Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Bienvenido, ¿mesa para uno? por rennokissu

[Reviews - 23]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Quedó largo y ADSADSADASD ;A;

 

A ver... yo quería trasmitirle mucho sentimiento a este capítulo, lo he releído millones de veces. Necesitaba que contara con las impresiones de Shou y Sakito bien impresas D:

Sakito es mayor que Shou por... ¿24 días? xD Es por no poner siempre "Sakito/Takahiro" a veces pongo "el mayor/el moreno" o a Shou pongo "el castaño/el más alto/el menor"

Taka-chan es Sakito y Ko-chan es Shou, me hace gracia pensarlo xD

Shinji = Tora       Takashi = Saga

Nao = Nao (?)      Satoru = Ruka

Yuji = Ni~ya         Mitsuo = Hitsugi

Por si acaso lo pongo :/ Disfrutad~ Y se lo dedico a Saku porque se que adora esta pareja xDD

 

-Ah… Shou llega tarde.- Suspiró, más que cansado de esperar a su amante.

 

Habían quedado para ir al cine, encima había sido Shou el que insistió en que quería ver esa película en concreto, pero ahora sería imposible pues ya había comenzado la sesión hace tiempo.

 

-Aguro, ¿se habrá olvidado de mí?-

 

El pequeño conejo negro lo miraba como si intentara tranquilizarle, sacando una sonrisa a Sakito que le acarició la cabeza suavemente.

 

-Tienes razón, él nunca se olvidaría de mí, desde que tengo memoria me sigue a todas partes. ¿Y sabes qué?- El conejo ladeó la cabeza.- Amo eso de él.-

 

Se abrazó más a la pequeña bola negra que ocupaba sus manos, recordando el pasado.

 

Flashback

 

-¡Taka-chan, Taka-chan!- Se oía desde la calle a un niño, fácilmente confundible con una niña, gritando hacia la ventana de una casa marrón.

 

-¡Ko-chan, sabes perfectamente que vivo en la casa de enfrente!- De dicha casa salió otro niño, gritando avergonzado pues, al contrario de su amigo, no le gustaba demasiado llamar la atención.

 

-Pero Taka-chan, es más divertido así porque me gusta verte enfurruñado.- Sonrió el menor, mostrando su dentadura todavía incompleta.

 

-¡Tonto Ko-chan! Ahora bajo.- Sentenció, cerrando la ventana.

 

 

 

 

No había niños más unidos que aquellos dos, se conocieron en la escuela infantil gracias al carácter extrovertido del más joven y nada los logró separar.

Buscaban estar solos, aunque aquello no gustara demasiado a sus señoritas, que no dudaron en comunicarlo a los padres.

 

En el colegio al que asistían encontraron un rincón solitario, prácticamente oscuro solamente iluminado por la luz de emergencia.

Allí hablaban, compartían dulces. Se sentían completamente a gusto uno junto al otro aunque la corta edad de ambos tampoco les ofrecía la posibilidad de haber conocido a mucha más gente.

 

-Oye, Taka-chan, cuando seamos mayores nos casaremos, ¿a qué sí? Es que mi mamá dice que me tengo que casar con una niña y tener muchos hijos y que tú harás lo mismo, y yo no quiero porque yo te quiero a ti.- Kohara se apegó más a su amigo, apoyando la cabeza en su hombro, enfadado. No entendía porque a los adultos no les gustaba que estuvieran tan unidos.

 

-Ko-chan, sabes que yo sólo te quiero a ti.- Le acarició el pelo. El menor levantó la cabeza, sonriéndole con la cara iluminada mostrando de nuevo su dentadura falta de dientes de leche.

 

-Y si no, yo puedo convertirme en una chica y ser tu esposa.-

 

-Mejor no, Ko-chan, me gustas así.- Sonrió tiernamente, acariciándole la mejilla a su amigo que le dio un suave beso, ajeno a todo su significado, provocando un ligero sonrojo en ambos. No sabían exactamente por que, pero se sentían mejor después de aquella confesión y pasaron el resto del patio cogidos de la mano, en silencio.

