pasa Hyung? Algo te sucede ¿cierto?-Volvió a interrogarlo, pero esta vez se inclino frente a él.-
-Minho, te dije que nada, en serio…-Desvió la vista, comenzaba a ver borroso por culpa de las lágrimas que se asomaban peligrosamente.-
Se sentía mal, tenía a un Minho preocupado por él y eso no le gustaba. El amaba al menor, y recibir su atención, preocupación e interés sin el mismo tipo de amor que él le tenía lo hería, y en lo más profundo de su corazón.
-¿Por qué no quieres contarme, hiciste algo malo?-Si seguía preguntándole acabaría llorando como un desquiciado- ¿Tiene que ver conmigo?-Su corazón se detuvo por un momento, podría jurarlo.-
Soltó un sollozo y se seco las lágrimas rápidamente.
-No me pasa nada, en serio nada…-Se levanto del suelo y comenzó a caminar mientras se tranquilizaba un poco.-
Minho lo pensó más de dos veces, pero su corazón término ganándole.
Como acto reflejo se levanto y alcanzo a Jonghyun, pasando sus brazos por el vientre del muchacho, encajando cada centímetro de ambos cuerpos en un cálido contacto.
-No te vayas… por favor dime la verdad.-Le dijo suavemente al oído.-
-Yo te quiero Minho, te amo…-Apretó la mano del menor contra su vientre, no quería dejarlo ir.-
Hubo un silencio interminable, desgarrador, dudoso, desesperante.
Jonghyun comenzaba a calmarse, pero sentía miedo, no quería ser rechazado y que luego las cosas sean diferentes.
Sintió como los brazos de Minho disminuyeron su fuerza, sintiéndose cada vez más lejanos hasta el punto de ya no tocar su cuerpo.
Se asusto, tenía la boca entreabierta, y a pesar de querer escapar de ahí sus pies no podían moverse ni un centímetro. Aun sentía a Minho detrás de él, pero había una distancia entre ellos, una distancia que a pesar de solo ser unos centímetros le dejo clara la respuesta.
En ese momento se sintió inmensamente patético, no quería voltear, no quería llorar ni el consuelo de Minho, no quería nada solo morir, desaparecer de la faz de la tierra.
Su cuerpo volteo forzado por alguien, y ahí estaba.
Minho lo miro serio, y en el momento en que sus miradas se encontraron, un leve rubor se asomo por sus mejillas.
No dijo nada, no quería hablar.
Dejo que su mano viajara por el rostro de Jonghyun como si tuviera vida propia, remarcando con sus dedos cada detalle de él.
Lo miro un poco afligido, pero lentamente su mirada fue cambiando, transformándose en una totalmente tierna.
Dejo salir un leve suspiro, aliviado, decidido.
Acaricio por última vez el rostro del mayor, para luego unir sus labios delicadamente.
Para ambos en ese momento no hubo diferencia alguna entre lo fácil y lo difícil, en lo lejano y lo cerca, entre la vida y la muerte, entre el odio y amor.
Los labios de Jonghyun eran muy suaves, cálidos, únicos, perfectos para Minho.
Nunca se había sentido tan bien en su vida, nunca.
Se sentía completo y con solo un objetivo en su vivir: Jonghyun.
Para quien llevaba todo este tiempo enamorado eso fue sorpresivo, quizás mucho.
Aun no creía que esto estuviera pasando, creía que aún seguía en sus sueños, en sus más profundas fantasías.
Se dio cuenta de que todos esos gestos, roces y cuidados no sucedieron porque si, no estuvieron demás, todo tuvo una razón.
-Hay cosas que si son reales Jonghyun.-Susurro Minho sobre sus labios, para luego volverlo a besar.-
FIN