 

 

 

 

Pasaron los años y la amistad entre ellos no disminuyó. Con 9 años ambos se apuntaron a una escuela de música.

 

Y llegó el primer día de instituto. Kohara había convencido a sus padres y a los de Takahiro para que les dejaran ir antes, debían prepararse mentalmente para lo que se les avecinaba, un gran cambio en sus vidas.

 

-Aunque no estemos en la misma clase, tranquilo Taka-chan, nos seguiremos viendo en los recreos.- Quiso parecer adulto y maduro, pero en ningún momento soltó la mano de su amigo, incluso la apretó con más fuerza mientras hablaba, inconscientemente, no quería que los separaran. Takahiro no lo soltó.

 

Por suerte no fue así y acabaron en la misma clase y además, con los pupitres bastante cercanos.

Justo ese día ambos chicos se dedicaron a buscar un nuevo “lugar secreto” como el que compartían en el colegio, y dieron con una sala, aparentemente de música, desutilizada.

 

No es como si no hablaran con los demás o se aislaran completamente, simplemente que disfrutaban mucho uno de la compañía del otro.

Les gustaba cogerse de la mano, les daba seguridad a ambos, seguridad que sólo encontraban en su más profunda intimidad, intimidad que nadie podía comprender.

 

-Gays-

 

-Taka-chan, ¿qué significa “gay”?- Casi todos los días debían soportar ese tipo de desprecios-

 

-Ko-chan, no hagas caso.-

 

Lo único que podían hacer era esconderse, o eso creía Takahiro, no quería que dañaran a su precioso y amado Kazamasa.

 

 

 

 

Con 16 años los cambiaron repentinamente de clase. Se deprimieron mucho, incluso intentaron convencer a los tutores de que les pusieran juntos de nuevo, pero estos no accedieron. Aunque eso solo fomentó su mágica amistad.

Kohara encontró algunos nuevos amigos, Takashi, Shinji y Naoyuki, chicos bastante simpáticos y estudiosos.

Por su parte, Takahiro se comenzó a relacionar con otros tres fenómenos no muy bien vistos en el instituto, Satoru, Mitsuo y Yuji. Su grupo aumentó notablemente, quizá podía ser divertido.

 

 

 

-Mmm… Taka-chan, llámame Shou.- Comentó un día el menor, Takahiro lo miró extrañado.- Es que todo el mundo me llama “Kohara” o “Ko-chan” y como tú eres especial para mi, también quiero serlo yo para… ti.- El mayor se aguantaba la risa, su amigo siempre tenía ese tipo de ideas insostenibles. Se acercó y lo abrazó por la espalda, apoyando la barbilla en el hombro del recientemente tintado.

 

-Entonces yo también quiero uno, para que solo me llames tú, Shou.-

 

-Lo pensé, ¿qué te parece Sakito?-

 

-Perfecto…-

 

Y sonó la alarma que indicaba la reanudación de las clases.

 

 

 

-Eh, Kohara. ¿Estabas otra vez encerrado con Takahiro?- Preguntó Takashi, recién apodado “Saga”

 

-Sí, ya os lo había comentado, le quería decir algo importante.- Sonrió, más para sí mismo que para los demás, le resultaba gracioso el echo de sólo él conocer el nuevo nombre de su amigo.

 

-De verdad, vosotros dos parecéis una parejita enamorada.- Se burló el más alto, recibiendo como premio un golpe de Tora.

 

-Son buenos amigos, igual que tú, Nao y yo, ¿a qué sí, Ko-chan?- Tora no soportaba que su amigo se metiera con el castaño, sobretodo porque lo comprendía bastante bien.

 

-Vamos, sentaos, ya llega el profesor.- Anunció Nao.

 

 

 

 

Aunque ahora las charlas a solas escondidos en su pequeño rincón privado disminuyeron, su relación no se rompió, hasta que un día pasó.

No era algo tan fuera de lo común, en realidad era bastante evidente. Shou llevó a Sakito a su “sala” para poder hablar tranquilamente.

 

-Sakito, se me ha declarado una chica.- Le comentó a su amigo mientras tomaban el almuerzo, balanceando la carta de amor que había recibido de una mano a otra.

 

-…- El mayor bajó la mirada, no sabía donde meterse, algo dolía en su pecho. ¿Ahora Shou se separaría de él por una chica? No, no podía ni imaginárselo. Una vida sin su Shou, su Ko-chan. Se empezó a angustiar, cosa que el castaño notó, añadiendo rápidamente.

 

-Amm… pero me da igual, porque no me gusta.- Rompió la carta, de verdad no le importaban lo más mínimo los sentimientos de esa chica.

 

-Shou…- Se acercó al menor.-¿Tú crees que somos raros? Quiero decir… no quiero que se metan contigo como pasaba antes. Odio que por mi culpa, por estar tan unidos, te tachen de homosexual. No me importa que me hagan el vacío a mi o que me insulten, p-pero…- Sollozó, hipando ligeramente.-A ti te quiero tanto que…- Lo miró fugazmente a los ojos para volver su vista al suelo, Kohara simplemente sonrió, acarició su mejilla sonrojada por las lágrimas contenidas y le obligó a que le mirara a los ojos.

 

-Taka-chan, de pequeño lo único que quería era crecer para poder casarme contigo, porque te amaba.- Las lágrimas que corrían por las mejillas del moreno parecieron contagiar al más alto, que comenzó a llorar también.-Y… y a-ahora, mis sentimientos no han cambiado, y si lo han hecho solo ha sido para aumentar. Te amo, me da igual lo que los demás piensen mientras pueda estar a tu lado.- No pudo continuar hablando, los labios de la persona que tanto había amado y que tanto amaba, se apoderaron de sus palabras, convirtiéndolas en un hermoso y torpe primer beso para ambos.

 

Cuando se separaron, Sakito comenzó a reír entre lágrimas de felicidad.

 

-Hacía mucho tiempo que no me llamabas Taka-chan.- Se abrazó al más alto, sin dejar de reír pero tampoco de llorar.

 

 

 

 

Y por fin llegó el día. Se graduaron. Todos sus compañeros estaban realmente felices, ellos también pero… algo faltaba.

 

-¿Qué será de nosotros a partir de aquí?- Quedaron en verse en su sala secreta, a ninguno de los dos les interesaba la larga y aburrida charla del director.

 

-Seguiremos juntos, pase lo que pase.- El menor cogió la mano de su amante, temblaba. La suya también lo hacía.

 

 

 

¿Qué harían primero? Tora lo consideró algo muy valiente, Saga pensó que era una estupidez y los demás no dudaron en apoyarles con todo.

 

-Podemos haceros de guardaespaldas.- Gritó Ni~ya cuando les contaron su plan.

 

-Deja de decir idioteces, estúpido.- Hitsugi le tiró la revista que tenía en la mano a la cabeza.

 

-No le hagas eso, lo vas a dejar tonto.- Lo defendió el último del trío que faltaba, Ruka.

 

-Pff, ¿más?- Se burló el pelirrojo.

 

-Cabr…- Sakito los paró, sabía perfectamente que si tenían que llegar a las manos, lo harían.

 

Shou los miraba divertido, agradeciéndoles desde el fondo de su corazón lo que estaban haciendo.

 

 

 

-¿Estás seguro de esto?- Parados en frente de la casa de los Kohara, los dos amantes se cogían de la mano, fuertemente. Como en su primer día de escuela. Shou asintió.

 

Caminaron juntos, incluso entraron en la casa del castaño sin soltarse de las manos.

 

-Mamá…- Shou bajó la cabeza, no sabía como empezar, pero entonces notó la mano de Sakito, apoyándole.

 

-Dime, hijo, estando tan serio das hasta miedo.- Dijo entre divertida y extrañada su madre.

 

-Yo…- Tomó aire, apretó la mano del moreno y prosiguió.- ¡Amo a Takahiro!- Gritó entre lágrimas. La mujer los miró sorprendida.

 

-No…- Levantó la mano con la intención de pegar a su hijo, pero entonces Sakito se lo impendió. Shou se asustó, intentando separarles.-… Fuera de mi vista.-

 

-Pero mamá…-

 

-¡Fuera!- La mujer los miró, llorando de la rabia.

 

No quisieron discutir más y se fueron. Shou temblaba, Sakito lo abrazaba.

 

-Lo siento Shou… de verdad, lo siento.- El moreno luchaba por no derrumbarse.

 

-No es tú culpa, nadie la tiene. Lo solucionaremos, ¿vale?-

 

 

 

Después de eso no podían ir a la casa de Sakito, estaban seguros de que la madre de Shou ya había contactado con sus padres.

Hitsugi les ofreció quedarse en su casa, no tenían alternativa.

 

-Bueno chicos, ya sabéis donde está el baño y mi cuarto. Si necesitáis algo solo pedirlo. Buenas noches.- Se dispuso a irse cuando algo lo detuvo.

 

-Mitsuo… muchas gracias.- Murmuró Sakito entre sollozos.

 

-Idiota, a los amigos no se les dice eso.- Se hizo el ofendido, sacando una sonrisa a ambos chicos.

 

Fin Flashback

 

-Después de eso busqué un trabajo, quería que Shou pudiera estudiar. Él insistía en que también buscaría uno, que no le importaba no ir a la universidad, pero le dije que no. Ya había cursado grado medio en el conservatorio, por lo que podía ejercer como profesor de música para niños. Así acabamos aquí. Debemos agradecerle a tanta gente… a todos nuestros amigos, ¿sabes Aguro?- Rodó por la cama junto al conejo negro, apretándolo suavemente.

 

 

--

 

 

-¡AH! ¡Yo había quedado con Sakito, mierda!-

 

-¡Kohara, deja de montar jaleo, que estamos de estranjis, coño!-

 

-¿¡Ya estáis gritando otra vez, panda de maleducados!?-

 

-Lo siento chicos, debo irme.- Salió corriendo, tirando a su paso varias sillas. Ya podía ser de verdad el dueño muy benevolente para pasar eso por alto.

 

 

 

Corrió y corrió.

 

 

Se oyó un gran estruendo proveniente de la escalera y varios gritos de rabia, conocidos para el chico del conejo. Se levantó de la cama, yendo hacia la puerta de entrada seguido por una bola negra.

 

-Parece que ya ha llegado tu mamá, Aguro-chan-

 

-¡Sakito, siento llegar tan tard…!- Jadeó Shou, sin darse cuenta de los labios que le cortaron la frase.

 

-¡Bienvenido a casa, Ko-chan!-

 

Notas finales:

Jo... me da pena acabarlo ;A;

 

Extra:

 

Al día siguiente, caminando por la calle, cogidos de la mano, el castaño miraba al cielo.

 

-Cariño, estás como ausente.- Le comentó Sakito, sacándolo de su mundo.

 

-Sí... es que esta mañana ha llamado mi madre.- Dijo bajito.-Quiere que hablemos, todos juntos.- Sonrió tristemente, hacía muchos años que no escuchaba la voz de su madre. La última vez que vio a sus padres fue para recoger sus cosas al mudarse con Sakito.

 

-Bueno, eso ya es un avance.- Se paró, besando a su amante.-¿Te arrepientes de todo?-

 

-Nunca me arrepentiría, te amo.-

 

-Y yo a ti.-

--

 

El siguiente capítulo será SagaxTora (por fin una pareja normal YeY xDDDD) Debéis estar atentas a cierta frase que se dice por el fic... cuando Saga se mete con Shou y Tora lo defiende, dice algo de "Por él también sabía como se sentía" eso da muchas pistas cofcof :D


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).